Prueba Audi TT 45 TFSI Last Edition, la más dura de las despedidas
El Audi TT llegó a nuestras vidas hace más de dos décadas. En este tiempo, el pequeño coupé de origen alemán, ha conseguido cautivar miles de corazones. Ahora llega el momento de decirle adiós hasta nuevo aviso, aunque jamás volverá como lo hemos conocido hasta ahora.
El Audi TT nos dice adiós. Este pequeño deportivo coupé llegó al mercado allá por el año 1998. Por entonces hacía frente a la competencia que llegaba, tanto por parte de Mercedes-Benz con el SLK, así como por BMW y su Z3. Sin embargo, el TT apuntaba a un tipo de cliente muy diferenciado del de sus rivales. Su puesta a punto lo llevaba a ser todo un GT de carretera y en estos más de 25 años, su concepción no ha cambiado.
Con motivo de su adiós definitivo al mercado, desde Audi han tenido a bien lanzar una versión de despedida bautizada como «Last Edition», la cual está limitada a sólo 25 unidades para todo el mundo. Esta versión rinde homenaje a su pasado más histórico y exitoso. Nosotros lo hemos podido probar de la mano de su mecánica llamada 45 TFSI quattro, la cual le sienta como anillo al dedo.
Así es el Audi TT más exclusivo
El Audi TT Last Edition cuenta con una estética totalmente personal y, sobre todo, muy marcada. Esta no deja indiferente a nadie y es capaz de hacer que todo el mundo se gire a su paso. Es precioso. Esto es un hecho del que no hay una mínima posibilidad de discusión.
Parte de culpa de su espectacular imagen, además de su ya clásica línea coupé, la tienen sus llantas de 20 pulgadas de color negro, pinzas de freno de color rojo, parachoques delantero y trasero derivados de las versiones más deportivas, un difusor trasero que abraza las dos salidas de escape redondas, lunas tintadas y un alerón trasero fijo también de color negro. Este último, precisamente, es un llamamiento de atención en sí mismo. Espectacular es decir poco.
Pese a este acabado y sus particularidades, el Audi TT Coupé sigue siendo el mismo modelo que ya todos conocíamos. Sus medidas son las siguientes: 4.191 de longitud, 1.832 de ancho y 1.353 mm de alto. Esto lo hace estar enmarcado dentro de uno de los segmentos más queridos de los deportivos. Como referencia, este es -bastante- más grande que un Mazda MX-5, es más pequeño que un BMW Z4, por ejemplo.
Aunque el paquete estético de esta edición es el que es, el Audi TT Last Edition propone un total de tres tonalidades de pinturas diferentes para su carrocería: Azul Nogaro (el de nuestra unidad), Blanco Glaciar o Rojo Tango. Bajo mi particular punto de vista y opinión personal, creo que el azul escogido para el coche de esta prueba es sencillamente perfecto. Jamás te cansarás de mirarlo.
Un interior igualmente exclusivo y llamativo
Echando ahora una mirada a su interior, el TT de por sí cuenta con un diseño muy poco convencional. En el lanzamiento comercial de esta generación del modelo, allá por el año 2014, la marca quiso innovar como pocos se atrevían por entonces. De esta manera, eliminó por completo el sistema de información y entretenimiento central, incorporando así sus funciones al cuadro de instrumentos digital.
Esto lo hizo convertirse en un coche prácticamente único dentro del sector automotriz. Ese diseño tan minimalista y particular sigue estando presente en el Last Edition, aunque con particularidades propias de una edición limitada de este calibre.
El Audi TT Last Edition cuenta con puntos estéticos particulares y personales. Entre ellos, un tapizado en contraste cuero y Alcantara con costuras en color azul, (a juego con la decoración exterior), unas decoraciones en los umbrales de las puertas con la inscripción «1 de 25». Esto también se encuentra sobre la consola central, en una pequeña placa metálica decorativa donde también se lee «The LasTT».
Los asientos de esta edición son los deportivos, es decir, los que mejor sujetan el cuerpo en caso de tomar una carretera de curvas. En el caso de nuestra unidad, la moldura decorativa de la consola central está acabada en fibra de carbono, incorporando un punto extra de deportividad en toda la imagen.
Por otro lado, muy poca gente conoce que el Audi TT en realidad cuenta con cuatro plazas. Sin embargo, la comodidad y la deportividad de las delanteras no son extrapolables a las traseras. Estas cuentan con un espacio notablemente reducido y que se queda en nada si el conductor o copiloto son más grandes de lo que nos gustaría. Aquí apenas podrán viajar personas de más de 1,50 metros de estatura. Es decir, son plazas más bien reservas para niños, las mascotas o de mero apoyo al maletero.
Por último, echando un vistazo a su maletero, el volumen de carga es de 305 litros. Es un espacio realmente bien aprovechable, pues sus formas son bastante cuadradas. También viene acompañado de una red para el piso en la que sujetar algunos objetos para que estos no vayan dando tumbos por el hueco. Si necesitamos más espacio, sus pequeños asientos traseros se pueden abatir para lograr así un espacio más generoso y con el piso plano.
Prueba de conducción del Audi TT Last Edition
Posiblemente, después de su brutal estética, lo mejor que tenga este Audi TT Last Edition sea su motor de cuatro cilindros en línea y 2.0 litros de cubicaje que eroga 245 CV y 370 Nm de par máximo. Todo este potencial es transmitido al asfalto mediante una tracción total quattro y una caja de cambios automática S-Tronic de siete relaciones. Con ello, el modelo aquí presente es capaz de ejecutar el 0 a 100 km/h en apenas 5,1 segundos hasta alcanzar los 250 km/h de velocidad máxima.
La suavidad y progresividad que presenta este conjunto es sencillamente excelso. De esta manera, el conductor podrá tener un bello y escultural coupé con el que recorrer tranquilamente las calles de su ciudad o, por el contrario, una perfecta montura con la que hacer infinidad de kilómetros por carreteras sinuosas de montaña.
Su dirección ejerce una responsabilidad más que importante en términos de sensaciones al volante. Esta no es especialmente dura, pero tampoco blanda. Con ello, el feeling a los mandos del TT es simplemente perfecto. Todo ello juega mano a mano con una posición de conducción eminentemente deportiva: muy baja y con una dirección muy horizontal.
También es parte del encanto el sonido que emana de sus escapes. A decir verdad, este me parece un sonido muy sincero, sin demasiados aspavientos en forma de petardeos. Se podría decir que lo que oyes prácticamente es el mismo sonido del bloque mecánico. Bien es cierto que según el modo de conducción seleccionado, este se volverá más o menos audible y ronco, pero que tampoco será ninguna locura.
De igual forma, también dependiendo del modo de conducción escogido, las amortiguaciones serán más o menos rígidas. No obstante, incluso en el modo más confortable, estas también son significativamente duras, aunque no incómodas; tampoco en el modo Dynamic (Sport) activado. Su tarado es el justo para que el TT sea divertido en curvas y práctico en cualquier otra situación.
Un punto que me gusta mucho, tanto en la práctica como en la estética, es su generosa palanca de cambios. Lejos de la moda de poner un pequeño selector, en el TT se sigue montando una palanca de grandes dimensiones y de tacto sobresaliente. A través de esta se podrán cambiar las marchas con la función secuencial, al igual que mediante sus levas tras el volante.
En términos de consumos, el Audi TT 45 TFSI no es que sea especialmente ahorrador, las cosas como son. Pese a no contar con una mecánica de altísima potencia, sus cuatro cilindros son bastante sedientos. Después de nuestra semana de pruebas al volante presentó una media general de 9,2 litros a los 100 km.
Conclusión
Siempre lo digo, el TT es uno de mis coches preferidos firmados por la casa alemana. Su estética ha evolucionado y madurado hasta lo que es hoy día, pero también lo ha hecho su habitáculo y, sobre todo, su dinámica. Con todo ello, el conjunto no tiene ni una pega. Me encanta.
Bien es cierto que el coche será mejor o peor dependiendo de los gustos o las necesidades de cada persona que lo use, pero como «juguete» o incluso como coche de diario para una o dos personas, es de lo mejor.
Sin embargo, estas «una o dos personas» tendrán que tener un buen estatus para poder pagar los 72.800 euros de los que parte esta motorización en el TT. Y menciono esta motorización porque las 25 unidades a las que está limitada esta edición ya tienen dueño.
Sea como fuere, esta es una dura despedida ya que la marca podría estar pensando en retomar la nomenclatura «TT» en unos años pero para un vehículo 100% eléctrico. Por ello, echaremos mucho de menos al Audi TT de gasolina que todos hemos conocido. Hora de pasar página, aunque cueste y, en realidad, no queramos.