Prueba Citroën C3 Aircross, el SUV barato con opción de 7 plazas que quiere ser el rey de la practicidad (Con vídeo)

Review del nuevo Citroën C3 Aircross 2025

Cuando llegó en 2017, el Citroën C3 Aircross conquistó al público que buscaba un B-SUV cómodo y funcional. Tras más de 525.000 unidades vendidas que demuestran su éxito, la marca de los chevrones ha lanzado su segunda generación manteniendo esos pilares fundamentales pero evolucionando para ser aún más práctico. Ahora es más grande, adentrándose en el segmento C-SUV, y ofrece un interior con hasta siete plazas.

La categoría de los SUV compactos está en pleno auge, cada vez hay más competidores y, por desgracia, también precios cada vez más altos. Citroën ha querido desmarcarse con la renovación completa del C3 Aircross ofreciendo una propuesta sencilla, práctica y, sobre todo, asequible. Lo he probado durante su presentación y te cuento mi experiencia.

En esta nueva iteración, Citroën ha decidido darle un aire más robusto y maduro. No me atrevo a decir si es más bonito o más feo que su predecesor, será cuestión de gustos, pero de lo que no hay duda es de que el C3 Aircross 2025 presenta un estilo totalmente distinto. Rompe con las formas redondeadas para exponer un traje plagado de formas cuadradas y poligonales.

El frontal apuesta por la horizontalidad, con un diseño de faros, parrilla y paragolpes que dan al sensación de hacer el coche más ancho. Solo rompe esta idea el nuevo logotipo de Citroën, que resalta en el centro. Las llantas pueden ser de hasta 17 pulgadas y la parte trasera es bastante sencilla. Para que tenga una presencia más llamativa, se puede escoger en una opción bitono con el techo en color de contraste.

En general es más todocamino. No quiero decir con esto que tenga mayores aptitudes offroad, sigue siendo un urbanita. Me refiero a que ha reforzado su imagen SUV con una altura libre al suelo más generosa y unas protecciones en los bajos que ganan protagonismo con una trama decorativa. El conjunto le da un cierto aire aventurero.

Más grande y espacioso para hasta siete pasajeros

Lo más destacado es que el nuevo C3 Aircross ha crecido mucho en longitud, es 24 cm más largo que el modelo anterior. Ahora mide 4,39 m y ha pasado a militar en un segmento superior, el de los todocaminos compactos, al tener un tamaño similar a un Seat Ateca o un Nissan Qashqai. Obviamente este crecimiento tiene un efecto directo en el interior.

De puertas para adentro, el todocamino francés se mantiene fiel a su filosofía de ofrecer confort y practicidad. El diseño de salpicadero es limpio, con pocos botones físicos y una calidad de acabados bastante sencilla. Aunque hay partes textiles en los acabados altos, predominan los plásticos duros porque este coche tiene un enfoque económico.

Tengo que destacar los asientos Advanced Comfort, que hacen honor a su nombre y son realmente cómodos y disfrutan de un mullido extra. Es un aspecto que la marca gala suele cuidar en sus modelos. También me ha gustado que la climatización tenga su propio módulo específico con botones físicos.

El equipamiento es adecuado, sin nada lujoso, pero suficiente. La excepción es el acabado de acceso You, que es excesivamente básico para tratar de ofrecer un precio muy bajo. Prescinde de volante de cuero (es de plástico), no lleva elevalunas eléctricos traseros, elimina el sistema multimedia y monta llantas de chapa con tapacubos. Los acabados Plus y Max son mucho más atractivos.

Me ha llamado mucho la atención el puesto de conducción porque me ha recordado a la configuración de otra marca de Stellantis, Peugeot. La marca del león lleva años ofreciendo en sus modelos un puesto con un volante muy pequeño y una instrumentación una posición muy elevada, el famoso i-Cockpit de Peugeot. Algo similar encontramos en este Citröen aunque aquí esta idea se ha bautizado como C-Zen Lounge.

El volante es pequeño y achatado. Dicen en Citroën que «el cuadro de instrumentos tradicional desparece para dejar espacio a un nuevo Head-Up Display». No sé en qué se inspira el nombre de la nueva instrumentación porque un head-up display es un sistema de formación proyectada en el parabrisas y lo que tiene el C3 Aircross es simplemente un cuadro de instrumentos en una posición muy alta. Pero bueno, más allá de la nomenclatura, el Citroën Head-Up Display ofrece una información clara y sin distracciones aunque un poco escasa.

En el centro de salpicadero hay una pantalla táctil de 10,25 pulgadas correspondiente al sistema de infoentretenimiento. Es extremadamente simple así que resulta intuitivo de manejar y tiene conectividad con Android Auto y Apple CarPlay. El tope de gama Max añade navegación y a veces los mapas tienen un comportamiento errático al hacer zoom. Me hubiera gustado que el volumen de sonido se pudiera ajustar con un mando físico en lugar de a través de la pantalla. Son detalles, en general el sistema cumple simplemente bien.

Uno de los puntos más notables del nuevo C3 Aircross es su amplitud interior, reforzada por el aumento de tamaño de este coche. La segunda fila de asientos es muy espaciosa y deja sitio más que suficiente para pasajeros altos. Los asientos también son muy mullidos y confortables. Siendo un coche familiar habría venido bien tener salidas de aire traseras, lo que sí encontramos son tomas USB-C, toma de 12 V y varios bolsillos tras los respaldos delanteros.

Una de las características sorprendentes de este modelo es que Citröen haya podido colocar una tercera fila de asientos para tener una capacidad de hasta siete plazas. Es algo muy poco habitual en esta categoría. Esa tercera fila se compone de dos plazas adicionales que ofrecen espacio suficiente para niños principalmente. Disfrutar de esta tercera fila de asientos que es una opción que cuesta 850 €.

¿Qué hay tras el portón? Con las siete plazas operativas pierde casi todo el espacio de carga, tendríamos solo 40 litros de volumen disponibles. Pero con cinco plazas el maletero es grande y útil, llegando a los 460 litros que se pueden distribuir a dos alturas. Abatiendo los asientos de la segunda tercera fila queda un espacio completamente plano y un volumen de 1.600 litros. No está nada mal, añade polivalencia de uso.

Tres propuestas mecánicas con etiquetas C, Eco y Cero

Ahora echemos un vistazo debajo del capó. El nuevo Citröen C3 Aircross cuenta con tres mecánicas disponibles. La opción de acceso es un motor de gasolina 1.2 Turbo de 100 CV vinculado a un cambio manual de seis marchas. En cuanto a prestaciones, es suficiente para moverse por ciudad pero se quedará corto en carretera, especialmente en momentos que necesiten de buenas aceleraciones y en adelantamientos.

Es la elección de precio más accesible, sin electrificación ni complicaciones. El bloque es una nueva generación del motor 1.2 Puretech que en el pasado dio bastantes problemas con la correa de distribución. Este propulsor ha sido revisado y modificado totalmente, de hecho ni siquiera lleva correa sino cadena de distribución. Se supone que deja atrás cualquier duda sobre fiabilidad.

A continuación en la gama tenemos este mismo bloque de gasolina pero vinculado a un sistema de hibridación ligera y un cambio automático. Es el C3 Aircross Hybrid y genera en total 136 CV. Gracias a ese sistema MHEV tiene la etiqueta Eco. Me parece la opción más interesante porque se mueve bien en todo tipo de vías y además la caja automática es suave y aporta mucho agrado de conducción. El consumo de combustible debería ser bastante contenido, lo habitual será rondar entre los 5,5 y los 6 l/100 km.

Por último, y no por ello menos importante, no puede faltar una opción de cero emisiones. La marca francesa propone el Citröen ë-C3 Aircross 100% eléctrico. Tiene motor eléctrico de 83 kW, es decir, 113 CV y está vinculado a una batería LFP de 44 kWh. Está pensado para su uso principalmente en ámbitos urbanos, tanto por prestaciones como por autonomía ya que homologa 306 km. A la hora de enchufar, el modelo francés tiene carga rápida a 100 kW en corriente continua.

Como habrá potenciales clientes a los que les sepa a poco, este verano está prevista la llegada de una versión de rango extendido con una batería de 54 kWh con la que la autonomía llegará a los 400 km. Satisfará a los conductores que hagan trayectos largos con cierta asiduidad.

Sea cual sea la versión escogida, la cabina no está demasiado insonorizada y el ruido de rodadura se filtra con claridad a velocidades medias y altas. No llega a ser molesto pero se nota que es un punto donde se han ahorrado costes. Salvo por eso es un coche en el que prima la comodidad, especialmente por el trabajo de la suspensión Citroën Advanced Comfort que es muy blandita y cuenta con unos amortiguadores con topes hidráulicos progresivos. Viene de serie en toda la gama.

El punto negativo de este tarado tan blando es que hace que el balanceo de la carrocería sea notable y como también la dirección está muy asistida en conjunto tenemos un coche que no es especialmente divertido de conducir porque es poco ágil. No importa demasiado, ya hay demasiados SUV que pretenden dar un tacto deportivo sin necesidad. A cambio, el Citröen C3 Aircross es uno de los coches más cómodos de esta categoría.

La nueva generación del C3 Aircross ya está disponible en los concesionarios españoles desde solo 15.240 € en su versión de acceso, una tarifa que lo sitúa entre los más baratos de su segmento. Para el híbrido, el precio de partida es de 19.700 €. Por su parte el ë-C3 Aircross está disponible desde 25.280 €, un precio muy tentador para un coche eléctrico de ese tamaño. Estos precios incluyen los descuentos por financiación. En definitiva, el nuevo Citröen C3 Aircross es un coche práctico, sencillo y relativamente asequible. ¿Te convence su propuesta?