Prueba BMW 520d Berlina, pon un diésel en tu vida

El nuevo BMW Serie 5 busca seguir siendo la referencia de su segmento. Probamos la versión de acceso, una interesante motorización diésel con etiqueta Eco que se desvela como una de las mecánicas más acertadas de la gama.

Prueba BMW 520d Berlina, pon un diésel en tu vida
El BMW 520d es la versión de acceso a gama del nuevo Serie 5

18 min. lectura

Publicado: 12/02/2024 12:00

El BMW Serie 5 es un modelo con mucha historia dentro de la marca bávara. Se han comercializado más de diez millones de unidades en todo el mundo desde 1972 y el modelo actual alcanza nada menos que su octava generación. Para ver cómo ha evolucionado y qué trae de nuevo la exitosa berlina ejecutiva he tenido ocasión de convivir con el BMW 520d Berlina durante unos días.

El contorno de la enorme parrilla del Serie 5 puede estar iluminado

Esta versión diésel me parece realmente interesante dentro de una gama de motores realmente amplia con motores de gasolina con hibridación ligera, mecánicas diésel, híbridos enchufables e incluso opciones 100% eléctricas personificadas en el BMW i5. Del mismo modo hay dos propuestas de carrocería, el Serie 5 Berlina con silueta sedán de tres volúmenes y el práctico familiar Serie 5 Touring.

En esta prueba he tenido la berlina, que propone el aspecto más clásico de este modelo. Pero la estética siempre es una cuestión de gustos y bien lo he podido comprobar porque he recibido opiniones de todo tipo, desde los que les encanta hasta los que no se han convencido del todo.

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Eso evidencia que, a pesar de que este tipo de carrocerías siempre buscan un estilo tradicional, BMW ha tomado ciertos riesgos evolucionando de manera notable el diseño del Serie 5. No es tan atrevido como un iX o un XM pero desde luego los alemanes no se han conformado con una siempre actualización para jugar sobre seguro.

La pintura mate de BMW Individual impresiona pero engorda la factura más de 4.000 euros

Esta nueva generación con el código G60 acoge la moderna interpretación de la parrilla en forma de riñón crece en tamaño, sobresale hacia delante y puede mostrar un marco iluminado BMW Iconic Glow. El elemento que más me gusta del frontal es el pliegue que se inician la parte superior de la parrilla y se alarga por el capó ya que es un elemento que da mucho carácter.

Visto lateralmente se ve contundente, especialmente por la elevada línea de los hombros y las dos líneas de tensión que recorren longitudinalmente las puertas. También destacan las manillas de puerta enrasadas para mejorar la aerodinámica y el detalle del número 5 en la base del pilar C adornando la curva Hofmeister.

La parte trasera muestra una aparente sencillez donde los principales elementos son los afilados pilotos traseros led dispuestos horizontalmente para subrayar la anchura del vehículo. Reconozco que la zaga me gusta y en cierto modo me ha recordado al concept BMW Vision Neue Klasse, aunque en realidad este prototipo haya salido después.

Por supuesto la carrocería se puede vestir con los paquetes deportivos M y M Pro, hay una amplia variedad de llantas de aleación de entre 18 y 21 pulgadas y una extensa gama de pinturas. Cabe destacar que esta unidad recurre al catálogo de BMW Individual para optar por el espectacular color mate Frozen Deep Grey que, ojo, cuesta más de 4.400 euros. En estos niveles la capacidad de individualización de la unidad puede ser un valor importante para algunos clientes.

Moverse con un coche de más de 5 metros de largo también tiene inconvenientes, sobre todo a la hora de buscar dónde aparcar

Las enormes dimensiones de esta generación le llevan a medir 5,06 m de longitud, hasta el punto de ser casi igual de largo que el anterior BMW Serie 7 (G11). El agigantamiento de los coches es un mal endémico de la industria en los últimos años, los coches no paran de crecer -y añadir kilos- comparados con sus antecesores, y no es de extrañar que ciudades como París busquen soluciones para limitar los coches grandes que entran en la ciudad.

El Serie 5 no ha escapado de esta tendencia y, con respecto a su predecesor, la nueva generación ha crecido 97 mm en longitud, 32 mm en anchura y 36 mm en altura. Así que se ve imponente, sí, pero también es cierto que llevar un vehículo de un tamaño tan generoso puede restar algo de practicidad en el día a día, especialmente a la hora de encontrar un espacio de estacionamiento.

Lo bueno de ser tan grande es que aporta una gran habitabilidad y un espacio de carga notorio. El maletero tiene 520 litros de capacidad, que está muy bien, y el espacio está perfectamente tapizado mostrando formas muy aprovechables. La portezuela de la berlina puede tener accionamiento manos libres y deja una boca de carga amplia aunque la carrocería Touring aportará una mayor comodidad en uso familiar gracias a su portón.

Las enormes pantallas protagonizan el puesto de conducción

Un habitáculo que derrocha tecnología y calidad

No hay duda de que donde se ha puesto toda la carne en el asador ha sido en la cabina. La percepción de calidad es altísima e incluso algunos elementos, como el controlador del sistema multimedia, están realizados en cristal tallado a mano. Un auténtico detalle de lujo que resulta tremendamente llamativo.

Como se espera hay una larga lista de tapicerías, colores y molduras a escoger para proporcionar una atmósfera única. Para personalizar aún más la estancia la iluminación ambiental permite seleccionar varias tonalidades, no limitándose solo a iluminar algunos contornos. La BMW Interaction Bar extiende la luz por el salpicadero y las puertas creando provocadores efectos de color.

El nuevo Serie 5 es acogedor con unos confortables asientos delanteros que tratan con mimo a los ocupantes. Dependiendo de la configuración adaptan eléctricamente la inclinación y anchura del respaldo, el apoyo de los muslos, el apoyo lumbar, el reposacabezas y la columna de dirección. Además pueden estar calefactados, ventilados y contar con función de masaje.

Los elementos tallados en cristal son un lujoso detalle

También aporta su granito de arena en el confort el gran techo de cristal panorámico que riega con mucha luz natural las dos filas de asientos. Además, el sistema de sonido HiFi Harman Kardon con doce altavoces es un opcional muy recomendable, para lo que cuesta merece mucho la pena.

No puede faltar la parte tecnológica, representada especialmente por el BMW Live Cockpit Professional que está compuesto por un head-up display a color y dos grandes pantallas. Éstas, sin apenas marco, están unidas en un panel en forma convexa con la denominación BMW Curved Display.

Delante del conductor queda el cuadro de instrumentos totalmente digital de 12,3 pulgadas. Es muy vistoso y contiene varios tipos de visualización, aunque cada uno de ellos proporciona poca información. Sí, hay modos para ver el mapa, para comprobar el consumo de combustible o para ver la emisora de radio, por ejemplo, pero debes elegir cuál de esas cosas quieres ver.

Se agradecería que la instrumentación permitiera personalizar más la información que presenta

Hubiera sido más acertado poder personalizar varios elementos dentro de cada modo de visualización. Porque, por ejemplo, si estás haciendo una ruta y quieres ver en el cuadro las instrucciones de navegación y el consumo instantáneo de combustible para ser eficiente pues no puedes ver ambas cosas a la vez. No será por espacio, la pantalla es grande, pero el diseño se ha antepuesto a la funcionalidad en este caso.

La vista se va a la enorme pantalla táctil del sistema multimedia con 14,9 pulgadas. El Serie 5 integra el sistema operativo BMW ID8.5, la última generación, y en general me ha gustado. En otros modelos de la marca había probado el ID8.0 y no me terminó de convencer del todo porque la cantidad de funciones y posibilidades es tal que en un principio puede abrumar y requiere de un cierto tiempo de adaptación. En esta evolución se ha perfeccionado la experiencia de uso acertadamente.

La estructura de menús se ha mejorado, siendo más intuitiva. Resulta conveniente la configuración del menú principal con iconos de funciones habituales dispuestos verticalmente en el lado del conductor, lo que facilita el manejo de las cosas más rutinarias. Las acciones se pueden seleccionar por voz, con gestos, mediante el mando iDrive o directamente en la pantalla táctil.

Por supuesto, el sistema de infoentretenimiento de este Serie 5 Berlina cuenta con integración inalámbrica de smartphones a través de Apple CarPlay y Android Auto, tiene actualización de software a distancia (OTA) y la posibilidad de añadir funciones nuevas en el futuro con el sistema BMW ConnectedDrive Upgrades.

Una novedad inédita en BMW es la inclusión del AirConsole. Se trata de una plataforma de videojuegos para pasar el rato cuando el vehículo está detenido. La imagen del juego se muestra en el sistema multimedia y junto a ella un código QR que permite conectar uno o varios smartphones para utilizarlos como mandos. He probado unos cuantos y es fácil conectarse y jugar. De momento hay una quincena de juegos pero BMW señala que el catálogo disponible se irá ampliando.

El nuevo Serie 5 brinda mucho espacio atrás pero la plaza central tiene una practicidad limitada

Las plazas traseras son espaciosas, como cabe esperar en un coche de su extensión, pero son mejores para dos que para tres. El asiento central es razonablemente cómodo pero la presenta de un gran túnel de transmisión limita su uso. Los asientos de los extremos resultan muy confortables, aptos para pasajeros de gran estatura, están calefactados y pueden gozar de persianas en las ventanillas traseras y la luneta. El climatizador de cuatro zonas, también opcional, garantiza un confort climático individual de cada pasajero.

Un motor diésel que es todo un acierto

En cuanto al apartado dinámico, este BMW 520d es todo un acierto. Tengo que reconocer que soy un gran fan de los motores de gasóleo de BMW porque siempre son muy agradables, andan mucho y gastan muy poco. Todas esas cualidades se mantienen en el nuevo Serie 5 y te hacen replantearse por qué hoy en día los diésel están demonizados.

La calidad de realización se aprecia incluso en el espacio de carga, con un aspecto muy cuidado

El 520d recurre a un motor diésel de cuatro cilindros con tecnología de 48 voltios y gracias a esa tecnología mild hybrid disfruta de las ventajas de la etiqueta medioambiental Eco de la DGT. En esta ocasión he conducido la versión con tracción trasera aunque también está disponible asociado al sistema de tracción total xDrive por 2.550 euros más.

La mecánica diésel desarrolla 197 caballos que pueden no parecer una cifra muy destacada para un sedán de gran tamaño pero no te dejes engañar. Su tamaño y concepción no invita a hacer una conducción deportiva aunque con esa caballería y los 400 Nm de par máximo este señorial BMW se mueve con soltura a siendo capaz de pasar de 0 a 100 km/h en solo 7,3 segundos.

Se mueve con presteza en todas las circunstancias y a eso también ayuda el cambio Steptronic de 8 velocidades con levas de cambio, muy bien escalonado y de funcionamiento realmente suave. Cabe pensar que un propulsor de gasóleo no puede aportar la misma finura de un motor de gasolina pero aquí incluso los más exquisitos apreciarán el buen refinamiento del 520d.

Gasolina, diésel, PHEV o eléctrico, la gama mecánica de la octava generación es más amplia que nunca

También ayuda que la cabina es extraordinariamente silenciosa evidenciando un magnífico trabajo de aislamiento que contribuye a un rodar silencioso y un elevado confort de marcha. Por buscar un «pero», a veces es un poco seco en algunos baches pero creo que eso viene más motiva por el escaso perfil del neumático de las llantas de 20 pulgadas. Unas de 19 posiblemente mejoren aún más la comodidad.

Por experiencia con otros modelos de BMW probados, esperaba un buen resultado en cuanto a cifras de consumo de combustible. Sin embargo, ha sido mejor de lo esperado. El consumo medio en el millar de kilómetros que recorrí se quedó en 5,2 l/100 km, sin buscar una conducción especialmente eficiente. Eso se traduce en poder hacer más de 1.200 km sin tener que parar a repostar.

A poco que nos lo propongamos es relativamente fácil hacer trayectos con valores por debajo de la barrera de los 5 l/100 km, que es sencillamente sensacional para un coche de más de 5 metros de largo. Aún más sorprendente resulta si nos fijamos en que lleva unos gigantescos zapatos Pirelli P Zero en medida 275/35 R20 en el eje trasero, innecesariamente grandes diría yo.

El BMW 520d brilla por su bajo consumo y su sensacional confort de marcha

El 520d es la versión más económica del nuevo BMW Serie 5 y está a la venta desde 60.050 euros. La berlina fabricada en la factoría alemana de Dingolfing tiene una tarifa de salina razonable pero recuerda que la lista de extras es larga y apetecible así que reserva parte de tu presupuesto para elegir los opcionales que harán de este rutero incansable tu mejor compañero de viaje.

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