Prueba BMW Serie 8 Coupé 840d xDrive, la leyenda vuelve en formato diésel

El nuevo BMW Serie 8 ya está aquí. En su presentación he podido probar la variante 840d Coupé, con 320 CV de potencia. Más adelante llegarán más carrocerías y versiones. Ya puedo contarte mis primeras impresiones a los mandos de este Coupé de lujo.

Prueba BMW Serie 8 Coupé 840d xDrive, la leyenda vuelve en formato diésel

21 min. lectura

Publicado: 04/01/2019 12:12

Como hemos ido viendo en los últimos años, BMW ha devuelto a la vida unos de los coupés más carismáticos de los años 90, el Serie 8. En el desarrollo del modelo original, BMW centró todos sus esfuerzos en crear un vehículo sensacional en todos sus apartados, así que su sucesor tiene el listón muy alto.

Tras conocerlo de manera estática, hemos estado en la presentación nacional de la segunda generación del popular coupé, donde hemos podido tener un primer contacto con el modelo en su variante 840d, con motor diésel de 320 CV. Esta versión convivirá con dos versiones de gasolina llamadas M850i y 840i, la primera de ellas con un motor V8 de 530 CV que será por el momento la propuesta más prestacional de este modelo. Más adelante llegarán las carrocerías descapotable y Gran Coupé, así como una versión deportiva M8. Aquí tienes los precios del Serie 8, que parten en 112.600 euros para la versión que estamos probando.

BMW Serie 8 840d xDrive en color Barcelona Blue

Presencia deslumbrante

Las proporciones son muy agraciadas, una carrocería y silueta alargadas. Su frontal está configurado por unos riñones generosos delimitados por unos faros -los más finos de la marca-, que opcionalmente pueden equipar tecnología láser. Las llantas de 20 pulgadas dejan entrever los frenos de disco con pinzas fijas de cuatro pistones en la parte delantera y pinzas flotantes de un único pistón en el eje trasero.

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Su perfil descubre una superficie acristalada con la típica forma de coupé que acaba en una controvertida caída en el pilar C, que a mi juicio no refleja la esencia de la curva Hofmeister que siempre ha caracterizado a los modelos punteros de la casa alemana, aunque podría entenderse como una evolución de esta, como ha pasado con el BMW Serie 3. El techo tiene una hendidura central inspirada en automóviles clásicos de competición y opcionalmente puede ser de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP)

Su presencia resulta elegante con una generosa distancia entre ejes y anchura de vías, sus dimensiones exteriores son de 4.843 mm de longitud, 1.902 mm de anchura, 1.341 mm de altura y una distancia entre ejes de 2.822 mm. La zaga muestra unos pilotos posteriores alargados y un difusor integrado en el paragolpes trasero que luce dos salidas de escape, una a cada lado, con un embellecedor trapezoidal. Ver detalle.

La caída del techo sacrifica altura en las plazas traseras

Interior lujoso para 2+2

Para quien no esté familiarizado con la marca bávara, el interior de este nuevo coupé puede suponer una sorpresa. El gusto por los materiales elegidos, así como su ensamblaje y unión entre sí está al menos, al mismo nivel que el BMW Serie 7, y más cerca del refinamiento que podemos encontrar en un Bentley Continental GT, que en un Serie 5, dejando a un lado el paralelismo con este último. No hay un cambio radical entre este último pero sí detalles que hacen la diferencia, como materiales más acolchados y de un aspecto más selecto. Y en este segmento, los detalles son cruciales.

No hay sorpresas en las plazas delanteras, dos adultos serán agasajados como cabe esperar de un modelo como este, calidad también presente detrás pero los ocupantes de la fila posterior -que carece de reposabrazos central- deberán ser niños o no tener una estatura superior a 1,8 metros. Ese es el peaje que hay que pagar por tener una caída de techo tan elegante.

El equipamiento de “cuero ampliado” que no sólo recubre los asientos, también paneles de puerta y parte de la consola central le dan un toque lujoso. En ella se encuentra una guantera donde podemos guardar algunos objetos, como el espacio que hay en las puertas y un cajón que se encuentra entre la palanca del cambio de marchas y la parte baja del módulo de climatización. En este último espacio, podemos cargar nuestro teléfono móvil de manera inductiva, dejar unas botellas pequeñas o la Display Key, de serie en este modelo.

Interior acolchado, con tecnología y cuero de alta calidad

Muchas novedades tecnológicas

Las pantallas del habitáculo, instrumentación y sistema multimedia, que la marca bautiza como BMW Live Cockpit Professional tienen una gran nitidez y además viene de serie en este modelo. La pantalla central es de 10,25 pulgadas, táctil y nos permite movernos por los distintos menús, es decir, podemos usar los botones del volante, el controlador iDrive, la pantalla táctil, el control de voz o el control gestual de BMW para interactuar con el sistema, que cada vez es más completo.

Tras el control por gestos, que ya vimos en otros modelos, al igual que en el BMW Serie 3 2019, el nuevo BMW Serie 8 equipa el nuevo BMW Intelligent Personal Assistant, un asistente personal con el que podremos hablar. Aquí tienes más información.

Otra novedad, ahora integrada en el Asistente de aparcamiento es el Asistente de Marcha Atrás. Se puede activar al introducir marcha atrás y deshace la trayectoria realiza de los últimos 80 metros, siempre y cuando no superemos -tendremos que ir regulando con el freno- los 9 km/h. Es muy útil cuando maniobramos en espacios muy reducidos y tenemos poco espacio para maniobrar: el sistema controla la dirección al retroceder, es decir, que se encargará de sacarnos si nos hemos metido en un “problema”.

BMW Serie 8, pantallas del BMW Live Cockpit Professional

De serie también incluye el Head-Up Display, que proyecta información en el parabrisas, en el campo de visión del conductor, donde sin desviar la vista de la carretera puede consultar la velocidad de crucero y su limitación, restricciones de adelantamiento, indicadores de estado y advertencias de los sistemas de asistencia o información relacionada con la navegación o el teléfono móvil.

Soluciones técnicas

Todos los BMW Serie 8 se ofrecen con tracción a las cuatro ruedas xDrive y con transmisión automática de 8 relaciones Steptronic Sport, fabricada por ZF. La transmisión es una nueva versión más liviana con un controlador de nuevo desarrollo que aumenta la relación de transmisión (de 7,07 a 8,59). Esto quiere decir que en marchas largas a velocidad sostenida el motor trabajará más cómodamente, gastando menos carburante. Esta caja integra unos nuevos amortiguadores de torsión que reducen las irregularidades de rotación del tren motriz, mejorando la suavidad del cambio.

La transmisión Steptronic Sport adapta la estrategia de cambio dependiendo de la situación de conducción y en colaboración con el sistema de navegación le permite tener en cuenta la ruta planificada. Por ejemplo frenar con un margen de tiempo suficiente cuando se aproxima un cruce y utilizar el freno motor, post poner un cambio de marcha entre dos curvas o desacoplar el motor al navegar a vela sin comprometer la comodidad.

Palanca Steptronic, modos de conducción y mando del iDrive

El sistema de tracción xDrive dirige a las ruedas traseras todo el par en situaciones en las que no se necesita la tracción total, cuando hay pérdida de tracción o es más eficiente enviar par al eje delantero así se hace. BMW dice que el sistema de tracción se ha diseñado para una conducción deportiva, especialmente para los modos de conducción más agresivos. De hecho al trazar curvas de alta velocidad transfiere a las ruedas traseras la cantidad de fuerza necesaria para ayudar al automóvil a girar.

El bloqueo del diferencial trasero con control electrónico es opcional en el 840d xDrive pero de serie en el BMW M850i xDrive Coupé. Este diferencial brinda un efecto de bloqueo generado por un motor eléctrico que supervisa la velocidad entre la rueda trasera interior y exterior en las curvas, lo que permite salir de los giros sin penalizar la dinámica.

De serie equipa dirección activa integral que reduce el diámetro de giro del automóvil al maniobrar, ya que aumenta la agilidad a velocidades moderadas y mejora la estabilidad y seguridad al cambiar de carril o tomar curvas a alta velocidad. Las ruedas del eje trasero giran ligeramente en el mismo sentido que las delanteras a alta velocidad y en sentido contrario hasta 88 km/h.

Detalle de las llantas de 20 pulgadas.

Su motor diésel de 6 cilindros ofrece un par máximo de 680 Nm, disponible desde 1.750 rpm, sus inyectores piezoeléctricos funcionan con una presión máxima de 2.500 bares. Este propulsor equipa un cárter de aluminio, cuyas paredes están recubiertas con el método de pulverizado con arco, aumentando la eficiencia y bajando su peso.

Para cumplir con la normativa de emisiones de óxido de nitrógeno, esta variante equipa un sistema de control de emisiones que equipa un filtro de partículas, un catalizador de oxidación, un catalizador de absorción de NOX, así como un catalizador SCR con inyección de AdBlue para una mayor reducción de las emisiones de óxido de nitrógeno. Este sistema se llama BMW BluePerformance y permite que el 840d xDrive cumpla con el estándar Euro 6d-TEMP.

BMW ha trabajado en reducir todo lo posible el peso de su Coupé de lujo, emplea lo que ellos llaman BMW EfficientLightweight, una selección de materiales que tiene una relación atractiva entre peso y rigidez, desde el punto de vista de construcción. El techo, las puertas, capó y parte de los subchasis delanteros y traseros son de aluminio. La estructura de soporte del salpicadero es de magnesio. De CFRP, fibra de carbono reforzada con plástico, es el túnel central y opcionalmente puede serlo el techo.

Su maletero ofrece una capacidad de 420 litros

Experiencia de conducción

Que vaya por delante que estamos de enhorabuena con este mito de los años 90 que a pequeños y mayores nos ha hecho soñar. BMW etiqueta este modelo como un deportivo de lujo. Sobre el apartado de lujo no tengo nada que objetar, te confirmo que el vehículo se siente, se ve, se huele, como un modelo que busca la excelencia, la encuentra y la ofrece a sus pasajeros.

Donde no estoy del todo de acuerdo es en la afirmación de que el Serie 8 -he conducido la versión 840d xDrive- sea un deportivo en sentido estricto. Teniendo en cuenta que se trata de un vehículo de 4,83 metros de longitud y un peso superior a 1.900 kilos, sería incongruente llamar a este modelo “deportivo”, sobre todo teniendo en cuenta la existencia de la radical gama de modelos que ofrece el fabricante alemán. Cuando pienso en un deportivo de BMW, pienso en un BMW M2.

Aunque no ofrece sensaciones radicales, el 840d acelera, frena y gira a voluntad hasta en tramos revirados. Excelente gestión electrónica.

Honestamente no es “culpa” de BMW. Como fabricante de vehículos, ofrece lo que se demanda en este segmento tan elitista: coches que no renuncian a nada. Aspecto de coupé pero con más de dos asientos, aspecto radical pero que sea cómodo y por supuesto, con toda la tecnología posible, eso es lo que hace que su peso aumente.

Con su motor diésel, permite viajar con estilo consumiendo poco carburante

Estoy seguro de que el BMW M850i con su increíble motor V8 ofrecerá una experiencia mucho más radical y enriquecedora para los sentidos y para aquellos que disfrutan de cierta brutalidad al volante. Sin embargo el 840d, que es el modelo que he podido probar por el momento, me parece una opción más sensata. No tan prestacional, pero sí más equilibrada.

Tienes la presencia del Serie 8 -que presuntamente equipará un motor potente y gastón- pero la eficiencia de un motor diésel de 6 cilindros y 320 CV que permite realizar el 0 a 100 en 4,9 segundos. No tiene un consumo bajo en valores absolutos, pero una gran diferencia con sus alternativas gasolina.

Datos homologadosBMW 840d Coupé xDrive
Peso en vacío DIN/EU1.830 Kg / 1.905 Kg
Potencia máxima320 CV a 6.400 rpm
Par máximo680 Nm desde 1.750 - 2.250 rpm
0-100 km/h4,9 segundos
Consumo urbano7,6 - 7,2 l / 100km
Consumo carretera5,4 - 5,1 l / 100km
Consumo mixto6,2 - 5,9 l / 100km

Según los datos homologados, el consumo de carburante es muy razonable, y ofrece cifras inéditas en su segmento. No he podido hacer una prueba de consumo rigurosa durante la presentación pero el 840d ofreció durante la primera parte de recorrido (urbano y carreteras con atascos) un consumo de 9 litros cada 100 km, aunque según corría el odómetro y dejábamos atrás la congestión del tráfico, el registro se estabilizó en 7,4 L cada 100 km. En este recorrido no configuré el coche en el modo de conducción más eficiente y gran parte del mismo eran curvas enlazadas.

Resulta muy cómodo y te sorprenderá en tramos revirados

Pese a su envergadura es notable la capacidad de maniobrabilidad que tiene gracias a la dirección activa integral. Hay bastante diferencias entre los modos de conducción que ofrece (Adaptative, ECO Pro, Comfort, Sport, Sport +) es claramente perceptible como se adapta la sensibilidad del acelerador, la dureza de la dirección y suspensión. El sonido del motor de 6 cilindros, suena grave en el habitáculo, está realzado a través del sistema de audio y en los modos deportivos adquiere una mayor notoriedad, especialmente al realizar una fuerte aceleración.

Aunque se defiende notablemente en tramos revirados, en largos desplazamiento es donde saltará a relucir su comodidad, con una gran aislamiento acústico y trabajo de suspensión. Está equipado de serie con Control de Crucero con función de frenado y opcionalmente con función Stop & Go, que puede usarse hasta 210 km/h, manteniendo la velocidad deseada teniendo en cuenta la situación del tráfico y la distancia seleccionada con los vehículos que se encuentran delante. El sistema puede frenar el coche completamente hasta detenerse y ponerlo en marcha nuevamente. La lista de asistentes o ayudas a la conducción que el modelo puede equipar es gigante.

Conclusiones tras la presentación

Como ya he explicado el 840d no me parece un modelo estrictamente deportivo, si no un Gran Turismo potente con el que viajar cómodamente. Que no sea deportivo -en su concepción más auténtica-, no es malo. Con el nivel de equipamiento que ofrece, puede ser una alternativa al Maserati Gran Turismo o al Aston Martin DB11, sus rivales según el fabricante alemán.

BMW Serie 8, mucha calidad en su habitáculo

A mi modo de ver, la Serie 8 ofrece una calidad superior que el italiano, pero no creo que sirva de alternativa al modelo inglés, sin embargo, es una alternativa del Clase S Coupé o el Lexus LC, por ejemplo, que tiene una versión equivalente en rendimiento y eficiencia: la híbrida. O incluso el Audi A7, aunque la carrocería sea de 4 puertas y no tenga un enfoque tan prestacional como el BMW.

Lo que más me ha gustado del modelo ha sido la sensación de calidad que transmite su habitáculo y la tecnología (instrumentación, asistente personal con IA). También reconozco que me ha sorprendido su maniobrabilidad gracias a su eje trasero direccional.

Para los clientes que las prestaciones puras no sean una prioridad y puedan superar el complejo de que su coche no equipe un motor de gasolina, el Serie 8 840d será ideal, se trata de un vehículo de representación de aspecto deportivo, con un excelente rendimiento, que ofrece unos consumos bajos en su segmento. Quien quiera algo más radical y prestacional que mire el M850i, que su motor V8 seducirá desde un primer momento.

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