PruebaCitroën C4 Picasso BlueHDi 150 Exclusive (II): Diseño y habitabilidad

Anteriormente hemos hablado sobre la gama y las versiones del Citroën C4 Picasso. En esta ocasión lo haremos sobre su habitabilidad y su diseño, dos puntos en los que no deja indiferente. El Citroën C4 Picasso se ha convertido en el modelo a imitar por parte de todos los fabricantes. Tecnología y diseño son sus principales armas, pero además tiene ocultos unos cuantos secretos.

Citroën C4 Picasso BlueHDi 150 Exclusive (II): Diseño y habitabilidad

14 min. lectura

Publicado: 18/09/2014 09:00

La incursión de Citroën en el terreno de los monovolúmenes compactos llegó en 1999 de la mano del Xsara Picasso. El año pasado, con 14 años y una generación de por medio, se presentó el último de todos, el C4 Picasso, y su hermano mayor, el Grand C4 Picasso. Como indica su nombre están basados en el compacto C4, del cual toman la plataforma EMP2, pero cambiando por completo el diseño, tanto exterior como interior.

En la primera parte de la prueba del Citroën C4 Picasso BlueHDi 150 Exclusive os contamos detalladamente la forma en la que se estructura este nuevo modelo, con sus versiones y equipamientos correspondientes. En esta ocasión toca hablar de diseño y su habitabilidad interior, siendo este último uno de los factores de mayor importancia a la hora de adquirir un monovolumen.

Dos partes claramente diferenciadas en la parte frontal del Citroën C4 Picasso

Exterior

Bueno, ni que decir tiene que no queda ningún vestigio del Picasso original, ni siquiera de la anterior versión. Tanto es así que ninguna pieza ha sido reutilizada. Los franceses siempre se han proclamado los fabricantes con los mejores diseños, o por lo menos con los más arriesgados, y es verdad, han presentado coches, que en algunas ocasiones han pasado a la historia, como el caso del precioso e icónico Citroën DS. La historia y las ventas serán las encargadas de juzgar el diseño de este C4 Picasso.

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Siempre lo he dicho, la compra de un monovolumen no es algo pasional, si no pura y dura necesidad. Y hasta ahora siempre iba asociado con coches sosos o que decían poco. Pero para eso está Citroën, para llegar y hacernos cambiar de opinión, haciendo que la compra de uno de estos modelos no llegue a ser nada sentimental, pero si algo más agradable. Y es que si lo comparamos con el resto de rivales, el francés destaca del resto, y si a eso le sumamos ese precioso color rojo rubí, la distancia se agranda.

La sesión de fotos completa de la prueba del Citroën C4 Picasso BlueHDi 150 Exclusive está en nuestra galería de imágenes

En la parte frontal nos encontramos con un parachoques claramente diferenciado en dos partes. La parte baja del mismo se reserva para la parrilla hexagonal con bordes redondeados, las luces antiniebla y los faros principales. En un principio estos pueden parecer pequeños, solo hay que compararlos con el resto de modelos, pero no hay ninguna pega con ellos. Además es un diseño que resulta familiar en Citroën, ya que son muy parecidos a los que monta el C4 Cactus.

La parte superior del frontal esta exclusivamente reservado para las luces diurnas tipo LED. Dos franjas muy finas con seis luces de alta potencia que igualmente hacen las funciones de intermitente. Cabe destacar la franja cromada que une ambas unidades de luces y que forma parte del chevron superior del logo de la marca. El capó por su parte es muy corto, presentando dos nervaduras con forma de V que dan una buena sensación de empaque.

Las llantas de 18 pulgadas son una bonita opción, 380 euros extra con cinco radios en forma de boomerang

Hay que aplaudir la osadía de Citroën al diseñar un monovolumen así. Un gran acierto del que deben tomar nota el resto de marcas

Si avanzamos en el diseño, lo primero con lo que topamos es con las llantas de 18 pulgadas. En cuanto las vi me encantaron. Esos cinco radios con forma de boomerang son fantásticos, además combinan perfectamente el cambio de color entre ellos. Lo dicho, preciosas. En cuanto al lateral hay que decir que los diseñadores de Citroën se lo han currado, además de las diferentes líneas que forman parte de él, se ha querido combinar diferentes elementos con diferentes colores, cromados, el negro y el rojo de la carrocería. El resultado arroja un buen estilo, dando una mayor sensación de calidad.

En cuanto a la trasera hay que decir que es más tradicional que la parte delantera. En cierto modo se nota que en esta parte del coche ha primado la función por encima de la forma. Pero aun así Citroën se ha encargado de dotarla de un par de detallitos que marcan la diferencia, como la barra cromada, y sobre todo las luces. Si nadie te lo dice no te percatas, pero los ingenieros se las han apañado para dotarlas de un aspecto tridimensional dándole profundidad. Buen detalle.

En definitiva el diseño es positivo, no solo para el propio modelo, sino para todo el segmento, ya que demuestra que un monovolumen no tiene por qué ser soso o poco llamativo. La diferencia con su hermano mayor, el Citroën Grand C4 Picasso, reside principalmente en la parte trasera, donde este monta un conjunto de faros psicodélicos que tampoco pueden pasar desapercibidos.

Interior y habitabilidad

Las medidas oficiales del Citroën C4 Picasso son: 4,428 metros de largo por 1,826 de ancho. La batalla queda reducida a menos de tres metros, en concreto 2,785 metros. De esa medida, podemos decir que casi su totalidad se dedican al habitáculo, del cual llama poderosamente la atención el espacio. Desde el principio del salpicadero, hasta el final de la segunda fila de asientos, se nota que el confort ha sido la mayor de las preocupaciones.

Pero es que además de la comodidad que desborda el C4 Picasso hay que sumarle la calidad. No quiero imaginarme la cantidad de goma que ha sido empleada en la fabricación del salpicadero, es tocarlo y la sensación de robustez y calidad que desprende te deja anonadado. Increíble, pocos salpicaderos he visto así. Como contrapunto hay que decir que es tan grande y tan profundo que si por casualidad algo se desplaza hasta al fondo no hay manera de llegar a ello, habrá que parar y quitarse el cinturón para poder alcanzarlo.

Es posible que al realizar un viaje largo en el C4 Picasso llegues más relajado que cuando saliste

Viajar en el Citroën C4 Picasso es como si lo hicieras en un vuelo de primera clase, sobretodo el copiloto

En cuanto a los asientos, son los delanteros los que se reservan las mejores plazas. El del conductor cuenta con ajuste electrónico y al igual que el del copiloto con función masaje. Sin embargo es el acompañante el que va a disfrutar del mayor confort de todos, ya que en esta versión se monta un asiento de primera clase, además del correspondiente masaje, hay que sumarle un reposapiés extraíble. Si esto lo combinamos reclinando el respaldo nos encontramos ante una butaca de primera clase. Eso sí, en detrimento del espacio para las piernas del ocupante trasero. Pero oye, todo un lujo, aplaudo al ingeniero que se le ocurrió.

No podemos olvidarnos de las pantallas que dominan toda la parte delantera. La superior forma parte del equipamiento de serie para los acabados Intensive y Exclusive. La inferior, de 7 pulgadas es de serie en cualquier versión, y tiene el principal objetivo de controlar todos los dispositivos del coche, desde la climatización, hasta la radio, pasando por el navegador y las pantallas de configuración. Su uso es de una sencillez pasmosa, no imagino quién no sería capaz de aprender a manejarla en menos de 10 minutos.

Pero si hablamos de la superior, sus 12 pulgadas panorámicas hacen que estemos ante una de las pantallas más grandes que se montan en la actualidad en un coche. Su calidad es excelente y al igual que la inferior permite controlar todos los parámetros del coche, con la excepción que en esta no podemos alterar nada, para eso hay que ir a la pequeña. La lectura de todos los indicadores es rápida e intuitiva, solo la calidad de las imágenes de las cámaras exteriores deja algo que desear, pero nada grave.

El maletero presenta una capacidad entre los 537-1.709 litros, suficientes, pero podrían ser más

Si nos desplazamos a la segunda fila nos encontramos con tres asientos de igual tamaño, con capacidad para que cinco personas viajen cómodamente, incluso en un viaje largo. El espacio para las piernas es muy bueno, una persona de tamaño medio sabrá apreciar este detalle. Por último tengo que destacar que Citroën ha sabido aprovechar perfectamente cualquier hueco para que los ocupantes puedan dejar, desde una botella de agua, hasta el móvil. Además los respaldos de los asientos delanteros tienen mesa incorporada e iluminada.

Una vez llegamos al maletero, de apertura y cierre electrónico para este acabado, llegamos a la conclusión que Citroën ha destinado más espacio a los ocupantes que a sus pertenencias. Sinceramente esperaba más. Hay modelos en el mercado que con cotas aproximadas disponen de más volumen de maletero. Por ejemplo el Volkswagen Touran, tres centímetros menos de longitud pero con 158 litros más. Sin embargo los 537 litros que presenta el C4 Picasso son una buena medida, de las más altas del segmento. Hay que indicar que debajo de la bandeja principal hay un segundo espacio de almacenamiento, nada sobresaliente, es más para dejar objetos pequeños que al fin y al cabo son los que comen espacio.

Conclusión sobre el diseño y la habitabilidad

En definitiva y a modo de resumen hay que reconocer lo evidente, el Citroën C4 Picasso sabe combinar perfectamente el estilo con el confort. Aunque la unidad de pruebas contará con un extenso equipamiento de serie, la calidad percibida y la comodidad de todas sus plazas son dos características de serie, sin importar la versión o el nivel de equipamiento. Sin embargo si decides apostar por el acabado Exclusive, que sepas que te llevas una auténtica joya, sé que el sobrecoste es un hándicap, pero de verdad, nunca echarás de menos algún gadget, los tiene todos.

Por poner un punto negativo, tengo que decir que el maletero, aun siendo grande, podría tener más capacidad. Me faltan esos centímetros que le sobran al salpicadero. Pero en definitiva es un coche familiar y eso se nota, deberás llevar muchas, pero que muchas cosas para que no entren en el baúl. En la próxima parte analizaremos al detalle el rendimiento y el dinamismo del Citroën C4 Picasso BlueHDi 150 Exclusive, además aportaremos las conclusiones finales y las valoraciones. ¡Estate atento!

En la próxima parte de la prueba del C4 Picasso analizaremos al detalle el motor BlueHDi 150

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