Mercedes Clase C 63 AMG. Lobo con piel de cordero
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Publicado: 08/07/2013 11:41
Cuando sabes que vas a probar este vehículo, la inyección de adrenalina es increíble. Jamás podría haber imaginado que me iba a emocionar tanto subirme en una berlina del segmento D, pero lo cierto es que hay cierta trampa en el asunto. Seguro que no voy a ser tan crítico con su espacio o con detalles que en otras pruebas son de vital importancia. Hoy voy a poner a prueba al poderosísimo Mercedes Clase C 63 AMG. Esta vez no es un paquete deportivo, no es una estética de infarto. Esta vez, el coche es un ‘pura sangre’ de la firma de la estrella.
Es poderoso y elegante y firma unas prestaciones con las que no debemos jugar: 0-100 km/h en 4,4 segundos y una velocidad máxima limitada a 250km/h como la mayoría de coches de altas prestaciones. No obstante es absurdo si no conducimos en Alemania o en circuitos el llevarlo hasta tal límite. No por el coche, pues su estabilidad y potencia de motor hacen posible llegar sin problemas a este punto, pero los límites, la seguridad y el estado de algunas vías hacen arriesgado el exprimir el AMG hasta el final.
Es un rival poderoso de coches tan emblemáticos como el BMW M3. Nuestra unidad de pruebas viste una carrocería berlina y aunque ha habido M3 berlina en la última generación, quizá la más famosa es la Coupé. ¿Tiene sentido una berlina súper vitaminada? Yo creo que sí, e incluso la veo más lógica si no somos carne de circuito. Para la versatilidad y la polivalencia, la berlina es idónea pero sin renunciar a las prestaciones que te dejan ‘pegado al asiento’.
Aquí me asalta la primera duda: ¿Me quedaría con el BMW o con el Mercedes? Después de algún tiempo con el coche de la firma de la estrella, me doy cuenta de una cosa. Todo el mundo destaca la elegancia como atributo principal de este Clase C 63 AMG. Nada de motor y nada de AMG. Estamos ante un lobo con piel de cordero. Su estética es más bien modesta para ser un coche de altas prestaciones. Tenemos faldones a juego con el concepto y unas llantas específicas, pero ni los paragolpes ni las llantas llevan a pensar en 457 caballos en un motor V8 de 6.2 litros. Quizá la parte más agresiva sean sus 4 escapes ovalados con el logo AMG. En este punto uno se da cuenta de que este Clase C tiene ‘algo’ diferente. Vamos paso a paso...
Exterior
El Mercedes Clase C tiene ya algunos años de vida y fue en 2008 cuando vio la luz la actual generación. En 2011 hubo un restyling donde se pusieron al día algunos elementos, pero desde entonces estamos viendo una puesta al día, no solo de algunos coches conocidos de la firma como el SLK o el Clase E, sino una renovación de la marca entera con lanzamientos como el CLA, el nuevo Clase S, el esperado GLA, así como un nuevo Clase A, que viene a competir de forma agresiva por el segmento C.
En todos ellos existe una modernización profunda tanto en el aspecto exterior como en los elementos interiores y en este sentido, el Clase C necesita próximamente un relevo generacional. Cierto es que esta modernización la necesita más en el interior que en el exterior, pero con un nuevo BMW Serie 3 en el mercado y el anuncio del BMW Serie 4, es hora de seguir avanzando.
En el exterior este Clase C presenta unos paragolpes más deportivos, propios de un AMG y unos faros bi-xenón con elementos LED de luz diurna en forma de ‘C’. Existen branquias para el paso del aire que ayudan a la ventilación de los frenos y un anagrama 6.3 en el lateral del coche. La llantas son de un diseño exquisito, de 5 radios y 18 pulgadas tanto delante como detrás. Como en un buen deportivo de tracción trasera, las ruedas son de diferentes dimensiones. Delante, 235/40 R18 y detrás 255/35 R18. Ni más ni menos que las medidas que necesita.
En la zaga, encontramos una seña de identidad clara: cuatro salidas ovaladas que desprenden un sonido atronador, muy trabajado para este Clase C 63 AMG. En conjunto, una estética que camufla su verdadera identidad: una potencia que supera a deportivos de estética más impactante y un bloque digno de la mayor admiración.
Interior
Una vez que entramos en el interior del coche vemos los asientos tipo ‘baquet’ con un diseño elegante en cuero beige en contraste con la pintura negra del exterior. Unión perfecta. El asiento tiene grabado el logo AMG y las alfombrillas de velours también tienen el anagrama bordado. A partir de aquí encontramos sensaciones para todos los gustos. El cuadro de instrumentos es elegante y muchos parámetros y configuraciones se gestionan con el volante y a través del display que se sitúa en centro del velocímetro.
El volante de cuero es grande, como el motor del coche. El aro tiene un tacto excelente y sus mandos son intuitivos. Detrás de él, unas levas harán las veces de cambio secuencial si optamos por el modo manual. Los modos se modifican gracias a una ruleta situada en el túnel central, al lado de la palanca de cambios. Existen los modos C, S, S+ y M. El primero más orientado al confort y los sucesivos responden a los modos deportivos y al manual. En el modo S+, ciertos controles se desconectan, más orientados a una conducción en un circuito.
Una duda que me asalta es ¿por qué tener el ordenador de a bordo en el cuadro de instrumentos si el coche dispone de una pantalla en la consola central? Esta pantalla puede manejar el sistema multimedia, algunas funciones de conectividad y el navegador. Para ello existe una ruleta similar al iDrive de BMW, aunque es algo menos intuitiva, y la división de funciones entre el display del cuadro de instrumentos y esta pantalla, me parece poco acertada.
Encontrar la postura adecuada es fácil y en seguida nos acomodamos sin problemas en el coche. La palanca selectora tiene un diseño clásico, así como la forma de accionar el freno de estacionamiento, a través de un pedal adicional en el vano de los pies del conductor. Para desconectarlo, un tirador a la izquierda del volante, como en las anteriores generaciones de la Clase C.
En resumen, los acabados interiores están bien resueltos con mezcla de materiales, desde el plástico hasta el cuero. Todos ellos tienen un sentir Premium, aunque en algunas zonas son algo austeros para un coche cuyo precio parte de 81.500 euros.
Los asientos son regulables eléctricamente y los comandos están situados en las puertas. Me parece un detalle positivo en cuanto a la estética y a la funcionalidad. Sin embargo, algunos ajustes se hacen mediante botones algo escondidos en los laterales de los asientos. Esta división también confunde un poco. Existen numerosos huecos para depositar objetos y el espacio en general está bien resuelto gracias a su carrocería de berlina.
El coche dispone de climatizador THERMATIC como parte del precio base. Nuestra unidad equipaba climatizador THERMOTRONIC, regulable en dos zonas en la parte delantera y en una zona en la parte trasera. La botonería es algo plasticosa pero bien rematada a nivel general.
En marcha
Uno de los elementos que este coche debería tener de serie es un arranque por botón, del que prescinde. Debemos introducir la llave y girarla para arrancarlo. La primera vez, nunca se te olvida. El motor ruge con una fuerza desgarradora y sube de vueltas sólo con el arranque. Da miedo y es una delicia escucharlo.
Nos abrochamos el cinturón, que se tensa automáticamente una vez anclado para ajustarlo correctamente y que podamos arrancar sin problemas. Engranamos la D, sin tocar los modos de conducción que por defecto se sitúa en la C y salimos. La visualización del cuadro de instrumentos es correcta, sin distraernos de la vía a menos que tratemos de configurar el ordenador de a bordo. Mejor realizar los ajustes en parado. Si circulamos tranquilamente, el motor no es exageradamente ruidoso, ahora bien, si hundimos el pie, el coche engrana una marcha inferior, te hunde en el asiento y ruge con mucha fuerza.
Sube de velocidad con una agilidad similar a la de una motocicleta de cubicaje alto, y esta capacidad es impresionante sobre cuatro ruedas. Las transiciones entre las marchas son rapidísimos gracias a una caja de cambios SPEEDSHIFT MCT AMG de 7 marchas de doble embrague.
La calidad de rodadura es sublime y volvemos a sentir lo mismo que antes: es silencioso si no se le exige. La cabina no es ruidosa y está bien insonorizada, aunque con este motor, cualquier acelerón se va a sentir por todas partes. La dirección es muy directa y transmite al conductor buenas sensaciones de manejo y a pesar de que es una berlina, se nota que su carácter está hecho para disfrutar en terrenos virados también.
Los puertos de montaña por ejemplo son un escenario ideal para sacar partido de su potente motor y de su tracción trasera. La suspensión es firme y aunque me hubieran gustado más opciones de personalización, se ha buscado un punto de equilibrio entre comodidad y firmeza que puede satisfacer ambas necesidades. Sin embargo, el concepto de coche hace que al enfrentarnos a las curvas sea menos ágil que muchos deportivos de prestaciones similares e inferiores. El peso de 1.730 kilos tampoco acompaña a la agilidad y en cambios de dirección bruscos debemos tener cuidado. La gran potencia que se proyecta directamente sobre el eje trasero también nos advierte que debemos tratar con cuidado el acelerador en las curvas si no queremos recibir un latigazo en la zaga.
Los controles actúan bien sobre los errores que podamos cometer y este Clase C tiene un carácter especial y requiere ciertas habilidades para domarlo correctamente. La peor parte viene a la hora de repostar. En ciudad es un coche que debemos olvidar ya que su consumo fue de 19,2 l/100km. Una ruina. En ciclo mixto, sin embargo tuvo algo más de consideración, y fue de 15,4 l/100km. En carretera es donde el Clase C AMG es algo más considerado y obtuvimos un consumo de 10,7l/100km. Las cifras oficiales dicen que en ciudad consume 18,1l/100km, en ciclo mixto, 12,0l/100km y en carretera, 8,4l/100km.
Es cierto que es un coche que no puede despuntar en su paso por curva y su radicalización en la deportividad, pero es una berlina que resulta atractiva a la vista, divertida de conducir y con espacio para llevar a 4 pasajeros de forma cómoda y con gran espacio para equipaje y otros. Al fin y al cabo, es un Clase C. Además, disponemos de algunos extras que hacen la vida más cómoda y segura en carretera, como por ejemplo, un Detector de cambio de carril, que advierte mediante vibraciones en el volante y triángulos luminosos en los retrovisores si nuestra maniobra puede ser comprometida. También tiene sensores de aparcamiento que avisan mediante señales acústicas y luminosas la distancia a los obstáculos.
Conclusión
El Clase C 63 AMG es una bestia que requiere un periodo de adaptación. Su potencia soberbia y su concepto de berlina clásica del segmento D, unen dos mundos a los que hay que acostumbrarse. No es el coche más deportivo por carrocería, pero es capaz de transmitir sensaciones muy puras y ofrecer diversión sin igual gracias a la tracción trasera y un motor que ofrece 457 caballos.
La estética, sobre todo la interior, está algo desfasada aunque lo realmente interesante es su propulsor. El sonido es tan sublime que se antoja superior al de deportivos de gamas más altas. Sus reacciones no son bruscas y el motor es lineal, aunque debemos tener cuidado para no llevarnos una sorpresa, por ejemplo al acelerar en una curva. Si conducimos de forma tranquila, es un coche que se adapta correctamente, sin apenas emitir molestos ruidos y vibraciones a la cabina y con una calidad de rodadura soberbia.
En el apartado técnico, disponemos de una pantalla multimedia y un display en el interior del cuadro de instrumentos. No entiendo bien por qué se ha decidido dividir las tareas entre estos dos en vez de orientarla directamente sobre la pantalla principal.
La calidad de materiales es correcta, aunque quizá es algo austera para un coche de más de 80.000 euros. Se nota que la orientación principal del AMG está en el chasis, la suspensión y el motor. Sin duda es una difícil elección frente al BMW M3, su rival más directo.
A destacar
-Sonido y empuje de motor
-Dirección, insonorización y calidad de rodadura
- Estética discreta y llamativa a la vez
A mejorar
- Ciertos materiales
- Mayor nivel de configuración en los modos deportivos
- Las funciones divididas entre el display y la pantalla principal
Datos técnicos
Mercedes recoge los datos técnicos de sus vehículos a través de su web oficial. Para consultar los datos técnicos de toda la gama de la Clase C, pinche aquí.