Prueba BMW Z4 sDrive20i MT ¿Merece la pena el cambio manual?
El nuevo BMW Z4 propone una mayor conexión entre el conductor y el coche con una caja de cambios manual de seis marchas disponible exclusivamente en su motorización de acceso ¿Es ésta la combinación ganadora para el descapotable biplaza alemán?
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Publicado: 28/09/2020 17:00
Descapotable, biplaza, cambio manual y tracción trasera. El BMW Z4 propone una combinación irresistible que toma los genes del roadster clásico. Sus principales rivales premium se sitúan por encima en precio, siendo el Porsche 718 Boxster y el Jaguar F-Type Convertible los más próximos a su filosofía. Entre los generalistas, el popular Mazda MX-5 es el único candidato.
BMW parece estar buscando su identidad estilística y en la actualidad propone modelos con diseños muy diferentes entre sí: el atrevido Serie 4 2021, el clásico Serie 5 2021 y el dinámico Serie 8 2020 son buenos ejemplos de ello. La nueva generación del Z4 se inclinó más por esta última propuesta, subrayando su deportividad con carácter pero sin estridencias.
Todo un acierto porque el roadster bávaro atrapa todas las miradas con su aspecto afilado y agresivo. La parrilla baja y plana es acompañada de unos faros que se estiran hacia las aletas y que cuentan con tecnología led. En la vista lateral los ojos se van a las marcadas nervaduras que nacen tras las ruedas delanteras de este descapotable de 4,32 m de longitud. La zaga se caracteriza por una tapa del maletero con el spoiler integrado, unos pilotos muy estilizados y dos salidas de escape.
El techo de tela puede ser de color negro o antracita y cuando está puesto es casi como un coupé y presume de una buena insonorización interior para ser un descapotable. Con el techo abierto proporciona una gran sensación de libertad y al mismo tiempo los dos ocupantes van perfectamente resguardados del viento y las turbulencias, un gran trabajo de BMW en este sentido.
La capota se abre y se cierra en sólo 10 segundos y con gran suavidad. La maniobra también puede realizarse en marcha a velocidades de hasta 50 km/h. El techo de material textil se nota de buena calidad y se resguarda en un compartimento específico sobre el maletero por lo que no resta capacidad de carga. Un volumen que se queda en 281 litros de maletero, suficientes para el equipaje para dos personas en una escapada de pocos días.
Beber de las fuentes clásicas de los roadster no significa que este Z4 haya dado la espalda a la tecnología. Ni mucho menos. Entre las posibilidades de equipamiento está el BMW Live Cockpit Professional que nos propone dos pantallas de 10,25 pulgadas cada una. La primera de ellas supone un cuadro de instrumentos digital que puede estar acompañado de un head-up display.
La segunda es la pantalla del sistema multimedia que ofrece una magnífica calidad de imagen. Es uno de los mejores sistemas de infoentretenimiento del momento y se apoya en la oferta de servicios conectados BMW ConnectedDrive como el Asistente Personal, navegación con información del tráfico en tiempo real o punto de acceso WiFi. A pesar de la multitud de opciones que se pueden manejar aquí, su manejo es muy sencillo.
A los mandos del BMW Z4 sDrive20i con cambio manual
La gama mecánica del Z4 se compone de tres escalones de potencia divididos en las motorizaciones sDrive20i de 197 CV, sDrive30i de 258 CV y el fabuloso M40i de 340 CV. Anteriormente ya habíamos probado el BMW Z4 M40i cuando aún estaba en fase de preproducción y, con el coche ya en los concesionarios, también probamos el Z4 sDrive30i. Llega el turno de comprobar qué tal va el Z4 sDrive20i para cerrar el círculo.
Este propulsor 2.0 TwinPower Turbo de cuatro cilindros desarrolla 320 Nm de par a sólo 1.450 rpm mientras que la potencia máxima de 197 CV llega mucho más arriba, a 4.500 rpm. Un amplio rango de utilización que hace que este roadster se encuentre muy a gusto en la zona media del cuentarrevoluciones. En la aceleración de 0 a 100 km/h es capaz de parar el cronómetro en 6,6 segundos, una cifra que haría sonrojar a más de un deportivo de renombre.
La peculiaridad de esta mecánica de acceso sDrive20i es que es la única que puede elegirse con cambio manual o automático. Decantarse por la caja manual de seis marchas insinúa una perfecta comunión entre el conductor, el vehículo, la carretera y el cielo ¿Suena bien para un roadster, verdad?
La palanca de cambios del descapotable de BMW muestra un tacto preciso y ligeramente duro, características deseables en un coche prestacional. Menor nota tiene el pedal de embrague que muestra un recorrido algo más largo de lo deseable, restando algo de presteza a su manejo. Por cierto, durante la prueba el consumo medio fue de 7,4 l/100 km.
Un cambio manual permite que haya una mayor conexión entre el conductor y el coche, una circunstancia idónea en vehículos pensados para el máximo disfrute de la conducción. Una concepción que sigue estando escrita en piedra para los más puristas porque hace años una transmisión automática era sinónimo de lentitud de respuesta.
Pero ya hemos visto que la tendencia en el uso de cajas manuales en deportivos está cambiando rápidamente de la mano de la tecnología. La evolución de las transmisiones automáticas, cada vez más rápidas y eficientes, ha dado la vuelta a la tortilla y hoy en día la mayoría de los grandes deportivos están asociados a cajas de cambio automáticas.
Lo mismo sucede en este Z4. La tradicional caja manual ha quedado relegada únicamente a la versión de acceso mientras que todas las demás variantes del roadster alemán disfrutan de un cambio automático de 8 velocidades por convertidor de par. Y, tras haberlo probado con anterioridad, debo decir que no hay que arrepentirse de prescindir del pedal de embrague.
La transmisión Steptronic es una de las mejores que podemos encontrar en el mercado y su actuación en este modelo complementa la experiencia, sin mermar la diversión. El BMW Z4 puede ser cómodo y civilizado o rápido y emocionante, y ambos mundos antagonistas se remarcan aún más en las versión con caja automática.
Los 197 CV son muy voluntariosos pero el chasis del Z4 está tan bien afinado que a pesar de las buenas prestaciones te quedas con ganas de más. Si hacemos caso al corazón merece la pena dar el salto al motor sDrive30i de 258 CV si el presupuesto lo permite, pero la cabeza nos advierte de que hay nada menos que 7.400 euros de diferencia entre ambas versiones.
Aunque es un motor de cuatro cilindros, el sonido que llega por el escape es un excelente compañero de viaje. Otros fabricantes no cuidan este aspecto a pesar de que resulta un complemento perfecto para la deportividad y las sensaciones pero no es el caso de BMW ya que este Z4 sDrive20i, a pesar de ser una versión de acceso, suena realmente bien con un tono profundo que realza el dinamismo de este modelo.
El BMW Z4 sDrive20i viene de serie con transmisión automática pero propone el cambio manual como una opción sin sobrecoste. Es decir, el cambio manual y el automático valen lo mismo lo que sitúa a esta versión con un precio de salida de 49.300 euros ¿Con cuál te quedarías tú?