PruebaKia Sorento 2015, presentación (II): Diseño y habitabilidad

Kia ha sorprendido a propios y extraños con un diseño, que sin llegar a ser rompedor o radical pretende gustar a la mayoría desde la fluidez y la solidez. En el interior ocurre más o menos lo mismo. Una atmósfera de tecnología y saber hacer que da un gigantesco paso de calidad frente a generaciones anteriores.

Kia Sorento 2015, presentación (II): Diseño y habitabilidad

11 min. lectura

Publicado: 27/01/2015 09:00

El diseño se está convirtiendo en un arma de doble filo para las marcas. Los estilos actuales provocan que la aceptación del público pueda tener dos polos completamente opuestos. Sin embargo el equilibrio es un punto intermedio que cuesta alcanzar y que implica grandes horas de trabajo, pero una falta de carácter casi total. El nuevo Kia Sorento, sin arriesgar en el diseño, presenta un aspecto bastante neutro que en su mayor parte agrada.

Kia sigue sorprendiendo por su evolución de los últimos años, el cambio ha sido espectacular

Diseño exterior

Desde los primeros bocetos, aquellos que surgieron antes de la celebración del Salón de París 2014, Kia dejo claro que trabajaba en un diseño completamente nuevo para su SUV más grande. Finalmente, tras ver la luz, ese nuevo estilo se hizo patente. Desde la parte delantera, a la trasera se crea una atmosfera más dinámica y atractiva, caracterizada por la casi total ausencia de líneas rectas. Curvas, curvas y más curvas, que para un coche de este tamaño siempre resultan difíciles de aplicar.

Según Kia, los diseñadores se inspiraron en la mirada de un lobo para realizar el diseño frontal, con unas ópticas estrechas y alargadas que se combinan perfectamente con el diseño trapezoidal de la parilla delantera, en cuya justa mitad encontramos el logotipo de la compañía. El parachoques integra perfectamente los faros antiniebla, la placa de matrícula y una rejilla inferior que da entrada a todo el aire posible. Por debajo de todo ello encontramos un pequeño aplique decorativo que hace las veces de protector.

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En total tenemos 4,7 metros de longitud, 9,5 centímetros más que en la generación anterior, y que por supuesto han afectado al diseño general del coche. En el lateral, al igual que en el resto de la carrocería, cuesta encontrar líneas rectas, ni siquiera la silueta de la puerta cuenta con nervaduras marcadas. Cabe destacar con la gran cantidad de elementos cromados que cuenta el Sorento, marco de las ventanas, los pomos de las puertas y la inserción en el bajo de las puertas. Son pequeños detalles que suman al diseño, al igual que los juegos de llantas, de 17 o 18 pulgadas.

Las medidas pueden resultar un poco desproporcionadas para moverse por la ciudad, pero ideales para grandes viajes

Aunque en el resto del diseño se logra reducir la sensación de volumen, esto no ocurre en la trasera, que en mi particular y humilde modo de ver tiene una pinta muy americana. Todo en esta parte es grande, desde el tamaño de la luneta hasta los catadióptricos traseros. Llaman la atención los faros, que ahora cuentan con tecnología LED. Es una parte muy musculosa, y que queda rematada en su parte inferior por un plástico protector, al estilo del que existe en el frontal.

El diseño se ha llevado a cabo en Corea, aunque las divisiones americana y europea han aportado detalles

El crecimiento de las medidas exteriores ha llegado acompañado de una mayor distancia entre ejes. La batalla es la segunda medida que más se incrementa, 8 centímetros en total, que son destinados a un mayor espacio interior, sin lugar uno de los puntos donde realmente destaca el nuevo Sorento. Es cierto que el diseño exterior es agradable, un poco anodino, pero de buen gusto, sin embargo es la atmósfera interior la que realmente cautiva. El cambio es más radical en el interior que en ninguna otra parte del coche.

Diseño interior y habitabilidad

No me cansaré de repetirlo, el salto de calidad es más que notable. Pero los diseñadores y desarrolladores de Kia no se han limitado a poner un plástico o un acolchado de mejor calidad y nivel, sino que han creado una atmosfera donde todos los elementos se combinan de forma agradable. Al igual que el exterior, el interior es incapaz de ofrecernos una línea recta. Todo son curvas, y es aquí donde realmente se nota el tamaño del coche, muy grande, quizá demasiado para entornos urbanos o grandes congestiones.

El salpicadero ha sido totalmente remozado. Una curva recorre toda la parte posterior del mismo, llegando a enlazar ambas puertas delanteras, como si de un boomerang se tratase. Si bien la cantidad de tecnología es muy alta, esta no nos invade desde que entramos. Es muy sutil y confortable la manera en la que Kia pone a nuestra disposición los dispositivos tecnológicos. La mayoría de ellos están concentrados en la pantalla de la consola central, que de serie y como poco, cuenta con 7 pulgadas de tamaño, llegando a las 8 sólo en la versión más alta de todas. La pantalla del cuadro de instrumentos cambia en los acabados inferiores.

El navegador llega de serie en el nuevo Sorento, al igual que las plazas traseras, que no hay opción a quitarlas

El carácter rutero del Sorento hace que estemos ante un coche realmente cómodo. Te sientes donde te sientes es impresionante el confort que desprende. Las butacas son amplias, bien acabadas y perfectas para cualquier tipo de desplazamiento. Sin embargo son las traseras las que más me han sorprendido. Es aquí donde realmente se nota el mayor tamaño de esta generación. Aún con el copiloto en una posición retrasada, los ocupantes de la segunda fila de asientos tendrán espacio más que de sobra para las piernas.

Aunque hay mucha tecnología a bordo, no están presentes cantidades ingentes de botones

Cómo ya comenté en la primera parte de la prueba, Kia solo va a comercializar en España la versión para siete pasajeros. Es una medida comercial que puede impresionar, pero dado los volúmenes que maneja el Sorento, a mí me parece lógica y acertada. Con tres filas de asientos, son estos últimos los que más incomodidad van a presentar. El acceso a esas plazas está limitado a los más gimnastas de la familia, ya que no es nada fácil entrar en ellas. Aunque corramos los asientos laterales de la segunda fila, apenas hay espacio para acceder, pero bueno, por poder se puede.

Aunque el uso de estas dos plazas sea más ocasional, Kia no se ha olvidado de regalarles un poco de confort, incluso estos podrán controlar la cantidad de aire que sale de las rejillas de ventilación y activar y desactivar el aire acondicionado que les llega. Un detalle de gran calidad la verdad. La manera en la que se escamotean las dos butacas posteriores es de una simplicidad brutal. Una tira de tela facilita la maniobra.

El acceso a las plazas traseras es muy complicado, está limitado a niños y a los adultos más contorsionistas de la familia

Mención aparte merece el maletero. Sus proporciones son muy buenas. La boca de entrada está situada un poco más alto de lo que sería aconsejable, pero es el precio a pagar por un modelo de estas características, sin embargo su gran amplitud permite introducir objetos voluminosos con una simpleza brutal. El volumen fijado es de 670 litros en la configuración habitual, ampliables a 1.732 si abatimos la segunda fila de asientos, que lo hace en una proporción 40:20:40. Si realizamos esta operación dispondremos de más de dos metros de longitud hasta los asientos delanteros.

En resumen, en términos de confort, estamos ante uno de los mejores SUV de la rama generalista. Todas las plazas desprenden una alta cantidad de comodidad, salvo las traseras, que deberán quedar relegadas a niños o a adultos en trayectos cortos. La tecnología de a bordo permite que dispongamos de una amplia cantidad de dispositivos centrados en hacernos la vida más fácil, incluso desde equipamientos más bajos. La calidad es otro de los puntos a destacar, posiblemente sea el aspecto que más ha evolucionado, todos los plásticos arrojan un buen tacto y pocos de ellos están sin acolchar. Sin embargo, es en el acceso a la última fila de asientos la que debería mostrar una mejor resolución.

Por tamaño que no sea. Muchos trastos, maletas y demás enseres caben en ese maletero

Para la última parte de la prueba del Kia Sorento 2015, os hablaré en profundidad de la única opción mecánica disponible, el motor diésel 2.2 CRDi de 200 CV, tanto en versión manual como en automático. Acabaré, como es habitual, con las conclusiones y la tabla de valoraciones. No os lo perdáis, porque puede resultar llamativo. Un saludo.

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