PruebaHonda Civic 1.6 i-DTEC (II): Diseño, habitabilidad y maletero
El Honda Civic es un coche con carácter en el que su personal diseño exterior juega un papel fundamental. El compacto japonés no pasa desapercibido. El puesto de conducción está totalmente orientado al conductor, que se ve envuelto por el salpicadero. El enorme maletero incrementa la versatilidad del modelo de Honda.
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Publicado: 20/01/2015 08:00
No se puede negar que el diseño personal es una de las características inherentes del Honda Civic. Puede gustar más o menos pero sus rasgos afilados y atrevidos le identifican lo mires por donde lo mires. En el interior encontramos un habitáculo bien resuelto y un enorme maletero para llevar la casa a cuestas.
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Diseño exterior
El aspecto del Civic está repleto de superficies limpias y depuradas, con una carrocería que puede lucir una gama de nueve colores exteriores. Sus dimensiones se sitúan en la media del segmento siendo de 4.315 mm de longitud, 1.770 mm de anchura y 1.470 mm de altura, con 2.595 mm de distancia entre ejes.
Su silueta recoge una cuidada aerodinámica, que se acentúa en la versión diésel por su parrilla frontal inteligente: a medida que se gana velocidad la parrilla se va cerrando para disminuir la resistencia al aire, de manera que se consigue un consumo más eficiente. Los faros de xenón duales se ofrecen en los dos acabados superiores -Lifestyle y Executive- y las luces diurnas con tecnología led están fuera del grupo óptico principal, quedando integradas en el paragolpes.
Otra característica propia del modelo de Honda es que el tirador de las puertas traseras está disimulado en el pilar para dar una imagen de coupé. Los marcados pasos de rueda con perfil negro potencian el aspecto agresivo del compacto japonés y alojan las llantas de aleación multirradio de 17 pulgadas y acabado bitono -a partir del acabado Sport-.
Los pilotos traseros envuelven la zaga y están unidos entre sí por la tercera luz de freno, con un diseño similar al de un spoiler integrado en el portón. De esta manera se optimiza el flujo del aire aunque la luneta trasera dividida tiene el efecto negativo de restar visibilidad por el retrovisor interior.
Diseño interior
El habitáculo del Civic nos recibe con una impresión inesperada. A la vista no parece que los acabados sean muy lujosos y enseguida apreciamos que hay abundante plástico, el módulo del navegador no está integrado y tiene un aspecto anticuado, la tapicería no tiene una apariencia especialmente atractiva… todo es un engaño.
Honda nos engaña porque, a pesar de que no tenga una presencia lujosa, el resultado es bastante bueno en general. Enseguida comprobamos que hay mucho plástico pero los botones y mandos se manejan con precisión y tienen un tacto agradable o que la tela de los asientos es muy suave y mullida.
La mayoría de fabricantes buscan ofrecer una calidad visual elevada, que luego se puede corroborar o no con una experiencia de calidad real. Da la sensación de la marca japonesa no se ha andado con florituras y ha preferido la practicidad: de poco sirve que luzca bien si no funciona correctamente.
Esto no quiere decir que el Civic renuncie al diseño. De hecho, el salpicadero envolvente que rodea al conductor tiene un toque futurista y fascinante. Incluso la palanca de cambios se sitúa en una posición elevada, para que quede más a mano. El conductor es el protagonista y todo se enfoca hacia él.
La información llega a través de numerosas pantallas. La instrumentación principal se compone de tres relojes, con el cuentarrevoluciones en el centro. Encima hay una pantalla que indica la velocidad y mide la eficiencia de nuestra conducción a través de un gráfico de colores -Honda lo denomina sistema Eco Assist- sin necesidad de retirar la vista de la carretera ¿quién necesita un Head Up Display?
A la derecha se ubica la pantalla i-MID de cinco pulgadas, que muestra algunos datos sin apenas necesidad de retirar la vista de la carretera. Aquí aparece la información del ordenador de abordo, cuyo manejo es muy farragoso porque requiere manejar varios botones y navegar por diferentes menús. Así, por ejemplo, no es posible visualizar el consumo medio y la autonomía restante a la vez, siendo necesario realizar varias operaciones con los botones del volante para cambiar el dato.
El acabado intermedio Sport goza de un amplio equipamiento en el que no se echa en falta nada esencial resultando recomendable por su buena relación precio/equipamiento. Además puede completarse con paquetes opcionales de seguridad y navegación que equipaba la unidad probada. Los dos acabados superiores Lifestyle y Executive añaden elementos como la tapicería de piel, los faros de xenón o el techo solar.
Existen dos tipos de sistemas de navegación, ambos opcionales. El más completo se propone para los acabados Lifestyle y Executive, dispone de una pantalla táctil de 7 pulgadas, disco duro interno, radio digital y también muestra las imágenes de la cámara trasera. Para el acabado Sport se ofrece un navegador con pantalla táctil de 6,1 pulgadas y mapas integrados en una tarjeta de memoria -tiene menos funciones e incluso las imágenes de la cámara trasera no se visualizan aquí sino en la pantalla i-MID-.
Habitabilidad y maletero
Las plazas delanteras del Civic son espaciosas pero me ha resultado muy complicado encontrar una postura cómoda de conducción. Incluso en su posición más baja, la banqueta del asiento quedaba demasiado alta. Mido cerca de 1,90 m, quizá otros conductores de estatura menor sí puedan sentarse a gusto, pero no fue mi caso.
Al hecho de ir sentado demasiado alto se añade que la regulación de la columna de dirección no permite una elevación muy amplia. Supongo que el volante no se puede subir mucho para que la parte superior del aro no interfiera en la visión del panel de instrumentos superior. Definitivamente ir con la cabeza rozando el techo y el volante entre las piernas no es cómodo, no recuerdo otro compacto en el que haya ido en una postura tan forzada.
La caída del techo en la parte trasera condiciona la entrada a la fila trasera, donde la altura libre limita la habitabilidad para pasajeros muy altos. Dos ocupantes de estatura media viajarán muy cómodos, con espacio de sobra en todas las cotas. Tres irán justos, como es habitual en casi todos los modelos de la categoría, y la persona situada en el centro irá incómoda por la forma de la banqueta y el respaldo.
Pasemos al espacio de carga. El Honda Civic de cinco puertas tiene un maletero inmenso con una capacidad de 477 litros. El hueco principal brinda 401 litros de volumen y debajo del piso se ubican un compartimento de 76 litros adicionales, eso sí, renunciando a la rueda de repuesto.
La ingeniosa banqueta de los asientos traseros puede levantarse -como las butacas de un cine- para obtener un espacio libre hasta el techo superior cuando queremos transportar objetos voluminosos. También puede abatirse, dejando una superficie completamente plana y ampliando la capacidad de carga hasta los 1.210 litros.