PruebaPorsche Macan S (II): Diseño, habitabilidad y confort

El Porsche Macan S es un modelo muy a tener en cuenta si buscas este tipo de carrocería y cuentas con esta cantidad de dinero. El diseño del Porsche Macan S está muy por encima de sus rivales directos. Aunque guarda con cierto parecido a su hermano mayor, el Cayenne.

Porsche Macan S (II): Diseño, habitabilidad y confort

14 min. lectura

Publicado: 30/10/2014 09:00

¿Qué hace que un Porsche sea un Porsche? Esta simple pregunta puede tener infinidad de respuestas. Algunos dirían que su motor, otros que sus prestaciones, algunos tirarían por el sonido y otros por el diseño. En este último punto, además de su habitabilidad, nos centraremos en esta segunda parte de la prueba del Porsche Macan S.

Obviamente el Macan es fácilmente reconocible, cuenta con ese ADN Porsche. No me refiero a los genes originales de la marca, el Porsche 911, pero sí a esos alterados que surgieron a principios de siglo con la llegada de las primeras unidades del Cayenne. Es innegable que ambos se parecen, pero a la vez ligeros detalles les hacen ser completamente diferentes.

Los 4,68 metros de largo y los 1,92 metros de ancho posicionan al Macan en el segmento medio

Diseño exterior

Sí pensabas que por tratarse de un vehículo todocamino Porsche se había olvidado de la deportividad en el diseño, tengo que decirte que estás muy equivocado. Obviamente no es uno de los coupés de la firma, pero sí que mantiene ciertos elementos estéticos que arrojan esa sensación de deportividad con un simple vistazo, más allá de la insignia instalada en el morro.

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El rostro del Macan tiene una clara referencia a su hermano mayor. Ambos se parecen en esta parte, pero obviamente en nuestro caso se le nota más pequeño y compacto, realmente lo es. Nos encontramos ante tres tomas de aire de gran tamaño. Una central, la mayor de todas, y dos laterales, que llevan incorporadas las luces diurnas tipo LED. Esta parte es exactamente igual para las tres versiones, tan solo las luces antiniebla cambian de forma en el Turbo, en lugar de ser redondas son más estrechas y alargadas.

El capó tiene una historia muy peculiar. Al igual que ya pasaba en el Cayenne, los diseñadores se han esforzado para dar un aspecto más robusto, parece más ancho de lo realmente es. El capó también engloba parte de los pasos de rueda, esto es una reminiscencia al legendario Porsche 917, un modelo que alcanzó varios momentos de gloria a principios de la década de 1970. Tanto es así que su récord de distancia en las 24 horas de Le Mans se ha mantenido invicto durante 39 años.

Reminiscencias a modelos históricos de Porsche y a otros más modernos están siempre presentes

Si nos vamos al lateral nos encontramos con una línea muy típica de Porsche. Formas sencillas y fluidas, nada exagerado, lo podríamos denominar elegante. Tan solo la parte inferior deja entrever alguna nervadura un poco más marcada. Esto se debe a la incorporación de unas molduras, que además de servir como elemento de protección, hacen que las puertas parezcan más estrechas y esbeltas. Otro detalle que juega con los efectos ópticos.

Los faros traseros son de una belleza increíble, simplicidad y funcionalidad absoluta

Sin embargo es al llegar a la parte trasera donde a mi juicio encontramos la parte más bonita del Macan. En muchos casos los coches presentan su parte más fea en esta zona, pero el trabajo que ha dedicado Porsche es impecable. La línea del techo desciende sutilmente desde el pilar B para llegar a un portón de buen tamaño, coronado por un alerón. El parachoques es sencillo, al igual que el resto del coche, engloba las dos salidas dobles de escape en sus laterales. Pero el verdadero detalle de calidad viene de los faros traseros, no sé a vosotros, pero a mí me parecen espectaculares.

Con este espectacular remate Porsche ha conseguido una línea que mantiene el ADN deportivo de la firma, pero de una manera más elegante, más sutil. No es un diseño sobrecargado, no lo necesita, todo el mundo sabe que es un Porsche, no le hace falta ir llamando la atención por su diseño, ya lo hará por otros motivos. Realmente un buen punto a favor de este coche, que a mi parecer es el mejor de todo el segmento en el campo del diseño.

En cuanto abrimos cualquiera de las puertas del coche y nos adentramos en el habitáculo, nos embarga una sensación Porsche total. Como ya os conté en la primera parte de la prueba, la calidad es tan inherente a Porsche como la propia deportividad. Todos los elementos están recubiertos por un excelente cuero, incluso los huecos de las puertas, cosa que me ha sorprendido.

El cuadro de mandos es más simple que en el Cayenne, algo que me parece más apropiado para el Macan

El interior del Macan S me ha gustado por su sencillez, mientras que el Cayenne cuenta con cinco esferas en el cuadro de instrumentos el Macan prescinde de dos. Realmente le veo más sentido a esto, las cinco esferas pueden llegar a confundir en ciertos momentos, entiendo que en un deportivo de pura cepa puedan ser necesarias, pero en un coche de esta categoría me parece que es exagerar las cosas. Además las tres arrojan toda la información necesaria.

Lo que sí me sigue pareciendo excesivo es toda la botonera de la consola central. Será que soy un tío de gustos sencillos, pero es que de verdad me parece exagerada. Algunos botones podrían eliminarse si se optaran por ruletas o sistemas táctiles. De cualquier manera todo está a mano, salvo ciertos mandos de la climatización. Cuesta un poco hacerse a ello, pero una vez localizados y memorizados es bastante sencillo e intuitivo.

Mientras que en el exterior había ciertas reminiscencias al pasado, en el interior nos encontramos con algún elemento que se fija en este detalle. Un ejemplo es el volante. Precioso. Con tres simples radios, mantiene el diseño del 918 Spyder y un principio del deporte de competición: las manos permanecen siempre al volante, para eso están las levas y todos los demás botones que controlan casi la totalidad de sistemas del coche. Buen detalle.

El volante, totalmente forrado en cuero, presenta el mismo diseño que en el Porsche 918 Spyder

Habitabilidad y confort

En este punto debemos juzgar al Porsche Macan S de la misma forma que lo hacemos con el resto de coches. Obviamente al encontrarnos en una esfera de cuero y materiales de calidad las sensaciones se hacen mejores, pero os digo una cosa, si prescindiéramos de ellas seguiríamos igual. No debemos juzgarlo por su fachada, sino por lo que es capaz de ofrecernos en el campo de la comodidad y el confort.

Por definirlo de una manera sencilla diría que es cómodo y punto. Obviamente hay ciertos elementos que juegan a favor, como la magnífica suspensión neumática que filtra todas y cada una de las imperfecciones de nuestras funestas carreteras. Es una verdadera maravilla, un extra caro (3.000 euros), pero muy recomendable la verdad. Nuestra unidad de pruebas no venía especialmente cargada de extras, pero la verdad es que no se necesitan más.

Aunque contamos de serie con un equipamiento bastante correcto, la verdad es que podría ser un poco mejor

Lo que sí me ha parecido extraño es el control de velocidad. Teniendo en cuenta que Porsche pertenece al Grupo Volkswagen, creo que se han complicado un poco en este punto. Mientras que en los Volkswagen encontramos un sistema de una simplicidad genial, aquí se nos presenta una tercera palanca a la que cuesta acostumbrarse. Entiendo que no sería bueno encontrase una pieza de un Polo en un Macan, pero chicos algo más sencillo seguro que hay, además si incluimos el radar de distancia la cosa se complica y mucho.

El acceso es cómodo, puede no resultarlo si tenemos algún problema de movilidad, ya que el suelo de la cabina es completamente plano, pero más allá de eso realmente te subes al coche. Una vez sentado te sientes perfectamente acogido por sus asientos, impecables, cómodos, mullidos y de excelente calidad al tacto. En el Cayenne eché de menos más huecos para dejar nuestros trastos personales, cartera, llaves, móviles…sin embargo el Macan sí que cuenta con ellos, contamos con dos sujeta vasos al final de la consola que son muy prácticos para estos menesteres, además de los huecos de las puertas y la guantera central.

En las plazas traseras nos ocurre lo mismo que en las delanteras, asientos confortables y excelentes para realizar trayectos largos sin darnos cuenta. El espacio para las piernas no es sobrado, pero en ningún momento es escaso. Lo que sí puede serlo un poco es la distancia con respecto al techo. Personas de más de 1,80 metros pueden sufrir algún que otro apuro. Por último debo decir que aunque el Macan esté homologado para cinco ocupantes, la plaza central no es especialmente cómoda, el respaldo también hace la función de apoyabrazos, por lo que es más dura, un viaje largo no sería muy agradable en esta posición.

Las plazas traseras son cómodas y confortables para dos viajeros, un quinto irá incómodo al rato

Por último debo hablar del maletero. Correcto. 500 litros muy aprovechables por su gran boca de entrada y rectas formas. Es más que suficiente para el día a día y para meter el equipaje de los ocupantes. Los asientos se abaten en una proporción 60:40, esta maniobra sólo se puede hacer desde el propio asiento, ya que no hay botones dentro del maletero. Lo que sí nos encontraremos es con el botón de descenso de la altura del coche. Ligado siempre a la suspensión neumática, este artilugio permite bajar la suspensión para así facilitar la entrada de objetos. Un buen detalle.

No deberías perderte todas las pruebas que hemos realizado a modelos de Porsche, hay para todos los gustos.

Con esto damos por concluida la segunda parte de la prueba del Porsche Macan S. Para resumir un poco diré que en cuanto al diseño el Macan está muy por encima de sus rivales, es elegante a la vez que deportivo. Lo mismo ocurre con el interior, calidad, confort, equipamiento todo son puntos fuertes. Lo único reprochable, por poner pegas ojo, es la altura respecto al techo en las plazas traseras y el espacio para las piernas. En la siguiente parte de la prueba os hablaré en detalle de su dinámica, además de dar mi valoración y mis conclusiones finales. No te lo pierdas, porque realmente te gustará. Un saludo

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