Prueba Volkswagen Polo 2019 ¿Qué versión comprar? (con vídeo)
El nuevo Volkswagen Polo es uno de los modelos más populares de su segmento y queremos ayudarte a elegir la mejor versión ¿Qué motor escoger? ¿Manual o automático? ¿Qué acabados son los más interesantes? ¿Por qué extras merece la pena pagar? Descúbrelo en vídeo.
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Publicado: 11/11/2019 19:00
¿Estás interesado en un Volkswagen Polo? El utilitario alemán es uno de los coches más vendidos en España y queremos ayudarte a decidir qué versión y elementos de equipamiento son los que resultan más interesantes… pero manteniéndonos dentro de un presupuesto razonable.
Antes de nada os recuerdo que ésta es la sexta generación del Polo, una saga que forma parte de la historia automovilística porque ya va camino de las 15 millones de unidades vendidas desde su nacimiento en 1975. Se fabrica en España, en la factoría de Navarra. De hecho, se hacen muchos coches en nuestro país pero éste es el modelo del que más unidades se han fabricado aquí en toda la historia.
El nuevo Polo salió al mercado hace un par de años así que habréis visto muchos por la calle por lo que no nos vamos a entretener mucho hablando de diseño, que está plagado de líneas rectas y ángulos marcados. Se suele decir que los alemanes son muy cuadriculados y aquí queda en evidencia. Por su vocación urbanita tiene 4,05 m de largo. Con respecto a la generación anterior, el modelo actual crece en longitud, anchura y distancia entre ejes pero la altura se ha reducido, por eso tiene más empaque.
El utilitario germano sólo está disponible con carrocería de cinco puertas y se asienta sobre la plataforma modular MQB-A0, es decir, la misma que emplean el SEAT Ibiza o el Audi A1. Esta arquitectura también la utilizan crossovers como el Volkswagen T-Cross o el SEAT Arona y, quizá te sorprenda, también es la base del Skoda Scala a pesar de que es un modelo del segmento C.
Vamos a empezar a echar cuentas. Hay 9 colores para la carrocería, algunos sin sobrecoste y otros que pueden costar hasta 550 euros adicionales. No es posible contar con una carrocería bitono con techo en contraste como sí ocurre en algunos modelos de la competencia pero sí permite disfrutar de un techo solar que cuesta 880 euros. No tiene un formato panorámico pero es practicable y se puede cerrar con una cortinilla de accionamiento manual.
La gama de llantas van de las 14 a las 18 pulgadas a escoger según el acabado. Entre las opcionales, la más cara de todas cuesta 530 euros. Merece la pena hacer un desembolso para poner el color y la llanta a nuestro gusto puesto que puede transformar notablemente la imagen del coche.
Los faros de serie son halógenos. Iluminan bastante bien pero podemos tener unos faros de led para luces cortas y largas (no son Full Led) y también leds para las ópticas traseras, disponible en un paquete de equipamiento que lleva más cosas y del que luego os hablaré con más detalle. Antes vamos a echar un vistazo al interior de esta sexta generación del Polo.
Interior práctico y buena capacidad de carga
Las plazas delanteras del Polo no son demasiado espaciosas. Para personas de estatura media y baja no hay problemas pero para la gente alta se agradecería algo más de espacio. Eso sí, es fácil ponerse cómodo: los asientos son confortables, recogen bien el cuerpo aunque se echa en falta un ajuste lumbar.
Los asientos pueden estar calefactados, un extra que vale 320 euros, pero no ventilados. Hay diferentes tapicerías con las que vestir las butacas pero las posibilidades de elección están limitadas al acabado que seleccionemos. No se ofrece, ni como opción, un volante calefactado.
El diseño del salpicadero es como el del exterior: líneas rectas, ángulos marcados y superficies planas. Se usan materiales mullidos tanto en la parte superior como en la inferior del salpicadero mientras que la moldura frontal de plástico puede mostrar diferentes colores, un opcional que cuesta 135 euros.
De serie se cuenta con un cuadro de instrumentos tradicional, el que llevamos viendo en muchos modelos de Volkswagen en estos últimos años. Se ve muy bien, sobre todo por la noche, y tiene una pantalla donde se muestra la información del ordenador de a bordo. Opcionalmente hay una instrumentación completamente digital. Ahora es un elemento que podemos encontrar en otros coches pero en su momento el Polo fue el primer modelo del segmento B en ofrecerlo.
¿Cuánto cuesta este cuadro de instrumentos 100% digital? Está dentro de un paquete, el mismo que el de las luces led: el pack se llama Hola Visión y cuesta 1.675 euros. Es una cantidad elevada pero merece la pena por su practicidad e incluye instrumentación digital, faros y pilotos led y la cámara trasera.
Obviamente la imagen de la cámara trasera se ve en el sistema de infoentretenimiento. Lleva una pantalla táctil de 8 pulgadas que se encuentra en el mismo eje de visualización que la instrumentación. Podemos tener dos sistemas: la radio Composition Media que es compatible con Android Auto y Apple CarPlay y el sistema de navegación Discover Media que cuesta 780 euros y quizá nos los podamos ahorrar utilizando los mapas de móvil aprovechando que la radio tiene conectividad con smartphones.
Hablando de smartphones, entre los extras también podemos encontrar una base de carga inalámbrica que cuesta 115 euros. En la lista de opcionales del utilitario de la factoría navarra está el sistema de acceso y arranque sin llave (365 euros) y un recomendable pack denominado Paquete Style que por sólo 245 euros incluye volante de cuero con levas de cambio (si es automático), revestimiento del techo en Negro Titanio y una tapicería específica.
Por supuesto, uno de los paquetes de equipamiento más deseados es el paquete R-Line, con modificaciones en el exterior y en interior del coche para dar un aspecto más deportivo. Suponen nuevos parachoques, faldones y alerón, también incluye una suspensión deportiva y el bloqueo electrónico del diferencial y por dentro añade inserciones decorativas en plata, molduras de entrada R-Line, volante deportivo R-Line, revestimiento del techo en negro, pedalier de acero inoxidable y tapicería específica R-Line. Todo esto cuesta 2.080 euros.
En la segunda fila de asientos hay un buen espacio para dos pasajeros de estatura media. Tres irán muy apretados por cuestiones de anchura, como es habitual en este segmento. Además el pasajero de la plaza central de este Polo VI tiene poco sitio para las piernas debido a un túnel de transmisión de tamaño generoso.
En estas plazas traseras no tenemos un reposabrazos, ni salidas de ventilación, ni tomas USB. Tampoco podemos regular la inclinación del respaldo o deslizar la banqueta longitudinalmente. Lo único destacable son los bolsillos en los respaldos delanteros para poner alguna cosa así que son plazas que están bien sin más. Vamos a echar un ojo al espacio de carga del utilitario de Volkswagen.
El portón del maletero del Polo no tiene ningún sistema de apertura eléctrica pero tampoco es un problema porque no pesa mucho. Con un volumen de maletero de 351 litros es de los mejores del segmento y suponen 71 litros más que lo que ofrecía la generación anterior. El espacio está bien rematado y tapizado, hay un par de ganchos y falta una toma de 12V.
Resulta muy práctico que sea posible colocar el piso en dos alturas para distribuir mejor la carga. Además eso permite tener un suelo prácticamente plano cuando abatimos los respaldos de los asientos traseros y conseguir hasta 1.125 litros de capacidad. El inconveniente es que cuando colocamos el piso en la parte superior no hay otra base tapizada en la inferior así que las cosas no van protegidas en una superficie enmoquetada.
Esta parte inferior puede perder capacidad dependiendo del equipamiento. Por ejemplo al equipar una rueda de repuesto es opcional que cuesta 100 euros. También podemos optar por disfrutar de un sistema de sonido Beats de 300 vatios de potencia, seis altavoces y un subwoofer, este último ubicado bajo el suelo del maletero.
Motores 1.0 TSI, la elección acertada
Hora de ponerse en marcha para descubrir que en la parte dinámica este Polo es uno de los mejores del segmento. Es muy silencioso y tiene una suspensión confortable así que hace los viajes muy agradables. Desde luego no es un coche sólo para ciudad, tiene el tacto de un coche más grande.
Especialmente acertada es la dirección porque es muy precisa y tiene un punto óptimo de asistencia. Convence un poco menos el tacto del pedal del freno porque, aunque frena muy bien, cuesta un poco dosificar la frenada suavemente. También hay que mencionar que lleva control de crucero activo y, de serie en todas las versiones, cuenta con un sistema de vigilancia Front Assist con asistente de frenada de emergencia en ciudad y sistema de detección de peatones.
Repasemos qué motores y transmisiones hay ahora mismo en la gama de este pequeño Volkswagen para saber qué opciones nos interesan más. Hay tres motores de gasolina de tres cilindros: el 1.0 MPI de 80 CV como opción de acceso acompañado de dos 1.0 TSI sobrealimentados con 95 CV y 115 CV. La estrella de los motores de gasolina es el 2.0 TSI con 200 CV.
Hay un par de descartes rápidos. Olvídate del propulsor más pequeño porque anda menos y gasta más que los TSI, es un propulsor que básicamente está para conseguir un precio de entrada bajo. Del mismo modo no vamos a tener en cuenta el motor de 200 CV puesto que está reservado en exclusiva para el divertido Polo GTI, las versiones convencionales no lo pueden tener.
Así que la mejor elección es el 1.0 TSI disponible con 95 y 115 CV. El primero va con un cambio manual de cinco marchas y el segundo de seis, aunque ambos pueden elegirse con la caja DSG de siete relaciones. Evidentemente el más potente anda más pero también supone un desembolso adicional de 700 euros. No es mucho, pero si andamos justos de presupuesto el de 95 CV es más que suficiente ya que el de 115 CV no supone un salto muy grande en prestaciones. En cuanto a consumos son muy parecidos ambos así que lo habitual será estar entre los 5,5 y los 6 l/100 km.
¿Manual o automático? La caja manual tiene un buen manejo y su escalonamiento aprovecha bien la potencia de los TSI. Por supuesto, el DSG es muy suave y agradable, mejora mucho el confort, pero es algo lento de reacciones porque suele tender a llevar el coche muy bajo de vueltas. Hay un elemento que inclina la balanza claramente y es que esta transmisión automática cuesta unos 1.700 euros más, una diferencia enorme.
En la gama también hay un diésel, no nos hemos olvidado de él, es el 1.6 TDI de 95 CV disponible tanto con cambio manual de cinco marchas como con el DSG de siete marchas. Gasta muy poco pero entre el gasolina de 95 CV y este diésel de 95 CV hay casi 2.800 euros de diferencia que hace difícil que nos compense el gran desembolso adicional.
Vamos a ir concretando precios. El Volkswagen Polo está a la venta desde 16.085 euros. Hay cuatro acabados: Edition, Advance, Sport y GTI. Además hay una versión especial Polo Beats, pero nos vamos a centrar en los acabados habituales y no en las ediciones. El GTI lo vamos a obviar por su exclusividad y el Edition es totalmente descartable porque lleva poco equipamiento. La elección está entre el Advance y Sport y la diferencia de precio entre ambos es de 750 euros.
Compensa si tenemos en cuenta el equipamiento adicional que propone el Sport sobre el Advance. Añade llantas de una pulgada más (16 pulgadas), faros antiniebla, cristales tintados, regulación en altura del asiento del acompañante, reposabrazos central delantero, un sistema de iluminación ambiental, luces interiores de led, climatizador bizona (en lugar de de aire acondicionado) y sensor de lluvia.
Por lo tanto la opción recomendada es el Polo 1.0 TSI de 95 CV con cambio manual y el acabado Sport, que está a la venta desde 18.200 euros. Añadiendo el paquete Hola Vision con faros led, instrumentación digital y cámara trasera, el Paquete Style y el acceso y arranque sin llaves nos queda un Polo la mar de completo y práctico por 20.485 euros.
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