Prueba comparativa Hyundai Tucson vs Volkswagen Tiguan (con vídeo)
El Volkswagen Tiguan y el Hyundai Tucson son dos de los SUV de tamaño medio más populares por su polivalencia y tecnología. Recientemente se han renovado para aumentar su atractivo ¿Qué ofrece cada uno de ellos? Los sometemos a examen en vídeo.
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Publicado: 11/07/2021 18:00
En esta ocasión vamos a enfrentar dos de los todocaminos más exitosos del mercado. Son el Volkswagen Tiguan y el Hyundai Tucson, dos modelos del segmento C-SUV que tienen algunas características en común como una enorme versatilidad, tecnología de última hornada y un agradable rendimiento dinámico pero también presentan singularidades relevantes.
Una de esas evidentes diferencias es el diseño exterior porque ambos modelos presentan estilos muy diferentes. El Volkswagen Tiguan tiene una imagen más clásica, muy conocida por todos a pesar de haber recibido un restyling hace poco haciéndolo rápidamente identificable como un modelo de la marca de Wolfsburgo. Se aleja de las modas y me parece más discreto y elegante que su oponente.
Por su parte el Hyundai Tucson muestra muchísima personalidad en la nueva generación que llegó a los concesionarios hace pocos meses. Un diseño futurista, atrevido y sin duda polarizante porque no gusta a todo el mundo pero no deja a nadie indiferente. Las dimensiones exteriores son casi calcadas entre estos dos coches que miden 4,5 m de largo, un tamaño compacto que les brinda mucha versatilidad de uso.
La personalidad exterior de cada uno de estos modelos se traslada de manera nítida al interior. En el caso del Tucson contamos con un habitáculo donde destaca su calidad de realización, con buenos materiales en general, una consola central muy ancha y alta y en general un diseño llamativo. Quizá el punto menos convincente es el abuso del plástico negro brillante en la zona central del salpicadero, que acumula mucha suciedad.
Por su parte el Tiguan también se decanta por unas líneas tradicionales en el interior y aunque los materiales parecen menos llamativos en cuanto a calidad percibida, lo cierto es que en calidad real está al mismo nivel que la de su oponente coreano. En el alemán los ajustes, el tacto de los mandos y la ergonomía son fantásticos.
Ambos SUV utilizan varios botones táctiles que no me parece que sean la solución más útil cuando se está conduciendo ya que obligan a apartar la vista de la carretera para ver qué botón s está tocando. Pero debo reconocer que ambos modelos han resuelto bastante bien este sistema.
Hyundai lo emplea en la parte central del salpicadero donde las áreas táctiles tienen un tamaño grande con lo cual son fáciles de manejar. Volkswagen las utiliza tanto en el climatizador como en los mandos del volante y para mejorar la usabilidad esas superficies no son lisas sino que tienen relieve para identificar al tacto dónde estamos tocando. Bien pensado, me convence.
Cualquier coche que quiera ser moderno, o al menos parecerlo, debe mostrar varias pantallas en la cabina. Estos dos modelos cumplen sobradamente porque, por ejemplo, pueden llevar una instrumentación digital con pantalla de 10 pulgadas, en ambos casos bastante completas en cuanto a información.
La tendencia actual es colocar la pantalla del sistema de infoentretenimiento en un formato flotante para que esté lo más alta posible en el salpicadero y por ello me resulta llamativo que tanto Hyundai como Volkswagen hayan ignorado completamente esa disposición. Los dos usan sistemas compatibles con Android Auto y Apple Carplay con una pantalla situada en la parte central del salpicadero, obligando a apartar la vista de la conducción. El coreano dispone una pantalla de 10,25 pulgadas mientras que el alemán se conforma con una de 8 pulgadas.
En las plazas traseras del Tiguan se disfruta de reposabrazos, bolsillos tras los respaldos, tomas USB y una zona climática independiente para esta fila. El espacio es abundante aunque con respecto a su rival hay un poco menos de sitio para la cabeza, si bien la diferencia es mínima. Sí disfruta de algo más de anchura y además propone una banqueta deslizable en 18 cm, algo práctico.
En el Tucson también hay un espacio generoso para pasajeros de estatura elevada. La banqueta no se puede ajustar longitudinalmente pero cuenta con algunos elementos extra de confort. El respaldo de los asientos se puede regular en inclinación, las plazas de los extremos pueden estar calefactadas, se pueden tener cortinillas enrollables en las ventanillas y hay unos mandos en el lateral del asiento delantero derecho que permiten moverlo desde atrás.
Dimensiones | Tucson | Tiguan |
---|---|---|
Longitud | 4,50 m | 4,51 m |
Anchura | 1,86 m | 1,84 m |
Altura | 1,65 m | 1,67 m |
Maletero | 546-620 litros | 476-615 litros |
Estos dos SUV tienen un corte familiar y por ello presentan una gran capacidad de carga. El maletero del modelo alemán es espacioso y además se guarda el as debajo de la manga de la mencionada banqueta trasera deslizante para jugar con el espacio del maletero. De esta manera pueden variar su volumen desde los 520 hasta los 615 litros. El Tiguan híbrido enchufable se queda en 476 litros por la presencia de la batería.
El Tucson no tiene esa ventaja y dependiendo de la versión escogida ofrecerá más espacio o menos: eso se debe a que dependiendo de la motorización puede variar el tamaño del depósito de combustible o de la batería de alta tensión y la existencia de un depósito de AdBlue. Por lo tanto la capacidad se sitúa entre los 546 y los 620 litros, unas cifras similares a las del Tiguan pero en este caso sin la necesidad de sacrificar el espacio de las plazas traseras para conseguirlo. Por este motivo le voy a dar la ventaja al Tucson en este apartado, aunque por la mínima.
Motores | Tucson | Tiguan |
---|---|---|
Gasolina | 150 CV | 130 CV / 150 CV / 190 CV |
Gasolina MHEV | 150 CV / 180 CV | - |
Diésel | 115 CV | 122 CV / 150 CV / 200CV |
Diésel MHEV | 136 CV | - |
Híbrido | 230 CV | - |
PHEV | 265 CV | 245 CV |
Performance | - | Tiguan R 320 CV |
La gama de motores de estos dos todocaminos superventas es muy diferente. Hyundai propone mecánicas de todo tipo para adaptarse a una gran variedad de clientes, poniendo especial énfasis en la electrificación en una propuesta con semihíbridos e híbridos enchufable y no enchufable.
Por el contrario, Volkswagen ha descartado los sistemas de hibridación ligera para sus versiones gasolina y diésel y la única opción de movilidad sostenible es el Tiguan eHybrid. El alemán también disfruta de una variante muy prestacional, el espectacular Tiguan R de 320 CV, que no tiene equivalente en su rival salvo que el rumoreado Tucson N se convierta en una realidad.
Lógicamente cada uno tiene sus gustos y necesidades pero si tuviera que elegir entre toda la gama de motores mi recomendación para el Tiguan sería escoger el TDI de 150 CV porque gasta muy poco y tiene una buena relación entre precio y prestaciones. En el Tucson mi elección sería la versión híbrida no enchufable de 230 CV que tiene un precio parecido a las variantes diésel pero cuenta con la etiqueta Eco y resulta muy suave y agradable de conducir.
Uno de los motivos de éxito de estos coches es la enorme versatilidad que ofrecen. Unas dimensiones compactas para moverse por ciudad, mucho espacio interior para viajar con la familia, ofrecen algunas versiones con tracción total para quien quiera darle un uso campero y cuentan con modos de conducción que modifican algunos parámetros del vehículo. Valen un poco para todo.
En coches como estos el cambio manual tiene poco interés salvo que vayamos muy ajustados de presupuesto, quedan reservados a las opciones más económicas. Es mejor elegir la transmisión automática que proporciona muchísimo confort y en ambos casos es una caja automática de doble embrague y siete marchas.
Ni el DSG7 ni el 7DCT son un prodigio en cuanto a velocidad pero funcionan con suavidad. El Tiguan tiene la tradicional palanca pero el Tucson propone en su lugar una botonera dónde se seleccionan las posiciones. No es tan rápido de operar como una palanca pero al menos los botones son muy grandes.
Tanto el Tucson como el Tiguan son dos grandes viajeros. Ponen el acento en la comodidad, son bastante refinados y animan a hacer una conducción tranquila y relajada. La conducción del Tiguan es más agradable aunque es una cuestión de pequeños detalles. Ninguno de los dos proporciona grandes sensaciones pero el todocamino de Volkswagen se nota un poquito más ágil y el manejo es más natural.
¿Qué quiero decir con esto de natural? Tanto el alemán como el coreano tiene innumerables asistentes de conducción y sistemas de seguridad, pero en el Tucson los asistentes de conducción son claramente más intrusivos: a veces corrige la dirección, a veces frena, a veces pita… Habrá conductores que se sientan más seguros y les guste esa participación de los asistentes. Pero seguramente la mayoría no necesitan un coche que alerte por todo en cualquier situación rutinaria de tráfico sino sólo cuando realmente haya algún peligro. El Tiguan en ese sentido es más agradable.
Si miramos el coste de salida de estos coches vemos que por precio resulta más interesante el Tucson que está a la venta por desde 28.475 euros mientras que el Tiguan eleva la tarifa de partida desde 31.285 euros. Hay que tener en cuenta que esos precios son los de partida sin descuentos, pueden variar mucho dependiendo de las ofertas de las marcas. Por supuesto hay infinidad de combinaciones de motores y acabados, os doy el de acceso para tener una pequeña referencia.
En resumen, las cosas están muy igualadas entre estos dos modelos, más de lo que esperaba en un principio, por lo que cuesta mucho recomendar uno sobre otro así que ¿Cuál elegir? Creo que hay dos criterios principales para decantarse por uno u otro. El primero es una cuestión de estilo ya que tienen diseños opuestos. El segundo va a ser el precio porque si podemos aprovechar alguna oferta puntual que ofrezcan estas marcas puede ser un elemento decisorio que incline la balanza hacia un lado o el otro.