Prueba Alfa Romeo Stelvio, belleza y dinámica a la italiana

El Alfa Romeo Stelvio presume de ser uno de los SUV con mejor dinámica del mercado. Para comprobarlo, nos hemos hecho con una unidad que monta la mecánica diésel de 2.2 litros, 210 CV y tracción total, junto al acabado de corte más pasional, el Veloce. ¿Será el Stelvio tan capaz como nos cuentan?. Vamos a comprobarlo.

Prueba Alfa Romeo Stelvio, belleza y dinámica a la italiana
El Alfa Romeo Stelvio es capaz de enamorar por lo estético y por lo dinámico

19 min. lectura

Publicado: 16/03/2021 20:00

Entre manos tenemos uno de los SUV más bonitos del mercado actual. Diseño puramente italiano y una generosa mecánica. En otras palabras: tenemos un Alfa Romeo Stelvio. Sí, lo sé, no estamos ante uno de esos apabullantes deportivos italianos que a todos se nos vienen a la cabeza, pero antes de dar conclusiones arriesgadas, conozcamos un poco al Stelvio.

El Alfa Romeo Stelvio toma su nombre del famoso paso alpino situado en Lombardía, al norte de Italia, y que linda su trazado con la frontera de Suiza. Esta carretera es conocida dentro del mundo de la automoción por sus infinitas curvas y sus increíbles paisajes, además de estar considerada como una de las mejores carreteras del mundo.

La zaga del Stelvio nos deja con unas líneas suaves, justas para que nos entre por la vista a todos

Alfa Romeo sabía lo que hacía nombrando a su primer SUV como esta hermosa carretera. Pero, ¿merece este coche tan gran nombre?. En una primera idea, quizás un SUV no sea el modelo más idóneo para portar este nombre y sí lo habría sido otro modelo con aspiraciones algo más pasionales, como el superlativo y ya difunto Alfa Romeo 4C, pero los italianos se guardaban un as bajo la manga, y si nombraron a este coche con dicho nombre, por algo sería.

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Este modelo se puso al día con una actualización hace algo menos de un año, junto a su hermano de gama, el Giulia. Ambos recibieron un pequeño lavado de cara donde se ponían a punto mejoras en los materiales empleados, en seguridad y sobre todo, en tecnología, dejando la estética prácticamente incorrupta.

Bonito y práctico

Si lo miramos por fuera, el Stelvio es posible que nos parezca uno de los SUV más bonitos del mercado. No nos equivocaríamos demasiado, y aunque el gusto estético es algo muy personal, posiblemente en esto no habría demasiadas discusiones. Lo mismo debieron pensar los responsables de la marca cuando decidieron actualizar el modelo, y dejaron prácticamente sin modificaciones el apartado estético.

La imagen del Alfa Stelvio es de las más bonitas del mercado

El Alfa Romeo Stelvio, así como su hermano, el Giulia, han conservado el exterior tras la puesta a punto recibida hace unos meses. Sus ligeros cambios con respecto al pre-restyling, se observan simplemente en nuevos juegos de llantas, nuevos colores con los que decorar nuestro italiano, o detalles exteriores que antes estaban decorados en acabado cromo, ahora podremos escogerlos en negro, realzando así su carácter deportivo y pasional.

En el interior, encontramos una sustancial mejora en sus materiales y ajustes, aunque principalmente esta actualización ha servido para dejarnos una mejora tecnológica. El cuadro de instrumentos ha sido actualizado con su pantalla central 7 pulgadas, donde podremos estar informados en tiempo real sobre nuestra conducción, así como el sistema de info-entretenimiento Uconnect que pasa a tener una pantalla táctil de 8,8 pulgadas con conectividad a Apple CarPlay y Android Auto. Algo que se agradece cuantiosamente, ya que el sistema anterior se veía bastante anticuado en cuando a su interfaz y manejo.

Como he dicho, los materiales empleados aquí también se han optimizado sustancialmente, ofreciendo ahora una mayor sensación de calidad al tacto, así como unos ajustes entre materiales mucho más robusto y con sensación de durabilidad. Una cosa que llama poderosamente la atención en los tiempos que vivimos no deja de ser que en el interior del Stelvio prácticamente no existe el odioso negro piano, y esto es una de las mejores noticias que podríamos tener. Por último, el volante multifunción también ha renovado su diseño.

El interior del Stelvio ha mejorado cuantiosamente en su última actualización, tanto por materiales como por ajustes

En el apartado de la habitabilidad, aquí nada ha cambiado con respecto al modelo previo. Seguimos teniendo un espacio generoso en la primera fila, con varios huecos portaobjetos muy prácticos y unos asientos que, a título personal, me parecen de lo mejorcito del coche; cómodos para todo tipo de uso, y con una sujeción sobresaliente en caso de querer divertirnos por una carretera con más curvas de las esperadas. En la segunda fila, tendemos también un espacio bastante bueno para las piernas, aunque personas altas quizás no se sientan tan sobradas de espacio para la cabeza; no recomendaría el uso de la segunda fila en viajes largos a personas de más de 1,85 - 1,90 de estatura. Y como siempre suele suceder en esta fila, lo mejor será pensar en que la plaza central sólo se usará en momentos concretos, ya que ni su comodidad, ni su espacio es precisamente excesivo.

Por último, pasando al espacio de carga, este se muestra bastante generoso. Tenemos un maletero que llega a los 525 litros de capacidad, y en caso de que esto se nos quede corto, podremos abatir la segunda fila de asientos en una proporción 40:20:40 y quedarnos con un volumen total de 1.600 litros. En los extremos de este, tenemos un par de perchas para colgar nuestras bolsas y los propios mandos que harán abatir los asientos traseros.

Gama de acabados y mecánica

Claramente podemos hablar de que el Stelvio tiene una gama de acabados y mecánica de lo más generosa. Empezando por su abanico mecánico, encontramos motorizaciones tanto diésel como gasolina. Para el primero y modelo de acceso, un bloque 2.0 Turbo de 200 CV y tracción total; seguidamente tenemos el mismo motor con potencia superior, llegando hasta los 280 CV.

La caja de cambios del Stelvio sabe lo que se hace cuando hay que exigirle

En el apartado diésel, encontramos 2 niveles de potenciación: un 2.2 Turbo de 210 CV y tracción total, así como un 2.2 JTDM de 190 CV con tracción total o tracción trasera. Todas las motorizaciones vienen acompañadas de un cambio automático de doble embrague y 8 relaciones.

En cuanto a acabados encontramos 6 bien distinguidos. En primer lugar y como acabados con tintes más elegantes, tenemos el Super y el TI, el primero podremos escogerlo junto a la mecánica diésel de 190 CV y tracción trasera, el segundo junto al diésel de 210 CV y el gasolina de 280 CV. Como alternativas con tintes más deportivos, Alfa Romeo nos ofrece el Sprint y el Veloce, acabados que podremos unir a todos los bloques mecánicos de una manera u otra. Por último y como novedad para la gama 2021 del Stelvio, encontramos el acabado Veloce TI, y el recién estrenado Sprint Plus. Ambos casos ofrecen un mix de deportividad y elegancia, para los que quieran establecer un punto intermedio.

Probemos el Alfa Romeo Stelvio

La unidad que hoy tenemos entre manos es de las más interesantes del catálogo del modelo, aunque sí es cierto que no es la más económica, pero de esto hablaremos al final del artículo, ahora es el momento de darle vida al SUV italiano y probar qué tal se mueve. Sus cotas no son precisamente de utilitario. 4.687 milímetros de longitud, 1.903mm de ancho, 1.671mm de alto y 2.818mm de batalla. Cifras que no son escuetas y que priman por realzar el aspecto del Stelvio y que, por supuesto, lo consigue.

Sus cotas no son de coche pequeño, aunque su estética de líneas suaves sepa disimular bien su tamaño

Una vez nos acomodamos en sus asientos, los cuales, todo sea dicho, me parecen soberbios, tanto por comodidad como por sujeción. Ejercen estas labores de forma excepcional. Sus aletas laterales se pueden amoldar al cuerpo del ocupante de forma electrónica haciendo que así sea aún más efectivo. El puesto de conducción en sí es muy bueno. Tenemos al alcance de la mano todo lo que nos es preciso: aire acondicionado, pantalla táctil, etc… En definitiva, un puesto muy cómodo, ergonómico y con todas las utilidades a la mano. ¿Qué más podemos pedir?. Pues tener el botón de arranque en el volante y que sintamos que arrancamos un auténtico bólido italiano (no especificaré marca pero todos podemos pensar en una).

Como digo, arrancamos nuestro Stelvio, y una de las principales materias que saltan a la vista, y a los oídos, es el sonido del motor. No, no es muy deportivo precisamente. Su bloque diésel de 2.2 litros se deja oír con solvencia en la práctica totalidad de momentos. Un detalle que puede cortarte las alas de las sensaciones deportivas que sí puede hacernos sentir este coche. Más aún cuando lo miras por detrás y ves esas bonitas salidas de escape de generosas dimensiones, por las que esperas que emane un sonido distinguido. Pues no es el caso. Pero centrémonos en sus otras virtudes.

Y es que virtudes tiene muchas, principalmente en el apartado dinámico. Aquí, el Stelvio puede presumir de ser uno de los SUV con mejor comportamiento del panorama actual, con unas claras aptitudes deportivas que rinden particularmente bien cuanto más rápido vas. Es curioso, en la mayoría de vehículos de este segmento pasa precisamente lo contrario, no le des mucha vida por que pueden salir a relucir sus debilidades. En el Alfa Romeo pasa exactamente lo contrario. Su caja de cambios se desenvuelve mejor cuanto más le exijas, en cambio, si vas lento o principalmente te mueves por ciudad, te encontrarás de bruces con sus vergüenzas, que no son otras que lentitud o tirones en las reducciones a bajas vueltas. Como digo, esto no sucede cuando exiges marcha.

El selector de modos de conducción con sus 3 niveles: D, N y A

No sólo funciona bien la caja de cambios, la conjunción de esta con el bloque motor, chasis y las suspensiones pueden hacértelo pasar muy bien. Disponemos de 3 modos de conducción que podemos seleccionar en el dial situado junto a la palanca de cambios; dichos modos son: A, D y N (Advanced, Dynamic y Natural). El modo Advanced sería lo que popularmente conocemos como modo Eco, Dynamic hace referencia al modo Sport y Natural al modo Normal o Confort. Cada uno de ellos es capaz de optimizar la entrega de potencia, la dureza de la dirección, el desenvolvimiento de la caja de cambios, la tracción o la sensibilidad del acelerador.

El Alfa Romeo Stelvio es capaz de sacarnos una sonrisa si decidimos dar rienda suelta a sus prestaciones dinámicas

Pero si echáis de menos que os comente algo sobre las suspensiones, estas no varían según qué modo de conducción escojamos. Tampoco lo necesitaremos. Lo cierto es que tienen un tarado magnífico, suficientemente duro como para evitar los temidos balanceos en las curvas, así como con un ajuste justo como para que no suframos en cada bache y nos deje con una comodidad de marcha bastante buena.

La rumorosidad de marcha tampoco será algo por lo que preocuparnos en la mayoría de casos, salvo si estiramos el tacómetro, ya que nos toparemos con un sonido del motor nada agradable y bastante audible. Pero en cuanto al sonido de rodadura o aerodinámico, no tendremos ningún tipo de problema, apenas se dejará notar.

Las grandes llantas de 20'' nos dejan con un diseño clásico dentro de la marca

Circular con el Alfa Romeo Stelvio por una carretera con curvas puede ser una grata experiencia. Ya he mencionado que sus suspensiones trabajan sobresalientemente, o su caja de cambios, pero probablemente me deje el pilar fundamental de estas buenas sensaciones, y es que su dirección podría decir que es de las mejores que he probado en un SUV. Directa, o más bien, directísima. En cuando giremos unos pocos grados el volante, esto se transmite directamente a las ruedas. Nada de holguras o tarados que no transmiten. Aquí Alfa Romeo ha sabido hacer las cosas sobradamente bien y dinámicamente el Stelvio es todo un referente de su segmento sin apenas despeinarse.

Pero salgamos de este territorio en el que tan cómodo se siente y metámoslo en una de nuestras atascadas urbes con sus calles de circulación extremadamente lentas. Aquí el Stelvio no demuestra gran cosa. Su dirección es igualmente directa, aunque sí se siente más suave. La caja de cambios aquí se desenvuelve con más torpeza a bajas revoluciones, como si continuamente estuviese pidiendo más y más. Se nota que el Stelvio ha sido diseñado principalmente para el disfrute y el desquite de la vida diaria. No me entendáis mal, en ciudad es un coche muy cómodo, pero su terreno de juego preferido siempre será donde no haya edificios cerca.

Pero antes de terminar hablemos de consumos. Ciertamente esperaba unos consumos inferiores a los obtenidos durante la prueba al italiano. En ciudad nos será difícil bajar la cifra de consumo medio de los 7 litros, en una conducción normal. Pero si nuestra principal vía de acción son las carreteras secundarias, la media disminuye hasta los 5,2 litros. Por autopista obtendremos una media de alrededor de los 5,7 litros. No son consumos malos, ni mucho menos, pero quizás sí esperas a que los datos obtenidos por ciudad, sean algo inferiores.

Su maletero con un volumen mínimo de 525 litros nos deja con un espacio muy práctico

Conclusión y precios

Para finalizar esta prueba, debo añadir que el Stelvio me ha supuesto una muy grata revelación. Su dinámica me ha parecido de la mejor que haya probado en un SUV de su segmento, pero también me ha parecido destacable la comodidad y la practicidad que nos ofrece este coche. Como consejo final, quizás si me viese en la tesitura de adquirir este coche y su uso sería casi estrictamente urbano, no sería el mejor candidato, pero en cambio, si nuestras miras están puestas en su comodidad y lo que es capaz de ofrecernos dinámicamente, este es tu coche.

En cuanto a precios, encontramos el modelo de acceso a la gama Stelvio, partiendo de una base de 44.562 euros, en el acabado Super y motor diésel 2.2 JTDM de 190 CV y tracción trasera. Una unidad como la que hemos podido probar hoy aquí, con el bloque 2.2 diésel de 210 CV y acabado Veloce, eleva la factura hasta más allá de los 61.000 euros, un precio elevado sí, pero al fin y al cabo nos llevamos un coche muy bien equipado, con una estética más que atractiva y con una dinámica sobresaliente.

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