Prueba Citroën C3 2017, un soplo de aire fresco
Probamos la tercera generación del Citroën C3 en su presentación. Un utilitario que se ha renovado ofreciendo estilo fresco y juvenil con múltiples de opciones de personalización. También se ha trabajado intensamente en la conectividad con la Connected Cam, primicia mundial, como máximo exponente. El nuevo C3 ya está a la venta.
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Publicado: 08/11/2016 10:00
El Citroën C3 es uno de los pilares en la gama del fabricante francés. Desde su lanzamiento en 2002 se han vendido más de 3,5 millones de unidades y acapara una quinta parte de las ventas totales de la marca en todo el mundo. Por este motivo, su renovación debía causar sensación y así ha sido. La tercera generación del Citroën C3 ha supuesto un soplo de aire fresco en su segmento. Su imagen fresca y llena de color es uno de sus atributos más destacados con los que la marca gala pretende atraer al público más joven.
Su diseño sigue las líneas del C4 Cactus, filosofía que también está presente en mayor o menor medida el espíritu de otros modelos como el C1, el C4 Picasso o el e-Mehari. Citroën ha sabido dar una vuelta de tuerca a esa imagen y el resultado es un utilitario tan original y atrevido como el Cactus, pero más equilibrado en su planteamiento. Sin duda, un coche con encanto.
Apuesta por el diseño
Para reforzar su aspecto juvenil, el nuevo C3 recurre a las mismas bazas que otros modelos como el Fiat 500 o el MINI Hatch: un amplio catálogo con infinidad de opciones de personalización con colores vivos y tonos pastel. Hay nueve colores para la carrocería y, en los modelos con pintura bitono, otros tres para el techo en contraste haciendo un total de 36 combinaciones posibles.
La pigmentación alegre también se presenta en las molduras de los faros antiniebla, los retrovisores exteriores y diferentes vinilos con dibujos para el techo. Incluso los característicos airbumps, que se ofrecen de serie en el nivel de equipamiento más alto y como opción en el intermedio, tienen su ligero toque de color.
En el interior estas posibilidades de individualización siguen estando muy presentas con cuatro ambientes posibles que combinan diferentes molduras interiores, acabado del salpicadero y tapicería. El salto de calidad es evidente al menos a nivel visual, ya que al tacto siguen estando muy presentes los plásticos duros.
El nuevo C3 se asienta sobre la plataforma PF1, la misma que ya empleaba su predecesor, aunque según Citroën se han realizado importantes mejoras para el nuevo modelo. Sus dimensiones exteriores muestran que es 5 cm más largo, 2 cm más ancho y 4 cm más bajo. Se ha ganado en espacio interior, sobre todo en las plazas delanteras. Atrás, el espacio es suficiente para dos pasajeros -tres adultos irán muy apretados- de hasta 1,80 m de estatura aproximadamente. Sólo se ofrece con carrocería de cinco puertas, como es lógico, ya que los modelos de 3 puertas están desapareciendo en este segmento.
El maletero es grande si lo comparamos con sus rivales en el segmento B. Tiene 300 litros de capacidad, la misma que la generación anterior aunque sus formas son algo más aprovechables. Se puede ampliar el volumen de carga abatiendo los asientos traseros aunque la superficie resultante no es plana, el respaldo de las plazas traseras deja un escalón.
La gama del nuevo C3 está compuesta por tres acabados denominados Live, Feel y Shine, además de uno específico para empresas y flotas denominado Bussiness. La versión de acceso del pequeño Citroën cuenta con elementos como el aviso de cambio involuntario de carril, el control de crucero o un sistema de reconocimiento de señales de tráfico. Sin embargo, sorprendentemente, el acabado Feel no dispone de aire acondicionado de serie. Tampoco radio. Ambos elementos son opcionales.
En los modelos más costosos el frontal de habitáculo expone muy pocos botones, Citroën ha apostado por unas líneas limpias concentrando la mayoría de funciones en la pantalla multimedia de 7 pulgadas. Esta pantalla táctil reacciona con precisión y rapidez, además de mostrar una interfaz intuitiva y ser compatible con Apple CarPlay, Android Auto -disponible a principios de 2017- y MirrorLink. La única tacha es que también se incluye ahí el manejo del climatizador, algo que no resulta tan práctico.
Un equipamiento tecnológico muy llamativo es la denominada Connected Cam. Se trata de una cámara panorámica situada en la parte superior del parabrisas -detrás del retrovisor interior- que es capaz de tomar fotos y grabar vídeos pulsando un botón y subirlos a las redes sociales o enviarlos por email a través de la app gratuita ConnectedCAM Citroën.
La Connected Cam es una primicia mundial, nunca antes un fabricante había ofrecido una cámara embarcada en el vehículo. Esta cámara Full HD con objetivo gran angular de 120°, con GPS integrado y una memoria interna de 16 GB también tiene una utilidad práctica porque en caso de accidente automáticamente graba un vídeo de los 30 segundos anteriores y 60 posteriores al incidente.
Mejor gasolina y manual
En el apartado mecánico no hay cambios respecto al modelo precedente manteniéndose tres motores de gasolina de tres cilindros 1.2 PureTech de 68, 82 y 110 CV, además de dos diésel 1.6 BlueHDi de 75 y 100 CV. Todos estarán asociados a una caja de cambios manual de 5 velocidades.
En febrero de 2017, se sumará una caja automática EAT6 únicamente para el PureTech 110. Esta combinación la hemos probado en la presentación del modelo y no merece la pena esperar por la transmisión automática porque en general no resulta demasiado satisfactoria: resulta algo lenta, merma las prestaciones y es más costosa que el cambio manual.
Olvídate de la versión de 68 CV porque se queda muy corta de potencia. Los diésel tampoco son especialmente atractivos porque tienen un precio notablemente más elevado. El motor PureTech de 82 CV concentrará el mayor volumen de ventas. Sus prestaciones son discretas -de 0 a 100 km/h en 14,9 segundos- pero suficientes para rutas urbanitas siempre que hagamos una conducción sosegada.
Le falta un poco de refinamiento dejando claro su carácter de tricilíndrico, aunque la buena insonorización del habitáculo merma la sonoridad que llega al interior. El consumo es de 4,7 l/100 km en condiciones de homologación pero el Grupo PSA , consecuente con su gratificante decisión de publicar las cifras de consumo reales de sus modelos, especifica que el consumo real es de 6,0 l/100km, un buen dato.
Sin duda, el motor PureTech de 110 CV es el más recomendable. Usa el mismo bloque que los otros dos motores de gasolina del C3, pero recurre a la sobrealimentación y además añade el sistema de parada y arranque automáticos Stop & Start -disponible para este motor y también en las dos mecánicas diésel-. En esta versión, él utilitario francés tiene unas prestaciones correctas sin perjudicar el consumo, se muestra muy ágil en ciudad y se defiende bien en carretera.
A pesar de ser el más potente, el C3 no es el coche más indicado para hacer una conducción dinámica. A pesar de ser la imagen en competición con el Citroën C3 WRC, la marca se ha decantado en toda la gama por unos ajustes que favorecen el confort de marcha en todo momento: La suspensión es suave, la dirección resulta muy ligera -aunque con un autocentrado demasiado violento- y la rumorosidad es contenida para lo que podemos encontrar en este segmento.
La nueva generación del Citroën C3 ya se encuentra a la venta en los concesionarios españoles. El precio de partida es de 11.750 euros aunque por esa tarifa llega sin aire acondicionado ni radio, que cuestan 1.100 euros adicionales por lo que merece la pena plantearse, al menos, el C3 PureTech 82 Feel por 13.500 euros. Con este estilo tan diferente y personal, no cabe duda de que el Citroën C3 2017 está llamado a ser todo un éxito.