Prueba BMW 530e xDrive Touring: comodidad, espacio y eficiencia
¿Quieres hacer largos viajes por autopista? Puedes. ¿Quieres usar el coche en modo eléctrico en ciudad? Hecho. Y, además de todo, ¿quieres sentirte en primera clase? Por supuesto. El BMW Serie 5 Touring híbrido enchufable dota de todos estos atributos a sus pasajeros y además goza de una estética clásica para los más acérrimos amantes de la marca de Múnich.
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Publicado: 11/06/2023 18:00
La historia de las berlinas se remonta hasta los comienzos del propio automóvil. Esos vehículos de corte más señorial, clásico y elegante, poco a poco dieron en paso para transformarse en unas alternativas con los mismos apelativos positivos pero añadiendo un extra en practicidad. De esta forma llegaron las conocidas carrocerías familiares. Estas han tornado de muchas nomenclaturas dentro de las diferentes marcas: Estate, ShootingBrake, Avant, SportWagon, Touring, etc.
Una de las marcas que más ha logrado popularizar este segmento, sin duda, ha sido Audi, con unos modelos deportivos con estas carrocerías. Sin embargo, BMW no se ha quedado atrás y también ha presentado alternativas más que competitivas. Con el paso de los años la diferencias entre ambas compañías se han cerrado por completo y finalmente terminas escogiendo un modelo u otro en función de tus propios intereses. Buena prueba de ello es el BMW Serie 5 Touring, un modelo que, al igual que su principal competidor, el Audi A6 Avant, ya se encuentra encarando la recta final de esta generación.
El modelo de la marca de Múnich ha cumplido recientemente su medio siglo de existencia y siete generaciones sobre sí. Actualmente estamos ante el lavado de cara de esta generación, lo cual le llegó el pasado año 2020 para mantener vivo y joven al modelo durante algunos años más. En su renovación de imagen se acontecieron importantes y destacados cambios, aunque el Serie 5 seguía siendo el mismo vehículo sobrio y tradicional conocido hasta ahora.
En su puesta a punto estrenó algunos elementos, como un parachoques más moderno y estilizado, unos grupos ópticos delanteros más afilados y con una nueva firma lumínica, así como una parrilla retocada a través de sus conocidos riñones. A diferencia de otros modelos, el Serie 5 no adoptó el concepto de “parrilla gigante” sino que supo mantener su aspecto más tímido; algo que agradecieron la mayoría de seguidores.
Las formas más conservadoras, además de en el mencionado frontal, también se continuaron por el resto de la carrocería. Su perfil destaca por la tradicional línea de berlina de tres volúmenes o, en el caso de la variante familiar, un pilar C extendido notablemente para crear un mayor espacio de carga, así como una boca de acceso al maletero mucho más aprovechable. Las llantas que decoran esta vista pueden ser de entre 18 y 20 pulgadas, dependiendo de lo escogido. Además, el catálogo de colores del BMW Serie 5 Touring presenta hasta 12 tonalidades diferentes. En esta zona también se ubica la toma de carga de la particular variante híbrida enchufable, de la que hablaremos más adelante.
En la zaga del BMW Serie 5 también se dibujaron unos nuevos faros con tecnología LED y una zona lumínica más discreta que lo que venía presentando hasta ahora. También se integró una parte en color negro brillante que le proporciona ese toque más deportivo y llamativo que hasta entonces. En el bajo parachoques se han integrado unas particulares salidas de escape trapezoidales. En la versión que probamos hoy, la luneta trasera es practicable y a través de ella se puede acceder al espacio del maletero con una mayor discreción ante miradas ajenas.
Por su parte, el habitáculo del BMW Serie 5 Touring es todo lo que cabría esperar de un modelo de esta talla. Destacan principalmente sus asientos, los cuales cuentan con un mullido y una adaptabilidad sublime ante cualquier tipo de fisionomía. Sus ajustes electrónicos amoldarán las formas al cuerpo de forma espléndida para poder realizar cualquier viaje sin que tus vértebras sufran.
En la consola central de esta variante híbrida enchufable se han insertado unos nuevos botones específicos de esta motorización. En primer lugar, cuenta con tres modos de conducción: Sport, Hybrid y Electric. Con el primero, la entrega de potencia será más brusca y extraerá todo el potencia deportivo de esta mecánica (más adelante hablaremos de ella en profundidad); de forma intermedia se encuentra el modo Hybrid, el cual trabajará siempre que pueda en modo eléctrico, en caso contrario irá jugando con ambos bloques dependiendo de lo requerido por su conductor. Finalmente, el modo Electric moverá al Serie 5 en modo 100% eléctrico, siempre y cuando tenga carga suficiente en su batería.
Además de esto, también se ha acoplado un botón con el que activar el llamado Battery Control. A través de su menú propio se podrá forzar la carga de la batería mediante el propio motor térmico hasta el porcentaje que hayamos escogido; sin embargo, ello detonará significativamente en un aumento importante en el consumo de combustible, llegando a alcanzar niveles poco convenientes.
El resto de elementos se conservan en igual posición que lo hacen los de cualquier otro BMW Serie 5; sobre el salpicadero reposa la doble pantalla de información y entretenimiento. La primera en forma de instrumentación digital ubicada tras el volante y en la que se podrán contemplar los datos más relevantes a tiempo real, amén de los propios de esta versión híbrida (porcentaje restante de batería, autonomía, consumo eléctrico…). La segunda se instala en el centro del conjunto y alcanza una diagonal de hasta 12,3 pulgadas. Su resolución y fluidez es sobresaliente y para los más tecnológicos, cuenta con conexiones móviles a Apple CarPlay y Android Auto.
Algo más abajo, el módulo de climatización cuenta con funciones táctiles, aunque es realmente cómodo e intuitivo de utilizar, lejos de la tediosa moda de insertar todos los controles dentro del sistema central. Sus botones, pese a ser táctiles, cuentan con una pequeña hendidura con la que tendremos muy buen feedback a la hora de interactuar con ellas.
Todos estos avances mencionados en materia de comodidad y confort se trasladan a unas plazas traseras que cuentan con un sobrado espacio para la cabeza y piernas de los ocupantes. Aunque este es un coche homologado para tres ocupantes aquí detrás, lo mejor será pensar que es una plaza reservada para uso ocasional y así todos ganarán en comodidad y espacio (en anchura).
Además, los ocupantes de estas plazas gozarán de un climatizador personal para cada ocupante del extremo (el coche ofrece climatización en las cuatro zonas de forma opcional), calefacción en los asientos, persianas plegables para las ventanas, así como un generoso techo solar practicable. Nuevamente recurriendo al catálogo de opciones podremos instalar unas pantallas de 10,2 pulgadas en el respaldo de los asientos delanteros y que servirán para el info-entretenimiento de estos ocupantes. Dichos paneles cuentan con reproductor de Blu-Ray e incluso entrada digital HDMI.
Pasando a su espacio de carga, la variante híbrida enchufable pierde un importante volumen a causa del tamaño de la batería, la cual se aloja bajo el piso del maletero. Con ello, el total es de 430 litros, aunque en caso de precisar más, su segunda fila de asientos se puede abatir y alcanzar así los 1.560 litros de capacidad.
Hablemos de su mecánica híbrida enchufable
El BMW Serie 5 Touring (y berlina) cuenta con tres variantes híbridas enchufables: 520e (204 CV), 530e (292 CV) y 545e (394 CV). La autonomía eléctrica homologada de ellas se sitúa entre los 47 y los 61 kilómetros y cuenta con la etiqueta Cero de la DGT; el modelo que probamos hoy (530e xDrive), concretamente, es la versión intermedia de los tres y cuenta con 52 kilómetros de rango. De estos tres niveles de potencia, ya tan sólo se encuentra disponible el 530e de tracción total o trasera, debido a que el modelo está muy próximo a su renovación generacional. Su precio de partida es de 72.500 euros para el BMW 530e xDrive Touring.
Su mecánica se compone por dos sistemas bien diferenciados: el térmico y el eléctrico. El primero de ellos se presenta como un motor e gasolina de cuatro cilindros y 184 CV de potencia; el mismo que se instala en el BMW 520i. El apartado eléctrico se encuentra alojado en la propia caja de cambios de ocho relaciones y convertidor de par. Este se presenta como un motor síncrono de imanes permanentes con total de 109 CV.
Al mismo tiempo, dicho sistema se encuentra alimentado por una batería de iones de litio de 12 kWh de capacidad bruta (11,2 neta). Su recarga se puede realizar a través de una potencia máxima de 3,7 kW. Esto demorará un total de 4 horas para alcanzar el 100% de su capacidad. Como ya hemos mencionado anteriormente, su toma se encuentra situada en la aleta delantera izquierda.
Prueba dinámica
El BMW 530e Touring es un coche que por encima de todo te dará comodidad y confort de viaje. Son sus máximas premisas. Su conducción en todo momento será muy suave y relajada, sin ningún tipo de sobresalto o movimiento poco esperado. Su refinamiento en todo tipo de situaciones es máximo.
En ciudad su desenvolvimiento es excelso, algo que va mano a mano junto a su propio aislamiento del exterior, llegando a quedarte totalmente arropado por el silencio y la tranquilidad que en su habitáculo se encuentra, lejos del mundanal ruido exterior. A pesar de su generoso tamaño (4,96 metros de longitud) el coche no se siente demasiado grande o torpe en ningún momento. Todo lo contrario, sus movimientos siempre darán la sensación de estar conduciendo un coche mucho más pequeño de lo que lo es en realidad.
En la práctica totalidad del tiempo, la intención de su sistema será de circular en modo 100% eléctrico. En caso de tener suficiente energía en la batería, en entornos urbanos, el consumo eléctrico que he logrado con él ha sido de alrededor de 23 kWh/100 km. No obstante, en esto será muy determinante el tipo de conducción que ejecutemos de forma cotidiana.
Un detalle que sí he echado en falta durante la prueba del coche es la ausencia de freno regenerativo en diferentes niveles. Esto es algo que el Serie 5 establecerá por sí sólo y no se podrá variar su intensidad como sí sucede en otros modelos de la competencia. Con ello se podría jugar incluso más con la carga de la batería en ciertos momentos.
Su visibilidad hacia el exterior del coche también es un punto fundamental en territorios urbanos, ya que esta será más que buena en la práctica totalidad de situaciones, solo echando en falta algo más de campo de visión en el pilar A izquierdo, ya que el propio retrovisor nos podrá entorpecer la vista en ciertos momentos. Desde el retrovisor interior, se verá todo lo que acontece tras nosotros con total claridad gracias a su gran luneta trasera.
Saliendo de estos entornos y encarando las largas y tediosas autopistas, he de decir que el BMW 530e xDrive Touring es uno de los grandes vehículos para afrontar estos recorridos. Su aplomo, suavidad y confort sólo son calificables con un sobresaliente. Sus suspensiones tienen, por lo general, un tarado muy suave y son capaces de devorar casi cualquier imperfección del trazado. La dirección también es ciertamente suave, aunque no filtra tanto como para aislarnos de lo que pase más allá del aro.
Para momentos de adelantamientos o cuando necesitemos un extra de potencia, al pisar el acelerador a fondo activaremos el llamado “kick down” con el que se acoplará automaticamente el modo híbrido y nos entregará toda la potencia disponible en sus dos sistemas mecánicos.
Durante los largos viajes por autopista, este es un coche para circular realmente cómodo, aunque su consumo de combustible no será el más bajo que habremos visto. En estos entornos, después de haber superado una cierta distancia y agotemos la batería, el 530e se moverá en modo híbrido, primando el uso del motor térmico. Por ello, su gasto se acentuará y se establecerá en torno a los 7 litros mientras circulemos con cierta cautela. Este consumo podrá multiplicarse por dos en el momento en que queramos recargar la batería desde el menú de Battery Control, por ello, es algo que no recomendamos hacer.
Por supuesto, de forma contraria, estas cifras de consumo se verán notablemente reducidas en el momento en el que contemos con un nivel de carga superior al 40% en la batería. Esto podrá situar la cuantía con facilidad sobre los 2 litros de media o incluso en el 0 absoluto si la situación así lo propicia.
Además, el BMW 530e xDrive Touring podrá incluso hacérnoslo pasar muy bien sobre una carretera de montaña. Su buena puesta a punto dinámica, el buen feeling que transmiten sus mandos y su capacidad de aceleración y frenada, serán los protagonistas en una jornada de este tipo. Por supuesto, cabe recordar que este no es un modelo diseñado para ello, aunque sus capacidades así se presten para ciertos momentos en los que la vida nos ponga un caramelo por delante.
Conclusión
El BMW 530e xDrive Touring me ha parecido un perfecto compañero de viaje sobre todo tipo de entornos. Especialmente, su mecánica electrificada calificará mejor los espacios urbanos, dada su propia concepción, aunque debo decir que viajar con este coche es una auténtica delicia y una oda a la comodidad y a la estabilidad en largos tramos de autopista.
Por contra, debo puntualizar que me habría gustado que incorporase unos diales con los que poder regular la intensidad (o la mera presencia) del freno regenerativo eléctrico, algo que puede ayudar al mayor aprovechamiento de su mecánica eléctrica. Sin embargo, nada de esto es suficientemente negativo como para no optar a la compra de un coche como este, el cual recomendaría para la mayoría de casos.