Prueba Audi A5 Sportback, los años ni pasan ni pesan

¿Diseño o funcionalidad? Estos conceptos suelen ir siempre separados. Lo que es bonito no suele ser muy práctico y lo que es funcional no siempre es bonito. El Audi A5 Sportback nos plantea esa duda, y qué mejor que probarlo para salir de ella.

Prueba Audi A5 Sportback, los años ni pasan ni pesan

21 min. lectura

Publicado: 04/07/2019 20:00

Audi y las marcas premium se resisten a decir adiós a las berlinas. Ese segmento que a pesar de pasar por épocas oscuras fue el que colocó a dichas marcas en el puesto que todas ocupan hoy en día. Soy firme defensor que donde este una buena berlina que se quite todo lo demás, pero entiendo que son las alternativas a las líneas clásicas las que más triunfan. Ese es el caso del Audi A5 Sportback que ocupa esta prueba. Una berlina que nace de otra berlina, el Audi A4, que modifica su diseño para así atraer a un nuevo cliente alejándose un poco de los estándares tradicionales del segmento.

La mirada del A5 es muy atractiva, y aunque ya tenga un tiempo sigue gustando

El concepto de berlina coupé no es nada nuevo ni Audi la ha inventado, pero a día de hoy este tipo de diseños son los que mejor resisten el avance del huracán SUV. La línea de una berlina coupé se ha creado para lucir y atraer miradas, y ni que decir tiene que el Audi A5 sabe cómo hacerlo a las mil maravillas. Lo lleva haciendo desde el año 2007, año de su lanzamiento, aunque el modelo actual lleva con nosotros desde el 2016 y ya de hecho planea sobre él la típica actualización de media vida. Audi ya trabaja en el restyling del A5 tal y como hemos podido ver en más de una ocasión.

No les será fácil a los desarrolladores de ese nuevo A5 mejorar lo presente. Estamos ante uno de esos casos que el coche es tan bueno que da cierta congoja tocar algo por miedo a destrozar un trabajo muy bien hecho. En cuanto al diseño nadie me podrá negar que el A5 es un coche muy atractivo incluso en su versión de cinco puertas. Suele haber una cierta descompensación en el diseño al pasar de un coupé de tres puertas a uno de cinco, pero en este caso Audi ha resuelto muy bien la papeleta y nos presentan una berlina "alargada" muy estilizada.

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Esa elegante silueta se completa con la introducción de muchos nervios de tensión. Nervios que recorren todo el coche y que están ahí para simular una sensación de dinamismo incluso desde parado. Tan solo falta por añadir una paleta de colores muy atractiva, donde incluso el blanco le sienta bien, y unas llantas de diseño deportivo cuyos tamaños oscilan entre las 18 y las 20 pulgadas. Como ya digo no lo van a tener fácil para mejorar lo presente, pero atendiendo a lo que acaban de presentar con el restyling del A4 ya podemos hacernos una idea de por dónde irán los tiros.

De puertas para dentro el A5 empieza a "achacar" un poco más el paso del tiempo. De un año a esta parte la nueva filosofía de diseño de Audi ha introducido un estilo muy diferente para los interiores de los nuevos productos de la casa. La disposición que presenta el A5 ya se ha quedado "vieja", actualmente las pantallas del sistema de infoentretenimiento no coronan en salpicadero, si no que van integradas en él. Sinceramente me quedo con la disposición de la pantalla en todo lo alto ya que desatiende menos la conducción, pero también entiendo que queda algo desfasada con los modelos más actuales.

Un interior que ya tiene unos años a sus espaldas pero que sigue mostrando muy buena calidad

Donde no hay ningún desfase es en el control de calidad. En ese punto el A5 por muchos años que tenga encima denota que se trata de un Audi. Materiales bien elegidos y ajustes muy buenos que aportan esa sensación no solo de calidad si no también de durabilidad. Además esa sensación se recibe desde los acabados más básicos, y a poco que pongamos un paquete más específico seguiremos incrementado la calidad con molduras en acabados tan deportivos como la fibra de carbono. Eso sí, esos detalles son caros.

Lo son porque estamos hablando de una marca premium y de un coche que puede incluir mucho equipamiento en su interior. Las marcas más caras han aprendido una lección muy rentable para ellos. El coche de serie viene con una carga de equipamiento decente, pero todo el mundo va a picar en alguna de las chucherías que Audi guarda en su listado de opcionales, y esto hace que el precio final de venta crezca como la espuma. Como ya digo no es una política única de Audi, pero eso no quita para que me guste.

Y ya que estoy con el tema tecnológico no quita decir que aunque este A5 tenga tres años en su haber incluye mucho más equipamiento del que uno podría llegar a necesitar. Los tres años de existencia no le han pasado factura y sigue estando actualizado. La lista de elementos es tremenda y gran parte de ella se centra en mejorar el confort a bordo como el sistema MMI Plus con cuadro de instrumentos digital, el navegador, el climatizador bizona, las cámaras de aparcamiento, los asientos climatizados delanteros con función masaje o los faros matriciales de LED. Otra parte se dedica exclusivamente a incrementar la seguridad activa gracias a un conjunto de sensores, radares y cámaras.

La ubicación de la pantalla, cuanto más alta vaya mejor

En ese aspecto me gusta que el A5 no tenga un nivel de automatización tan grande como otros modelos hermanos donde el coche es capaz de conducir de forma semiautónoma. En este caso, también por la edad, el A5 es un coche más de conducir. Eso no quita para que tengamos asistentes a la conducción como el indicador del ángulo muerto, el radar de proximidad o el avisador de cambio involuntario de carril. A lo que me refiero es que al entrar en el coche no tendrás que emplear varios segundos en desconectar esos asistentes que en ciertos momentos pueden entorpecer tu conducción.

El diseño es un factor de compra decisivo. Un Audi A5 coupé se compra con el corazón y no con la cabeza, y al Audi A5 Sportback le pasa algo muy parecido. La línea coupé hace que en lo que habitabilidad se refiere el A5 no pueda estar a la altura de su gemelo más racional, el A4. Si bien en las plazas delanteras no hay grandes diferencias salvo por un puesto de conducción más bajo, las plazas traseras son menos prácticas ya que la línea del techo reduce mucho la altura con respecto a la cabeza. Obviamente este inconveniente es peor para los pasajeros más altos, pero también entorpece la entrada y salida del coche o incluso el simple hecho de colocar a un niño en su sillita.

Esto es algo que todo comprador del A5 debe tener en cuenta. Las plazas traseras están limitadas por el diseño. Eso no quiere decir que sean incómodas, porque no lo son, pero sí que están más limitadas en cuanto a su uso. Lo mismo pasa con el maletero. No así en cuanto al volumen, que sigo mostrando una cifra mínima de 480 litros, pero sí en cuanto a la forma del baúl. El gran portón del maletero impide que vayan objetos voluminosos en la parte más adelantada del maletero, por lo que resulta algo menos funcional, pero tampoco mucho.

Para impulsarse el A5 emplea una gama de motores que cuatro y seis cilindros. La oferta está compuesta por tres motores de gasolina que presentan potencias entre los 150 y los 450 caballos del Audi RS5 Coupé. A estos hay que sumar otras tres mecánicas diésel de entre 190 y 286 caballos. Esta es la última es la versión que hemos puesto a prueba, el A5 50 TDI. A ella teníamos asociada una caja de cambios automática de doble embrague y ocho velocidades y la ya conocida tracción total quattro de la casa. Una mezcla muy interesante que aunque cara se antoja ideal.

La fila trasera está limitada por un acceso incómodo y por una altura baja para la cabeza

Prueba Audi A5 Sportback

¿Quién se compra un A5 en lugar de un A4? Pues claramente una persona que anteponga el diseño a una funcionalidad que queda mermada por unas plazas traseras algo bajas. Sin embargo nadie me podrá negar que el A5 es un coche mucho más estético que su colega "racional". Pero no es solo una cuestión estética la compra de un A5. Audi también cree que su comprador busca otro tipo de conducción, más dinámica y deportiva para ir acorde con la estética. Ahora bien, ¿realmente es así?

En un principio no. El A5 y el A4 lo comparten casi todo, y eso es difícil de camuflar en una conducción normal. En esas situaciones la diferencia entre los hermanos es prácticamente nula, y ojo que eso no conlleva ningún problema. Como ya pudisteis leer en la prueba del Audi A4, es una de las mejores berlinas de su categoría, por no decir que la mejor. Y con eso ya tenemos mucho ganado, solo que en este caso se le dota de algo más de dinamismo. Por lo pronto se baja la suspensión unos milímetros para llevar el coche más pegado al suelo.

El recorrido de la suspensión es más corto, pero no hace el coche más incómodo. El balanceo de la carrocería es menor y por lo tanto el coche gira más plano en el paso por curva lo que lo hace más dinámico y preciso. Al igual que en el Audi S5, que también he probado, el A5 50 TDI está muy equilibrado. El compromiso entre rendimiento y calidad de rodadura es impresionante y diría que a día de hoy no hay modelo que ofrezca lo mismo. Tan solo podría ser equiparable a un BMW Serie 4 Gran Coupé, aunque sinceramente no creo que el BMW sea mejor a este al menos en sus versiones convencionales.

Varios modos de conducción hacen del A5 un coche polivalente

Como coche de diario el A5 es muy cómodo, parcialmente práctico, silencioso, relativamente eficiente y funcional. Es decir, que su línea deportiva no os engañe, es una berlina coupé y ya está. Resulta tan bueno para hacer recorridos diarios como para hacer largos y aburridos viajes por carretera. Pero gracias a un bloque diésel potente también podemos hacer escarceos por una carretera de montaña para pasar un buen rato. En esos terrenos el A5 es también un buen coche. No es de esos que se les nota incómodos, que va, acepta el reto de ir deprisa y lo acepta con mucha naturalidad. Aunque también hay que reconocer que lo hace con algo de sosería.

La tracción total quattro te garantiza un nivel de seguridad muy alto. El paso por curva es muy ágil, igual que la respuesta a los cambios de dirección. No se descompone, no da sustos y no pierde el control. Eso por un lado es bueno porque cualquiera se sentirá cómodo para ir rápido con mucha confianza, pero por otro lado le resta un poco de emoción. En ese punto sí que gana el BMW, que en versiones más potentes tiende a perder los nervios con, igual, demasiada ferocidad.

A diferencia de los actuales V6 TDI de Audi, el A5 todavía no tiene un sistema de baja hibridación con el que sumar la pegatina ECO

Sinceramente una de las cosas que más me han gustado ha sido el motor. El bloque V6 diésel de tres litros archiconocido en el Grupo Volkswagen. Lo podemos ver equipado en muchos otros modelos del conglomerado alemán, y de hecho ya he podido probarlo en muchos otros modelos como ya os conté en la prueba del Audi Q8 50 TDI. Pero en este caso me ha gustado incluso más. Claro está que el 50 TDI del A5 lleva la versión más liberada de este bloque, entregando 286 caballos de potencia. Entiendo que sale cara, pero la verdad es que le sienta como un guante al coche.

La entrega de la potencia y el par son muy enérgicos, pudiendo acelerar y recuperar velocidad de forma asombrosamente fácil. Además que a lo que se refiere correr, corre sin ningún problema, y de hecho habrá que vigilar el velocímetro porque enseguida se puede rodar en límites donde podemos perder muchos puntos y parte de la cartera. Eso se debe a que no solo el motor rinde, también lo hace la caja de cambios. Una caja de cambios tiptronic que sabe sacar todo el provecho al rendimiento del motor. Suave cuando debe serlo y más contundente cuando elevamos el ritmo.

El comportamiento del cambio Tiptronic es mejor que el S Tronic, más rápido

A diferencia de otras ocasiones, como por ejemplo en la prueba del Audi A7 45 TDI que montaba el cambio S Tronic, el Tiptronic ofrece más prestaciones y como ya digo es el complemento perfecto tanto para el motor como para el coche. Ni siquiera encuentro problema con los modos de conducción, donde desde el Efficiency se obtiene la respuesta más que suficiente. Obviamente en el modo Dynamic el coche ofrece todo lo que es capaz de dar y siempre da gusto llevarlo puesto, aunque claro entonces decimos adiós a la eficiencia. Pero sin que por ello nos deshagamos de márgenes de seguridad elevados.

Ya que hablo de eficiencia, uno bien podría pensar que con casi trescientos caballos bajo el capó el A5 50 TDI resultaría gastón, pero no. Dado que el motor va sobrado la mayor parte del tiempo no es suficiente dar gas constantemente y eso se traduce en que la mayor parte del tiempo circulamos en un rango de revoluciones óptimo para reducir consumos. Este esfuerzo, sumado a una aerodinámica muy trabajada, permite que podamos obtener cifras de consumo sobresalientes para un coche de esta potencia y rendimiento. En el caso de la unidad de pruebas la semana concluyó con un gasto medio de apenas 7,7 litros por cada 100 kilómetros. Parece mucho pero no lo es.

Conclusiones

Tras haber probado la práctica totalidad de la gama del Audi A5 a lo largo de los últimos años debo concluir que todas las versiones me han gustado. En el caso del Sportback 50 TDI diría que se obtiene un muy buen compromiso entre rendimiento, eficiencia y funcionalidad para el día a día. Obviamente me quedaría con el S5, pero resulta muy caro. El 50 TDI no lo es tanto, que eso no quiere decir que no lo sea, pero obtienes algo similar, sin ese rugido de motor, por algo menos. Por cierto que no he hablado de precios. Como ya podrás imaginar no estamos ante un coche especialmente barato, y en el mejor de los casos podemos hacernos con un A5 por 41.650 euros, 62.900 para el caso del 50 TDI.

El A5 Sportback conquista por su estilo, pero tiene muchos más argumentos a su favor

Nunca es fácil justificar los precios de un coche, y en este caso ni siquiera voy a hacerlo. Es el precio que Audi nos obliga a pagar por todo lo que trae consigo el A5, ¿es mucho? Pues obviamente eso depende de nuestros bolsillos. Ahora bien, es, para mí, la mejor berlina media coupé que hay actualmente en el mercado. Son muchas las cosas positivas del A5, partiendo desde el diseño, la tecnología, la calidad y llegando al rendimiento. Obviamente el espacio de la segunda fila debería ser mejor, pero como ya he dicho el comprador del A5 antepone el diseño a la funcionalidad.

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