Toma de contactoPresentación Audi Q7 2015 (II): Diseño, habitabilidad y equipamiento
El estilo inconfundible del Q7 lleva acompañándonos casi 10 años. Esta generación se nos presenta con un aspecto muy semejante, aunque con multitud de nuevos detalles. La habitabilidad, uno de sus puntos negros, ha sido trabajada para cumplir con las expectativas, al igual que el equipamiento y la tecnología.
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Publicado: 14/04/2015 09:00
Desde que el Audi Q7 2015 diera sus primeros pasos como vehículo de pruebas una cosa quedó patente: su aspecto sería diferente pero conservador. Y es que tras 10 años viendo el mismo diseño, la marca alemana y los diseñadores han tenido especial cuidado en abordar el tema del diseño. Audi no es que sea una marca revolucionaria en este aspecto, pero sí que es cierto que los cambios introducidos en su gran SUV crean una estética nueva, asociada a la nueva imagen que la marca está proyectando en toda su flota.
A decir verdad, no hay ni una sola parte de la carrocería que no haya sido modificada. Todas las zonas han sido rediseñadas para conseguir aportar un nuevo punto de vista. Podríamos definirlo como más vanguardista, pero la verdad es que el clasicismo y la contención siguen siendo sus principales señas de identidad. Deberemos irnos a acabados S Line para encontrar un poco más de dinamismo y agresividad en el diseño.
Por delante se nos presenta la tradicional parrilla single frame de la que hacen gala todos los Audi, con la excepción de que esta va cromada, nueva seña de identidad de las unidades crossover. Los faros se han estrechado, perdiendo las habituales curvas para dejar paso a unos trazos más lineales y a unos bordes más angulosos. También cambia el diseño de las luces diurnas.
Los diseñadores han jugado con los efectos para que veamos al Q7 2015 más pequeño de lo que realmente es. El viejo siempre mostraba esa estética de grandiosidad, lo miraras por donde lo miraras era grande y voluminoso, pero esto no pasa en esta nueva generación. Cuando te encuentras frente a él la sensación que arroja es de ser más pequeño de lo que realmente es, y no podemos olvidarnos que estamos hablando de más de cinco metros de coche.
La sencillez de líneas se transmite a toda la carrocería, no hay nada que llame mayúsculamente la atención. Es un diseño contenido y clásico. Tan solo una inserción en los bajos de las puertas, asociado a los paquetes deportivos nos permite ver una variación en la carrocería. Para las llantas Audi ha optado que dentro del acabado de serie estas sean de 18 pulgadas, pero dentro de la lista de opcionales tendremos unidades de 19, 20 e incluso 21 pulgadas, con un total de siete diseños posibles.
Los cambios presentados en la parte delantera son transferidos a la trasera, aunque en este caso sí que se aprecia una mayor cantidad de nervaduras y líneas más marcadas. Visto por detrás el nuevo Q7 transmite una sensación de poderío, incluyendo el nuevo alerón posterior, más grande que el de la vieja generación. En esta ocasión las ópticas también han sido modificadas, más estrechas y rectangulares que sus predecesoras, que aprovechan la tecnología LED para mostrar un diseño completamente nuevo.
Dentro de la paleta de colores, Audi pone a disposición de sus clientes una oferta de nueve tonalidades diferentes, dos normales y el resto metálicas (aproximadamente 1.000 euros más). De serie el Q7 llegará con faros de Xenón, pero opcionalmente podremos seleccionar iluminación de LED (unos 1.700 euros) e incluso unos superiores a estos, los Matrix LED, con un sobrecoste de unos 2.600 euros. El paquete S Line que anteriormente te he comentado cuesta más de 1.800 euros, y presenta parachoques modificados e inserciones propias en la carrocería.
HABITABILIDAD
El carácter conservador del diseño exterior no se extiende al interior, donde los diseñadores han simplificado el ambiente, haciéndolo más abierto y expuesto. Hasta la fecha toda la parte delantera del Q7 estaba orientada al conductor, ahora sigue estando así, pero cambia el diseño para hacerlo más accesible al resto de ocupantes, todo en este espacio es nuevo. Pero eso sí, siempre queda la calidad, innata tanto en Audi como en el Q7. Todas las superficies se muestran bien rematadas, con materiales de calidad y una buena sensación de fabricación.
La sensación de calidad que desprende el interior es notable. Materiales agradables y una fabricación cuidada al detalle
Tengo que destacar la tapicería. La unidad de muestra contaba con cuero Valcona con pequeñas superficies en Alcántara. Hay que decir que el tacto de ambos materiales es sensacional, arroja una percepción de calidad sobresaliente. Eso sí tener en cuenta que este extra supone un incremento de más de 12.000 euros, y eso, a mi parecer es exagerado, más si tenemos en cuenta que este coche está pensado para familias. Menuda gracia si a un niño se le ocurre plantar los pies encima.
De siempre la habitabilidad ha sido uno de los puntos más flojos del Q7. Costaba comprender como en un coche por encima de los cinco metros, los ocupantes de las plazas traseras dispusieran de tan poco espacio para las piernas. Bien, este error ha sido subsanado en esta generación. Los asientos cuentan con ajuste longitudinal, por lo que podemos disponer de más o menos espacio. En su posición más trasera el espacio para las piernas es muy bueno. Solo cuando vayan ocupantes en las últimas dos plazas tendremos que desplazar la banqueta hacia delante. Por cierto, los asientos son individuales, el del centro un poco más estrecho que los de los lados.
El Q7 puede disponer de una configuración de cinco o siete pasajeros. Estos dos últimos irán acomodados en unos asientos plegables en el maletero, acción que se acomete mediante botones. Como es habitual en el resto de coches que disponen de esta opción, estos no están especialmente pensados para adultos, sin embargo no son del todo incómodos. Lo que si presenta una buena solución es el acceso a dichas plazas.
Los asientos laterales de la segunda fila pueden llegar a plegarse por completo, creando un espacio de acceso muy grande para que los ocupantes de la tercera fila puedan entrar y salir. Esta maniobra está especialmente indicada para gente flexible, ya que la altura del coche puede suponer un impedimento para personas mayores. Pero existe una solución, y esta llega asociada con la suspensión neumática. Para facilitar la entrada de pasajeros y de equipaje, el Q7 puede bajar su altura con solo pulsar un botón en el maletero, de esta forma las maniobras de carga y descarga se presentan más cómodas.
El Q7 siempre ha sido una mula de carga. Como ya he dicho está especialmente pensado para que familias enteras viajen de una manera cómoda y lujosa. Y para ello hay que pensar en el espacio de carga. Por todo el habitáculo se nos presentan espacios portaobjetos, pero su mayor espacio llega del maletero. De forma normal el Q7 muestra un volumen de 890 litros, que se reducen a 770 si optamos por los dos asientos suplementarios. Sí desplegamos estos, el espacio se reduce aún más, pero aún así sigue quedando un buen espacio de carga.
EQUIPAMIENTO
Audi no ha arriesgado en el diseño, pero sí que lo ha hecho en todo lo que esto esconde. El nuevo Q7 llega cargado de todo tipo de tecnología. Seguridad, conectividad, confort...un verdadero despliegue de sistemas que permitirán hacernos la vida a bordo mucho más cómoda y sencilla. De serie el Q7 llegará con bastante equipamiento, suficiente para lo que podemos considerar habitual, pero puede que un poco escaso para lo que el potencial cliente demande, y es aquí cuando empiezan los problemas.
La lista de opcionales es tremendamente larga. Hay de todo y para todos los gustos, empezando por los colores de la carrocería, cueros para los asientos, materiales de las inserciones...Todo en este aspecto es sensible de configurarse, y para aquellos más sibaritas o con gustos más especiales siempre habrá la opción de irse a acabados Exclusive, aunque vayan preparando sus carteras para ello.
Donde realmente se aprecia que estamos ante un modelo completamente nuevo es en la tecnología que se puede equipar. Los faros Matrix LED anteriormente mencionados solo son la punta de la flecha. Hay que sumar muchos más elementos, como el climatizador de cuatro zonas, equipo de sonido Bang & Olufsen, techo panorámico, el Audi Virtual Cockpit, el equipo de navegación y el dispositivo MMI, entre otros muchos elementos.
El sistema de infoentretenimiento muestra una manejabilidad muy intuitiva, es fácil acceder a los diferentes menús y ajustes
Una mención aparte merecen los dispositivos de asistencia. Desde que fuera lanzado originalmente el Q7, allá por el 2005, la tecnología ha desarrollado muchos sistemas de ayuda a la conducción. Audi ha permitido que su nuevo gran SUV cuente con todos los que te puedas imaginar. Así nos encontramos con las ayudas al aparcamiento, aviso del cambio involuntario de carril, detector de tráfico posterior, reconocimiento de señales, Head-Up Display, cámara de visión trasera y cámara de visión nocturna, entre otros.
Dentro de esos otros hay un elemento que merece ser destacado por encima del resto, y es el control de crucero adaptativo. Este dispositivo ya lo conocemos de otros modelos, pero en el Q7 es capaz de actuar de forma independiente al conductor, de forma que si el coche precedente llega a detenerse, nosotros también lo haremos. Asociado a él se encuentra el sistema de asistencia en atascos. Unos sensores y radares recogen toda la información perimetral del coche, de forma que cuando nuestra fila reemprenda la marcha nosotros también lo haremos, y si frena nosotros también frenaremos. Una ayuda sensacional en situaciones de tráfico congestionado.
Como podréis comprender, el Audi Q7 2015 es muy diferente a su predecesor. Tanta es la calidad y tecnología que atesora que estoy seguro que se posicionará otra vez como una de las referencias del segmento. Trono perdido en los últimos años por la dejadez de Audi a la hora de renovarlo. Han sido lentos, pero han sabido comprender los defectos de su primera criatura. Una nueva no solo para el Q7, sino para Audi.