Prueba BMW X6 xDrive30d, poderoso en todos los sentidos
El BMW X6 es el SUV coupé más grande de la casa alemana. Un monstruo de amenazante diseño, pero con un motor diésel magnífico. Su versión de acceso es, sin duda, la opción más lógica de todas.
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Publicado: 28/03/2024 12:00
En el mercado encontramos muchos tipos de SUV, muchas marcas, modelos, tamaños, formatos y colores. En BMW ordenan sus todocamino del número 1 al número 7 en orden creciente de tamaño, prestaciones y lujo, dejando a un lado el excepcional BMW XM del que ya te hablé hace unas semanas. En esta ocasión probamos el SUV coupé más grande de la firma bávara, el BMW X6. A lo largo de los años ha pasado por diferentes fases. Es muy posible que estemos viviendo la mejor de todas ellas.
Antes de la llegada de la era SUV, BMW ya era capaz de ofrecer este tipo de carrocerías a sus clientes. El primer todocamino de la casa fue el BMW X5. Los clientes de todo el mundo se lanzaron en masa a comprarlo. Todo un BMW pero en formato más campero y extraordinario. Tal fue el éxito que la familia X fue creciendo paulatinamente hasta ocupar todas las denominaciones posibles. Los números pares indican las carrocerías coupé, mientras que las impares hacen referencia a las líneas más tradicionales. Con la denominación X6 ya puedes hacerte de una idea de dónde podemos ubicarla.
Entre el lanzamiento del X5 y del BMW X6 pasaron casi 10 años. Mucho tiempo en términos actuales, pero no tanto cuando hablamos de los primeros compases del siglo. El X6 fue el primer SUV coupé de la casa y al igual que el resto de la familia tuvo muy buena aceptación en los concesionarios. Hoy son tres las generaciones que nos han visitado. La última de ellas se presentó en 2019, la misma que en 2023 sufrió un pequeño, pero contundente lavado de cara. Por fuera aplicó las reglas estandarizadas de todo restyling con cambios mínimos que incrementaron su poderosa presencia.
No estamos ante un coche discreto, BMW no lo ha querido así. Del morro a la trasera hablamos de 4,93 metros de largo. A eso hay que sumar 2 metros de ancho y 1,69 metros de alto con una generosa distancia entre ejes de 2,97 metros. Para seguir con su contundencia, los alemanes calzan llantas de hasta 22 pulgadas y ofrecen tonalidades sumamente atractivas. Si no hay ninguna que te interese no te preocupes, el departamento de BMW Individual estará encantado de crear una a tu gusto. Estamos en una marca premium y esos detalles siempre son posibles, aunque hay que correr con los gastos.
Debo reconocer que el aspecto del X6 no me ha terminado nunca de enamorar, pero esta última versión sí me gusta. Destaca allá donde lo pongas, pero no resulta ni basto ni hortera. De puertas para dentro es donde observamos la mayoría de las novedades introducidas en 2023. Llegó la hora de decir adiós al tradicional formato de pantallas divididas de BMW y decir hola a un único panel curvo con dos displays unidos. El resultado es sumamente espectacular, aunque no todo es tan bonito como resulta en la pantalla. A título personal creo que se ha dado un paso atrás.
El hecho de contar con pantallas no quiere decir que sea mejor, de hecho, es bastante probable que el efecto sea el contrario. En el cambio, los alemanes han integrado casi todos los sistemas en los paneles, sobre todo en el principal, el del sistema multimedia de 14,3 pulgadas. El nuevo sistema operativo, popularmente conocido como iDrive, no está bien pensado. En el menú encontramos muchos iconos lo que obliga a hacer scroll con el dedo y tener que leer atentamente qué representa cada uno de ellos. Imagina hacer eso en marcha y comprenderás que supone todo un problema para la seguridad.
Sí, es cierto que se puede manejar desde el módulo de la consola central, pero el problema es que sigue habiendo demasiadas funciones integradas, muchas de ellas absolutamente inútiles mientras conducimos. Dentro de cada menú podemos tener submenús y otras funciones que tendremos que toquetear para acceder. BMW siempre ha ofrecido un sistema limpio, fluido, sencillo y seguro. Ahora ya no y es algo que debe mejorar. Otro gran error ha sido incluir en la pantalla el control climático. Tantas opciones de personalización que una vez más obligan a desviar la atención de la carretera. Ni siquiera el cuadro de instrumentos tiene una lectura clara, algo que no mejora con los diseños.
El X6 es ahora más tecnológico que nunca y de verdad que se aprecia y se reconoce semejante despliegue. No es un problema de cantidad, sino de manejo. Donde tampoco hay problema alguno es en términos de calidad. El X6 es uno de los buques insignia de la casa, uno de sus coches más caros, y corresponde con excelentes materiales, incluyendo la siempre noble madera, y un refinado proceso de ensamblaje. Actualmente, junto con Volvo, es la compañía que mejor calidad ofrece dentro del abanico premium. Es así y eso nadie lo puede negar o discutir. Coches hechos para soportar el paso del tiempo sin problema alguno.
Antes te he dado detalles del tamaño y como comprenderás con semejante volumen el X6 es un coche muy espacioso. Con casi 3 metros de distancia entre ejes ofrece un generoso habitáculo donde cinco pasajeros pueden viajar cómodamente. A pesar de su línea coupé no hay inconveniente en altura. Los pasajeros más altos de la casa pueden viajar cómodamente, aunque la altura de la carrocería puede suponer un problema para las personas de movilidad reducida o para los ocupantes más mayores. En cambio, es práctico a la hora de subir a los niños al coche e instalarlos en los asientos infantiles. El maletero de 580 litros es muy aprovechable, pudiendo llegar a un máximo de 1.530 litros si se abate por completo la segunda fila de asientos.
A la hora de equipar el X6, BMW nos propone varias opciones mecánicas entre los 298 y los 625 caballos de potencia del descarado y exagerado BMW X6 M. Sin embargo, sin que sirva de precedente, diré que con la versión de acceso tenemos el mejor X6 de todos, el más equilibrado. Me refiero al X6 xDrive30d. Sí, un diésel. Monta el bloque de seis cilindros en línea turboalimentado de 3 litros típico de la casa. El que para mí es uno de los mejores motores diésel del mundo. Desarrolla 286 caballos y 650 Nm de par motor entre las 1.500 y las 2.500 revoluciones. Gracias a las triquiñuelas de BMW, integra un sistema MHEV con el que homologa la etiqueta ECO de la DGT.
Al volante del BMW X6 xDrive30d
Diésel, potente y con etiqueta ECO, ¿quién no quiere algo así? Ofrece todo lo que puedas necesitar en cuanto a rendimiento y confort. Hay que decir que no estamos ante un híbrido convencional. El X6 no es capaz de desplazarse de forma 100% eléctrica, pero sí obtenemos uno de los distintivos medioambientales más buscados y favorables. Sí, es cierto que el motor tiene que desplazar mucha masa, 2.295 kilogramos para ser exactos, pero eso no supone ningún problema. Ni siquiera cargado hasta los topes. Es el equilibrio perfecto.
Reparte toda la fuerza entre las cuatro ruedas gracias a su sistema de tracción total xDrive y a un cambio automático de convertidor de par con ocho velocidades. No creas que le pesa el culo, porque ahí donde lo ves es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos y alcanzar una velocidad punta de 233 kilómetros por hora. Si bien BMW ofrece un sistema de amortiguación con resortes en las versiones de acceso, también es posible equipar una suspensión neumática por apenas 1.540 euros. Es un extra que te recomiendo coger porque aprovecha al máximo la excelente puesta a punto.
En una conducción tranquila absorbe los obstáculos de la carretera y minimiza el impacto a los pasajeros. Resulta extremadamente cómodo viajar con él. Gracias a un excelente trabajo de aislamiento las molestias exteriores apenas se filtran al habitáculo. Es suave y muy silencioso a cualquier velocidad. Como suele ser habitual en BMW, hay varios programas de conducción que permiten alterar el comportamiento del coche. Desde un modo Comfort a un formato Sport que tensa el coche y ofrece una respuesta más rápida de todos los elementos dinámicos. Sinceramente, en el modo Comfort tienes todo lo que puedas necesitar.
Sí, está claro que en el programa más deportivo el coche responde mejor, pero créeme que tampoco es el coche ideal para ir de tramo. Ojo que responde mucho mejor de lo que su altura y peso pueden vaticinar, pero al final se le nota fuera de su hábitat natural. Si quieres un SUV de este tamaño para ese tipo de trato vete al X6 M. Pocos coches podrán igualar sus prestaciones, pero un tramo de montaña puede convertirse en una pelea de la que no salgas bien parado. Es una bestia y hace cosas increíbles. El problema es que eleva tu confianza y es muy fácil acabar cometiendo un error que ponga en peligro tu integridad.
No, el X6 xDrive30d es un coche ideal para el día a día, a pesar de su poco radio de giro, y para viajar. Lo mejor de todo es que dentro de ese amplio abanico de habilidades también hay que sumar el ahorro. Durante la semana de pruebas el ordenador de a bordo ha desprendido un consumo medio de 7,8 litros, que sumado al depósito de carburante de 80 litros nos permite rodar más de 1.000 kilómetros sin tener que parar a repostar. La verdadera salud. Se mire por donde se mire es un dato excepcional que apuntala mi creencia de que este motor diésel es uno de los mejores y más evolucionados de la industria. Prestaciones, suavidad y bajos consumos. Más no se puede o no se debe pedir.
Ahora bien, el X6 cada vez está más lejos del pueblo. Nunca lo ha estado, pero hoy su cotización se me antoja excesiva. La unidad de acceso, el xDrive30d, está disponible por un mínimo de 96.800 euros, tela. En cuanto empieces a meterle chucherías, que son muchas y bastante caras, y a jugar un poco con las llantas, las tapicerías o los colores, es muy fácil sobrepasar la barrera de los 110 o 120 mil euros. La unidad de pruebas se acercaba peligrosamente a los 140.000 euros, aunque debo reconocer que venía con todos los extras que se pueden integrar. Algunos no son realmente necesarios. Ese es el precio que BMW nos pide y, sinceramente, me parece demasiado. Un X5 con igual motor sale 10.000 euros más caro. Para mí, como ya te conté, es la elección perfecta.
Conclusiones
BMW sabe muy bien lo que se hace. Sus SUV están muy cotizados entre los conductores más acaudalados y es por algo. En el X6 tenemos muchos elementos a destacar como la presencia, la calidad de sus materiales y acabados, una buena habitabilidad, un más que generoso equipamiento y un comportamiento excelente con un motor que es una obra de arte. Eso sí, no todo es perfecto, aunque el X6 xDrive30d se merece ese notable alto. Mejoraría su sistema multimedia por ser excesivamente complejo, también daría algo más de giro a las ruedas delanteras (la solución es pagar el eje trasero direccional optativo) y reduciría algo el precio. Es mucho.