Motor.es acepta una Misión Imposible: Probamos el BMW M3 y la BMW S 1000 RR
Nuestra misión, que decidimos aceptarla, es probar un BMW M3 y una BMW S 1000 RR y sentir cómo Ethan Hunt usará sus 630 CV para completar sus tareas en 'Misión: Imposible - Nación Secreta'. Se estrena el 7 de agosto, y este mensaje no se autodestruirá en cinco segundos. Al contrario, te invitamos a leer una experiencia 'de cine'.
17 min. lectura
Publicado: 03/08/2015 08:00
Misión: Imposible – Nación Secreta es la quinta entrega de la saga protagonizada por Tom Cruise, que encarna al agente del FMI (Fuerzas Misión Imposible), Ethan Hunt. A diferencia de otros agentes especiales, no siempre acaban bien las cosas para Ethan y su equipo.
Desde la primera película donde un plan bien organizado acaba en desastre, sabíamos que las misiones para este personaje iban a depender en parte del gran adiestramiento recibido y en parte, de la voluntad de los dioses.
Uno de los aspectos más interesantes de Misión: Imposible, probablemente es ver la evolución de Ethan Hunt, desde un reconocido hombre entrenado, pasando por una etapa macarra, por otra etapa donde un hombre enamorado arriesga todo por una mujer y que vuelve en la cuarta entrega como una leyenda que debe limpiar su nombre tras una trampa que le lleva a arriesgar su integridad física una vez más y buscar la confianza de su equipo.
Pero para completar las misiones, el FMI, Ethan y su equipo hacen gala de tecnología secreta y de vehículos impresionantes y rápidos. Son una parte esencial de las persecuciones más impresionantes y en esta ocasión será BMW quien protagonice en M:I – Nación Secreta el despliegue de coches y motos.
En varias escenas hemos visto al BMW M3 (que os adelantamos en primicia en Motor.es) y a la BMW S 1000 RR, servir de apoyo a Tom Cruise y por ello hemos decidido ponernos al volante (y al manillar) de ambas máquinas para valorar si serán los correctos para poder coger o escapar de los malos (en este caso una organización llamada El Sindicato).
En conjunto desarrollan 630 CV
Si eres seguidor de la saga, seguramente recordarás la maravillosa persecución a bordo de las Triumph de la segunda película. Con un toque de acrobacias prácticamente imposibles, fueron unos minutos de acción al límite.
Al ver el tráiler de la nueva película, es inevitable pensar que tanto los coches como las motos van a acabar ardiendo, cayendo por barrancos o dando volteretas en el aire; es Tom Cruise. Por supuesto, el equipo de Motor.es no va a intentar llegar a los límites físicos de estos vehículos, porque para domar los 630 CV que ambos desarrollan en conjunto, se necesita, al menos, una pista cerrada.
BMW S 1000 RR
Por supuesto, tratándose de huidas y de persecuciones, BMW no tiene una moto mejor que esta, porque tiene todo el despliegue tecnológico de BMW Motorrad, 199 CV y una relación peso/potencia prácticamente 1:1. Cuenta hasta 3 y puedes ir a 100km/h y no te hará falta ni cambiar a segunda.
Eso sí, agárrate con fuerza porque es un cohete. Es dócil en bajos y medios y su potencia es bastante lineal, corrigiendo un poco en esta generación la curva de potencia y par máximo. ¿Es tu primera vez en una moto de 1000? Entonces no verás ningún defecto. Eso sí, encárgate de no abrir el gas en exceso, porque entonces tu lucha será por mantenerte encima de la montura. A menos que no seas un piloto experimentado, o en este caso, Ethan Hunt.
Tiene 199 CV y prácticamente una relación peso/potencia 1:1
Es capaz de darnos el ángulo de inclinación por lado en cada curva y adaptar la dureza de la suspensión de forma activa para gestionar las irregularidades del asfalto. Si estuviéramos en un circuito, podríamos saber nuestro tiempo por vuelta gracias a las funciones de su display, o el tiempo que llevamos persiguiendo a los malos… lo que quieras.
Por supuesto tiene indicador de cambio de marcha y como dispone de ‘Quick-Shifter’ no necesitaremos usar el embrague ni para subir de marcha ni para bajar. Tiempo que nos ahorramos y una mano libre para disparar. Eso sí, el mordiente delantero se responsabiliza prácticamente de un 90% de la frenada, y eso está en la maneta derecha. Es muy agresivo, muy potente y su sensación de seguridad es muy elevada.
La moto se escucha a kilómetros, pues parece que lleve instalado un tubo de escape de Akrapovic, y por tanto no es la moto más discreta. Sobre todo en altas vueltas, donde comienza a chillar y transmitir que el aparato que mide poco más de dos metros de longitud, puede catapultarte a la velocidad de la luz.
Lo que nos sugiere que para las escenas más rápidas el equipo de rodaje habrá tenido que usar algo tan potente como para seguir a este aparato. ¿Uno de los BMW M3? Quizá, pero es que la moto, exprimiendo sus prestaciones, es más rápida. ¿Un helicóptero? ¿Un loco montado marcha atrás en otra BMW S 1000 RR? Cualquier temeridad puede esperarse del equipo de Misión Imposible, porque con actores y vehículos fuera de serie, es posible que hasta el rodaje forme parte este desenfreno de acción.
Eso sí, descubrimos que en ciudad la moto es capaz de subir de temperatura muy rápido y eso se traduce en que los ventiladores actúan enseguida. Las escenas que veremos en M:I 5 – Nación Secreta donde las persecuciones tienen lugar, serán en Marruecos… quizá el equipo de rodaje vivió con intensidad cómo los ventiladores son capaces de expulsar fuego a la pierna izquierda, así que los pantalones largos en cada recorrido son imprescindibles.
Pero no podíamos parar de preguntarnos: ¿por qué no usar BMW S 1000 R si en Misión Imposible 2 usaron motos tipo naked? Llegamos a la conclusión de que en este caso los enemigos, son más enemigos que nunca (como siempre suele ocurrir en las secuelas, que existe madurez de los protagonistas, pero también de los antagonistas aunque éstos sean diferentes), y por tanto Ethan Hunt va a necesitar, mayor protección aerodinámica, más potencia (aunque la BMW S 1000 R tenga un motor derivado de la RR con ciertos ajustes para dejarla en 160 CV) y un paso de curva más rápido. Para estos tres factores, la BMW S 1000 RR es la mejor BMW que Ethan Hunt puede tener.
Si no eres Tom Cruise, que sepas que además de todo lo mencionado, tiene elementos de confort, como un control de crucero, muy bueno para los viajes largos. También tiene modos de conducción para distintos momentos, con un modo Rain que sirve para limitar el par y la potencia en baja adherencia, y modos orientados a la pista, porque donde de verdad está el confort en esta moto, es en la velocidad.
Cuando te empuja con fuerza, los brazos se relajan y adquieren una postura menos agresiva y más natural. Como la BMW S 1000 RR pide más y más guerra, su naturaleza está en las prestaciones, y si eso es lo que necesita un agente del FMI, ha acertado de lleno.
BMW M3
Pero Ethan Hunt no ha escogido solo una moto para completar sus tareas. También un BMW M3. Has oído bien, un familiar de altas prestaciones. ¿Y por qué un BMW M3 le va a ayudar mejor que un BMW M4 u otro BMW? Pues probablemente por un sencillo análisis:
Un BMW M135i no se comercializa en algunos mercados claves, como por ejemplo EE.UU. Un BMW M235i es un Coupé, es menos potente y aunque es más ratonero no es, del todo, un BMW de la división ///M. Un BMW M4 es perfecto, pero es un coupé. ¿Las dos puertas son un motivo? Puede que en la película salgamos de dudas. Un BMW M5 tiene un motor más potente pero pesa más y es más grande. A los BMW M6 les pasa lo mismo que al BMW M5.
Además, los V8 de BMW, los Audi RS y el C 63 AMG (que llegó más tarde), tienen algo que imposibilitan su uso en la película: freno electromecánico. El BMW M3 es una berlina que además de disponer de ventanillas y puertas practicables en la parte trasera, tiene un freno de mano convencional y en uno de los tráiler hemos visto como hacen uso de él. Tiene todo el sentido del mundo y además, casa muy bien con un personaje más maduro que buscaría un coche elegante potente, practicable y discreto a su vez: el nuevo BMW M3 en el color escogido es el idóneo.
De entre todos sus rivales tiene un tratamiento de carbono que le hacen ser especialmente ligero (1.520 kilos en vacío) y rápido. No es el más potente, pero como diría cualquier piloto de carreras, es mejor dividir el peso que duplicar la potencia.
Acelera de 0-100km/h en 4,1 segundos y tiene un cambio de doble embrague que se puede parametrizar en tres posiciones (sin sobrecoste frente al manual); entendemos que Hunt lo llevará en la más rápida, aunque el funcionamiento óptimo se sitúe en la segunda postura. También se puede parametrizar la dureza de la dirección, la reacción del motor y la dureza de la suspensión en tres posiciones.
El M3 es el M más equilibrado de toda la división M
¿Os habéis fijado que las pinzas de freno de los BMW M3 de la película son amarillas? Eso significa que el coche equipa frenos carbocerámicos, y por ellos habrá que desembolsar otros 11.000 euros aproximadamente, pero ayudarán a detener el coche mejor, y eso es fundamental para la seguridad de Tom Cruise. Nuestra unidad de pruebas es del mismo color Silverstone y el interior es de cuero negro. Los asientos son específicos del coche y la calidad rebosa por cada esquina.
Es el primer BMW M3 que opta por una configuración sobrealimentada del motor. Lleva un propulsor de 6 cilindros en línea de 3.0 litros y desarrolla 431 CV y 550 Nm de par máximo, que se ofrece 1.850 rpm y se mantiene hasta las 5.500 rpm. El potencial es elevado, no digamos que no. Sin duda, el Head-Up Display será una buena ayuda, y descubrimos que tiene una configuración específica M para visualizar revoluciones, marcha engranada y velocidad del vehículo.
No es novedad, pero de entre sus competidores, no se ofrecía nada similar en el momento del rodaje, ya que tanto el Audi como el Mercedes estaban en un ciclo de vida avanzado y el Lexus RC-F no lo incorpora. Además, según BMW, su sistema de infoentretenimiento BMW ConnectedDrive también parece tener un pequeño espacio en ‘Nación Secreta’.
En nuestro recorrido con ambos vehículos, el BMW M3 es prácticamente calcado al BMW M4 en comportamiento. Es muy rápido y si lo pones en modo MDM se desconectan parcialmente las ayudas, dejando deslizar la zaga (es de tracción trasera sin posibilidad a escogerlo con BMW xDrive), pero a pesar de tener 22 kilos adicionales frente al BMW M4, es tan inapreciable que prácticamente si eliges el coupé o la berlina será más bien una cuestión de estética o practicidad, porque son calcados.
Probablemente sería en un circuito el único terreno donde un piloto adiestrado encontrara ligeras diferencias, pero pondríamos la mano en el fuego a que hasta para el más diestro en conducción la elección entre uno y otro no residiría en las diferencias prestacionales.
La S 1000 RR es más rápida en recta pero hay que ser muy habilidoso para forzarla en curva al nivel del M3
En una carretera de montaña, la BMW S 1000 RR es más rápida en las rectas, pero hay que ser muy habilidoso para forzar las curvas al nivel del BMW M3, que se escapa a pesar de inclinar la moto 45º en el lado izquierdo y 43º en el lado derecho.
El bramido de los escapes del motor de seis cilindros suenan desde muy lejos, pero el zumbido lineal de la BMW S 1000 RR hace retumbar los cristales del BMW M3 en cada pasada, y como es más ligera uno se puede integrar en los 200 CV como si fueran sus piernas las que estuvieran transmitiendo la potencia al suelo.
¡Ahí vuelve el BMW M3! Las aceleraciones son tan radicales en ambos vehículos que la fatiga producida por el exceso de adrenalina es tan mortal que hace que todos los poros suelten sudor. Y al bajar de cada vehículo, nos damos cuenta que son dos máquinas de competición perfectas para tener en el garaje y usar en una huida… esperamos que Ethan Hunt salga victorioso.