Prueba Aiways U5, una compra alternativa, atractiva y con mucha lógica
Los coches chinos siempre han estado mal considerados. Sin embargo, la movilidad eléctrica les ha permitido crear productos tan interesantes como el Aiways U5. Un SUV eléctrico que se sitúa como una alternativa extraña e interesante para aquellos que decidan dar el paso.
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Publicado: 15/05/2022 11:00
Cuando uno piensa en coches chinos piensa en productos de segunda o tercera categoría con poca utilidad en entornos europeos. Históricamente así han sido los coches desarrollados en el país del sol naciente, sin embargo, la movilidad eléctrica les ha permitido ponerse al día muy deprisa. El Aiways U5 es uno de los primeros eléctricos chinos en llegar a España. Una alternativa rara y peculiar que en cuanto la descubres gana mucho sentido.
El U5 de Aiways es raro, no nos vamos a engañar ninguno de los aquí presentes. Su diseño es lo primero que anticipa las particularidades de un SUV que es más grande de lo que a simple vista parece. Exteriormente hablamos de 4,68 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,70 metros de alto. A esas cotas hay que sumar una distancia entre ejes de 2,8 metros y un peso, bastante contenido de 1.770 kilogramos. Entre sus rivales más directos destacan: KIA EV6, Hyundai Ioniq 5, Volkswagen ID.4, Skoda Enyaq y MG Marvel R, entre otros.
Nombres que cada vez tienen más peso en los mercados gracias al crecimiento exponencial de las ventas eléctricas. El Aiways U5 no será tan popular como todos ellos, pero sí que puede plantar cara de forma alternativa. Cuando lo miras ves cierto enfoque extravagante, diferente. Es imposible dejar indiferente a nadie y, de hecho, atrae miradas por doquier. En parte de su relativa exclusividad (apenas hay unos pocos), y también porque el tamaño y la imagen llaman la atención.
Pero sinceramente creo que lo mejor se esconde en su interior. En materia de diseño no hay reglas escritas, pero en términos de calidad y presentación hablamos de un aspecto más objetivo. Se puede decir sin temor a equivocaciones que el Aiways U5 es capaz de mostrar el mismo nivel de acabados que la mayoría de las firmas europeas generalistas. Superficies blandas, piel de calidad, materiales de buen tacto... Es lo normal dentro de un habitáculo donde el minimalismo es la tónica habitual.
Se nota que el fabricante ha querido aportar un toque extra de calidad cuidado muy bien los detalles. Los ajustes están muy logrados, tanto por dentro como por fuera donde los paneles están perfectamente enrasados, al igual que las manilla de las puertas, y donde las juntas mantienen siempre el mismo ajuste. Lo mejor que se puede decir del U5 es que no hay nada extraño, más bien lo contrario. Resulta agradablemente confortable y bien hecho, por lo que es hora de ir borrando del mapa ese concepto de cutre y barato que siempre ha pesado, y con razón, sobre los coches chinos.
Lo único que no me gusta es que el minimalismo ha llevado a incluir todos los elementos de ajuste en una pantalla multimedia que podría estar mejor planteada. Al fin y al cabo el software y la digitalización permiten ahorrar costes y, sin duda, es el punto más débil del Aiways U5. Salvando la particularidad de que el menú sólo está disponible en inglés, francés o alemán, todos los ajustes, salvo la climatización, deben realizarse de forma digital en sus 12,3 pulgadas de tamaño. Los supuestos botones táctiles son pequeños, y el sistema no es particularmente intuitivo.
Muchos menús y submenús complican la gestión de las operaciones. Maniobras tan simples como abrir la cortina del techo solar supone tener que clicar en el panel dos o tres veces. La digitalización es muy atractiva visualmente, pero tiene graves consecuencias a nivel práctico y de seguridad. Aiways debería trabajar sobre esto de cara a futuras actualizaciones, pues de lograr un sistema más fluido y natural estaríamos hablando de un producto redondo al que no podríamos poner pegas importantes.
Un detalle que me ha gustado mucho es el módulo de control de la climatización. Se trata de un panel ubicado en el extremo delantero de la consola central. Con el coche apagado parece una zona corriente acabada en negro lacado, pero al arrancar se enciende en un efecto muy atractivo y en una gestión del equipo rápida e intuitiva. Al menos Aiways ha dejado esta zona separada, aunque obliga a bajar la vista de la conducción. Al levantar el panel de la climatización se esconde un espacio para guardar el móvil, además de una toma USB. Muy buena solución, me gusta.
También me gusta la calidad que transmite. Cuando la gente mira el exterior del Aiways se queda con dudas, pero cuando mira el interior lo primero que sale de su boca es: "pues está muy bien". Y es que realmente lo está. El espacio es muy generoso y la calidad también. Sí que es cierto que la instrumentación podría tener un aspecto algo más atractivo y no la forma de ese tríptico eclesiástico que luce, pero tampoco se puede poner pegas porque todos los paneles transmiten mucha nitidez y cierto grado de personalización.
Los ingenieros han tratado de liberar el máximo espacio posible creando espacios donde dejar objetos. Además de los habituales portaobjetos de las puertas hay posavasos, el espacio para el móvil ya comentado, una guantera en la consola central superior y un gran espacio bajo la misma. Lo único que se echa de menos es una guantera tradicional, que sinceramente no alcanzo a entender el porqué de su ausencia.
Todo está bien pensado y bien presentado. El puesto de conducción es cómodo, muy alto para poder tener un control de toda la circulación, y con unos asientos extraordinarios al tacto y al confort con calefacción para los días más fríos. El techo solar el amplio y se abre bastante, las ventanillas son automáticas con un solo toque y los espejos retrovisores tienen ajuste y plegado eléctrico. Es decir: lo mismo, o incluso más, que lo que te puede ofrecer un coche europeo de gama media-alta.
En el interior se integran muchos elementos de confort de última generación. Más completo que algunos modelos europeos generalistas
En cuanto a tecnología, el Aiways U5 tampoco va corto. La lista de elementos incluye faros full LED de buena potencia, climatizador bizona, Android Auto, Apple CarPlay, una buena cámara de 360º con efecto 3D, asientos eléctricos, numerosos asistentes a la conducción, apertura eléctrica del portón del maletero, acceso y arranque sin llave y muchos elementos a la seguridad que le permiten obtener las cinco estrellas de seguridad en los test Euro NCAP.
Sigo sin echar en falta algo dentro o fuera del Aiways, y lo que seguro que no falta es espacio. El U5 está impresionantemente bien aprovechado en su interior. Los ocupantes de las plazas traseras pueden ir con las piernas estiradas en una posición muy normal. Incluso tres adultos pueden acogerse en una banqueta de suelo plano que facilita que tres pasajeros viajen cómodamente. Lo único que podría echar en falta son unas ventanillas traseras sobretintadas que limiten la entrada del abrasador sol.
Tampoco va a faltar espacio de carga. El U5 tiene dos maleteros. Un pequeño baúl delantero con una capacidad de 45 litros que permite almacenar los cables de carga, y un estupendo maletero posterior con 539 litros de capacidad mínima y doble fondo compartimentado para guardar múltiples elementos. Si abatimos por completo la segunda fila de asientos en una proporción 60:40 el espacio se maximiza hasta los 1.555 litros, aunque no queda un suelo completamente plano. Tampoco lo veo un problema muy grande.
Si eres de esos que buscan personalizar tu coche a tu gusto, siento decir que el Aiways no te va a poner nada fáciles las cosas. Astara, el antiguo Grupo Bergé, es el importador para el mercado español, y las opciones de diseño y equipamiento se limitan a dos unidades: XCite y Prime. Los paquetes son muy cerrados y no hay forma de sumar o restar detalles o equipamiento. La producción se lleva a cabo en China y resultaría caro y complejo fabricar unidades con tanta personalización. Con el fin de ofrecer un coste menor se ha optado por esta solución. Fácil para comprar, pero limitado para personalizar.
Tampoco hay muchas alternativas mecánicas. El Aiways U5 siempre luce el mismo esquema: batería de iones de litio de 63 kWh de capacidad bruta y un motor eléctrico delantero con 204 caballos y 310 Nm de par motor. Las cifras de autonomía y consumo homologadas nos llevan a un rango operativo de 400 kilómetros en ciclo WLTP con un gasto medio de 17 kWh por cada 100 kilómetros recorridos. Para la recarga se opta por un sistema de alta potencia de hasta 90 kW en corriente continua y hasta 6,6 kW en corriente alterna.
Al volante del Aiways U5
Hay muchos coches que quedan muy bien en parado pero que cuando arrancas empiezas a notar cosas que no gustan tanto. Sin embargo, el Aiways U5 no es de esos. La sensación de calidad se extiende a un rodaje suave y cómodo. El buen aislamiento acústico permite que pocas molestias se filtren al habitáculo. Es un eléctrico como cualquier otro en su movimiento, y una vez más se destaca la ausencia de cosas "extrañas".
La puesta a punto la tacharía como buena o muy buena. No sólo es el confort de marcha lo que sorprende. El U5 se mueve muy bien. Con un peso contenido para tratarse de un eléctrico, el bajo centro de gravedad le permite tener cierta soltura en los giros. El tacto de la dirección es bastante agradable, aunque en algunos momentos se echa en falta algo más de información. En el sistema multimedia podemos regular la dureza de la dirección, aunque no hay grandes cambios en sus tres niveles posibles.
Con 204 caballos y 310 Nm de par tampoco podemos esperar una patada excepcional. Aiways ha preparado el equipo para ganar toda la autonomía posible, y eso implica reducir el impacto del empuje eléctrico. Aunque no tiene problemas para acelerar o ganar velocidad (es un eléctrico), no tiene la contundencia que sí vemos en otros coches eléctricos. Los modos de conducción: Eco, Normal y Sport, solo transmiten una mayor reactividad al acelerador y un mejor empuje durante los primeros metros, pero poco más. Lo lógico es circular en modo ECO, que es el predefinido por el sistema cada vez que arrancas.
Aiways vende a través de las concesiones del Grupo Astara. Cuenta con 5 años de garantía o 150.00 kilómetros con revisiones cada 100.000 kilómetros o tres años
Lo único que no me ha terminado de convencer en cuanto a la conducción es la dificultad que hay en los modos de gestión de la frenada regenerativa. Una vez más es el panel, en el que mediante tres clicks, nos permite regular el grado de retención a la hora de levantar el pedal del acelerador: High, Normal y Light son las opciones posibles y bastante notorias en sí. Bajo ningún concepto actúa como pedal único, pero en su modo más alto sí que es capaz de decelerar el coche de forma notoria. La pena está, repito, en la necesidad de estar tocando la pantalla para regular la retención. No es ni cómodo ni seguro.
Con unas levas tras el volante se solucionaría el problema, aunque entiendo que también sería un sistema más caro de implantar. Un acceso más directo a la regeneración permitiría sacar más partido de un esquema eléctrico ya de por sí bastante eficiente que ofrece buenas cuotas de consumo. Durante el rodaje semanal, he podido conducir el U5 en múltiples entornos. Lo normal es gastar en torno a los 18-19 kWh por cada 100 kilómetro recorridos. Un dato bastante sensato y estandarizado que con el paso del tiempo aseguran que se mantendrá en un 75% de la carga original al cabo de 8 años o 150.000 kilómetros.
Son medias comunes y normales, algo más altas que en otros modelos más desarrollados, pero al fin y al cabo permiten lograr cifras de autonomía reales en torno a los 350 kilómetros. Un dato no espectacular pero sí más que suficiente para poder moverte en tu día a día sin tener que cargar la batería durante casi una semana. En cuanto al delicado proceso de recarga, quiero comentar que por mi parte no ha habido problemas. En todas las tomas el U5 ha conseguido conectar y cargar a diversas potencias en función del estado de la carga y la temperatura de la batería.
Normalidad vuelve a ser el término más empleado en referencia al U5, también confort de marcha. Ofrece mucho por un precio muy ajustado. El Aiways U5 tiene un precio de salida de 40.900 euros para el acabado XCite y de 43.900 euros para el acabado Prime. Como no hay diferencias a nivel mecánico, las únicas variaciones se encuentran en el apartado de equipamiento. Es un precio bastante contenido para todo lo que se ofrece. Si te sumas al Plan MOVES el precio final puede bajar de los 40.000 euros. Difícilmente igualable.
Conclusiones
El Aiways U5 es una compra rara. No vamos a llevarnos las manos a la cabeza. Una compra extraña no exenta de cierta lógica. Por lo que vale ofrece mucho. Modelos similares en datos y equipamiento resultan más caros y no ofrecen un producto mejor. El U5 es un buen producto. Me quedo con su calidad, con su amplísimo espacio y por una conducción muy equilibrada y confortable. ¿Lo menos positivo? Las pocas opciones de personalización, la excesiva digitalización y el erevesado sistema multimedia.
Dicho todo esto lanzo una pequeña reflexión. ¿Si esto es lo que Aiways ofrece con su primer producto en Europa, qué será lo siguiente? Los chinos se han puesto las pilas, literalmente, muy deprisa. Si el U5 se vendiera bajo otra marca y otro nombre posiblemente estaríamos hablando de uno de los eléctricos más vendidos. Es un producto muy completo y muy ajustado en precio. Su próximo lanzamiento es el Aiways U6, un SUV muy similar al U5, pero con formato coupé y un diseño algo más atractivo. Debería venderse bien, pues realmente merece la pena.