Presentación Gama MINI 2018, enésima actualización
Si hay un coche que sabe seguir en la cresta de la ola ese es el MINI. Tras casi 60 años en el mercado, el pequeño inglés recibe su enésima actualización. Una mejora programada por los cambios en la reglamentación del mercado que ha servido para mejorar ciertos aspectos.
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Publicado: 14/07/2018 11:00
No todos pueden decir que se mantienen jóvenes tras casi 60 años en el mercado, MINI sí que puede. El ya no tan pequeño inglés recibe una actualización para este año 2018. Una actualización que viene principalmente marcada por la adaptación a la nueva normativa europea de emisiones WLTP. Esto ha servido a su vez para que se introduzcan una serie de mejoras y de nuevos detalles a nivel de diseño, equipamiento y personalización.
El 1 de septiembre del año pasado la Unión Europea aprobaba la entrada en vigor la nueva normativa WLTP, Worldwide harmonized Light vehicles Test Procedure, referente a la homologación de emisiones y consumos. Durante un año y medio los fabricantes han tenido que adaptar su flota de vehículos para así poder cumplir con dichos estándares, pues todos los modelos de 2019 ya deben ser legales a ojos vista de esta nueva reglamentación, algo a lo que los fabricantes llevan tiempo quejándose dado que dicho margen es demasiado estrecho.
MINI lo lleva cumpliendo desde el pasado mes de marzo. Desde esa fecha todos los vehículos de nueva fabricación cumplen con la normativa WLTP. Eso ha provocado que veamos cambios, no a nivel de diseño, pero sí en lo referente a gama mecánica, donde también se ha aprovechado la ocasión para introducir una serie de mejoras, como por ejemplo la aparición del cambio de doble embrague y siete velocidades que está disponible para todas las unidades salvo para las versiones John Cooper Works, que seguirán empleando el tradicional convertidor de par.
Pero a MINI no le gusta hacer las cosas de forma cotidiana y convencional. Para ellos una simple actualización mecánica es el escaparate perfecto para realizar la enésima mejora y renovación. Por ese motivo los directivos han aprovechado el lanzamiento de las nuevas mecánicas para introducir una serie de cambios a nivel estético y equipamiento. Una línea continuista pero que deja bien claro que si quieres mantener en activo tanto tiempo necesitas adecuarte a la época en la que vives.
Si echamos un vistazo al exterior solo un ojo experto sería capaz de reconocer los cambios de este MINI con respecto al "viejo MINI". En el frontal se dispone de nuevos faros, LED matriciales, que montan un fondo negro. El logo es "nuevo" más simple, más limpio y más sencillo. Hay que sumar tres colores nuevos, nuevos juegos de llantas, y finalmente el que para mí es el cambio más notorio del exterior, las ópticas traseras, que ahora presentan un diseño muy atractivo con la forma de la Union Jack.
Y ya está, por fuera no hay más que añadir. Bueno, algo más sí. MINI ya era una de las marcas que más opciones de personalización incluía, pero ahora lo hace más gracias a la impresión 3D. Todo aquél cliente que guste, podrá crear y solicitar diferentes molduras para su MINI. Éstas se centran en los marcos de las puertas, en la tapa frontal del salpicadero, el los apliques de los intermitentes laterales y en la luz de apertura de las puertas.
Para acceder a ello debe hacerse una vez hayamos realizado el pedido de nuestro coche. A través de la web MINI Yours Customised podemos crear diferentes diseños para las zonas anteriormente mencionadas. Una vez hecho el pedido, al cabo de unas semanas recibiremos en nuestra casa la pieza así como un manual sobre como sustituirla por la actual. A este programa también pueden acogerse todos los MINI posteriores al 2014.
¿Más cambios en el interior? Sí, los hay, pero están relacionados con el equipamiento. Además de las nuevas tapicerías, encontramos una nueva pantalla de serie con 6,5 pulgadas a color y con manejo táctil, algo muy solicitado. Ésta es capaz de ingresar nuevas gráficas y un nuevo equipo de infoentretenimiento que incluye conectividad para Android Auto y Apple CarPlay.
En este aspecto mencionar que a partir de ya todos los MINI de nueva fabricación incluirán de serie y de forma completamente gratuita una tarjeta SIM que le permitirá cumplir con la obligación de contar con un avisador de emergencia. A su vez dicha tarjeta permitirá el acceso a nuevas funcionalidades de conectividad, pudiendo enlazar nuestro smartphone al coche a través de la aplicación MINI Connected, que nos mostrará información de diverso tipo, como la localización, pudiendo a su vez abrir y cerrar el vehículo de forma remota.
Al volante del MINI Cooper 2018
Una vez te acercas al nuevo MINI cuesta diferenciarlo con el anterior. Como ya he dicho antes los cambios son algo más que sutiles, salvo por los faros traseros que resultan sumamente llamativos. El diseño es continuista, algo que según la propia marca cumple con los deseos de sus clientes, los cuales ven como sus coches apenas quedan obsoletos a ojos vista manteniendo así el valor residual del mismo. Una jugada tan acertada como válida.
Dentro pasa tres cuartas partes de lo mismo. El ambiente es más que conocido, y solo al indagar te das cuenta que hay diversos aspectos que cambian como el medidor del nivel de combustible, el botón de los modos de conducción y la propia pantalla central que ahora de serie se hace más funcional y práctica al contar con un manejo táctil. Otra de las exigencias de sus clientes. De todos los elementos nuevos, el más destacado e interesante es el panel del salpicadero con retroiluminación. No es de serie, y no es barato, pero resulta muy espectacular.
El año que viene MINI cumple 60 años. La marca piensa celebrarlo por todo lo alto, incluyendo la llegada de un modelo inedito
La base de esta actualización reside en los motores, como ya he dicho. La nueva gama mecánica se adecua a la normativa WLTP. La gama ofrece variantes diésel y gasolina con motores de tres y cuatro cilindros, todos ellos turboalimentados. Las potencias oscilan los 75 y los 231 caballos. A partir de los 102 caballos el motor puede asociarse a la nueva caja de cambios automática de doble embrague y siete velocidades, la misma que BMW monta en el X1 y la misma que hace unos meses probamos en el BMW X2 sDrive20i.
Durante la presentación he tenido ocasión de probar brevemente el MINI Cooper de tres puertas con 136 caballos y la caja automática. Se trata de un bloque de tres cilindros al que poco más se le puede pedir. Resulta tan polivalente que diría que es más que suficiente para la mayoría de clientes. Empuja de forma constante desde la parte más baja del cuentarrevoluciones. Es un motor muy enérgico y alegre y se puede circular a buen régimen sin apenas inmutarse.
En lo referente a la caja de cambios, la verdad es que una vez más sorprende el resultado obtenido. He tenido las mismas sensaciones que hace unos meses cuando lo probé en el BMW. Posiblemente estemos hablando del mejor cambio de doble embrague del momento, a excepción del PDK de Porsche. Por decirlo de alguna manera evita los problemas típicos de estas cajas pero sin por ello perder las cualidades que siempre se le han concedido.
Eso quiere decir que sabe aprovechar cada uno de los caballos del motor, todos y cada uno de los 136 de este bloque tricilíndrico de 1.5 litros, y que su respuesta es tan rápida como uno espera en una caja de doble embrague, con transiciones prácticamente imperceptibles, incluso a baja velocidad, cuando circulamos de forma tranquila, y algo más contundentes y robustas cuando elevamos el ritmo o ponemos el modo de conducción más deportivo, que en este caso tampoco es que resulte especialmente diferente.
Con todo ello decir que el nuevo MINI consigue actualizarse una vez más. Consigue adecuarse al tiempo que toca, y ya son casi 60 años lo que lo lleva haciendo. Los cambios introducidos no merman las características típicas del coche, solo las mejoran y las actualizan para así contentar a su público. Éste podrá contar ahora con detalles más chulos y con una mayor y mejor carga de equipamiento y tecnología.
Una vez más pienso que el MINI presenta un rendimiento muy superior al que se le presupone. Su chasis y sus ajustes son ideales para quien quiera un coche juguetón en un tramo de curvas y algo más funcional para el día a día, eso si no acabas harto de la siempre tradicional suspensión dura del utilitario. El hecho de incorporar ahora el cambio de doble embrague pasa igual que con el equipamiento extra, solo lo ha hecho mejor. Así que una vez más MINI se actualiza, una vez más MINI mejora.
Y en el futuro...
Solo hay que echar un vistazo al panorama actual para saber cuál es el próximo paso en la historia de MINI. El año que viene, coincidiendo con su 60 aniversario, llegará el primer MINI 100% eléctrico. El susodicho está por el momento en fase de pruebas y desarrollo, como bien hemos podido ver en alguna que otra ocasión. De esta manera la marca inglesa se adentra en pleno siglo XXI, algo que no le vendrá nada mal teniendo en cuenta como pinta el panorama en cuanto a movilidad urbana se refiere.
¿Para más adelante? Pues la esperada conducción autónoma. No hay que olvidar que MINI forma parte del Grupo BMW, los cuales a su vez son punteros en los que asistentes a la conducción se refiere. En un futuro habrá un MINI que se conduzca solo, pero para eso todavía queda mucho tiempo. Está claro que la idea, las bases y la hoja de ruta sigue la senda de la autonomía total, pero ni los propios directivos saben para cuándo será eso.
Y por último el MINI Sharing. La verdad es que no es nada nuevo, de hecho la propia marca lo presentó hace unos meses. España será pionero mundial en cuanto a MINI compartido se refiere. Por el momento la idea y el proyecto están en una fase de cautela. Funcionar funciona, pero hay ciertos detalles a mejorar. La idea es que cada propietario pueda compartir su coche con 10 conductores diferentes elegidos por él o ella. Por decirlo de alguna manera se trata de una multipropiedad con cuatro ruedas.