Prueba Audi A4 2.0 TDI 190 CV, a la cabeza de su segmento

El Audi A4 tiene tras de sí una larga historia que puede remontarse hasta el año 1972. Más de 40 años en el mercado donde ha experimentado no solo un cambio de nombre, sino también un largo proceso de mejora y evolución. En esta ocasión hemos puesto a prueba el nuevo Audi A4 2.0 TDI de 190 CV.

Prueba Audi A4 2.0 TDI 190 CV, a la cabeza de su segmento

20 min. lectura

Publicado: 26/04/2016 09:00

Aunque parece un lavado de cara, la verdad es que estamos ante una nueva generación del A4

Sin temor a equivocarme puedo decir que el A4 lleva en el mercado desde el año 1972. La primera vez que lo vimos observamos como una copia reducida del fantástico Audi 100, al que obviamente le denominaron Audi 80. Tras 22 años de éxitos, Audi decidió que era hora de cambiarle el nombre y ajustarlo a una nueva denominación, llegando en 1995, el primer Audi A4. A día de hoy es la quinta generación que vemos, y en esta ocasión he tenido la oportunidad de poner a prueba el Audi A4 2.0 TDI de 190 CV. Una elección que como ahora te contaré, se me antoja perfecta.

Como ya he dicho el A4 ya tiene tras de sí una larga estela que ha ido mejorando con el paso de los años, como los buenos vinos. En un principio compartía muchos elementos con su hermano de grupo, el Volkswagen Passat, pero con el paso de los años la berlina media de Audi ha ido desmarcándose y acercándose cada vez más a sus rivales alemanas, como el Mercedes Clase C y el BMW Serie 3. Es con estos con los que debemos comparar al A4, pues son las berlinas más representativas del segmento premium europeo.

Hay que reconocer que el A4 siempre ha sido ubicado en una parte intermedia entre el BMW y el Mercedes. Un término medio que ha terminado por conquistar a varios millones de compradores por todo el mundo. Sin embargo todo es cíclico, y la disputa entre las tres marcas y los tres modelos ha cambiado en función de la antigüedad de los mismos. El nuevo Audi A4 es, actualmente, el más moderno de los tres y eso le ha permitido ganar mucha ventaja.

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Con el paso de los años el A4 ha ido madurando hasta situarse a la altura de sus hermanos mayores

Si hablo de diseño tengo que decir que una vez más los alemanes han jugado la carta del conservadurismo. Las diferencias entre la generación B8 (la pasada) y la B9 (la actual), no son muy profundas. Audi sabe que el diseño es el principal motivo de compra, y teniendo en cuenta el tremendo éxito que han cosechado sus antepasados, ha tomado la calle de lo sencillo, retocando aquí y allá para no perder el estilo, aunque mejorando eso sí lo presente.

El cambio ha hecho que el A4 se acerque cada vez más a sus hermanos mayores

Hay que reconocérselo, el trabajo de carrocería es muy bueno, aunque no puedo sino acordarme de Skoda cuando veo ciertas partes de la misma, como la trasera. Pero hay que tener en cuenta que dónde realmente se lo han currado los alemanes es en el interior. Desde que llegara el Audi TT actual, los de Ingolstadt han ido cambiando sus habitáculos paulatinamente. Espacios que presentan una atmósfera minimalista a la vez que lujosa.

Y es que si hay algo por lo que destaque el nuevo Audi A4 es por la sensación de calidad percibida. Bueno, no solo se percibe, realmente tiene mucha. Ya te digo que es el mejor del segmento, de lejos. Además aporta también una sensación de durabilidad. Un salto impresionante con respecto a una generación pasada que ya dejó bastante claro porqué Audi está considerada como una marca premium. No hace falta irse a los acabados más altos de la gama, hay cuatro en total: Normal, Edition, Advanced, Design y Sport, para encontrar esa calidad. Un acercamiento más hacia modelos superiores como el Audi A6.

Pero toca hablar de otra de las cualidades de esta generación: de tecnología. Los estándares actuales obligan a que todas las compañías equipen en sus nuevos modelos la máxima tecnología que puedan disponer, y en el caso del A4 es mucha. Tanta que una vez más deja a sus rivales un escalón más abajo. ¿Se te ocurre algún gadget en especial? El A4 lo lleva seguro, salvo la conducción pilotada, que pronto será una realidad para Audi, pues trabaja duramente para que esto sea así.

Caben destacar elementos como los faros Matrix LED con intermitentes dinámicos, el siempre impresionante Audi Virtual Cockpit, los asistentes a la conducción, incluido el de atascos, el control de crucero inteligente con reconocimiento de señales, carga de dispositivos móviles por inducción, el climatizador trizona, el Head-Up Display, que tiene una calidad espectacular, el Audi Park Assist, el sistema de cámaras de 360 grados, y el nuevo equipo MMI.

A éste último le pongo un pero, y es que no es todo lo intuitivo que debería. Hay tantos menús y submenús que llegan a despistar. Otro pero que le pongo al tema del equipamiento es el precio de algunos de esos extras. Vale que sean tecnología de última generación, pero es que hay algunos que elevan su precio de forma exagerada. Por ejemplo el Head-Up Display tiene un sobre coste de 1.150 euros, el sistema MMI Plus, 1.410 euros. Son precio semejantes a los de sus rivales, sí, pero que conste que a estos les pongo el mismo pero.

Otro cambio radical llega en el tema de la habitabilidad. El A4 siempre había sido, de los tres que he mencionado antes, el que peores cotas de espacio interior presentaba. Sí que es verdad que Audi ha ido mejorándolas poco a poco, pero no ha sido hasta ahora, y gracias al empleo de una nueva plataforma MQB ampliada, cuando el A4 da el verdadero salto. Da gusto que sea así, la verdad, pues todos los ocupantes pueden viajar cómodamente. Obviamente la plaza central trasera es la más justa de todas, con un túnel de transmisión muy alto. Aun así si el trayecto no es excesivamente largo se puede viajar sin problema alguno.

El interior desprende tanta calidad como tecnología. Minimalista, pero muy completo

Pero no solo ha sido ampliado el espacio para la segunda fila de asientos, sino que también se ha trabajado para que los objetos y las maletas también tengan hueco de sobra. Por todo el habitáculo se reparten espacios portaobjetos, cómodos y prácticos, aunque es al llegar al maletero donde nos encontramos con un baúl de líneas rectas y rectangulares que desprende una capacidad de carga mínima de 480 litros, llegando a un máximo de 965 si abatimos la segunda fila por completo.

Sin embargo hay un pero con esto. El espacio no se genera porque sí, y el problema es que Audi ha decidido que para ganar medidas interiores y volumen de maletero el perjudicado tenía que ser el depósito de combustible. Tan solo se disponen de 40 litros de capacidad, una cifra bastante ridícula si tenemos en cuenta que esto nos impide llegar a rodar grandes distancias de forma seguida, el límite será de unos 800-850 kilómetros. Es una pena que esto sea así, pero la verdad es que dados los bajos consumos, de los que ahora te hablaré, tampoco tendremos que visitar la gasolinera cada dos por tres. Además cada vez que la pisemos el gasto será menor. También hay que mirar el lado bueno.

Habiendo conocido ya al nuevo Audi A4 por dentro y por fuera, es hora de que te cuente cómo se comporta una versión mecánica que aunque pueda resultar cara, la verdad es que se me antoja perfecta. Estamos hablando de un motor de tetracilíndrico turbo con dos litros de cubicaje y 190 caballos de potencia. Una potencia que llega gestionada por una caja de cambios S tronic de siete velocidades. Gracias a esta combinación el A4 es más A4. Ahora te digo el porqué.

El maletero cuenta con una gran boca de carga y un espacio rectangular muy práctico

Prueba Audi A4 Design Edition 2.0 TDI 190 CV S tronic

Como ya he dicho antes el A4 siempre se había posicionado en una zona intermedia de las berlinas premium alemanas. El Clase C siempre ha sido reconocido como el más cómodo, mientras que el Serie 3 se postulaba en una franja más dinámica, más de conducción. Sin embargo Audi ha querido llegar a los dos extremos con el nuevo A4, y hay que reconocer que lo ha conseguido. Difíciles argumentos tendrán ahora sus rivales para rebatir tales hechos.

Y es que en un primer momento el A4 destaca por su suavidad y su confort de marcha. Ese teórico y ficticio escalón que existía entre las berlinas medias y las superiores se va desvaneciendo poco a poco, y en el caso del A4 podemos decir que se ha eliminado por completo. Rápidamente uno se da cuenta de que nada tiene que envidiar a un A6 en cuanto a confort de marcha. Las suspensiones filtran todo lo que se ponga por delante, y lo hacen de una manera suave, aun llevando una llanta de 18 pulgadas como las de la unidad, e incluso en modos de conducción que no priorizan este aspecto.

Es tan suave como silencioso. En ningún momento se percibe vibración o rumorosidad alguna en la cabina. El excelente aislante acústico trabaja como debe, aunque también tengo mencionar que la unidad de pruebas montaba el doble acristalamiento delantero. Un extra de apenas 250 euros que igual merece la plena plantearse. Es realmente efectivo y le da un toque más de calidad y ambiente premium a todo el interior, que como ya he dicho antes, es altísimo.

Cuesta hacerse con él, pero la verdad es que el MMI incluye muchos gadgets prácticos

Todo en el A4 está concebido para que podamos rodar grandes distancias sin inmutarnos. Los asientos recogen la forma de nuestro cuerpo, y el reglaje automático (aunque no lo lleve) nos permite encontrar la postura de conducción perfecta de forma casi inmediata. Una vez colocado descubro que todo está donde debe, con los botones ubicados en lugares visibles y con fácil alcance tanto para el conductor como el copiloto. Únicamente mi pero al MMI que no es todo lo intuitivo que debería, pero una vez conocidos los entresijos se muestra muy rápido y práctico. No te quepa duda.

Siguiendo en marcha, en carreteras rápidas, se puede circular perfectamente en modo Efficiency a la vez que rodamos a velocidades altas de forma sostenida y económica. En este modo el coche regla la mayoría de sus componentes para así lograr el mínimo gasto de carburante posible. Tal es así que nos encontraremos rodando a velocidades legales con un gasto por debajo de los cinco litros a los 100 kilómetros. Incluso si somos cuidadosos a la hora de tocar el acelerador la cifra puede bajar hasta los 4,4. El gasto mínimo que conseguí durante la semana de pruebas.

Si queremos más espacio tan solo tendremos que irnos a la variante Avant. 2.000 euros más cara

Así que por el momento el Audi A4 se antoja perfecto para un uso cotidiano y una circulación en carreteras rápidas. Pero la verdad es que no se le puede poner tacha bajo ninguna circunstancia. Pues a la hora de afrontar un tramo más enrevesado y circuitero, donde siempre acababa perdiendo el anterior A4, sigue mostrando un gran compromiso con el confort a la vez que alza su rendimiento para conseguir sorprenderte de manera dinámica.

La segunda fila de asientos es la gran beneficiada en esta nueva generación del A4

Es muy fácil rodar de forma rápida en el A4. Me refiero a rápida en un tramo de curvas. La soltura que demuestra es sorprendente, aunque deberemos ponerlo en modo Dymanic si queremos extraer toda la esencia del conjunto, pues en modo Efficiency el cambio S tronic se muestra un poco perezoso. Como fuera de su hábitat natural. Lógico por otra parte. Uno podría pensar que al seleccionar el modo más deportivo, del que este A4 2.0 TDI puede disponer, se iba a perder parte de la comodidad de rodadura. Pero nada más lejos de la realidad.

Es impresionante el compromiso entre dos conceptos difíciles de aunar como el confort y la deportividad. Puedes rodar rápido, de forma segura, controlada, tranquila y a la vez ir cómodo. Chapó por los ingenieros y preparadores porque de verdad es algo difícil de lograr y el A4 lo hace de forma completamente espontánea y natural. Sin rebotes en el eje delantero y sin oscilaciones excesivas de la carrocería. El tarado de la suspensión es sencillamente espectacular.

También uno podría entender que el gasto de carburante en estos casos se podría disparar, y aunque no llegue mostrar las cifras tan bajas que antes he mencionado, la verdad es que no crecen de forma exagerada. Alcanzamos los seis litros, sí, puede que llegues a los siete, también, pero hay que mantener ese ritmo para que pasen de ahí. Solo decir que tras cientos de kilómetros el gasto medio quedó en 5,9 litros a los 100. Podrás pensar que es elevado, pero teniendo en cuenta las exigencias de ciertos momentos, del buen uso urbano que se le dio, y que tiene 190 CV, es un dato impresionante.

No ambiente donde el A4 no se sienta cómodo. Ya sea en ciudad, autopista o carretera de curvas

Siguiendo con el tema de consumos, y retomando un aspecto que he mencionado antes, es una pena que desde Ingolstadt hayan decidido poner un depósito de combustible tan pequeño en el nuevo A4. 40 litros se me antojan muy cortos para un coche de estas capacidades. A día de hoy superar los 1.000 kilómetros de autonomía es algo que casi se da por hecho en ciertos modelos, pero el A4 es incapaz de acercarse a esa cifra. Vale que no sea un defecto horroroso o vital, pero oye es un detalle que no ha terminado de convencerme.

Conclusión

Salvo eso, hay que reconocer que el Audi A4 es un cochazo con todas las letras. Ha mejorado en todo lo que fallaban sus predecesores, mostrando ahora mucho más espacio. Pero a la vez no ha perdido ni una sola de sus cualidades. Sigue siendo cómodo, incluso más, lujoso, tecnológico y práctico. A todo esto hay que sumar una combinación mecánica que como ya he dicho en más de una ocasión se me antoja ideal. Potencia media, con una respuesta perfecta y equilibrada entre eficiencia y conducción.

Yo lo tengo claro, de comprarme uno sería así porque lo tiene todo. Eso sí, volvemos al tema dinero, algunos extras están a un precio casi prohibitivo. Si te pones a sumar es fácil llegar a los 50.000 euros de precio final, o en el caso de la unidad de pruebas casi 60.000. Igual es demasiado, pero la verdad es que lo merece. En definitiva el rival más duro del segmento. Es hora de que sus compatriotas alemanes muevan ficha, porque tienen un trabajo muy duro por delante.

Ahí lo tenéis, la referencia del segmento D en la actualidad

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