Primer contactoMitsubishi Outlander PHEV (I): diseño exterior e interior
En MOTOR.ES hemos disfrutado de la oportunidad de tener el primer contacto con el nuevo Mitsubishi Outlander PHEV, el primer SUV con una mecánica híbrida enchufable del mundo. El modelo se acaba de poner a la venta con un precio mucho más competitivo del que se anunció en el momento que se dio luz verde a su producción. Sigue leyendo si quieres conocerlo más a fondo.
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Publicado: 06/06/2014 11:00
Llego a la sede de Mitsubishi España en la madrileña calle Alcalá y me recibe el nuevo Director de Comunicación, Javier de la Calzada. Tras los saludos y apretones de manos, nos metemos con la 'clase teórica'. El Mitsubishi Outlander PHEV que voy a tener la oportunidad de probar hoy no es un SUV cualquiera. De hecho, es el primer vehículo de este segmento con una mecánica híbrida enchufable.
Siempre que vas a probar algo 'unico' se te despierta una curiosidad especial y hoy es uno de esos días.
Tras la charla con los principales detalles del modelo (que ahora os iré contando poco a poco) llega el momento de sentarse tras el volante del Mitsubishi Outlander PHEV y descubrir si cómo va y cómo funciona este singular modelo con el que el fabricante japonés va a marcar una importante línea de producción a corto y medio plazo. Estoy hablando de que esta mecánica, poco a poco, se irá exportando y adaptando a otros modelos de la gama. Es un movimiento claro por parte de Mitsubishi, su apuesta más fuerte.
La unidad que me asignan para probar tiene pocas diferencias con el resto de modelos de la gama Outlander 2014. Y con esto me refiero, lógicamente, al plano estético. Sus generosas y compactas dimensiones hacen de él un automóvil con una gran presencia. Es grande, sin parecerlo: 4.655 mm de longitud, 1.800 de anchura y 1.680 de altura. La distancia entre ejes queda en unos generosos 2.670 milímetros que agradecerán, especialmente, los ocupantes de las plazas traseras.
Los anagramas "Plug-in Hybrid PHEV" que lleva en los costados delatan que nuestro Outlander no es un modelo cualquiera dentro de la gama.
De hecho, el acabado azul eléctrico de estos logotipos contrasta con el gris metalizado de la carrocería (nuevo color de lanzamiento llamado "TechnicalSilver") y la gente los mira en los semáforos de Madrid intentando imaginar las consecuencias de su significado. Cuando echamos a rodar y no escuchan el motor de este Mitsubishi, por mucho que sacan la cabeza por la ventanilla, empiezan a darle sentido a estas siglas que nunca antes habían visto sobre la carrocería de un SUV.
Por lo demás, como digo, no hay grandes diferencias con respecto al Outlander actual. Tiene unas líneas de diseño muy limpias desde cualquier ángulo. Es un coche sin estridencias y atractivo.
Llama la atención por su imagen fresca, pero no por recargas estéticas.
Me gustan mucho las llantas de aleación de 18 pulgadas sobre las que vamos montados. Su diseño con cinco radios en "Y" y ese acabado gris mate me parecen muy acertados. Detrás, se pueden destacar los pilotos LED (lo mismo que los retrovisores exteriores con intermitentes integrados de esta tecnología) mientras que delante encontramos un frontal resuelto con una mirada muy 'oriental' gracias a unos faros de Xénon Super-HID de haz de luz ampliado.
La parrilla va dividida en tres secciones: la superior cuenta con el logo de Mitsubishi y dos listones cromados, mientras que la intermedia y la inferior son las que se encargan de meter aire al motor, aunque van parcialmente carenadas para cuidar la resistencia aerodinámica (el coeficiente es de solo 0,33 Cx de penetración frontal). Abajo, a los lados, los faros antiniebla con luces diurnas integradas terminan por rematar el diseño de la parte delantera.
Diseño interior, espacio para pasajeros y carga
Abrimos la puerta sin necesidad de hacer uso de la llave y nos sentamos detrás del volante del Mitsubishi Outlander PHEV. Las primeras sensaciones al tacto de los mandos y controles son muy buenas. Todo es suave y está bien ajustado. La tapicería de cuero ayuda (de serie en función del acabado: mixta de cuero y tela en el 'Motion' y completa de cuero en este 'Kaiteki').
Todos los botones tienen buen tacto y su distribución no abruma ni desorienta. Todo está en su sitio y se completa con una pantalla táctil en la que se agrupan las funciones de navegación, multimedia y ciertos parámetros como la monitorización del funcionamiento de la mecánica híbrida.
Mitsubishi ha cuidado unos buenos ajustes y calidad interior. Las baterías apenas restan espacio a los ocupantes y carga
Los asientos delanteros son calefactables y se echa de menos la regulación de altura para el del pasajero, mientras que el conductor podrá encontrar la posición idónea sin problema gracias a los posibles ajustes de asiento y volante.
Las plazas traseras son realmente amplias en todas las direcciones y la altura de su banqueta solo sube 45 milímetros con respecto al Outlander normal, mientras que el fondo del maletero sube 19 milímetros comparado con los modelos que no llevan esta mecánica híbrida para cuyas baterías había que encontrar un hueco. No obstante, como acabo de decir, el espacio para los ocupantes de las plazas traseras es excelente y, la capacidad de carga del maletero solo se reduce en 14 litros con respecto al resto de la gama, pudiendo albergar hasta 463 litros de equipaje.
Mañana te contaré cómo funciona su tecnología y las impresiones que nos quedaron tras nuestra prueba. ¡No te lo pierdas!
Fotos: José Armando Gómez