Prueba Citroën C5 Aircross Hybrid, ponte cómodo
Hemos tenido ocasión de ponerlos al volante del Citroën C5 Aircross Hybrid, la interesante versión híbrida enchufable del popular SUV galo. Con un compromiso total por el confort y 55 km de autonomía eléctrica, el C5 Aircross se ha hecho un hueco entre los PHEV más buscados.
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Publicado: 08/11/2021 18:00
El Citroën C5 Aircross Hybrid no es sólo la variante híbrida enchufable del popular SUV francés sino que además de una de las piezas clave de la estrategia de electrificación de la marca de los chevrones. Hemos tenido ocasión de disfrutar de una toma de contacto con esta versión de espíritu sostenible.
Se sitúa entre los coches híbridos enchufables más vendidos y representa la punta de lanza de Citroën en movilidad PHEV, una tecnología que está presente en la próxima berlina -con aires de crossover- que lanzará la marca gala, el Citroën C5 X Hybrid. Dentro de su segmento, el Grupo Stellantis también emplea esta motorización en el Peugeot 3008 Hybrid y Opel Grandland Hybrid y DS 7 Crossback E-Tense.
La apuesta de Citroën por la movilidad sostenible se complementa con la disposición de una variada armada de vehículos 100% eléctricos representada por el Ami, el ë-C4, el ë-Berlingo y el ë-Spacetourer. La gama electrificada tiene como pilares básicos el confort y la practicidad, algo de lo que presume el C5 Aircross híbrido enchufable.
En España, el PHEV de Citroën está disponible en dos niveles de equipamiento, Feel y Shine. El acabado de acceso Feel ya incluye elementos como el climatizador bizona, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, cámara trasera, acceso y arranque manos libres, cuadro de instrumentos digital con pantalla de 12 pulgadas y el Pack Safety 5* que incluye frenada automática de emergencia.
Todas las versiones también tienen los mullidos asientos Advanced Comfort y un sistema multimedia con pantalla táctil de 8 pulgadas. Este sistema, con un interfaz y una calidad de image simplemente correctos pero fácil de usar, integra navegación y es compatible con Android Auto y Apple Carplay.
El acabado Shine cuesta unos 3.000 euros más y merece la pena invertir en él porque añade elementos interesantes como los faros led, los asientos calefactados, el regulador de velocidad activo con Función Stop&Go y el Highway Driver Assist. Este último es un sistema de conducción semiautónoma de nivel 2 que permite al vehículo mantener la trayectoria dentro del carril en vías rápidas gracias a una cámara de vídeo de a bordo que reconoce las líneas de la calzada.
Citroën ha apostado decididamente por el confort en los últimos años y el C5 Aircross PHEV resulta sobresaliente en este aspecto. El aislamiento acústico es formidable y de serie lleva lunas laterales delanteras insonorizantes. Apenas llega el sonido del motor al interior del habitáculo así que resulta difícil notar cuándo está funcionando el propulsor de gasolina y cuándo se circula en modo 100% eléctrico. La activación y desactivación del motor de combustión es prácticamente imperceptible.
En la búsqueda de esa comodidad resulta clave que también venga de serie la suspensión de amortiguadores progresivos hidráulicos. Este esquema reemplazó hace algunos años a la mítica (y cara) suspensión hidroneumática, un legado que dejó el listón muy alto. Pero hay que reconocer que es una delicia en cuanto a comodidad ya que filtra de manera impecable cualquier irregularidad de la vía.
La suspensión también deja una generosa altura libre al suelo de 230 mm que nos permite movernos por caminos sin asfaltar sin preocuparnos de dañar la carrocería. Únicamente disponible con tracción delantera, las aptitudes offroad del SUV francés son limitadas y además no tiene la posibilidad de equipar el Grip Control que sí se encuentra en otros modelos de la marca como el C3 Aircross. Aventurero pero no mucho.
El tarado tan extremadamente blando de la amortiguación tiene un punto negativo y es que resta mucha agilidad al C5 Aircross en los cambios de dirección porque los balanceos de la carrocería son muy evidentes. Con el paquete de baterías el peso de este híbrido enchufable supera los 1.845 kg, un lastre que se deja notar en el apartado dinámico puesto que las inercias son notables.
Las versiones PHEV de C5 Aircross llevan un tren trasero multibrazo para compensar el notable incremento de peso respecto a las variantes de combustión. Ese esquema de suspensión junto al paquete de barías roba espacio a la zona de carga, perdiendo 120 litros. El maletero del C5 Aircross se queda en 460 litros, algo escasos para un vehículo de corte familiar que dice no tener miedo a los viajes largos.
Este SUV esconde algunos trucos como la banqueta trasera deslizante en 15 cm. En su posición más adelantada sacrifica espacio en las plazas traseras pero el volumen de carga llega hasta los 600 litros para ser uno de los PHEV de su tamaño con más capacidad de maletero. Bajo el piso hay un compartimento útil para alojar los cables de recarga y el portón trasero de apertura eléctrica con función manos libres queda reservado a la lista de extras. Si se abaten los respaldos de las plazas posteriores el volumen puede alcanzar hasta 1.500 litros.
Aunque la capacidad de detención es suficiente, la frenada tiene un tacto algo esponjoso y es necesario un cierto tiempo de adaptación para cogerle el punto. La dirección también está muy asistida y transmite poco feedback al conductor, una vez más buscando aislar al conductor del entorno para garantizar su comodidad.
Apuntar decididamente hacia la comodidad hace que este SUV no sea el coche más indicado para ir con prisa, anima a practicar una conducción tranquila y disfrutar de viajes relajados. No por prestaciones, ojo, porque bajo el pedal derecho se entregan 225 CV y resulta una potencia más que suficiente para mover al C5 Aircross Hybrid con alegría.
Para la tecnología híbrida enchufable de su SUV grande, Citroën ha combinado una mecánica de gasolina 1.6 PureTech de 180 CV con un motor eléctrico de 80 kW. La batería de iones de litio tiene 13,2 kWh de capacidad. El conjunto híbrido muestra 55 km de autonomía en modo 100% eléctrico. Alcanzar esa distancia de homologación dependerá notablemente del tipo de trayecto y de nuestro estilo de conducción aunque superar los 40 km reales no supone dificultad.
La recarga completa de la batería puede realizarse en menos de dos horas si se equipa el cargador embarcado monofásico de 7 kW opcional (de serie es de 3 kW). Es posible programar la recarga a unas horas determinadas desde la app MyCitroën, compatible con Android e iOS, o desde la pantalla táctil del propio coche.
Por su parte, la transmisión automática ë-EAT8 de ocho relaciones hace un buen trabajo a la hora de aumentar el confort de marcha. Siempre funciona con suavidad y además cuenta con levas tras el volante y un modo B que permite aumentar la recuperación de energía incrementando la capacidad de frenada regenerativa.
El conductor puede jugar con tres programas de conducción: el modo Eléctrico permite circular con cero emisiones (hasta 135 km/h), el modo Híbrido hace que el sistema determine automáticamente cuando usar el motor de combustión o la movilidad100% eléctrica y el modo Sport maximiza las prestaciones de este Citroën. Cambiar de un modo a otro es tan sencillo como apretar un botón en la consola.
Además, este SUV de 4,50 m de longitud con etiqueta medioambiental Cero de la DGT cuenta con la interesante función ë-Save. Sirve para reservar autonomía eléctrica para usarla posteriormente, por ejemplo cuando se vaya a circular por un área urbana o una zona de emisiones restringidas.
El híbrido enchufable de la marca gala se fabrica en la planta francesa de Rennes - La Janais, la misma de donde salen las versiones térmicas destinadas a los mercados europeos. El Citroën C5 Aircross Hybrid está a la venta desde 43.760 euros, aunque la marca francesa propone interesantes ofertas que rebajan el precio de partida hasta los 37.990 euros.