Prueba Audi A4 2020, la lucha por mantenerse a la cabeza
Ser el mejor no vale cuando la competencia te supera, así que hay que seguir evolucionando. Eso mismo le ha pasado al Audi A4 2020, que ante la presencia de nuevos rivales le toca mejorar. Y Nosotros ya lo hemos podido probar.
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Publicado: 17/07/2019 00:00
La generación actual del A4 ya es una de las mejores berlinas medias del mercado. Sin embargo no hay que confiarse ni conformarse porque los rivales siguen apretando muy fuerte. Sobre todo el nuevo BMW Serie 3, que sin lugar a dudas es el más fuerte de la categoría. Por ello Audi lanza ahora el lavado de cara del A4, una actualización de mitad de ciclo comercial que ya he tenido ocasión de probar durante su presentación internacional realizada en el idílico pueblo del norte de Italia, Bolzano.
Lo primero que hay que decir es que dado que estamos ante un simple lavado de cara Audi no cambia la plataforma sobre la que se apoya el Audi A4, eso quiere decir que las dimensiones siguen siendo las mismas que nos acompañan desde 2016. 4,72 metros de largo, por 1,85 de ancho. Lo que le aleja 20 centímetros del Audi A6 y casi 27 del Audi A3 Sedan.
Una de las claves del lavado de cara, como su propio nombre indica es el cambio estético. Además, a diferencia de otros restyling que se lanzan cada semana al mercado, Audi ha optado por cambiar bastantes cosas para que así el A4 haga como suya la filosofía de diseño que se está aplicando a los nuevos modelos. En la parte delantera por ejemplo, salvo el capó, cambia todo; parachoques, faros principales y parrilla. Como ya digo, de esta forma el A4 cambia de estilo, y para mejor, ya que gana algo de empaque.
En la vista lateral es donde más se nota ese cambio de actitud. Hay que fijarse en la línea de carrocería para darse cuenta. En el modelo de 2016 la línea, al igual que esta arrancaba desde el faro y seguía sin interrupciones hasta el faro trasero. Para este restyling podemos ver como la línea ya no es continua, si no que sufre cortes para así realzar los pasos de rueda y ganar músculo visual. Lo mismo pasa con las nervaduras inferiores, que se han agudizado para crear ese aspecto más deportivo.
En cuanto a la trasera los cambios efectuados han provocado que el A4 pase inmediatamente a parecerse al A6. Sobre todo por la forma y el diseño de las ópticas traseras, pero también por el volumen del parachoques al cual una vez más tristemente se le han introducido unas molduras muy escandalosas que parecen simular escapes pero que en realidad solo hacen eso, simular.
Obviamente todos estos cambios son extensibles al resto de la familia A4, es decir que llegan al familiar Avant, polifacético Allroad con sus 3,5 milímetros más de altura libre y al deportivo S4. Además de todo ello, para completar con la transformación, Audi ha incluido una nueva paleta con hasta 12 colores diferentes, nuevos juegos de llantas desde las 17 hasta las 19 pulgadas, y también un nueva línea de equipamiento Black Line que por el momento solo estará disponible en la versión familiar y que se suma a las ya conocidas Advance y S Line.
De puertas para dentro el A4 también recibe novedades, pero sin lugar a dudas son mucho más discretas que en el exterior. De hecho solo tendremos que fijarnos en la pantalla que corona el salpicadero para darnos cuenta de la novedad. De tener un tamaño de ocho pulgadas pasa a las 10,1 y a tener el último software desarrollado por la casa. Esto le da acceso a un sistema más fluido y más intuitivo, aunque dado que han crecido las funcionalidades que se integran en ella, se sigue necesitando un periodo de aprendizaje para dominarla por completo. Y como siempre el manejo se podrá hacer, bien de forma táctil o a través del módulo de control que hay justo por delante de la palanca del cambio.
A pesar de ese incremento de tamaño en la pantalla el A4 achaca la diferencia de edad con los modelos más nuevos de la casa, los cuales ya presentan hasta un máximo de tres pantallas distribuidas por todo el salpicadero como ya hemos visto en el propio A6, además de en el imponente Audi Q8 y también en el lavado de cara del Audi Q7 que fue presentado hace escasas semanas.
Pero no por ello vayamos a pensar que el A4 no da la talla en lo que a equipamiento se refiere. En ese aspecto no hay problemas con la longevidad ya que el coche es capaz de incluir toda la tecnología que hoy es considerada como esencial en un coche de categoría premium. Entre esos elementos a destacar están las luces matriciales de LED, el cuadro de instrumentos digital, climatizador de tres zonas, apertura y arranque desde el móvil, Head-Up Display, cámaras de 360º, asientos delanteros eléctricos, térmicos y con función masaje, y por supuesto conectividad para dispositivos móviles, tanto Android Auto y Apple CarPlay.
No hay que olvidarse de seguridad. Actualmente los paquetes de asistentes a la conducción y seguridad activa son imprescindibles en los coches, y el A4 no es esquivo a ellos. La tecnología centrada en la seguridad incluye elementos como los indicadores del ángulo muerto, el asistente de mantenimiento de carril, control de crucero adaptativo con función freno, radar de proximidad, alerta de tráfico trasero, lector de señales, indicador de obstáculos y peatones, e incluso una alerta de peligro en caso de una posible colisión en caso de abrir la puerta en el momento menos indicado.
Tampoco hace falta mencionar la calidad de los interiores de Audi. Me gusta que se haya evitado montar el dichoso Pianno Black, y en este caso he decir que la presencia es bastante más reducida que en sus hermanos mayores como el A6 o incluso el Audi A8. En líneas generales la fabricación del A4 es de alto nivel, con materiales de buena calidad, lo que lo coloca al mismo nivel que el Serie 3 y por encima del Mercedes Clase C.
Otra de las medidas que no ha sufrido cambios es la batalla, la distancia entre ejes. Eso nos deja con una habitabilidad interior exactamente igual a la del modelo precedente. Todo va ubicado en el mismo sitio, por lo que no hay cambios al respecto. Espacio suficiente para las piernas y para la cabeza donde los pasajeros más altos no tendrán problemas en viajar. El único inconveniente es por la altura del coche, algo baja, y por la plaza central que no termina de ser del todo cómoda por culpa del túnel de transmisión y por el tamaño del asiento.
En cuanto al volumen de carga hay una pequeña variación de 20 litros para peor. El espacio mínimo del maletero sigue siendo de 480 litros, mientras que el máximo de 965 litros se consigue al abatir la segunda fila de asientos en su proporción 60:40. Por su parte el Audi A4 Avant eleva esas cotas, con volúmenes que oscilan entre los 505 y los 1.510 litros.
Posiblemente la novedad más llamativa junto al diseño son las mecánicas. Las nuevas normativas de emisiones obligan a las marcas a reducir emisiones, y tras encontrar un resquicio legal Audi ha conseguido hibridar gran parte de su gama de una forma barata. La técnica Mild Hybrid, o sistema de baja hibridación, consiste en incluir una batería y un sistema eléctrico auxiliar de 12 voltios o de 48 en el caso del nuevo Audi S4. Esto lo que permite es que el motor de combustión trabaje durante menos tiempo maximizando el modo vela y que además reciba el apoyo de esos pocos kilovatios en fases tempranas de aceleración. De esta manera se puede decir que el A4 es un coche híbrido, y con ello se gana la certificación ECO.
Audi se las ha apañado para que gran parte de los motores reciban esa importante actualización seis de los siete que conforman actualmente la gama. En ella encontramos tres mecánicas diésel y tres gasolina además del V6 TDI del S4. Las potencias arrancan en los 136 caballos, y asociados a esas mecánicas tenemos cambios automáticos S Tronic de 7 u ocho velocidades y sistemas de tracción al eje delantero o total mediante el tratamiento quattro.
Prueba Audi A4 2020
Cuando probé el Audi A4 de 2016 destaqué de él importantes factores como el comportamiento, la tecnología o la calidad. Estas cualidades siguen estando presentes en esta edición de 2020, algo que también sea dicho de paso era de esperar. Audi tenía muy poco trabajo que hacer de cara a mejorar este restyling del A4. El factor diseño está claro que ha mejorado, la tecnología, que ya era buena, también lo ha hecho sutilmente, y las mecánicas que han sufrido importantes modificaciones.
La verdad es que la lucha del segmento D Premium está realmente interesante. Todas las unidades han sido actualizadas o renovadas hace poco tiempo, y cada una de ellas aporta un punto de vista diferente. Por un lado los Alfa Romeo Giulia y Serie 3 que pretenden cazar a un cliente más deportivo, por otro lado el Clase C que apuesta por un claro carácter burgués en sus modelos más convencionales, y por último el A4, que para mí es el más equilibrado de todos ellos como ya había podido comprobar en el pasado y como he podido confirmar ahora.
No destacaría nada en particular del nuevo A4, sin embargo sí que lo haría de todo el conjunto. Porque la sumas de sus virtudes son muchas y sigo pensando que es la mejor opción del segmento. Es atrevidamente dinámico y descaradamente confortable. Es una mezcla muy difícil de rogar pero que se ha conseguido gracias a un chasis excepcional y a una puesta a punto muy lograda. Tiene lo mejor de los mundos y por eso, para mí, es el mejor de la categoría. De hecho no creo que tenga nada que envidiar a su hermano mayor.
Audi ha pulido todos esos detalles menos óptimos de la unidad de 2016. Es un coche más refinado, más silencioso, más cómodo, y principalmente enfocado a una conducción relajada y placentera. Ojo que como ya he dicho eso no supone que en terrenos movidos se desenvuelva mal, porque como he podido comprobar en las reviradas carreteras del norte de Italia, no es así. Simplemente el coche está más a gusto en una carretera rápida que en una de montaña, pero si hay que hacerla frente, se hace.
Para eso están los diferentes programas o modos de conducción; Efficiency, Confort, Auto, Dynamic e Individual. Cada nombre da buena cuenta de a qué está enfocado. En los tres primeros modos la disposición es reducir consumos y entregar una conducción extremadamente relajada. El modo Dynamic por el contrario optimiza cada componente mecánico y entrega un claro rendimiento superior, y por último el modo personalizable que nos permite jugar con los ajustes de forma individual.
Eso componentes son la dirección, el pedal del acelerador, el motor y el cambio S Tronic. Como ninguno de ellos es la suspensión, el tacto de la suspensión es siempre la misma, y por eso del brillante trabajo de ajuste y puesta a punto para ser a la ves dinámico y cómodo. Los cambios más claros vienen del pedal del acelerador, del cambio y de la dirección.
Durante la presentación hemos probado el 40 TFSI de 190 CV. Una opción muy lógica y equilibrada
Si hablamos de las diferentes versiones del A4. Partamos de la base que el más cómodo de todos es el Allroad por su mayor recorrido de suspensiones, una verdadera maravilla, y que el más dinámico es el S4, otra maravilla aunque ahora diésel. La carrocería berlina y Avant son más intermedias y cada uno enfoca a un tipo de comprador diferente. De esta forma Audi puede dar servicio a cada cliente que se presente, desde uno que busque una berlina deportiva hasta que el que apueste por un campero de formato familiar.
Me parece todo un triunfo el hecho de que la mayoría de versiones lleguen con la pegatina ECO. A día de hoy el disponer de uno u otro distintivo puede marcar la diferencia y sin lugar a dudas ya es un argumento de compra muy válido. Puede que la inmensa mayoría de los compradores no tenga esa necesidad, pero es algo que no molesta, y si encima te ahorras unos euros en la matriculación y en cada impuesto de circulación…son todo ventajas.
Al volante no hay diferencia alguna, es como un coche normal. La batería y el sistema eléctrico auxiliar actúan sin interferir de ninguna manera en la conducción. Su trabajo se centra en recuperar energía de la frenada, acumularla en una pequeña batería que hay bajo el maletero y desprenderse de ella en ciertos momentos para así desahogar al motor de combustión reduciendo con ello los consumos y por lo tanto las emisiones.
En lo que a consumos se refiere el sistema de baja hibridación apenas supone cambios drásticos en las cifras. Audi anuncia que el consumo medio del A4 parte de los 3,9 litros para el 35 TDI. Por su parte el motor de gasolina más eficiente de la gama es el 35 TFSI de 150 caballos, que proclama un gasto medio de 5,6 litros por cada 100 kilómetros recorridos. La diferencia con las versiones anteriores es de aproximadamente 0,4 litros a los 100 kilómetros gracias a esa tecnología más eficiente.
En lo que a consumos se refiere el sistema de baja hibridación apenas supone cambios drásticos en las cifras. Audi anuncia que el consumo medio del A4 parte de los 3,9 litros para el 35 TDI. Por su parte el motor de gasolina más eficiente de la gama es el 35 TFSI de 150 caballos, que proclama un gasto medio de 5,6 litros por cada 100 kilómetros recorridos. La diferencia con las versiones anteriores es de aproximadamente 0,3 litros a los 100 kilómetros gracias a esa tecnología más eficiente.
Eso me lleva a la siguiente y última mejora de esta edición del A4, el aumento del depósito de combustible. En 2016 los ingenieros de Audi, por algún extraño motivo, introdujeron un tanque de combustible de solo 40 litros, algo que reducía de forma absurda y drástica la autonomía del coche. Ahora ese problema se ha subsanado poniendo un depósito más grande, de 54 litros, lo que por supuesto aumenta la autonomía del coche. Así que error subsanado.
Para acabar hay que hablar de precios. El nuevo Audi A4 ya está disponible en el mercado español. Su precio de lanzamiento sin ofertas ni promociones se sitúa en los 40.610 euros. Por apenas 2.000 euros más tenemos la versión familiar, el A4 Avant. Mientras que por su parte el A4 Allroad quattro parte de los 55.310 euros. Todas las unidades ya están disponibles en el mercado aunque habrá que esperar hasta el otoño para que las primeras unidades sean recibidas por los clientes.
Conclusiones
Poco necesitaba el A4 para seguir siendo una de las mejores berlinas medias del mercado. El modelo presentado en 2016 ya tenía unas excelentes bases pero de cara a su segundo ciclo de vida los cambios propuestos no han hecho más que mejorarlas. De principio a fin estamos hablando del mismo coche, pero con un diseño más moderno, con más tecnología y con una gama de motores que se ha adaptado a futuras normativas. Eso nos deja con las mismas virtudes que ya sabíamos, es decir: buen comportamiento, gran confort, mucha calidad y amplio equipamiento. Incluso los ingenieros se las han apañado para meter un depósito de combustible más grande. ¿En cuanto a los aspectos menos favorables? Pues está, como era de esperar, el precio de venta elevado y los altos costes por el equipamiento opcional.