Prueba BMW X3 y X4 M, misiles tierra-tierra
¿Qué responderías si te dijera que un SUV es capaz de dejar atrás a un BMW M4? Seguro que me tacharías de loco, pero no. BMW nos presenta los nuevo X3 y X4 M con hasta 510 caballos. Dos bichos tremendos que ya he podido catar.
22 min. lectura
Publicado: 03/10/2019 20:00
¿Son realmente necesarios 510 caballos en un SUV? Muy posiblemente no, pero al fin y al cabo esto no se basa únicamente en un solo caso. El concepto de exclusividad no solo se aplica a la marca, al modelo, a la calidad o los acabados, también se aplica en la mecánica. Si bien un BMW X3 o un BMW X4 no son nada extraños de ver, cuando le sumas la letra M se convierten en unos bichos raros. Esa letra les da mucho poder, pero ¿será realmente legítimo?
Tanto el X3 como el X4 son productos ya de sobra conocidos en BMW. Son dos de los SUV más vendidos de la marca y todos les ponemos cara. Pero claro, estos dos bichos no son de sobra conocidos, y dado que tienen mucho más rendimiento el diseño tiene que ir a juego. Porque en esta vida no solo hay que parecerlo, también hay que serlo. Por eso los diseñadores han creado un aspecto más...digamos descomunal.
Esos diseños se han logrado aplicando las mismas normas tanto en un caso como en el otro. Eso quiere decir que se suman parachoques mucho más nervados y con tomas de aire considerablemente más grades -hay que refrigerar más motor-. Luego seguimos con llantas de diseño específico y de 20 pulgadas como mínimo, sí 20, y por último una trasera que emite peligro por sus cuatro costados. Alerones prominentes, más llamativo en el caso del X3, y cuádruple salida de escape como bien debe esperarse de un verdadero M.
Hay que reconocer que con estas pequeñas modificaciones el salto de unos burgueses X3 o X4 es considerable. Ya sea mirándolo por delante o por detrás incluso un ojo inexperto podrá apreciar que ninguno de los dos es "normal". Y es que ninguno de los dos quiere pasar realmente desapercibido, menos si cabe si empezamos a sumar los muchos accesorios existentes de M Performance, y hay que entender que sus acaudalados clientes tampoco se gastan tanto dinero para ser discretos.
Porque ahora que hablamos del feo asunto del dinero, a BMW parece que no le tiembla el pulso a la hora de poner precio a sus joyitas. Como he dicho párrafos más arriba, la exclusividad no sale barata y menos en este caso. El precio de salida del BMW X3 M para el mercado español es de 109.900 euros. En el caso del BMW X4 M el precio de partida es de 111.900 euros. Se mire por donde se mire se antoja exagerado y excesivo, más si tenemos en cuenta que hasta hace bien poquito un BMW M3 tenía un precio de salida de apenas 93.000 euros. Casi 17.000 euros menos.
Pero ahí está el secreto de este tipo de coches, que no todo el mundo lo puede pagar. Eso sí, el que pueda recibirá a cambio no solo un diseño deportivo, también un interior de calidad y cargado de tecnología. Pero si la que trae no es suficiente para tu delicada y fina boca hay mucho más dónde elegir. Programa Individual, HUD, techo solar, cámaras de 360º, asientos eléctricos y climatizados, sistema de sonido Harman/Kardon, acceso sin llave, faros de LED adaptativos, y por 10.000 euros más el paquete M Competition que no solo eleva la potencia del motor, también trae alguna que otra chuchería extra.
Aunque las unidades M son ligeramente más grandes que las unidades convencionales de las que derivan, culpa de los parachoques sobredimensionados, el espacio interior no se altera un solo milímetro. Es decir que siguen ofreciendo una buena habitabilidad en todas sus plazas. Irremediablemente en este caso vuelve a ganar el X3 ya que sus líneas rectas lo hacen ser más aprovechable, mientras que la línea coupé del X4 reduce demasiado la altura para las cabezas en la segunda fila de asientos.
Tampoco se pierde nada en lo que a espacio de maletero se refiere. Las cotas de los baúles siguen siendo iguales según su ficha técnica, y eso nos deja con 550 litros de capacidad mínima y 1.600 de capacidad máxima para el X3 M. Por su lado el X4 M es un pelín menos capaz, con un volumen mínimo de 525 litros y un máximo de 1.430 litros. Todo ello por culpa de la línea del coche, aunque hay que reconocer que esos litros de menos se pierden en altura hasta el techo, por lo que en realidad estamos hablando de maleteros casi calcados.
Pero vayamos a la quiz de la cuestión, a la guinda del pastel y al truco del almendruco, los motores. ¿Que no te parecen suficientes los 354 caballos de los X3 y X4 M40i? No te angusties que BMW ha pensado en todo, ha metido turbos más grandes, electrónica específica y ha apretado todas y cada una de las tuercas que podía apretar para elevar la potencia de forma considerable. Estamos hablando que los X3 y X4 M lucen una potencia de salida de 480 caballos, que se pueden convertir en 510 si incluimos el paquete M Competition. Ahí es nada.
Y todo ello extraído de un bloque de aluminio con seis cilindros en línea M TwinPower Turbo de tres litros de cilindrada, con doble árbol de levas, inyección directa y una relación de compresión de 9,3:1. Por si no te haces una idea de qué quieren decir estas cifras, basta con decir que el BMW M4 de 2019 es menos potente que cualquiera de estos dos bichos. Y eso no es todo porque también son más rápidos. 4,2 segundos de 0 a 100, una décima menos con el paquete M Competition, y velocidad máxima limitada electrónicamente de 280 Km/h.
El chasis procede de los X3 y X4 convencionales, pero han pasado por las manos de los ingenieros de BMW M, y eso supone importantes modificaciones
De gestionar toda esa violencia mecánica se encarga un sistema de tracción total xDrive que distribuye la energía de forma equitativa entre ambos ejes. Dicho sistema fue estrenado en el BMW M5 y aunque se predomine el eje trasero sobre el delantero, el diferencial activo M del eje posterior garantiza un óptimo reparto del par además de dos modos de conducción adicionales para esos momentos cuando queremos llevar al extremo a cualquiera de estas dos bestias pardas. Momento que por cierto ha llegado.
Prueba BMW X3 y X4 M
Siempre decimos que las leyes de la física tienen sus límites. Que todo lo que suma también resta. Sin embargo los ingenieros de BMW se las han apañado para que coches tan descomunales como los X3 y X4 M sean hábiles para casi todo. Para el día a día, ir y volver del trabajo o del campo de golf, y también para esos ratos de ocio donde busquemos liberar la mente a base de quemar gasolina y tomar curvas. Lograr ese equilibrio está al alcance de muy pocos, y este es uno de esos raros casos.
Hasta ahora la referencia del segmento C-SUV siempre había sido el Porsche Macan. Con él uno puede llegar a confundir el hecho de que un SUV realmente se conduce como una berlina o un deportivo, y parece que BMW ha seguido esos pasos. Últimamente he acusado muchas veces a los de Múnich de perder su identidad, de perder deportividad, pero con trastos como el X3 y el X4 M uno recupera la fe, a medias. El formato, al menos para mí, no es el correcto, pero demuestra que a la marca no se le ha olvidado eso de hacer coches "para conducir".
Sí, lo sé, seguro que estás pensado que me he vuelto loco, pero es que es pisar el acelerador y dejar atrás todos los prejuicios que uno tiene de los SUV. Vale, no es tan preciso ni tan eficaz como un deportivo puro en el paso por curva, por muy poco, pero es que en un mundo real de carreteras nacionales y estrechas nadie va a alcanzar esos límites. Solo un circuito o un piloto de clase mundial dictarán sentencia de cuál es más rápido, porque como ya digo en un mundo real son prácticamente idénticos.
El motor es una tremenda barbaridad. Hasta ahora había obviado un dato a la espera de saber cómo se traducía, el par. Los X3 y X4 M tienen un par máximo de 600 Nm disponible entre las 2.600 y las 5.600 vueltas, algo más de rango si optamos por el paquete M Competition. En un principio el rango me parecía un pelín alto, pero al tratarse de un deportivo y dejar a un lado el tema consumos, siempre circulamos altos de vueltas y cerca de ese régimen óptimo de entrega de par. Y si por algún casual estamos por debajo, basta con pisar el acelerador y esperar una respuesta muy contundente.
La caja de cambios se encarga de hacer todo el trabajo, también podemos hacerlo nosotros mediante las levas. BMW se ha decantado por una de las mejores opciones que hay actualmente en el mercado, una caja de cambios M Steptronic de ocho marchas. Esta transmisión de tipo convertidor de par con Drivelogic encaja perfectamente con el rendimiento del motor y del coche. Es tranquila cuando es necesario y es muy contundente cuando se le pide que lo sea. Las transiciones son suaves y rápidas, y tiene más sentido que montar un doble embrague. La pérdida de velocidad es inexistente pero se gana en eficiencia y confort, pues no hay que olvidar que seguimos hablando de SUV.
SUV poderosos y descomunales, pero SUV al fin y al cabo. BMW nos plantea diferentes modos de conducción. Desde un modo confort a uno extremadamente deportivo. Obviamente donde conseguimos el máximo rendimiento es cualquiera de los dos modos deportivos, Sport y Sport Plus, pero sinceramente digo que desde el modo Confort la respuesta del motor y el comportamiento del coche son más que suficientes para el común de los mortales. Rápidamente te descubres viajando a altas velocidades con máximo confort, y de hecho una de las pegas es que no se nota la velocidad a la que avanzas.
Como viene siendo habitual en BMW la personalización mecánica es total. Podemos configurar cada componente mecánico a la forma que mejor se adapte a nuestra conducción
Le pasa a muchos coches de este corte, y es que al estar tan bien aislados y circular con un punto de vista más alto la sensación de velocidad no coincide. Donde más lo notaremos es en un tramo de curvas, donde tendremos que vigilar mucho el velocímetro y ser más contundentes con unos frenos a los que les falta mordiente. Discos perforados de 395 milímetros para el eje delantero y 370 para el eje trasero. Puede parecer mucho pero cuidado, porque a la velocidad extrema hay que sumar 2.045 kilogramos de peso, por lo que en un tramo largo de curvas pueden acabar muy fatigados.
Y no es de extrañar porque la velocidad que adquieres con cualquiera de estos dos SUV deportivos está fuera de toda lógica. Además lo hacen con toda naturalidad y desparpajo. Sin querer rápidamente te encuentras tomando curvas a velocidades ilegales incluso en autopistas y todo sin sentir que tu vida corre peligro. Obviamente los ingenieros han considerado que el eje trasero tenga prioridad en la entrega de par, pero no tiene todo el control ya que siempre queda un remanente en el eje delantero para no perder la seguridad por completo.
Como ya pasara en el BMW M5, los X3 y X4 M tienen varios modos de conducción deportiva: 4WD y 4WD Sport. Al activar estos modos transferimos más energía al tren trasero pero bajo ningún concepto llega a desconectarse por completo. También podemos ajustar el control de estabilidad, aunque en este caso tampoco llega a desactivarse por completo en aras de una mayor seguridad. Y es absolutamente lógico.
La verdad es que las sensaciones que entregan ambos coches son descomunales, y el ritmo que tienen es de absoluta locura. Sinceramente no esperaba tanto, y entono el mea culpa. Está claro que BMW sigue manteniendo ese toque que siempre le ha caracterizado. Tanto el X3 M como el X4 M son excelentes y no hacen que eche de menos al Porsche, y claramente son mejores que el Mercedes-AMG GLC 63 S y GLC 63 S Coupé. A día de hoy la comparativa es esa, y seguro que durante un buen tiempo así va a seguir.
Tras haber hablado de precios y dar buena cuenta de lo poco accesibles que son estos dos coches, es hora de hablar de lo poco ahorradores que son. En ciclo combinado pueden llegar a consumir hasta 11,4 litros por cada 100 kilómetros, según datos homologados. No es una cifra que podamos tachar como baja, de hecho se mire por donde se mire es excesiva. Así que por este, y por muchos más motivos, la compra más lógica de un BMW deportivo siguen siendo el BMW M2, el M4, y el M3. En este último caso pronto veremos la más moderna de sus generaciones, aunque ya se ha dejado ver muy claramente en sus fotos espía.
Conclusiones
Un coche de estas características no es ni para todos los gustos ni para todos los bolsillos. Los BMW X3 y X4 M representan el culmen de la gama, un culmen que está dando sus últimos coletazos ante el imparable avance de tecnologías más eficientes. Dentro de unos años, seguramente la próxima generación de estos modelos, todos los deportivos serán electrificados. Eso no quiere decir que pierdan sensaciones, que posiblemente no lo harán, pero sí que serán completamente diferentes y también más potentes.
A día de hoy los X3 y X4 M son bichos raros y no es de extrañar. Su rendimiento está a la altura de la poderosa letra que los acompaña. Yo no soy muy partidario de un SUV deportivo, y siempre he tenido como referencia el excelente Macan, pero no puedo negar lo evidente y es que BMW ha conseguido crear dos máquinas que pueden superar a ese rival. Pero mucho cuidado con hundir el acelerador a fondo porque si crees que por tener esa forma no corren, estás muy equivocado. No olvides que cualquiera de los dos puede dejar atrás a un BMW M4.
Pensando en el BMW M3 2020
Tras bajarme de estas dos bestias el primer pensamiento que se me ha venido a la cabeza es, ¡qué buena pinta tiene el BMW M3 2020! Ha sido una reacción natural porque como ya sabrás esta es la configuración que van a tener los nuevos BMW M3 y BMW M4. Los alemanes están ultimando sus preparativos y mecánicamente no habrá muchas diferencias con los X3 y X4. Montarán el mismo bloque de seis cilindros con igual cantidad de caballos. Pero solo imaginarme ese rendimiento en un coche más bajo y más ligero es hacerse la boca agua, aunque un escalofrío también me recorre la espalda.
Más que nada porque si estos dos SUV corren así que no hará la berlina y el coupé. Además que dinámicamente serán más agresivos ya que en ese caso la tracción total será totalmente desconectable. Sí, lo que has leído, los nuevos M3 y M4 vendrán de serie con tracción xDrive tal y como ya hiciera el M5. Y como en aquél caso podremos jugar con los modos y la tracción para cambiar la radicalidad del coche. Deseando estoy de su llegada. Al M3 le falta muy poco para ver la luz, en cambio al M4 todavía le queda bastante para salir al mercado, y lo hará no solo con una mecánica radical sino que también lo hará con una estética revolucionaria tal y como ya nos han adelantado con el BMW Serie 4 Concept.