PruebaBMW i3, interior tecnológico y conclusiones (V)
Ponemos el punto y final a una semana sorprendente a bordo de un coche del futuro, pero hoy. Nos han encantado sus virtudes en ciudad y su motor. En su mundo interior, el equipamiento opcional pone la guinda sobre uno de los mejores coches eléctricos que oferta el mercado a día de hoy.
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Publicado: 23/04/2014 08:00
El BMW i3 es casi un gadget tecnológico más que un coche y lo digo en el mejor sentido de la frase posible. Permite, con su avanzada tecnología explorar mundos avanzados y vanguardia en el mundo del automóvil. Tiene un asistente en retenciones opcional que funciona con el control de crucero adaptativo y un asistente que mantiene el coche dentro del carril de forma autónoma. Sólo funciona en atascos y en autopistas a una velocidad inferior a 40km/h aunque lo cierto es que verlo es casi un espectáculo. Permite despreocuparse de los pedales aunque las manos debemos tenerlas sobre el volante. Si no, nos indicará que lo sujetemos.
La posición de conducción del coche es elevada y da sensación de seguridad. Además, la visibilidad es buena por todos los ángulos pero por si acaso, para aparcar tenemos un asistente de aparcamiento 100% autónomo ya que engrana la D y la R según lo necesita, además de controlarnos la dirección, el acelerador y el freno. Funciona francamente bien sin golpear bordillos pero ajustando el coche de forma suficiente para que no sobresalga por el lado de la carretera. Nuestra única interacción es tener presionado el botón que activa los sensores de aparcamiento al lado del conmutador iDrive. Sólo aparca en línea y no en batería.
En temas de iluminación, el coche va equipado con luz ambiente y faros LED sólo para las luces de cruce y desde el interior, la atmósfera que proporciona es insuperable. Sólo he echado en falta una mejor iluminación para la luz de carretera. La gran pantalla del navegador Professional está ambientada por un LED de la luz ambiente y el efecto sobre la madera es muy moderno. La pantalla del navegador Professional, sirve, entre otras cosas para indicarnos dónde podemos recargar el coche en un lugar público.
El conmutador iDrive es táctil y el coche viene equipado con los servicios telemáticos BMW ConnectedDrive. Nuestra unidad está llena de sorpresas con equipamiento de lujo como un sistema de sonido Harmann/Kardon cuyo sonido es espectacular, superior al de serie. El techo solar en dos secciones es muy moderno y permite correr una cortinilla de forma independiente en el lado de conductor o copiloto en función de lo que quiera cada uno.
Conclusión
El BMW i3 se conduce de forma suave y es muy ágil. Una vez que te habitúas a conducir de forma eficiente y el estrés de la autonomía es bajo, se disfruta de un coche que es una maravilla y tecnológicamente muy avanzado. Las ruedas son de baja resistencia a la rodadura con neumáticos muy estrechos (155 y 175). La suspensión podría recoger algo mejor los resaltos y las imperfecciones pero el BMW i3 tiene uno de los radios de giros más espectaculares que he visto hasta la fecha. ¡Casi podría girar alrededor de un donut! Sin exagerar, es impresionante (9,9 metros) y facilita mucho la vida en las calles más enrevesadas de la ciudad.
Las 4 plazas son bastante generosas para pasajeros de todas las tallas y el maletero tiene una capacidad de 260 litros que son sorprendentes y suficientes, al menos, para dos pasajeros. Al motor eléctrico es imposible acceder de forma convencional y las baterías se sitúan bajo el suelo del coche. Entre los dos ocupantes de las plazas traseras hay dos posavasos de plástico y al circular con el coche se percibe algo de calor en el interior de los posavasos.
La autonomía real de entre 125-140 kilómetros me parece correcta, aunque hemos visto que podríamos llegar más lejos todavía. Para el día a día es suficiente si los recorridos son expresamente en ciudad. No obstante no recomiendo apurar la energía porque puedes verte incomodado en un arcén esperando a los servicios de asistencia. La opción del extensor de autonomía es buena para recorridos algo más lejanos y esperamos próximamente tener el gusto de probarlo. El consumo que mide el ordenador de viaje se realiza en kW/h y en nuestro caso la medida nos marcó 13,7 tras la semana de prueba. Pueden conseguirse marcas inferiores una vez que sólo utilicemos el fondo del pedal en ocasiones muy puntuales y siempre miremos por el ahorro. Sigue compensando mucho frente a un coche de combustión.
El BMW i3 es, probablemente el mejor eléctrico ciudadano que hay en la actualidad a nivel de concepto, terminaciones, atractivo general y motor. Me gusta que se usen elementos reciclados y reciclables, desde latas hasta madera y un chasis de fibra de carbono nunca visto en un coche de producción hasta la fecha. Como primera aproximación eléctrica de la marca, el resultado es inmejorable.
A destacar- Motor potente y sorprendente
- Diseño vanguardista y proporciones contenidas pero muy habitable
- Radio de giro. En ciudad ayuda mucho
A mejorar
- Usabilidad limitada. Segundo coche
- Suspensión
- 2 puertas reales. 4 conceptuales
Los datos técnicos pueden consultarse aquí.