Contacto: Abarth 124 Spider (I) deportividad a la italiana
Nos ponemos a los mandos del Abarth 124 Spider antes de que lleguen las primeras unidades a España. Se trata de un ejemplar de los pocos que están matriculados en Europa, con cambio automático de seis velocidades con convertidor de par y levas.
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Publicado: 27/09/2016 16:00
En solo un año hemos conocido dos derivados del Mazda MX-5, el Fiat 124 Spider y el Abarth 124 Spider. El protagonista de la prueba es este último, el más deportivo que hay a día de hoy, y que hará las delicias de los entusiastas de la conducción. Para quien consideraba el MX-5 como un coche dulce, debería comprobar cómo va tras ser tocado por Abarth.
¡Solo pesa 1.060 kg!
No podemos tomar al Abarth 124 Spider como un simple remarcado de un Mazda, ya que hay unos cuantos componentes de alto rendimiento que mejoran sustancialmente lo que ya era muy bueno, pero claro, depende qué busque cada uno. El cliente tipo de un Abarth quiere deportividad, pero una utilizable a diario. El que sea más chill-outtal vez lo vea como un poco radical.
El génesis de los tres coches es el mismo, la fábrica de Hiroshima (Japón), y tanto los Mazda como los Fiat llegan tal cual a la cadena logística. Los Abarth tienen que hacer una escala previa en Italia, donde reciben los tratos y el cariño típicos de Abarth. Podemos hacer un símil con el gimnasio, allí se pondrá fuerte.
Los italianos van a ponerle unos frenos Brembo con pinzas rojas, suspensión Bilstein, barras estabilizadoras sobredimensionadas y el sistema de escape Record Monza. En el interior se forrarán en tapizado Alcántara la inserción del salpicadero, pomo del cambio y el apoyabrazos central. Una chapa queda colocada en la guantera trasera, conmemora la elaboración manual de este proceso.
Este coche no se puede lavar en túnel, estropearía la pintura
El resultado final es el que estáis viendo: llantas de 17" en acabado mate, capó y maletero mate, motor 1.4 MultiAir de 170 CV, diferencial autoblocante trasero... Si se empiezan a sumar todas estas cosas es más fácil justificar su precio, entre lo que cuestan las piezas que añade Abarth y la mano de obra.
Abarth es un preparador, y el Abarth 124 Spider una preparación. No se trata de un proceso en masa centralizado en Hiroshima, por lo que el toque es italiano de verdad. ¿Se nota la diferencia respecto al Mazda MX-5? Sí, se nota, tiene un carácter más lúdico y gamberro, y la estética va acompasada a lo que el resto del coche ofrece.
En el interior vamos a encontrar un tablero de instrumentos con el dial central en rojo, a diferencia del negro de los Mazda y Fiat, si bien los indicadores funcionan como siempre. Es más, toda la funcionalidad y mandos no experimentan cambio alguno, simplemente la atmósfera es un poco más refinada por el cuero y las inserciones Alcántara.
A la hora de arrancar el motor, sí, vamos a notar que algo es distinto. El sistema de escape del Abarth 124 Spider es menos restrictivo, suena más y depende de las revoluciones del motor. Cuando se activa el botón "Sport" que hay detrás del cambio el sonido se vuelve más ronco, y a menores revoluciones. Es un sonido bonito, que no se hace molesto ni en un viaje largo. El secreto de ese cambio es una válvula que regula el paso del gas quemado.
De hecho, lo que más vamos a oír es el ruido del aire, el motor está presente pero no llega a la categoría de ruidoso. Si se reducen marchas y se le pisa fuerte la intensidad del sonido será superior, pero no es en modo alguno molesto. Si quieres saber cómo suenan esas cuatro colas de escape, mejor pásate por este artículo.
Esta unidad cuenta con un cambio automático de seis velocidades con manejo secuencial (denominado Esseesse), bien a través de las levas del volante o echando la palanca a la izquierda y utilizando un pequeño pasillo para subir o bajar relación. La mayoría de los futuros dueños de un Abarth 124 Spider se están decantando por la caja automática, no son muy jóvenes.
Otros elementos de interior interesantes son la pantalla del sistema de infoentretenimiento con ruleta selectora (funciona exactamente igual), asientos calefactados, las dos tomas USB, control de crucero, sensores de luz/lluvia, sistema de sonido BOSE o el volante con indicación de centrado en color rojo. No todo viene de serie, algunos elementos son opcionales, como pueden ser los faros integrales de LED o el climatizador automático.
Desde luego es un coche que llama la atención; es lo que pretende. A su lado, un Fiat 124 Spider en color blanco resulta mucho más discreto. Tanto en un coche como en otro vamos a tener dentro a un conductor feliz, solo que el conductor del Abarth se divierte más, el contacto íntimo con la carretera va un escalón más allá.
Los precios oficiales son 40.000 euros para la versión de cambio manual, y 2.000 euros más si se opta por el cambio automático. La compra puede salir más barata en el caso de entregar un coche a cambio y al financiar la operación con FCA; esto último es más interesante si se iba a pagar el coche a plazos de todas formas.
La comparación con el Fiat 124 Spider o el Mazda MX-5 no se puede hacer directamente, este coche tiene piezas más caras que sus primos generalistas, más pensadas en el rendimiento deportivo. Tampoco hablamos de un coche radical que parta espaldas o que haga más de 200 kilómetros un auténtico suplicio. Hemos recorrido a sus lomos más de 500 kilómetros y desde luego no es un coche incómodo, pero sí más transmisor.
El viaje Madrid-Sevilla no se hizo largo
Desde luego hay margen para que Abarth saque un día una versión más radical o potenciada. Solo hay que ver lo que se ha hecho con el Fiat 500, existe versión Abarth Turismo, y versión Abarth Competizione. En la siguiente parte de la prueba veremos qué tal se comporta y si realmente es un coche que se pueda usar a diario.