PruebaBMW i3, primeros recorridos (III)

El BMW i3 es un coche que merece un estudio a fondo. En los primeros metros ya encontramos un mundo de sensaciones, un estilo de conducción totalmente nuevo y muchos conductores curiosos. Hay que mirar por la autonomía que nos permitirá recorrer cerca de 130 kilómetros sin estar obsesionados por los kilómetros restantes. Y además, acelera de forma impresionante.

BMW i3, primeros recorridos (III)

6 min. lectura

Publicado: 21/04/2014 11:00

Es hora de arrancar el BMW i3. Se hace sin llave a través de un botón en el mando que sobresale por detrás del volante. Un montón de luces se encienden por todas partes y ya podemos iniciar la marcha. Igual que en la experiencia que tuvimos con el Nissan Leaf, el BMW i3 no emite ningún sonido. Mucho silencio que pone a prueba la insonorización del habitáculo respecto al ruido exterior.

El manejo en los primeros metros invita a pensar en un coche bastante fácil de uso en cuanto a las proporciones. He salido tras la primera recarga al 100% con 124 kilómetros de autonomía aunque probablemente pueda recorrer algunos extra. La primera vez que conduces un coche eléctrico, el estrés de la autonomía comienza cuando ves bajar el primer kilómetro, así que pongo el modo ECO PRO + y trato de ahorrar todo lo posible. BMW ha creado la conducción ‘One Pedal’ (un pedal). Significa que al soltar el acelerador, la retención es tan grande que no haría falta usar el freno. Tanto es así, que los pilotos traseros se encienden al soltar el acelerador por completo. Con ello conseguimos, además, un gran nivel de recarga. Al principio te quedas lejos de los semáforos y no controlas el nivel de retención, pero a medida que vas haciendo kilómetros consigues dejar de utilizar el freno en la mayoría de ocasiones y clavar las distancias de detención. Impresionante.

La dirección es suave y ciudadana y tras 10 kilómetros, la autonomía nos ha aumentado a 132 kilómetros. Siempre va a depender de cómo conduzcamos. Al principio, la prudencia es una de nuestras máximas para tratar de conservar la autonomía todo lo posible. El BMW i3 además produce un efecto sobre la gente de los demás coches y es una gran curiosidad. Hay muchos curiosos que en ocasiones realizan fotos.

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Tras 25 kilómetros llego a una zona de poblado y sigo llamando la atención. Incluso escucho un grito desde la acera que dice: ‘¡Mira, un i3!’ Estoy sorprendido y lo cierto es que me siento casi como un famoso. Volviendo a mis asuntos, sigo conduciendo un rato más por la ciudad y empiezo a apreciar esas grandes diferencias con los coches de combustión. No estoy contaminando CO2 y me hace sentir bien, incluso sé que no voy a pasar por la gasolinera en toda la semana. La autonomía sigue cuesta abajo pero en total en mis trayectos diarios realizo 55 kilómetros así que no tengo problema en divertirme un poco. De 0-100km/h lo puedo realizar en poco más de 7 segundos, y aunque impresiona, quiero ver cómo acelera de primera mano. Sé que el 0-60km/h lo hace en menos de 4 segundos y estoy en un stop antes de una incorporación…3…2…1…¡Gas a fondo!

Las ruedas muerden el asfalto y la sensación de empuje es descomunal. No estoy en un súper deportivo pero estoy sintiendo algo en el estómago que me hace sentir como si lo fuera. ¡Qué aceleración! Sé que más de uno podrá ser escéptico cuando ve el coche por fuera, pero la realidad es que el par máximo se manifiesta desde el primer toque de acelerador y el conductor nunca podrá echar en falta potencia. ¿No hay nadie que quiera echar una carrera de 0-60km/h...? Es broma, pero sin duda el BMW i3 dejaría boquiabierto a más de uno.

Si conservas mucho el modo ECO PRO + puedes realizar largos trayectos, pero al cambiar a Confort y usar el acelerador como si fuera un coche de combustión, la cosa cambia. En la pantalla central se puede consultar cuanta autonomía resta tener el climatizador encendido o los asientos calefactables, y las oscilaciones son pequeñas. Incluso conduciendo de forma eficiente, las oscilaciones entre modos de conducción pueden ser de unos 3 kilómetros según el ordenador de a bordo. Después de haber conducido de una forma que no mira todo el rato por la eficiencia, he podido realizar 110 kilómetros restándome 15. Esto significa que en esta carga podría haber realizado unos 125-130 kilómetros. Para la primera toma de contacto, estoy bastante contento. No obstante, no os perdáis el siguiente capítulo donde pondremos a prueba el BMW i3 en una salida de fin de semana, e incluso participaremos en Rally que mira por la eficiencia y sabremos cuánto consume aprovechando al máximo su energía.

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