Prueba BMW M2 CS, al filo de la perfección
El BMW M2 CS es la última iteración de la saga M2 y se presenta como el más potente, rápido, extremo y divertido que nunca. Ya lo hemos probado ¿Es el mejor producto de todos los tiempos horneado por BMW M?
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Publicado: 14/09/2020 18:00
En sólo cuatro años el BMW M2 Competition en 2018. El año 2020 está marcado por la llegada de la última evolución del modelo, el BMW M2 CS que ya ha pasado por nuestras manos. Un apellido, éste sí, con sabor añejo ya que la historia de los modelos CS, siglas de Club Sport, se remonta al BMW 3200 CS de 1962.
Este musculoso Serie 2 Coupé de 4,46 m de longitud enamora desde el primer momento. La evolución estética respecto a su predecesor trae un llamativo splitter frontal, un discreto alerón en el borde del portón del maletero y un nuevo difusor trasero de carbono. No faltan los faros led adaptativos, la gran entrada de aire central que aumenta la carga aerodinámica y mejora la refrigeración del motor o la salida de aire del capó.
Además de en la imagen, BMW ha trabajado intensamente en la reducción de peso. El techo de carbono (PRFC) está presente por primera vez en un M2, un recurso que contribuye a reducir el peso del vehículo y a bajar el centro de gravedad. También se recurre a este material para construir el capó, el splitter delantero, las carcasas de los retrovisores, el alerón posterior y el difusor trasero.
El exterior puede elegirse en azul (Misano Blau), negro (Saphirschwarz), blanco (Alpinweiss) o gris (Hockenheim Silber). Por otro lado, las molduras decorativas, las bases de las ventanillas y los marcos de los retrovisores llevan una terminación en color negro de alto brillo, una solución cosmética que BMW llama Shadow Line Individual.
La imagen se complementa con unas espectaculares llantas forjadas de 19 pulgadas en color negro brillante u opcionalmente en un tono dorado mate. Al configurar el vehículo se puede elegir calzarlas con Michelin Pilot Super Sport o neumáticos de altas prestaciones Michelin Pilot Sport Cup 2 válidos en carretera e ideales en circuito para disfrutar al máximo de los trackdays.
En el interior del M2 CS hay que reconocer que para ser un coche de concepción radical propone cierta versatilidad. Las dos plazas traseras brindan un espacio razonable y el maletero de 390 litros supone una buena capacidad de carga. Incluso hay elementos de confort como el climatizador bizona o el sistema de altavoces HiFi Harman/Kardon reparte doce altavoces por el habitáculo y recurre a un amplificador situado en el maletero que ofrece una potencia de 360 vatios.
Tampoco falta el sistema de navegación Professional con pantalla de 8,8 pulgadas, reproductor DVD, memoria de 20 GB para archivos de audio y control por voz. Es una auténtica maravilla pero extrañamente para un coche de este precio la cámara trasera o la compatibilidad con Apple CarPlay se encuentran en la lista de elementos opcionales. La conexión con Android Auto no es posible.
Una vez más destacan los elementos escogidos. La consola central y los tiradores de las puertas están realizados en carbono. La Alcantara está presente en el volante, el salpicadero, el techo y la consola central mientras que la tapicería es una combinación de Alcantara y cuero merino Anthrazit. Los asientos deportivos estilo bacquet están calefactados y pueden tener regulaciones eléctricas de manera opcional siendo posible incluso regular la anchura del respaldo.
Seis cilindros, cambio manual, tracción trasera: combinación ganadora
Una atmósfera racing que debería tener su reflejo en el plano dinámico. Y lo tiene, vaya que si lo tiene. El motor de seis cilindros en línea M TwinPower Turbo es 39 CV más potente que un M2 Competition, llegando hasta los 450 CV ¿Alguien sabe hacer un propulsor de seis cilindros en línea mejor que BMW?
El motor es tan elástico y enérgico que no importa en qué marcha vaya ni a qué revoluciones gire, un pisotón al acelerador se traduce en un empuje intenso e instantáneo. Brutal. La caballería máxima se entrega muy arriba, a 6.250 vueltas, pero el par máximo de 550 Nm está disponible a sólo 2.350 rpm. Esta mecánica de 3,0 litros tiene capacidad de dejar la espalda pegada al respaldo en cualquier momento.
El propulsor puede estar asociado a dos tipos de transmisión. Por primera vez en un BMW con apellido CS se instala una caja de cambios manual de seis velocidades. En opción queda la transmisión automática M DCT de doble embrague y siete marchas, un elemento que incrementa la tarifa en 4.983 euros.
La caja automática será un gran aliado para aquellos que quieran conseguir el mejor tiempo en un trackday como demuestra que es capaz de hacer el 0 a 100 km/h en 4,0 segundos, dos décimas más rápido que con el cambio manual. Es más efectivo, pero no más divertido: para disfrutar la mayor conexión con el coche quédate con la transmisión manual. Es rápida, precisa, con recorridos cortos y un tacto fabuloso.
Por supuesto, el M2 es de tracción trasera, como mandan los cánones de la deportividad. Lejos de ser un coche nervioso, el último CS es extremadamente dócil y con un toque de gas a la salida de los giros la zaga redondea las curvas de manera suave y predecible, algo a lo que contribuye el Diferencial Activo M controlado electrónicamente.
Además es el primer M2 que ofrece una suspensión adaptativa, regulable en tres niveles (Confort, Sport y Sport+). Los balanceos de la carrocería se reducen al mínimo en su variante más dura mientras que en la posición Confort resulta razonablemente cómodo para un deportivo inspirado en la competición.
La precisión en las curvas se complementa perfectamente con su demoledora capacidad de devorar las rectas. La limitación electrónica de la velocidad máxima a 250 km/h, tradicional en la mayoría de vehículos alemanes, desaparece en este modelo para permitir que la última criatura de BMW M alcance los 280 km/h.
Para detener la fiera de BMW, los frenos M Sport recurren a pinzas fijas de seis pistones en el eje delantero y pinzas fijas de cuatro pistones en el trasero, las pinzas van pintadas en rojo. Por primera vez en un M2 se ofrecen frenos carbocerámicos, que están disponibles en la lista de extras por 10.093 euros. Son de carburo de silicio reforzado con fibra de carbono por lo que resultan resistentes al calor y al desgaste, contribuyen a reducir el peso y son fácilmente identificables porque las pinzas van pintadas en color dorado mate.
El escape deportivo M terminado con cuatro tubos de escape de acero inoxidable con el logotipo M es el complemento perfecto para disfrutar de la conducción deportiva, añadiendo una banda sonora fantástica a la experiencia. Desafortunadamente para los más puristas, no podemos esperar petardeos o gorgojeos como consecuencia de las reglamentaciones anticontaminación.
¿Es el mejor BMW M de todos los tiempos? Posiblemente sí. Lo que es seguro es que hará las delicias de los fans más puristas de BMW, especialmente en la versión con cambio manual. El M2 CS es todo lo que un BMW M debería ser. El rendimiento es tan sobresaliente que este M2 CS sirve de base para el desarrollo de su homólogo de competición, el BMW M2 CS Racing, con el que compartirá la mayoría de los componentes. Y ojo, que aún falta un M2 CSL.
El nuevo M2 CS está a la venta desde 103.900 euros, un precio elevado que supone un incremento de 28.250 euros sobre el BMW M2 Competition, su predecesor. El precio se justifica en base a su exclusividad ya que se fabricará en edición limitada a 2.200 unidades, de las cuales sólo se comercializarán 75 unidades en España.