A los mandos de un Dodge Charger, ¿quién dijo que Europa solo quiere eléctricos?
En la gama Dodge hay algunos de los coches más icónicos que ha dado la industria estadounidense del automóvil. El Dodge Charger es un referente americano en el mercado de vehículos deportivos. Este modelo es un «unicornio» en tierras europeas y hemos tenido la oportunidad de ponernos a sus mandos. En esta prueba del Dodge Charger SRT Hellcat Widebody descubrimos qué ofrece un coche hecho «a la americana».
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Publicado: 01/04/2023 10:00
La marca Dodge puede presumir de tener en cartera varios de los coches más icónicos a los que ha dado vida la industria estadounidense del automóvil. Unos automóviles que son un verdadero símbolo de la cultura popular norteamericana. Mientras que en el Viejo Continente se acelera el proceso de cambio al vehículo 100% eléctrico, los amantes de los coches hechos «a la americana» tienen en Dodge un espejo en el que poder mirarse.
En el año 1900 los hermanos Horace y John Dodge fundaron la Dodge Brothers Company en Detroit. Fue el germen del que terminaría naciendo la marca de coches que todos conocemos hoy en día. Una compañía en cuya historia Chrysler, la extinta FCA (FIAT Chrysler Automobiles) y los pick-ups, han desempeñado un papel protagonista. Numerosos modelos han lucido la insignia de Dodge las últimas décadas. Challenger, Charger y Durango son denominaciones comerciales mundialmente famosas.
Dodge se prepara para afrontar la era de los muscle cars eléctricos
A pesar de los tiempos convulsos que se viven en la industria automotriz global debido, en buena medida, a la cerrazón de apostar sí o sí por la movilidad sostenible y, más concretamente eléctrica, Dodge se ha mantenido fiel a sus principios y durante los últimos años ha concentrado el grueso de su modelo de negocio en los denominados «muscle cars». Las versiones Hellcat de altas prestaciones es otro de los grandes activos de la marca.
Timothy Kuniskis, CEO de Dodge, ha sido el elegido para liderar la compañía en un momento clave. Entre otros objetivos a corto plazo se ha establecido la importante tarea de renovar la oferta de producto. Es cierto que modelos como el Challenger o el Charger son historia viva de la industria automotriz norteamericana. Pero es igualmente indudable de que no pueden permanecer mucho más tiempo en el mercado sin ser renovados por completo.
En el horizonte se vislumbra el primer Dodge 100% eléctrico de producción en serie. Un modelo que, como cabría esperar, será un muscle car. Anticipado a través del Dodge Charger Daytona SRT Concept, la marca está lista para adentrarse en la incipiente era de los muscle cars eléctricos. Y es que, ya sea con un motor de gasolina de alta cilindrada, o con un motor eléctrico, Dodge seguirá apostando por este tipo de vehículos.
La revolución de la marca Dodge ha comenzado
El respaldo de Stellantis, el cuarto mayor fabricante de vehículos a nivel mundial, ha permitido a Dodge poner en marcha esta ambiciosa ofensiva de producto que dará, entre otras novedades, el mencionado vehículo eléctrico. La renovación y/o ampliación de la gama Dodge en su país natal, Estados Unidos, ha comenzado. El nuevo Dodge Hornet con motor híbrido enchufable (PHEV) ya está disponible. Hacía mucho tiempo que Dodge no ponía a la venta un nuevo modelo en el mercado estadounidense. Algo está cambiando.
Desde tierras europeas, los amantes de los coches americanos, y en concreto de Dodge, siguen con ilusión todo el proceso de cambio que se ha iniciado. La situación de la marca en estos últimos años se ha descrito como de «letargo». Y si algo podemos sacar en claro de los cambios que se están produciendo a petición de Kuniskis, es que Dodge «ha despertado».
Los movimientos que están teniendo lugar en el «cuartel general» de Dodge localizado en Míchigan pronto se trasladarán al resto de mercados en los que está presente la compañía. ¿Está España incluida en este plan estratégico? Entremos en detalle y repasemos cuál es la situación de esta marca en nuestra «vieja piel de toro».
Comprar un Dodge en España, ¿es posible? ¿Hay concesionarios?
En el pasado reciente Dodge estaba presente de manera oficial en España. Como parte del conglomerado automovilístico de FIAT Chrysler Automobiles (ahora Stellantis), una interesante selección de modelos con la insignia de Dodge fueron comercializados en nuestro territorio. Lamentablemente, hace más de una década que las marcas Dodge y Chrysler se marcharon oficialmente del mercado español.
En la actualidad, y a pesar de dicha «ausencia», a día de hoy es posible comprar un Dodge en España. Y tenemos dos opciones principales. En primer lugar se puede optar por importar el coche de Estados Unidos. Ahora bien, esto puede suponer un verdadero quebradero de cabeza. Y es que el proceso no está exento de problemas. Especialmente relacionados con la homologación una vez el vehículo se encuentra en territorio español.
Es mejor decantarse por la segunda opción. Acudir a un concesionario oficial en el que se comercialicen estos automóviles. En España hay varios concesionarios que se dedican a la comercialización de modelos de la marca Dodge. Los concesionarios oficiales exclusivos de Dodge y RAM - AMENCARS en Madrid y Murcia son un claro ejemplo. Ellos se encargan de todo el proceso de importación e incluso disponen de unidades en stock para su entrega prácticamente inmediata. De igual manera ofrecen un completo servicio oficial posventa y la pertinente garantía para tranquilidad del cliente.
Por lo tanto, y aunque Dodge haya abandonado oficialmente el mercado español hace ya bastantes años, podemos decir que sí, a día de hoy sigue siendo posible adquirir en nuestro territorio uno de sus interesantísimos modelos. Además, no debemos obviar un posible regreso de la marca al Viejo Continente de la mano de los vehículos eléctricos. Otros fabricantes que se marcharon de Europa, como es el caso de General Motors, ya han señalado dicha posibilidad. Quien sabe, quizás en no pasen muchos años para que Dodge y Chrysler anuncien su regreso a España (y el resto de Europa).
Prueba Dodge Charger SRT Hellcat Widebody
Como bien se ha señalado al inicio de este artículo, en la gama Dodge se encuentran algunos de los automóviles más icónicos de la industria automotriz norteamericana. Bestias sobre ruedas que cuentan con legiones de seguidores entre los amantes de los coches deportivos americanos. Durante unas cuantas jornadas he tenido la oportunidad de convivir con una de estas bestias. El Dodge Charger. Y más concretamente he llevado a cabo una prueba del Dodge Charger SRT Hellcat Widebody. Potencia americana en estado puro.
Las siglas SRT y la denominación comercial Hellcat nos ponen sobre aviso. No estamos ante un Charger convencional que pueda pasar «desapercibido» entre la larga lista de sedanes que son comercializados. Nada más lejos de la realidad. Desde un primer momento deja claro que se trata de un vehículo que derrocha capacidad y potencia. Un auténtico «cohete» con el que disfrutar de una experiencia de conducción inolvidable. Y además, está el «apellido» Widebody. Hace referencia a un acabado que aporta una musculatura extra. Por ejemplo, las aletas de las ruedas son más anchas respecto a un Charger SRT Hellcat «convencional».
No solo llama la atención por su aspecto exterior. Si nos adentramos en el habitáculo y tomamos asiento en el puesto de conducción, nos veremos envueltos rápidamente por una atmósfera propia de «un coche diferente». Un modelo al que no estamos acostumbrados a ver en esta parte del mundo. En el territorio europeo no hay alternativas directas al Charger SRT Hellcat Widebody.
Detalles como el velocímetro mostrando la información en millas por hora en lugar de en kilómetros, realza su personalidad. Por cierto, es importante dejar claro que en el ordenador de a bordo se muestra la velocidad en km/h y, al adquirir el vehículo, es posible optar por un velocímetro con el dato en kilómetros por hora.
Bajo el capó de la unidad de pruebas se encuentra un enorme motor V8 de 6.2 litros con más de 700 CV. Un bloque acompañado de un supercargador. Está asociado a una caja de cambios automática de ocho velocidades y, lo que es muy importante, un sistema de tracción trasera. Se trata de un vehículo de propulsión, todo lo que ello supone.
Un selector de modos de conducción permite adaptar el comportamiento de esta bestia sobre ruedas a diferentes situaciones. De igual manera es posible ajustar el sonido que emana del sistema de escape para llamar más o menos la atención. Aunque independientemente del ruido que haga el vehículo, hemos podido comprobar de primera mano que es un modelo que no pasa desapercibido.
Teniendo en cuenta la mecánica que hemos mencionado, cabría esperar que el Charger SRT Hellcat Widebody es una bestia indomable. La realidad es bien distinta. Tiene un buen aplomo y la respuesta del acelerador es muy elevada. Además, cabe subrayar que el tacto de la dirección es excelente. En todo momento se siente que disponemos del control sobre el vehículo. El funcionamiento de la transmisión automática es muy confortable y permite exprimir al máximo las capacidades del motor.
Lamentablemente, el consumo de combustible puede ser un lastre. Oficialmente declara un consumo medio de 16,8 litros a los 100 kilómetros. Es cierto que para el público objetivo al que está dirigido el Charger SRT Hellcat Widebody no es un factor determinante. Sin embargo, este consumo nos obligará a repostar mucho antes de lo deseado. Durante nuestra prueba el consumo ha rondado los 15 litros, lo cual está muy bien. En algunas situaciones hemos podido bajar de dicha cifra aunque, como es lógico, dependerá (y mucho), del estilo de conducción y si estamos circulando por entornos urbanos o, por el contrario, en carretera.
Conclusión
El Charger, en su versión SRT Hellcat Widebody, no tiene lógica como coche de diario debido a su elevado consumo. Claro está, y es aquí donde reside su punto fuerte, como vehículo de diversión para el fin de semana, es una joya imbatible. Un coche «a la americana» que cualquier seguidor de Dodge sueña con tener en su garaje. Además, y si tenemos en cuenta los tiempos que corren en Europa, nos encontramos ante lo que perfectamente puede ser definido de unicornio.
La Unión Europea ha decidido que coches como el Dodge Charger SRT Hellcat Widebody no tengan cabida en nuestro futuro más inmediato. Está en peligro de extinción. Tras disfrutar de esta joya, me pregunto si en Europa nos hemos vuelto locos con la idea de matar el coche de gasolina y diésel en 2035. ¿Por qué hay que apostarlo todo al coche eléctrico de batería, de hidrógeno y/o los «e-fuels»? Si bien la presión ejercida por Alemania permitirá la supervivencia del motor de combustión interna gracias a los combustibles sintéticos, los coches de gasolina y diésel, tal y como los conocemos, han sido sentenciados a muerte.
Son tiempos convulsos y, si no vuelve a reinar la cordura en la Comisión Europea, mucho temo que el futuro de Dodge en Europa pasa, irremediablemente, por la electrificación. Si bien la presión ejercicia por Alemania