PruebaMitsubishi Montero 3 Puertas Kaiteki: En marcha y conclusiones (III)

Es hora de subirnos, o más bien de escalar al asiento del Montero y ver lo que vale. Nos gusta mucho que es un todoterreno polivalente aunque tiene más tablas por el campo que por la ciudad, donde tampoco se desenvuelve mal, aunque hay que acostumbrarse a la altura.

Mitsubishi Montero 3 Puertas Kaiteki: En marcha y conclusiones (III)

10 min. lectura

Publicado: 22/07/2015 10:30

El Mitsubishi Montero es un coche diseñado para el campo, aunque evidentemente también está pensado para circular por el asfalto. Es emocionante ver las grandes diferencias con un SUV convencional porque cuando subes a un Montero te das cuenta de que para poder llamarte todoterreno hace falta algo más que una estética bonita. A decir verdad, tanto el Jeep Wrangler, como el Mercedes Clase G y este Montero comparten una estética más bien cuadrada e incluso tienen ángulos menos cuidados a nivel de diseño. Pero como su estética cumple con su naturaleza, son perfectos. Y además como se ven pocos por la calle, cualquiera de estos modelos son llamativos y por norma general, gustan.

¿Atascado? El Montero no tiene esa palabra en su diccionario

Hay que escalar para poder subir al asiento, como comentábamos en la parte anterior de la prueba. Y de pronto estás en una posición más alta de lo habitual. Todos los coches de alrededor son muy pequeños y los carriles de la carretera son realmente estrechos. Precisamente por ello hay que acostumbrarse mucho al manejo de un coche tan elevado. Su altura transmite una alta sensación de seguridad, pero no hay que dejarse guiar solo por este motivo, porque sus grandes dotes fuera de asfalto chocan de frente con sus dotes en carretera. En las curvas las inercias son acusadas y el balanceo del cuerpo es continuo lo que hace incómodo convivir a diario con el coche. ¿Se puede? Pues claro que sí. Igual que puedes convivir con un Mazda MX-5, pero no es la opción más sensata y confortable para el día a día. A decir verdad, un Mitsubishi Montero tiene, como el roadster japonés, un peso emocional alto, aunque es más acusado en el Jeep Wrangler y mucho mayor en el Clase G. Pero no por ello el Montero debe considerarse de segunda división. A decir verdad, es de los tres el que es más equilibrado en calidad/precio y uso mixto.

Con la reductora y sus los diferentes modos de tracción es muy difícil quedarse atascado en barro o nieve

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El acceso a las plazas traseras es conveniente que se haga exclusivamente por el lado del copiloto ya que el asiento se puede abatir y correr por completo con un solo toque. El del conductor es eléctrico. El elevado ruido del motor, o los ajustes imperfectos, no son preocupantes ni molestos dentro de la filosofía del coche. Es normal encontrar un acabado más espartano en un vehículo cuyas prioridades no son el remate detallado, sino la resistencia, la solidez y poder aguantar lo que le echen encima (literalmente). Donde encontramos el primer problema es en el consumo. Se entiende que un coche que pesa 2.190 kilos en vacío y mide 1.870 mm de alto no debe ser muy eficiente, y si lo usamos para el día a día y nos introducimos en el campo de vez en cuando, lo normal es ver consumos en torno a 12,0l/100km en ciclo mixto. Es cierto que en carretera se pueden ver cifras por debajo de 10l/100km incluso de 9l/100km, pero es muy complicado ver menos consumo en cuanto nos aproximamos a la ciudad.

Hay que entender que llevamos un gran bloque de 4 cilindros en línea de 3.200 CC y 200 CV a 3.800 rpm. Toda esta masa es capaz de acelerar de 0-100km/h en 10,4 segundos y alcanzar una velocidad punta de 180km/h. El par máximo es de 441Nm a solo 2.000 rpm. A partir de entonces, la curva cae gradualmente. El cambio automático responde correctamente y es un gran acierto (aunque solo tiene cinco marchas y la directa está en cuarta) pero solo está disponible con el acabado alto. Sin embargo hace que el coche sea 100 kilos más pesado (aproximadamente) y más alto, pero es infinitamente más cómodo en el día a día e incluso en 'off-road'.

Su altura de carrocería y un peso elevado le penalizan en carretera

Como comentábamos también con anterioridad, otro problema es aparcar. Gracias a que tenemos una cámara situada en la moldura que sostiene la rueda de repuesto, es fácil llegar al límite sin rozar con nadie, pero a pesar de que la carrocería tiene una anchura asumible, en ocasiones el coche queda fuera de las líneas (aparcando en fila) y en otras, es fácil subir una rueda al bordillo. Llama la atención las grandes diferencias de grafismos entre el display superior y la pantalla inferior, y creo que para la nueva generación, el display tiene que evolucionar e incluso una información muy útil sería disponer de los ángulos de inclinación a tiempo real.

El campo es su terreno natural. Mide 1,87 metros de altura.

Donde de verdad se exprime todo el jugo del Mitsubishi Montero es en terreno fuera de asfalto. Si te gustar subir a la montaña y aparcar en las zonas más remotas o incluso hacer alguna ruta, este es un tu coche. Si lo necesitas para trabajar y llegar donde un turismo no puede, este es tu coche. Da miedo enfrentarlo a ciertas pendientes porque si uno no está acostumbrado, no sabe si se puede hacer o no, pero una vez en faena, es fácil darse cuenta que el Montero pone las cosas realmente fáciles al conductor. ¡Qué gran destreza! Y si no puedes llegar con la tracción total, tienes más posibilidades.

La reductora trae consigo unas instrucciones específicas y por supuesto debe tratarse con cuidado, seleccionando la posición deseada de una en una y nunca arrastrando la palanca de golpe. Se mueve en vertical y tiene cuatro posiciones que os detallamos a continuación:

Subidas de hasta 35º no serán un problema para el Mitsubishi

2H (2WD larga): Tracción trasera. Posición por defecto y uso en ciudad y carretera.
4H (4WD larga): El par se distribuye desde 33:67 hasta 50:50 en el eje delantero y trasero respectivamente. Perfecto para climatología adversa o para remolcar.
4HLC (4WD larga con diferencial central bloqueado): Distribución de potencia equilibrada entre ejes y perfecto para circular en superficies con baja adherencia.
4LLC (4WD corta con diferencial central bloqueado): Subir y bajar pendientes de forma controlada y poder escapar de atascos en nieve o barro.

Además, hay un botón que activa el diferencial trasero que permite salir de las situaciones más complicadas, y se nota mucho su actuación en las zonas más difíciles. Los ángulos de las pendientes a las que nos enfrentamos eran pronunciados y era fácil elevar una rueda en subidas o bajadas que presentaban un terreno irregular. Sin embargo, en la mayoría de situaciones, el Montero pudo sin problemas superar todos los retos, incluso con tres personas en el coche, donde el peso se aumenta en unos 220 kilos.

El diferencial trasero es la ayuda extra para garantizar un éxito total en cualquier situación

Es una bestia que quiere morder la tierra y empujar como un animal por todos los retos que se le pongan por delante. Y si en un paso de cresta el ángulo es mayor, o no medimos bien el ángulo de ataque, hay protectores que nos salvarán de una costosa reparación. Todo está pensado en este Mitsubishi que una vez lo pruebas, quieres uno en tu garaje... incluso si sólo lo quieres para desestresarte de vez en cuando.

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