Prueba Audi A8 2018, tecnología sin precedentes al servicio del lujo

¿Prefieres conducir o que te lleven? Con la nueva generación del Audi A8 la decisión es más difícil que nunca. El automóvil más lujoso de Audi es uno de los más tecnológicamente avanzados del mundo, con un equipamiento sin precedentes para tener una exquisita y suntuosa experiencia a bordo.

Prueba Audi A8 2018, tecnología sin precedentes al servicio del lujo

21 min. lectura

Publicado: 27/01/2018 13:00

El nuevo modelo es 37 mm más largo que la generación anterior

El pasado mes de octubre se abrió la hoja de pedidos de la cuarta generación del Audi A8. El buque insignia de la marca alemana se ha renovado por completo presentándose como uno de los coches más tecnológicamente avanzados del momento y, por supuesto, extremadamente lujoso ya sea para experimentar el placer de conducción o el placer de dejarse llevar.

El nuevo Audi A8 se fabrica en la factoría alemana de Neckarsulm, de donde también surgen los A4, A5, A6 y R8 en sus diferentes versiones y variantes de carrocería. Hablando de carrocerías, del A8 seguirá habiendo dos: La versión estándar de 5,17 m de longitud, 1,95 m de anchura y 1,47 m de altura y el A8 L con distancia entre ejes alargada en 13 cm (la altura también aumenta 2 cm).

El nuevo A8, que debutó en el Audi Summit en Barcelona el año pasado, utiliza la plataforma MLB Evo, una base extremadamente polivalente que es usada por modelos tan diferentes como el Audi A4, el Lamborghini Urus o el Bentley Bentayga. En busca de la ligereza se emplean por primera vez una combinación de cuatro materiales en la estructura de la carrocería: aluminio, acero de ultra alta resistencia, magnesio y polímero reforzado con fibra de carbono (CFRP).

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Aspecto imponente con formas que resultan familiares

El diseño exterior es muy continuista y se inspira en el Audi Prologue Concept que vio la luz en 2014. Las líneas generales son conocidas pero presentan unos rasgos más afilados y marcados, una parrilla singleframe de un tamaño muy generoso, pasos de rueda musculosos y unos llamativos pilotos traseros con aspecto tridimensional unidos entre sí. No faltan los detalles cromados, especialmente en la parte baja del paragolpes posterior. El conjunto es esbelto, imponente y elegante.

El fabricante alemán ha puesto toda la carne en el asador en cuanto a tecnología de iluminación. El A8 es el primer modelo en usar las luces progresivas adaptativas Audi HD Matrix LED con tecnología láser, faros que forman parte del equipamiento opcional. En la zaga recurre a luces traseras de tecnología Audi Matrix OLED con unos fascinantes patrones de iluminación.

La suntuosidad inunda toda la atmósfera interior y se percibe nada más sentarse tras el volante. La calidad de materiales y ajustes es simplemente exquisita. Además se brindan numerosas opciones de personalización para las molduras, tapicería, techo y moqueta del nuevo Audi A8, a los que se suma una amplia gama de pieles, materiales, colores y revestimientos dentro del programa Audi Exclusive. La única objeción que puede ponerse es la utilización en exceso del plástico negro brillante, muy de moda porque estéticamente resulta atractivo pero poco práctico porque enseguida se llena de huellas de dedos y polvo.

Cada uno de los faros HD Matrix LED cuenta con 138 diodos LED además del láser de altas prestaciones

Adiós a los botones físicos, bienvenido a la era digital. Casi todo se maneja a través de dos pantallas en un concepto que se denomina MMI Touch Response. En el salpicadero hay una pantalla táctil de 10,1 pulgadas con el sistema de información, entretenimiento y navegación. Debajo, una pantalla táctil secundaria de 8,6 pulgadas muestra las opciones de climatización y confort.

A pesar de la ingente cantidad de configuraciones, con más de 400 funciones personalizables, se aprecia el esfuerzo del Audi por hacer que el interfaz sea fácil de usar y resulta intuitivo al menos en sus funciones básicas. Los accesos directos son de gran ayuda y es un acierto que se mantenga un mando giratorio físico para el control del volumen del sistema de audio.

En ambas pantallas la calidad de imagen es sobresaliente y ofrecen una combinación de respuesta acústica y háptica que pretende dar una sensación táctil bastante similar a pulsar una tecla real. El efecto está bastante bien conseguido aunque hay que tocar la pantalla con más fuerza de lo esperado. A estas pantallas hay que sumar el cuadro de instrumentos digital Audi Virtual Cockpit de serie, con una información muy completa y visualmente muy atractiva en su pantalla de 12,3 pulgadas.

Acabados impecables pero con un exceso de superficies en negro brillante

Un despliegue tecnológico sin rival

Por si no había suficientes pantallas en la parte delantera, atrás también es posible tener unas cuantas. Se puede contar con un sistema de entretenimiento posterior con dos tablets de 10,1 pulgadas para disfrutar de televisión digital o navegar por internet. Igualmente es posible utilizar un control remoto en la parte trasera mediante una tablet de 5,7 pulgadas que se ubica entre las dos plazas para manejar la climatización, las cortinillas de las ventanillas, la posición de los asientos, la iluminación o la radio.

Adentrarse en la parte posterior es entrar en un fastuoso salón. Tanto para la carrocería estándar como la de batalla larga, la banqueta trasera ofrece tres plazas de serie. Los asientos laterales pueden estar dotados opcionalmente de calefacción, soporte lumbar regulable neumáticamente, ajuste eléctrico longitudinal, para la inclinación de la banqueta y para el respaldo.

Como opción la fila trasera se puede configurar con dos lujosas butacas individuales, aunque no se pierde la quinta plaza ya que la configuración en este caso sería 2+1. El asiento trasero derecho, donde habitualmente se sentarán grandes mandatarios y personalidades, es el que goza de mayor comodidad. Entre otras cosas, la lista de extras habilita una función de masaje, un reposapiés (sí, también con masaje de pies en el reposapiés), dos mesitas plegables y un asiento del copiloto que se puede desplazar eléctricamente hacia adelante para conseguir el máximo espacio para las piernas. Para los más sibaritas hay un rotundo sistema de sonido Bang&Olufsen Advanced con 23 altavoces y una potencia total de 1.920 vatios o incluso una nevera en la parte trasera.

Las exquisitas plazas posteriores pueden contar con todo un equipamiento de confort inimaginable

El maletero tiene una capacidad de 505 litros, la misma para el A8 y para el A8 L ya que la diferencia de tamaño sólo se nota en las plazas traseras. Es un volumen de carga que se sitúa en la media de la categoría. La portezuela puede estar accionada eléctricamente y deja una boca de carga de buen tamaño para dar acceso a un compartimento minuciosamente bien rematado.

El A8 nunca ha ofrecido una versión S Line y la nueva generación tampoco tendrá ninguna y terminación… con ese nombre. Próximamente Audi ofrecerá la posibilidad de resaltar el aspecto dinámico de su modelo más lujoso con un paquete exterior deportivo para el A8. El habitáculo no recibirá un paquete similar pero sí será posible equipar unos asientos deportivos con reposacabezas integrados.

Gama con motores de 6, 8 y 12 cilindros

Hablemos de motores. De inicio la gama estará compuesta por dos motorizaciones V6, una diésel y otra de gasolina, que se corresponden con el A8 50 TDI de 286 CV y el A8 55 TFSI de 340 CV. Ambas con el mismo equipamiento de serie (salvo el tamaño de las llantas), configurables en batalla normal o extendida, con caja de cambios de convertidor de par Tiptronic de ocho velocidades y con tracción integral Quattro.

Los motores V6 del Audi A8 recurren a la tecnología mild-hybrid

La gama se ampliará este otoño con el contundente A8 L W12 de 585 CV y el híbrido enchufable A8 L e-tron. Este último tendrá 449 CV, podrá recorrer en modo 100% eléctrico unos 50 kilómetros e incorporará un sistema de carga inductiva. En 2019 se sumarán las versiones con motores V8 tanto en gasolina (460 CV) como en diésel (430 CV).

Prueba Audi A8 50 TDI

Durante la presentación del modelo tuve oportunidad de conducir el A8 50 TDI, tanto con batalla estándar como extendida, la versión que previsiblemente se llevará la mayor parte del pastel de ventas. El 3.0 V6 turbo es una delicia por suavidad y refinamiento, no tiene nada que envidiar a la variante de gasolina. Esta mecánica de gasóleo tiene soportes de motor activos que generan pulsos de fase contraria al de las vibraciones propias del funcionamiento del propulsor, anulándolas para que no se transmitan al interior.

El V6 TDI tiene potencia de sobra para mover el vehículo con mucha alegría, siendo capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en 5,9 segundos. Tiene un par máximo de 600 Nm y gana velocidad de manera lineal y contundente. El consumo medio de combustible en el ciclo de homologación europeo NEDC es de 5,6 l/100 km aunque durante las rutas del evento organizado por Audi estuvo entre los 7 y los 8 l/100 km, una cifra fabulosa para este potente portaaviones de más de dos toneladas de peso.

El Audi A8 L tiene 13 cm más de distancia entre ejes que proporciona un gran espacio en los asientos traseros

Para mostrar esa eficiencia juega un papel fundamental el sistema eléctrico principal de 48 voltios, ligado de serie a sendos motores V6. Ligada a una batería de iones de litio de alto rendimiento, esta tecnología MHEV (mild-hybrid) permite circular en modo de marcha por inercia con el motor apagado, una función start/stop ampliada circulando por debajo de los 22 km/h, un sistema de recuperación de energía en las fases de frenada y alimenta varios sistemas electromecánicos. Con este sistema semihíbrido se puede lograr un ahorro de combustible de unos 0,7 l/100 km.

La agilidad que muestra un coche de este tamaño es asombrosa. El peso se nota, sí, pero la lujosa berlina alemana es capaz de enlazar curvas con seguridad y aplomo, con reacciones neutras y siguiendo fielmente el guiado del volante. Clave en esto es la dirección dinámica a las cuatro ruedas, empleada por primera vez en el A8. Con este sistema, las ruedas directrices del eje trasero giran hasta un máximo de cinco grados en dirección opuesta a las delanteras a baja velocidad y hasta dos grados en la misma dirección que las delanteras a velocidades medias y altas.

También ayuda la tracción integral Quattro (con diferencial trasero deportivo opcional), marca de la casa desde los años 80. En condiciones normales distribuye el par entre los ejes delantero y trasero en una proporción 40:60 pero en caso de pérdida de agarre en alguna de las ruedas el sistema puede enviar hasta un 70% del par tren delantero o hasta un 85% al posterior.

Un paso más cerca de la conducción autónoma total

El arsenal tecnológico es inmenso. El A8 2018 es el primer coche del mercado con conducción autónoma de nivel 3, lo cual resulta en una cierta ironía al ser un coche que en muchos casos estará pensado no está pensado para conducir sino para ser llevado por un chófer. Se siguen dando pasos hacia la conducción autónoma de nivel 4 y 5 (esta última representa la automatización completa), con prototipos como el Audi Elaine Concept y el Audi Aicon Concept respectivamente.

Curiosamente la legislación va un paso por detrás y por el momento no es posible equipar estas funcionalidades en España porque el conductor no puede desatender el volante, aunque la DGT ya trabaja en un reglamento que ofrezca base jurídica legal a los coches autónomos. En el caso de la marca de los cuatro aros, la conducción autónoma condicionada es posible gracias a la inteligencia artificial recogida en la serie de asistentes Audi AI.

El navegador del sistema MMI Navegación plus es capaz de aprender basándose en rutas anteriores para hacer sugerencias inteligentes al conductor

Con el Audi AI Traffic Jam Pilot, el conductor se convierte en un mero espectador. El A8 puede arrancar desde parado, acelerar, girar y frenar manteniendo el coche en su carril a una velocidad de hasta 60 km/h en situaciones de tráfico denso cuando circulamos en autopistas y otras vías con múltiples carriles y separación física entre los dos sentidos de circulación. El conductor no necesita vigilar constantemente el vehículo y la carretera pero sí debe estar alerta para actuar cuando el sistema requiera al conductor que tome el control.

Audi ofrece dos sistemas de estacionamiento asistido que se complementan, denominados Audi AI Remote Parking Pilot y Audi AI Remote Garage Pilot. Básicamente ambos hacen lo mismo, pero el primero está enfocado a aparcamientos colectivos y el segundo a un garaje propio, donde suele haber más obstáculos. Ambos sistemas pueden aparcar el coche en plazas de estacionamiento reducidas tanto en paralelo como en batería, siempre que haya espacio suficiente.

El vehículo maneja de manera autónoma la dirección, el acelerador, los frenos y el cambio, tienen en cuenta los obstáculos cercanos e igualmente también pueden sacar el coche de la plaza. No hace falta un conductor al volante, se pueden usar estando dentro o fuera del coche mediante un smartphone. Aquí ya no hay problemas legales, el estacionamiento automático con el conductor fuera del vehículo sí está contemplado en la ley de tráfico desde marzo de 2016.

Una tablet permite controlar numerosas funciones a los pasajeros de la parte trasera

Perfecto equilibrio entre dinamismo y confort

El confort de marcha es sensacional nivel acústico y a nivel de rodaje. La suspensión neumática Adaptive Air Suspension con control de la amortiguación viene de serie y filtra bien las irregularidades del asfalto, especialmente las más marcadas. La dureza se puede ajustar a través de los modos Audi Drive Select.

En combinación con la suspensión neumática, en breve estará disponible una nueva tecnología bajo el nombre de Audi AI Active Suspension. Se trata de un sistema de suspensión activa en el que emplea la cámara frontal para detectar los baches en la carretera y ajustar de forma predictiva el funcionamiento de la suspensión evitando los movimientos de balanceo y cabeceo. Usa cuatro motores alimentados por el sistema eléctrico de 48 voltios, uno por cada rueda. Mediante actuadores electromagnéticos, cada motor es capaz de elevar o bajar independientemente cada rueda en función de las irregularidades de la carretera.

Según el equipamiento escogido, el A8 puede tener doce sensores ultrasónicos, cuatro sensores de radar de medio alcance, una cámara frontal en el parabrisas, un escáner láser frontal, una cámara de infrarrojos para el sistema de visión nocturna, un sensor de radar de larga distancia y cuatro cámaras para el sistema de visión de 360 grados. En definitiva, el gran sedán de Audi tiene una cantidad de sistemas de asistencia interconectados sin precedentes en la marca que reconocen y evalúan el entorno mientras se conduce.

Audi ofrece en el nuevo A8 los pilotos traseros OLED. Cada grupo óptico cuenta con 135 diodos orgánicos emisores de luz

No cabe duda de que el segmento F está cada vez más apasionante. Los grandes rivales de la berlina superlativa de la marca de Ingolstadt son, evidentemente, el Mercedes Clase S y el BMW Serie 7. El modelo de la estrella fue renovado el año pasado mientras que el bávaro recibirá una actualización este mismo año. El Clase S presume de confort, el Serie 7 destaca por su dinamismo y el A8 alardea de tecnología.

El precio del Audi A8 arranca en 97.460 euros. El A8 viene con un equipamiento de serie amplio, pero la lista de opcionales y personalización contiene muchos y muy costosos elementos que amplían la factura final de manera notable. Una tarifa final acorde al hecho de conseguir no sólo el buque insignia de Audi sino una de las berlinas más lujosas y avanzadas jamás fabricadas.

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