Ford Open Trail: Probamos la gama 4x4 hasta arriba de nieve

Hace apenas unos días, en motor.es tuvimos la oportunidad de disfrutar de una fría aventura (casi 10º bajo cero) a 2.000 metros de altura en la estación de esquí de Astún, a poco más de 30 Km de Jaca (provincia de Huesca) y muy cerca de la frontera con Francia a la que habíamos sido invitados por Ford a ser participes de su "locura".

Y es que, a la marca no se le había ocurrido otra mayor aventura que subir hasta ahí arriba (algo bastante complicado logísticamente) parte de la gama de tracción total de su catálogo, en los acabados Vignale, compuesta por los Ford Edge, Kuga, Mondeo y S-Max, acompañados por un casi invisible trazado en el que unos pequeños conos eran única referencia.

¿El objetivo de todo este movimiento? Aprender a conducir sobre nieve y conocer, un poco más de cerca la gama All Wheel Drive del fabricante y su eficacia real con esta experiencia.

¿En qué consiste la tecnología 4x4 AWD de Ford?

De eso trata Ford Open Trail, de salirse del camino y descubrirnos una actividad organizada específicamente para la temporada de frío en formato curso de conducción en la que poder empaparse de conocimientos y casos reales de trazadas, curvas y desniveles nevados con los que aprender a traccionar y manejar mejor un automóvil bajo (o sobre, según se mire) condiciones adversas, pero también aprovechar para conocer un poco más de cerca el desarrollo tecnológico de Ford en lo referente a su tracción 4x4.

Con los cuatro vehículos dispuestos en pista de estricta serie y equipando únicamente a su favor neumáticos de invierno (cosa, que por otra parte debería ser de sentido común cuando uno se mueve por este tipo de terrenos) y acompañándonos el frío, el viento y la nieve durante toda la jornada, pude comprobar en persona que la AWD (All Wheel Drive) que equipa la gama funciona realmente bien.

Cuando probablemente todos entendemos la tracción total como el reparto de la potencia del motor a los 4 puntos de apoyo del coche con el terreno, lo que Ford nos proporciona es un sistema inteligente de reparto de tracción; es decir, en la práctica los vehículos equipados con esta tecnología funcionan, en condiciones óptimas, como vehículos de tracción delantera, al menos, hasta que la cosa se complica.

Justo en ese momento, cuando nos encontramos ante un terreno complicado, mojado, helado o nevado es cuando podemos notar que el coche (en este caso el Edge que tenía entre manos) transmite la fuerza hacia cualquiera de las ruedas que lo precise para agarrarse a la superficie y continuar avanzando su recorrido siendo muy efectivo y consiguiendo retomar la trazada sin problemas.

Si bien es cierto que este sistema (y por lo tanto la tracción total) no comienza a funcionar hasta pasados unos milisegundos después de la pérdida de tracción, la gran ventaja con respecto a la tracción total permanente es precisamente no hacer un uso constante de ella con el desgaste que supondría en la mecánica y el aumento de consumo en aquellos momentos en los que no sería realmente necesaria.

Quizá sean solo impresiones mías, pero contrastando pareceres con compañeros de otros medios coincidimos en que las capacidades del Edge se ven algo mermadas, principalmente por su peso (casi 2.000 Kg sin conductor) y la respuesta, quizá algo lenta de su cambio automático Powershift (de obligado equipamiento con la tracción total) mientras que su hermano pequeño Kugamantiene el tipo, sorprendentemente, de mejor manera siendo capaz de sacarme de un lugar en el que el Edge quedó "empanzado" con un tirón de eslinga.

Si queréis conocer un poco más al Ford Kuga podéis hacerlo en nuestro video de Youtube.

Teniendo la oportunidad de hacer una segunda ronda, y algo incrédulo por lo que me comentaban, quise cambiar el concepto de vehículo y pasar a algo lejos de los todocaminos con el S-Max, donde pude ver como un monovolumen de tamaño considerable y con una puesta a punto alejada del terreno en el que nos encontrábamos respondía con muchísima efectividad al reto de mantenerse en la trazada y mantener el agarre en la pista, algo que francamente me sorprendió en una tipología de vehículo de la que no suelo ser demasiado amigo y con el que disfruté mucho derrapando sobre la nieve.

Un curso para todos los bolsillos

De hecho, la actividad que comenzó con la apertura de pistas, estará disponible (siempre y cuando las condiciones climatológicas no pongan en peligro la seguridad de la misma) hasta el cierre de la estación, al finalizar la temporada de esquí, planteándose como una experiencia de una hora de duración, dividida en dos partes de 30 minutos destinadas a la teoría y la práctica (a escoger entre uno de los 4 modelos disponibles de la gama Vignale de Ford), por un precio de 25 euros.

El sistema inteligente 4X4 AWD de Ford nos permite tener un coche de propulsión delantera con las capacidades de la tracción total cuando se le requieren

¿Experiencia Recomendable? 100%

Si bien es cierto que, para el público que no practique deportes de nieve como el esquí o snowboard (o lo haga en otras pistas más cerca de casa) le coja bastante a desmano llegar hasta Astún para realizar esta Ford Snow Driving; aquellos que estén dispuestos a invertir una hora de su tiempo (y 25 euros) se encontrarán con una experiencia de conducción con la gama más alta de Ford y en condiciones adversas, tanto climáticas como terrenales en las que aprender a manejarse con total seguridad (y un coche que no es el propio) por pistas donde el agarre es prácticamente nulo.

De hecho, y para terminar, podéis creerme si os digo que, probablemente no haya otra actividad similar en el territorio con una relación calidad/precio tan magnífica y en la que poder experimentar y aprender fuera de nuestro soleado asfalto.