Prueba Audi A4 35 TFSI, ¿será suficiente con la versión de acceso?

El Audi A4 ha ido mejorando con el paso de los años. Poco a poco ha logrado situarse como referencia del segmento superando a sus más duros rivales. Pero ¿será capaz la versión de acceso mecánica de cumplir con todas las necesidades?

Prueba Audi A4 35 TFSI, ¿será suficiente con la versión de acceso?

20 min. lectura

Publicado: 22/12/2019 18:00

Cuando hablamos de una versión de acceso solemos utilizar un tono despectivo, un tono como diciendo que echamos en falta más. Obviamente no estamos hablando de una marca generalista o low cost, estamos hablando de una marca premium y aunque usemos la referencia de acceso sabemos que podemos esperar algo más. El Audi A4 35 TFSI es la variante de acceso a la familia, y queremos saber cómo es y si será suficiente para cumplir con las expectativas.

El A4 se actualiza, aunque estéticamente no cambia mucho sí que trae muchas novedades

Con el lanzamiento de la última generación del Audi A4 en 2016 los alemanes dieron en el clavo y consiguieron hacer que su berlina media se situase como referencia del segmento premium. Sus rivales más directos los encuentra en el Mercedes Clase C, el BMW Serie 3 y el Jaguar XE, actores de renombre como podrás comprobar. Sin embargo, y a pesar de que el trabajo inicial fue excelente, Audi ha tenido que actualizar lo existente por culpa de las mejoras de sus contrincantes.

Estas mejoras se centran principalmente en actualizar el apartado estético, en mejorar la carga de equipamiento y en optimizar una gama mecánica de cara a los próximos años y a las nuevas normativas europeas de emisiones. Todas esas novedades las recogimos en la prueba inicial del Audi A4 2020, en su presentación inicial. A nivel estético lo más importante es la adaptación a la nueva filosofía de diseño de la casa para así parecerse un poco más a los últimos modelos de Igolstadt, como por ejemplo el Audi A6.

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El A4, al igual que la mayoría de modelos de la casa, lo podemos coger con varios looks, por un lado tenemos un aspecto más sobrio y refinado y por otro tenemos tintes más deportivos gracias al acabado S Line. Obviamente muchos optarán por este último, pero con el acabado Advance ya conseguimos un aspecto muy elegante con ciertos toques deportivos. Luego obviamente habrá que concretarlo con una paleta de colores casi infinita gracias a Audi Exclusive, y a unas llantas que pueden tener un tamaño de entre 17 y 19 pulgadas.

Saltando al apartado de equipamiento y tecnología, Audi siempre ha destacado por ser capaz de ofrecer un amplio espectro de tecnologías y sistemas aunque no de serie. De serie el A4 nuevo llega con importantes elementos como los faros de LED, llantas de 17 pulgadas, tapicería de tela, climatizador, sistema multimedia con pantalla de 7 pulgadas, control de crucero, sensores de aparcamiento traseros y Audi Pre sense city entre otros elementos.

De serie el A4 trae consigo unos buenos faros de LED

Pero obviamente estamos hablando de un Audi y aunque con el acabado básico tengamos contenido más que suficiente, siempre vamos a picar algo en el catálogo de opcionales. Y es ahí donde el precio empieza a subir como la espuma y es donde empezamos a notar más claramente de dónde viene el apelativo de premium. La cantidad de elementos que podemos disponer es prácticamente interminable. Algo muy goloso y tentador.

Entre ese equipamiento que todos vamos a querer tener llaman la atención elementos como los Faros Matrix LED, asientos climatizados y eléctricos, cuadro de instrumentos digital, techo solar, tapicería de piel y alcántara, sistema de sonido Bang & Olufsen, climatizador de tres zonas, acceso y arranque sin llave, todos los asistentes a la seguridad habidos y por haber, Head-Up Display, cámara y sensores de aparcamiento, y un equipo multimedia renovado con conectividad para dispositivos móviles.

Esto último nos lleva a la nueva pantalla del infotainment. Con este lavado de cara dicho panel pasa de las 8 pulgadas a las 10,1. Hablamos de una pantalla más avanzada y de mayor calidad que queda controlada mediante un manejo plenamente táctil. Al crecer la superficie Audi ha determinado que se podía deshacer del módulo de control del túnel central, grave error. Hay dos problemas con esto. Lo primero es que el hueco queda al descubierto con un gran agujero, aunque también puedes pagar un opcional y cubrirlo mediante una tapa.

En el interior el cambio más sustancial es el incremento en la pantalla del infotainment

El segundo problema es que vamos a desatender más la conducción porque al tener que hacerlo todo desde la pantalla vamos a tener que desviar la mirada para hacer cualquier cosa. Este problema no solo se aplica al nuevo A4, también es aplicable a todos esos modelos que se deshacen de formas alternativas de control y se centran únicamente en lo táctil. No es práctico ni seguro en ningún caso pero menos en este que centraliza tantos sistemas en la pantalla. Gracias a Dios que la climatización tiene el módulo aparte.

Muchos podrán pensar que este es un problema que acarrea la tecnología más avanzada, pero el módulo de control del sistema de infoentretenimiento de Audi era de los mejores por la comodidad que presentaba. Eso sí, no podemos poner pega ninguna en lo que a calidad se refiere. A diferencia de otros rivales que presentan buenas sensaciones a la vista pero no al tacto, el A4 luce muy bien de lejos y de cerca. Materiales de buena calidad y ensamblajes que dan la sensación de perdurar bien a lo largo del tiempo.

En cuanto a espacio, la realidad es que no hay ninguna variación de lo que ya conocíamos. Y eso nos sigue dejando con un interior cómodo y aprovechable. La segunda fila de asientos permitirá que dos pasajeros vayan cómodamente, aunque si metemos un tercero el viaje puede ser más insufrible por el túnel de transmisión y por el espacio para los hombros. De todos modos se podrá ir. El maletero por su parte ofrece buenas cotas gracias a 480 litros de capacidad mínima. Un volumen muy práctico por las formas geométricas del baúl, y también ampliable ya sea mediante el abatimiento de la segunda fila de asientos (965 litros), o si optamos por la variante familiar, entre 505 y 1.510 litros de capacidad.

El maletero está bien aprovechado. Buena boca de carga y formas rectangulares

Como ya os hemos dicho en esta ocasión hemos optado por la variante de acceso mecánica para así poder comprobar si con el A4 básico es más suficiente. Estamos hablando del 35 TFSI de tracción al eje delantero. Monta un bloque de cuatro cilindros y dos litros que desarrolla un máximo de 150 caballos entre las 3.900 y las 6.000 vueltas, y un par máximo de 270 Nm disponible entre las 1.350 y las 3.900 vueltas.

Pero el verdadero secreto de esta unidad es la incorporación de un sistema eléctrico auxiliar de 12 voltios que lo convierte en un coche Mild-Hybrid. Es una jugarreta muy común actualmente en el mercado y aunque se use la palabra "hybrid" para definir a este tipo de mecánicas la realidad es que es un gasolina con alguna particularidad. La particularidad es ese sistema eléctrico extra que, conectado a otra batería, nos permite ser ligeramente más eficientes gracias a la extensión de uso de diferentes asistentes al ahorro además de empujar brevemente al coche en fases tempranas de aceleración.

En un uso normal no se nota absolutamente nada porque la batería auxiliar es tan pequeña que no consigue impulsar al coche por sí solo. Eso quiere decir que no notaremos nada y que no tendremos que cambiar nuestra forma de conducir. Ganamos una etiqueta medioambiental ECO que nos permitirá saltarnos a la torera muchas restricciones de movilidad aunque tampoco vamos a ahorrar combustible o vamos a circular sin ausencia de ruidos.

Esta pegatina es el oscuro deseo de mucha gente en la actualidad

Al volante del A4 35 TFSI

Conseguir la etiqueta ECO a día de hoy se está convirtiendo en algo obsesivo por parte de muchos conductores. El poder circular sin preocupaciones de protocolos o zonas de acceso restringido es un argumento de venta, y por eso todas las marcas buscan esa pegatina para sus coches. Ahora bien, ¿en este caso es realmente útil? Sí para aquellos que se vean perjudicados por tales reglamentaciones y no para aquellos que no pisen esos terrenos. Pero también hay que reconocer que es una ventaja, se mire como se mire, que el coche traiga esa certificación.

150 caballos y motor de acceso, ¿es suficiente? Sí. Respuesta rápida y sencilla. Al 35 TFSI no se le pueden poner muchas pegas. Es un bloque muy usado y conocido dentro del grupo Volkswagen y es una apuesta ganadora y segura. Al no usar el 1.5 TSI del conglomerado nos libramos de sus "problemillas" a la vez que mantenemos el ratio de potencia, consumo y precio.

La decisión de saltar del cambio manual al cambio automático S Tronic es de 2.700 euros. Una opción a considerar

Es un motor que entrega la potencia de forma óptima y correcta. El par es muy aprovechable gracias a su largo rango de uso. Eso nos permitirá circular en marchas largas a baja velocidad y tener respuesta del motor si es que nos vemos apremiados a necesitarla. Sí que es cierto que en ese caso la entrega es más progresiva pero es algo completamente lógico. El único defecto que se le puede achacar al motor en sí es el exceso de rumorosidad en fases de aceleración, así como el comportamiento poco refinado del sistema Start&Stop en frío.

La opción del cambio automático siempre es recomendable a la hora de comprar un Audi. No solo le da un significado más premium al coche, también permite hacerlo más cómodo al no tener que estar jugando con los pies y el embrague. La unidad de pruebas traía consigo un cambio S Tronic automático de siete velocidades. A su favor está la comodidad de marcha, pero en su contra está la falta de refinamiento que a veces desprende. Se trata de un doble embrague, es decir un cambio rápido pero torpe en un uso tranquilo y cotidiano.

El cambio S Tronic y el acelerador parecen desincronizados en ciertos momentos. Sobre todo en modo Confort

En algunos momentos las transiciones son más bruscas de lo aconsejado o de lo buscado, sobre todo a baja velocidad y en marchas cortas. A nuestro parecer es un cambio que se está quedando obsoleto ante el mejor y más óptimo funcionamiento de los convertidores de par Tiptronic, solo disponible en el Audi S4. El doble embrague tuvo su momento, pero puede que ya haya pasado por culpa de la increíble evolución que han dado otros sistemas. Puede que sigan siendo eficaces en coches de alto rendimiento, pero en modelos con un enfoque más cómodo a veces provocan el efecto contrario, como es este caso.

A pesar de que no es especialmente refinado sigo recomendando su compra porque a fin de cuentas nos va a hacer la vida más cómoda. Su respuesta varía en función del modo de conducir que hayamos seleccionado. Audi nos presenta cuatro modos: Confort, Dynamic, Auto e Individual. En los programas más delicados y suaves, Confort y Auto, el comportamiento del coche es excesivamente relajado para ciertas cuestiones como el cambio.

Si bien la energía del motor es suficiente para adelantamientos y salidas desde parado, la caja de cambios es muy indulgente en su trato en los modos Confort y Auto. La respuesta del acelerador y la velocidad del cambio se compenetran para ser lo más lentas y suaves posibles, cosa que está bien, pero no lo pueden ser tanto. De hecho en las incorporaciones a las fatídicas rotondas podemos llevarnos un susto innecesario porque el coche no empuja tanto como debe.

Los modos de conducción nos permiten cambiar el comportamiento y la respuesta del coche

Obviamente estos problemas desaparecen al poner el modo Sport, en esos casos la caja de cambios circula en marchas más cortas y en un rango de revoluciones superior. Eso conlleva mejor respuesta pero también más consumo, algo que no todo el mundo está dispuesto a sacrificar. El modo deportivo es que el que tendremos que poner cuando queramos realizar esa conducción más agresiva y alegre. En ese caso sí se nota un coche diferente, más dispuesto a correr con una mejor compenetración entre acelerador, caja de cambios y motor.

Desde que salió al mercado esta generación el A4 ha sido una de las berlinas más equilibradas que hay en el mercado. Si bien apuesta claramente por una conducción cómoda, no desatiende una conducción más deportiva y alegre. Se comporta bien en ambos escenarios y por eso que lo hayamos catalogado como uno de los mejores de la categoría. No sacrifica nada para obtener mucho, y aunque tenemos que jugar con los modos de conducción podemos tener dos coches en uno. Buenas capacidades dinámicas y comodidad.

Y también ahorro. Audi dice que el gasto medio del A4 35 TFSI S Tronic es de 6,6 litros por cada 100 kilómetros en ciclo WLTP. En nuestra prueba semanal, tras haber hecho con él un buen puñado de kilómetros por todo tipo de escenarios, el ordenador de a bordo marcó un gasto final de 6,8 litros. Es un dato muy bueno teniendo en cuenta todo el conjunto, cilindrada, caja de cambios, potencia y prestaciones. Lógicamente con un diésel conseguiríamos cifras más bajas, puede que un litro o litro y medio menos, por lo que corresponde a cada uno echar sus cuentas.

Pues sí, con la versión mecánica de acceso tenemos más que suficiente en el A4

Conclusiones

Seguramente la mayoría de sus clientes compren un A4 por su carácter premium y su trato cómodo, algo completamente lógico y razonable. Buen confort de marcha, calidad de materiales y acabados, tecnología de vanguardia, buen espacio interior...poco más se puede pedir la verdad. El A4 35 TFSI será la versión de acceso, pero cumple perfectamente. Es muy atractiva para aquellos que no busquen grandes prestaciones pero que por el contrario busquen cierto grado de refinamiento en cuanto a equipamiento y personalización.

El precio no es un aliado en estos casos. El A4 35 TFSI está disponible desde los 37.910 euros, y si sumamos el cambio automático S Tronic sumaremos 2.700 euros más al precio final. Es mucho dinero, sí, pero hay que tenerlo en cuenta si queremos más comodidad de uso y así olvidarnos del juego del embrague y la palanca de cambios. A fin de cuentas no hablamos ni de una marca barata ni de un coche barato. Su precio tampoco es descabellado pero sí lo suficientemente alto como para no ser accesible a todo el mundo. Lo mismo que pasa con BMW, Mercedes o Jaguar.

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