Comparativa Lexus LBX vs DS 3, elegancia de bolsillo (con vídeo)

¿Cuál es el mejor crossover urbano premium? Hemos enfrentado a dos de los principales exponentes de la categoría, el Lexus LBX y el DS 3. Una comparativa repleta de calidad, elegancia y tecnología para ser el más distinguido en la ciudad.

Comparativa Lexus LBX vs DS 3, elegancia de bolsillo (con vídeo)
Dos de los B-SUV más lujosos, frente a frente

21 min. lectura

Publicado: 05/07/2024 12:00

Lexus LBX y DS 3, duelo entre dos de crossovers pequeños muy sibaritas

Para elegir un coche de tamaño contenido no es necesario renunciar al lujo y así lo demuestran el Lexus LBX y el DS 3. Japón y Francia enfrentados con dos crossovers urbanos de corte premium que destilan mucho estilo y elegancia. Tienen muchas cosas en común pero ojo porque también tienen grandes diferencias entre sí.

Son dos coquetos crossovers de poco más de cuatro metros de largo que tienen en los entornos urbanos su hábitat preferido con los que ambas marcas buscan conquistar nuevos clientes y también acercarse a un público juvenil. Ambos permiten mucha personalización y se pueden elegir diferentes acabados, varios diseños de llantas de aleación y dar la opción de disfrutar de una combinación bitono con el techo en color negro.

Me sorprende un poco que DS haya apostado por una gama de colores exteriores un poco anodina, plagada de distintos tipos de blanco, negro y gris. Es cuestión de gustos, está claro, pero sólo hay un rojo que sea algo más atrevido. Por el contrario, Lexus le ha dado vida al LBX y permite vestir al carrocería en rojo, azul, cobre o amarillo para los más atrevidos, además de los tonos discretos para los más conservadores.

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Urbanitas pero sin renunciar a su carácter premium

En todo caso, colores aparte, los dos presumen de cara bonita. El DS 4 expone unos faros LED matriciales con diseño abstracto y una provocadora firma lumínica vertical que recorre el extremo del paragolpes. Por su parte, en Lexus creen que en la sencillez está el gusto así que proponen unos grupos ópticos con forma de «C», también con tecnología LED matricial, que encajan con las formas redondeadas que definen su lenguaje de diseño general.

Además de los faros, en la parte frontal hay un rasgo de diseño importante en cualquier coche que es la parrilla. Estos dos modelos han jugado cartas muy diferentes para llamar la atención. El DS 3 tiene una gran parrilla con detalles en acabado cromado y negro brillante para subrayar la tridimensionalidad. El LBX expone una parrilla trapezoidal en una posición más baja que se distingue por no tener un borde definido sino que sus extremos se diluyen en el paragolpes, un efecto bastante original.

Para parecer más musculosos, estos dos coches también han buscado soluciones distintas. El japonés se ve más ensanchado atrás y se nota el claro abultamiento sobre el paso de rueda trasero. El galo juega más con las líneas y se ve más ancho en su zaga debido a la línea de tensión en forma de «V» que recorre la parte inferior de las puertas y por la voluminosa forma del pilar B.

Una de las cosas en las que uno aprecia que estos dos modelos han buscado ofrecer una calidad sensacional es en la apertura de las puertas. El DS 3 tiene unas manillas cromadas que van enrasadas y cuando tiramos de ellas la puerta se abre sin esfuerzo de una manera increíblemente suave y agradable. El LBX apuesta por un sistema completamente distinto, es un sistema de apertura electrónico denominado E-Latch. Como no es un sistema mecánico dentro de la manilla hay un pequeño interruptor que con una ligera presión abre la puerta con una gran delicadeza. Ambos quieren proponer una experiencia de uso premium desde el primer instante.

El LBX tiene un interior sobrio de excelente calidad
El DS 3 presume de un interior más original

Excelencia en el interior pero con estilos muy diferentes

¿Cómo son por dentro? Hablamos de dos de los coches que más calidad interior ofrecen desde este segmento. El francés está muy bien hecho y el japonés incluso mejor aún. En el DS 3 todo tiene un tacto muy agradable, la atmósfera es acogedora y hay muchos detalles brillantes con formas diamantadas que dan cierta sensación de lujo. Es muy chic y presume de un diseño más imaginativo que el del LBX.

En la parte central del salpicadero hay un montón de botones que resultan útiles porque son accesos directos a funciones habituales, pero son táctiles y creo que habría sido mucho mejor que hubieran sido botones físicos. Quizá se ha antepuesto el diseño a la funcionalidad y, además, están un poco desperdigados. Lo mismo sucede con la consola central que presenta una muy buena factura pero que es donde se ubican los mandos de los elevalunas, los cuales deberían estar en las puertas. La ergonomía de DS podría ser mejor.

Como comentaba, a bordo del LBX se percibe aún más calidad. Está muy bien hecho, tiene unos ajustes excelentes y casi todo tiene un tacto mullido y agradable. Mención especial para el tacto del aro del volante porque el cuero es muy suave y muy gustoso, es importante porque va a ser la parte del coche que más vayamos a tocar.

La instrumentación del nipón es muy informativa y propone diferentes vistas
El cuadro de instrumentos del galo es bastante sencillo y admite cierta personalización de la información

Uno podría pensar que siendo este el Lexus más accesible que se ha fabricado jamás la marca podría haber aprovechado para abaratar costes. Sin embargo todos elementos, los botones, las palancas, hasta el más mínimo detalle lo podemos encontrar en modelos Lexus de categorías superiores. No es un Lexus más barato sino que es todo un Lexus a una escala más pequeña.

El nivel de excelencia que la marca japonesa ha querido proporcionar este coche es evidente. La única parte conservadora es que el diseño interior es mucho menos atrevido que la propuesta de su rival galo. Muestra una imagen más convencional pero quizá también gracias a eso la disposición de los botones y los mandos hace que sea fácil sentirse a gusto inmediatamente en este B-SUV.

Como en cualquier coche moderno, no podemos dejar de hablar de pantallas. El DS 3 propone un entorno de conducción con una instrumentación digital de 7 pulgadas, no es demasiado grande y expone una calidad de imagen normalita. El nipón va bien servido con un cuadro de instrumentos digital mediante un generoso display de 12,3 pulgadas. En ambos se puede elegir el tipo de información que comunica y pueden añadir un head-up display opcionalmente.

La mayoría de las funciones del Lexus LBX se manejan a través de la pantalla central
El sistema de infoentretenimiento de DS es personalizable mediante widgets

Por su parte, el sistema multimedia del DS 3 disfruta de una pantalla de 10,3 pulgadas en formato horizontal con un interfaz muy personalizable. El LBX opta por un sistema de infoentretenimiento en una pantalla táctil prácticamente cuadrada de 9,8 pulgadas con una resolución fantástica y botones físicos en su parte inferior que hacen que el manejo sea más cómodo. Los dos son compatibles con Apple CarPlay y Android Auto, tienen navegación conectada y servicios remotos.

Miremos hacia atrás. Las plazas traseras del japonés no pueden presumir de ofrecer un espacio demasiado abundante pero dos adultos irán cómodos en este coche de 4,19 m de largo. Debajo de la banqueta, por cierto, está la batería del sistema híbrido así que no quita habitabilidad a los ocupantes. Hay un par de tomas USB que siempre resultan prácticas y hubiera estado bien encontrar salidas de aire pero es cierto que ese segmento es muy raro que las haya. Las ventanillas son grandes, dan una buena visibilidad y luminosidad.

Las plazas posteriores del Lexus más pequeño dan espacio suficiente para dos pasajeros de estatura mediana
El crossover de DS muestra más espacio para la cabeza pero la forma de la ventanilla resta luminosidad

En el caso del francés, la segunda fila de asientos están un poco mejor aprovechada a pesar de ser un poco más compacto con sus 4,12 m de carrocería. Hay más sitio para la cabeza y las rodillas entran ligeramente mejor. Sin embargo, la sensación no es la de mayor desahogo porque la forma del pilar B hace que la visibilidad del exterior sea reducida en comparación con su rival ¿Otro detalle en el que parece que DS ha pensado más en el estilo que en la funcionalidad? Además, tampoco hay salidas de ventilación y ni siquiera hay tomas USB. Uno lleva la sensación de que las plazas traseras del pequeño DS están pensadas para un uso esporádico.

A la hora de comprobar el espacio de carga de estos dos coches hay una característica que no me ha gustado mucho del DS 3 y ha sido que para abrir el portón hay que buscar un botón que está escondido en la parte inferior del paragolpes. No es muy cómodo porque queda en una posición baja y además es una parte que se ensucia.

Por dentro, el galo cumple bien mostrando 350 litros de capacidad y si se abaten los respaldos de los asientos traseros se superan los mil litros en total. El crossover de Lexus, por su parte, tiene un maletero ligeramente menor con 332 litros de volumen. En realidad el hueco de carga del nipón es un poco más ancho y profundo, pero tiene menos altura y es ahí donde pierde algunos litros.

El espacio del carga del LBX goza de una buena anchura
El maletero del DS 3 disfruta de algunos litros más de capacidad

La hibridación juega un papel clave en ambos modelos

El Lexus LBX está a la venta exclusivamente con un propulsor híbrido autorrecargable, la propuesta mecánica estrella de Lexus. Curiosamente ésa la única opción que no tiene el francés, que puede ser casi todo lo demás. El DS 3 se ofrece con una versión totalmente eléctrica, de gasolina de 100 caballos y cambio manual, otra versión de gasolina de 130 caballos de cambio automático, un diésel de 100 de caballos y cambio automático y la última incorporación, la versión Hybrid.

El DS 3 Hybrid en realidad recurre a un sistema de hibridación ligera (MHEV), es decir que no es un sistema híbrido autorrecargable (HEV) como el de Lexus, aunque serían las motorizaciones que se asemejarían más entre sí. Aún no he podido probar esa versión con semihibridación del francés porque todavía no está disponible. Esta versión acaba de lanzarse al mercado y aunque ya está abierto el libro de pedidos todavía no han hecho entregas en los concesionarios españoles.

Sí he podido probar esta mecánica en otros muchos modelos de Stellantis y sé que va muy muy bien, seguro que en el DS 3 encajará como anillo al dedo y a buen seguro la motorización mild hybrid será la más interesante de la gama a mi juicio. Tiene 136 caballos y un cambio automático que funciona con suavidad. Un detalle interesante de este nuevo sistema de MHEV es que puede desplazar el coche en modo 100% eléctrico en momentos puntuales, que es algo que no es habitual en los híbridos ligeros.

El LBX expone un buen comportamiento y una magnífica insonorización de la cabina
El DS 3 lo apuesta todo por el confort pero transmite pocas emociones al volante

En cualquier caso, independientemente de la motorización escogida, el DS 3 es un coche que es fácil de conducir. La dirección está muy asistida y tiene muy poco peso por lo que resulta poco comunicativa pero permite hacer maniobras sin esfuerzo alguno. La suspensión es blanda para beneficiar al confort de marcha y la insonorización es bastante buena. En cuanto consumos, este diésel normalmente va a gastar algo más de 5 l/100 km y los gasolina van a estar todos rondado los 6 l/100 km o algo más. Son consumos normales para un coche de estas características.

El Lexus LBX Hybrid es híbrido de verdad, de los de toda la vida. Tiene 136 caballos y las prestaciones son más que suficientes para mover bien este vehículo en cualquier circunstancia. A mi modo de ver, la tecnología HEV en un coche como éste es la opción ideal. Es un crossover de carácter urbano y en ciudad va a circular a menudo en modo 100% eléctrico. De hecho, la mayor parte del tiempo.

Por ello el confort de marcha es fantástico gracias a ese empuje inmediato y lineal del motor eléctrico y porque cuando circula en modo cero emisiones apenas hay ruido. De todos modos, cuando se conecta el motor de combustión la sonoridad sigue siendo muy baja porque el aislamiento de la cabina es extraordinario, seguramente el mejor de este segmento, y el funcionamiento es refinado.

El japonés gasta muy poco combustible
La gama mecánica del francés es más amplia

Otra ventaja de que circule tanto tiempo en eléctrico es el consumo, que siempre es muy bajo. Es fácil estar por debajo de los 5 l/100 km sin necesidad de esforzarse demasiado. En este aspecto creo que seguramente también estamos hablando del mejor coche de la categoría. Lo dicho, tiene mucho sentido apostar por un híbrido, especialmente en un coche urbanita.

También resulta convincente el tacto de la dirección y el tarado de la suspensión por lo que el crossover de Lexus es suficientemente ágil pero también cómodo. Se suele criticar a veces en los híbridos de la marca japonesa el tipo de transmisión porque la caja e-CVT, que brilla por su fiabilidad, da una sonoridad elevada cuando tenemos una solicitud grande de potencia. En el caso del LBX, esta situación es muy contenida, solo sucede si pisamos el pedal de acelerador a fondo.

Un último detalle. El nipón es de los pocos coches del segmento B-SUV que pueden ofrecer un sistema de tracción total. El Lexus LBX E-Four tiene un sistema 4x4 que evidentemente no está pensado para hacer una conducción offroad sino para dotar al coche de más seguridad, proporcionando más agarre cuando se circula sobre superficies desfavorables como carreteras con nieve o hielo. Esta tracción integral se consigue con un segundo motor eléctrico que acciona el eje posterior y su presencia reduce la capacidad del maletero a 284 litros. El DS 3 siempre es de tracción delantera aunque entre sus modos de conducción hay programas específicos que ayudan un poco a traccionar en superficies deslizantes.

El DS 3 es un gran crossover urbano pero el Lexus LBX es sencillamente el mejor coche del segmento

Llega el momento de hablar de precios hay que mencionar que el Lexus LBX está a la venta desde 33.900 euros mientras que el DS 3 tiene un precio de partida de 27.340 euros. Es una diferencia grande pero ten en cuenta que la versión de acceso del modelo francés viene con un motor de gasolina de 100 caballos, cambio manual y un equipamiento más básico en comparación con el japonés así que no es una comparación equivalente.

La cosa cambia si los cargamos de equipamiento, algo que se ve con las dos unidad concretas que hemos tenido en este cara a cara. Tal cual están configuradas, el LBX de las imágenes vale a 42.000 euros tal cual mientras que el DS 3 valdría 41.250 euros, un margen estrecho. En esta comparativa mi recomendación sería elegir el Lexus LBX. El DS 3 es un gran producto pero el crossover japonés posiblemente sea el mejor coche del segmento: ofrece una calidad interior espectacular, viene con más equipamiento de serie y propone un sistema híbrido muy agradable de conducir, práctico y que gasta muy poco.

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