Prueba comparativa Citroën Berlingo vs Peugeot Rifter, para lo que haga falta (con vídeo)
La evolución de las furgonetas en confort, espacio, tecnología y funcionalidad ha aumentado su versatilidad hasta el punto de haber sustituido a los monovolúmenes tradicionales. Ponemos cara a cara al Peugeot Rifter y al Citroën Berlingo, los dos modelos más exitosos en este segmento.
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Publicado: 22/11/2020 18:00
Los monovolúmenes tradicionales se venden cada vez menos por el auge de los SUV y por la evolución de las furgonetas en confort, espacio, tecnología y funcionalidad. Analizamos los dos modelos que más se venden: el Peugeot Rifter y el Citroën Berlingo. Ambos tienen la misma plataforma, tienen los mismos motores y se fabrican en la misma factoría pero no son el mismo coche.
Antes de empezar vamos a hacer un par de consideraciones. La primera que de estos vehículos hay versiones comerciales para el transporte de mercancías, mixtas para el transporte de mercancías y personas y las que son únicamente para transporte de personas, es decir, versiones monovolumen destinadas al cliente particular. Son estas últimas las que vamos a tener en cuenta en este vídeo.
Por otro lado hay que mencionar que las dos unidades que enfrentamos del Berlingo y el Rifter tienen una configuración diferente en cuanto a carrocería y motor. En realidad eso no tiene ninguna influencia aquí porque tanto la una como la otra pueden montar exactamente los mismos motores y tener las mismas dos opciones de carrocería que son idénticas, con lo cual no suponen ninguna diferencia real. Así que hemos decidido mostrar dos unidades con configuraciones diferentes para mostrar las opciones que ofrecen ambos modelos.
Dicho esto vamos a empezar a analizar los dos coches que proponen una polivalencia extrema ya sea para un uso laboral, familiar o recreacional. Por supuesto, la primera y más evidente diferencia que encontramos entre ambos es el diseño. A pesar de su origen común dentro del grupo PSA, que también comparten con el Opel Combo y el Toyota Proace City, la imagen de ambos es totalmente diferente, especialmente en la parte frontal.
El Berlingo muestra un aspecto más atrevido e incluso algo aventurero especialmente en este acabado XTR. Los grupos ópticos delanteros están divididos en dos partes como ya es habitual en la gama de turismos de Citroën. En los laterales tampoco faltan los característicos Airbumps. Además, a diferencia de su rival, el Berlingo puede contar con algunos toques de color. En la zaga también son específicos los pilotos y la parte superior del portón se remata con un spoiler.
El Rifter ha apostado por un diseño más serio y algo más dinámico, especialmente en este acabado GT Line. Hubiera sido de agradecer que al menos en opción hubiera posibilidad de equipar unos faros Full Led, algo que no está disponible en ninguno de los dos modelos. Peugeot ha dotado de toda la parte inferior de la carrocería de un borde en plástico de protección y que se extiende por el lateral para absorber lo que sería el Airbump de Citroën. Los dos coches pueden montar llantas de hasta 17 pulgadas, según el nivel de equipamiento escogido.
En cuanto las dimensiones la anchura es la misma pero la altura es ligeramente mayor en el Rifter, que es 3 centímetros más alto. Esa diferencia no se debe al tamaño del coche como tal, porque son iguales, sino a que el Rifter monta neumáticos con un flanco más grande (provocando 3 cm más de diámetro) que su oponente.
La longitud es idéntica y para ambos modelos existen dos opciones de carrocería. Una de tamaño de 4,40 metros y una versión larga de 4,75 metros de longitud. En esta comparativa podemos ver las dos opciones puesto que el Berlingo lleva la carrocería estándar y el Rifter la carrocería larga. Ese alargamiento de 35 cm también afecta la distancia entre ejes.
El espacio de carga es un elemento clave en una furgoneta y aquí las dos son exactamente iguales. En las unidades con la longitud media de carrocería el maletero es de 775 litros, una capacidad inalcanzable para cualquier otro turismo o cualquier otro SUV del mercado en este tamaño. Este volumen se puede ampliar hasta los 3.500 litros abatiendo los asientos de la segunda fila, lo cual además permite llevar objetos de hasta 2,70 m de largo.
¿Quieres más? En las unidades de carrocería larga la capacidad de maletero se amplía hasta los 1.050 litros, simplemente sensacional. Abatiendo los asientos de la segunda y la tercera fila queda un suelo de carga prácticamente plano y 4.000 litros de capacidad que permiten llevar cargas de hasta 3,05 metros de largo. Ya te aviso: Si tienes algún amigo que se vaya a mudar, el día que tenga que hacer la mudanza vas a recibir una llamada.
Ya en el interior, subido a las plazas delanteras se puede comprobar que la estructura básica de salpicadero es la misma en un modelo y en el otro. Eso también incluye la pantalla del sistema multimedia que se ubica en la parte superior del salpicadero y que cuenta con una pantalla táctil de 8 pulgadas con una interfaz bastante moderno, conectividad con Android Auto y Apple Carplay y está asociado a una base de carga inalámbrica para smartphones.
Sí vamos a ver una diferencia evidente que además es importante, el puesto de conducción. En el Citroën Berlingo encontramos una configuración convencional y clásica que puede adicionar un head-up display… pero en el Peugeot Rifter se ha adoptado el i-Cockpit que la marca del león utiliza en sus turismos. El decir, un volante de pequeñas dimensiones y un cuadro de instrumentos situado en una posición alta. Es cierto que en los turismos esta elección puede suponer algún pequeño inconveniente dependiendo de la estatura del conductor pero esto no sucede en la furgoneta francesa gracias a que estamos sentados en una posición más alta y erguida que en un turismo.
Otras diferencias particulares son las tonalidades ofrecidas para las molduras o las tapicerías, específicas para cada marca. Estos dos modelos cuentan con una infinidad de huecos disponibles repartidos por todo el habitáculo, con tapa o sin ella, más grandes o más pequeños, hay espacio para guardar de todo. Practicidad absoluta.
Estos vehículos también sobresalen en equipamiento con la posibilidad de disfrutar de elementos que hasta hace no muchos años era impensable encontrar en una furgoneta: acceso y arranque sin llaves, freno de estacionamiento eléctrico, techo solar panorámico, cámara trasera y sensores de aparcamiento delanteros y traseros, climatizador bizona, … en fin, poco que envidiar respecto a un Peugeot 308 o un Citroën C4 Cactus.
Como he comentado antes, las dimensiones exteriores son iguales y los asientos son los mismos con distintas tapicerías así que como es de esperar el espacio disponible y el confort es el mismo. La segunda fila de asientos propone tres asientos independientes en ambos modelos y tienen un acceso a través de puertas correderas, algo que se agradece si tienes que poner una sillita infantil. El único reproche que se le puede poner a estas plazas es que se podría haber colocado unas guías en el suelo para que fueran deslizantes pero ambas marcas han optado por no tener esa posibilidad, están ancladas en el suelo.
En cuanto a la tercera fila de asientos, qué es un elemento opcional tanto en Peugeot como en Citroën, resulta muy espaciosa. Son dos asientos adicionales que en este caso sí se pueden deslizar además de plegar o extraer. Son coches que ofrecen siete plazas de verdad para llevar a siete adultos, lo que nos da una enorme versatilidad de uso ya sea para llevar carga o personas.
Las opciones mecánicas son iguales para ambos coches, son exactamente los mismos motores. Así que es posible escoger entre los diésel BlueHDi de 100 y 130 CV o los gasolina Puretech de 110 y 130 CV en el caso de las versiones para particulares. Hay motorizaciones más básicas pero son para las variantes puramente comerciales, las de uso profesional.
Estas cuatro opciones llevan cambio manual pero también es posible equipar una transmisión automática en los dos propulsores de 130 CV. Es de tipo convertidor de par y tiene ocho marchas, va muy bien y es verdad que encarece el precio final pero da un plus de confort enorme, es mucho más agradable de conducir. Si el presupuesto lo permite es un desembolso que merece la pena.
Los motores son iguales pero cada marca ha hecho sus ajustes propios en cuanto a tarado de la dirección o la firmeza de la suspensión. Las diferencias son tan exiguas que en la práctica no se nota nada, van igual. Así que en el plano dinámico hay un empate claro salvo en un aspecto.
Quizá te sorprenda leer que, a pesar de esa enorme igualdad mecánica, el Berlingo gasta un poco menos que su oponente. Y este dato puede resultar extraño porque los motores son los mismos, pero sí, una vez más las diferencias son muy pequeñas, pero haberlas haylas. El motivo es el neumático que montan estos coches, que son distintos.
Cuando hablaba antes del diseño exterior mencioné que Peugeot montaba ruedas con más flanco que hacían el coche 3 cm más alto. Al ser un poco más alto la eficiencia aerodinámica es ligeramente menor pero es que además de tener más flanco también son más anchos, lo que redunda en un mejor agarre pero también opone más resistencia al avance. Así que el resultado es que el Rifter gasta ligeramente más combustible, estamos hablando de un par de décimas de litro.
En lo que se refiere a precios, el Citroën Berlingo tiene un precio de partida de 18.679 euros mientras que Peugeot Rifter arranca en los 19.864 euros, siempre hablando de estas versiones destinadas a particulares y con IVA incluído. La furgoneta del doble chevrón suele ser un poco más barata que la del león pero también hay diferencias de equipamiento así que una vez más las cosas están muy ajustadas aquí y habrá que estar atento a las ofertas y descuentos puntuales que ofrezca cada una de las marcas. Recuerda que con la app de motor.es (para Android o para iOS) siempre obtienes el precio más bajo posible.