Prueba de consumo: Volkswagen Golf Sportsvan 1.6 TDI DSG

Durante unos días hemos podido disfrutar del Volkswagen Golf Sportsvan 1.6 TDI con una potencia de 110 CV y con cambio automático DSG. Esta mecánica anuncia un consumo de combustible combinado de 4,1 l/100km, una cifra muy baja ¿Realmente gasta tan poco?

Prueba de consumo: Volkswagen Golf Sportsvan 1.6 TDI DSG

13 min. lectura

Publicado: 01/09/2016 11:00

El diseño del Sportsvan es muy moderno, siguiendo las líneas de los modelos más recientes de Volkswagen

Las versiones monovolumen del Volkswagen Golf nunca han tenido demasiado éxito. El extinto Golf Plus pasó sin pena ni gloria por los concesionarios pero el fabricante alemán parece haber dado con la tecla en su último modelo en la categoría de los MPV compactos: el Volkswagen Golf Sportsvan.

Con respecto a sus predecesores ha ganado en calidad, habitabilidad y, sobre todo, en diseño. El Golf Sportsvan se ha hecho con un hueco interesante en el ranking de los monovolúmenes más vendidos y hemos tenido oportunidad de realizar una prueba exhaustiva para comprobar cuáles son sus virtudes.

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Como decía, el diseño ha sido determinante. Su imagen es muy elegante y actual, con unas líneas similares a las de los últimos modelos de la marca alemana que le han merecido reconocimientos como el prestigioso galardón iF Design que otorga un jurado internacional. Volkswagen ha conseguido hacer un modelo atractivo incluso desde las versiones de acceso, si bien ante nosotros está una unidad con el acabado Advance que resulta bastante completa a pesar aunque no sea el tope de gama (que corresponde al acabado Sport).

Las dimensiones del Golf Sportsvan son muy contenidas siendo 59 mm más corto, y 56 mm más bajo que el Touran. Dentro de la gama Golf, se sitúa en un punto medio: es 83 mm más largo que el Golf de 5 puertas y 224 mm más corto que el Golf Variant. Donde sí ha crecido claramente es en altura puesto que su carrocería es 126 mm más alta que la del hatchback.

El modelo alemán monta el motor turbodiésel 1.6 TDI de 110 CV que es probablemente la mejor opción de la gama por su relación entre prestaciones y consumo. Este propulsor puede estar asociado a un cambio manual de cinco velocidades o al cambio de doble embrague DSG. Nuestra unidad recurre a la transmisión automática, que tiene un precio 1.940 euros superior.

Presumiendo de las tecnologías Bluemotion de la firma de Wolfsburgo, éste es uno de los monovolúmenes que prometen un menor consumo de combustible. Con esta configuración los datos arrojan una cifra homologada en ciudad de 4,4 l/100km y en carretera de 3,8 l/100km. El consumo en ciclo combinado es de 4,1 l/100 km y vamos a comprobar cuánto hay de cierto en estos valores.

El motor 1.6 TDI tiene un funcionamiento suave

Ya te anticipo que no es posible alcanzar las cifras homologadas a menos que hagamos un verdadero esfuerzo por concienciarnos en realizar una conducción eficiente y, además, las cosas sean favorables. No es ninguna sorpresa que los valores reales sean superiores a los de homologación, de hecho es algo que sucede prácticamente siempre en todos los coches del mercado.

El DSG permite ir "a vela" cuando dejamos de acelerar

En ciudad es donde encontramos las mayores discrepancias. Aquí el monovolumen de Volkswagen se muestra confortable y sus 4,4 metros de longitud son de gran ayuda para maniobrar y moverse entre el tráfico sin dificultades. Haciendo recorridos con una conducción despreocupada en cuanto a consumos y siguiendo el ritmo normal del tráfico el gasto de combustible medio en ciudad ronda los 6,7 l/100 km. Aunque es más de dos litros superior a la homologada lo cierto es que no es un mal dato teniendo en cuenta que el recorrido se realizó íntegramente en entorno ciudadano. Todas las mecánicas de la gama cuentan con sistema Start/Stop de serie.

En este terreno urbanita se muestra satisfactorio. Vamos sentados en una posición alta que nos permite controlar el entorno, algo que se simplifica además por la gran superficie acristalada del Sportsvan. Las llantas de 16 pulgadas de serie parecen una mejor elección que las de 17 pulgadas opcionales porque con el mayor perfil del neumático ganamos en comodidad a la hora de pasar por calzadas bacheadas o adoquinadas y al afrontar badenes. Además con la medida más pequeña también se consiguen consumos más ajustados.

En el interior los materiales empleados parecen de buena calidad y tienen ajustes precisos

Para facilitarlos el día a día tenemos a nuestra disposición diferentes paquetes con un amplio abanico de opciones tecnológicas. Dependiendo del nivel de equipamiento y las opciones elegidas dispondremos de asistente de luz de carretera, sistema de mantenimiento de carril, identificación de señales de tráfico, sistema de cierre y arranque sin llave, control de crucero activo o asistente de aparcamiento Park Assist. El Sportsvan fue el primer modelo de la marca en ofrecer el sensor de ángulo muerto con asistente de salida de aparcamiento Exit Assist que detecta los vehículos que se aproximan por un lateral al circular marcha atrás.

Nuestra unidad contaba con el sistema de navegación Discover Media (opcional por 565 euros). Es muy útil para callejear sin perdernos aunque la pantalla de 5,8 pulgadas es pequeña y en ocasiones funcionaba con algo de lentitud, como si le costase procesar la información. El sistema de navegación Discover Pro con pantalla de 8 pulgadas mejora claramente al anterior pero su precio se dispara (1.930 euros).

Si cómodo es en la ciudad, no lo es menos fuera de ella. La insonorización es buena y el espacio, tanto delante como detrás, muy amplio -aunque es mejor para cuatro ocupantes que para cinco-. Por 615 euros hay como opción un asiento ergoActive mucho más confortable. Merece la pena el desembolso porque añade calefacción en los asientos delanteros, un práctico cajón bajo el asiento del acompañante y regulación eléctrica de 14 posiciones y función de masaje en el lado del conductor.

En recorridos 100% urbanos el Sportsvan logra unos consumos contenidos

Las prestaciones del 1.6 TDI no son elevadas pero sí más que suficientes para un coche de estas características. En la aceleración de 0 a 100 km/h para el crono en 11,3 segundos, una cifra moderada para sus 110 CV, pero lo mejor es que ese aumento de velocidad se realiza de forma lineal y agradable.

En carretera lo habitual es rondar los 5 l/100 km

Los viajes a ritmo suave son muy placenteros, sacando lo mejor de sí a nivel de eficiencia. He realizado recorridos de varios cientos de kilómetros por autovía con consumos de 5,0 l/100 km rodando en torno a los 100 km/h. Practicando una conducción más veloz (próxima a las 120 km/h cuando era posible) los desplazamientos similares seguían mostrando un gasto muy comedido de 5,2 l/100 km gracias a que las siete marchas de su cambio automático permiten que el motor vaya muy desahogado. El par máximo (250 Nm) se entrega a sólo 1.500 rpm.

En un coche de corte familiar con aptitudes viajeras como éste resulta fundamental el espacio de carga. Aquí el Golf Sportsvan cumple sobradamente. El maletero cuenta con 500 litros de capacidad, una boca de acceso muy grande y formas regulares que lo hacen muy aprovechable. La existencia de un doble fondo, ganchos, perchas y un enchufe de 12V aumenta la funcionalidad.

La modularidad permite decantarse por más espacio para los ocupantes o más volumen de carga según nuestras necesidades

El volumen de carga puede ampliarse gracias a la banqueta trasera con desplazamiento longitudinal en 180 mm y alcanzar los 590 litros. El respaldo de los asientos posteriores también se puede abatir en tres partes y existe la opción de que el respaldo del asiento del acompañante sea completamente abatible (210 euros) para introducir objetos largos de hasta 2.542 mm de longitud. Así, la capacidad de carga se incrementa hasta los 1.520 litros.

La calidad se paga: El Sportsvan 1.6 TDI DSG Advance cuesta 28.220 euros más extras

El cambio DSG tiene un modo “planeo” o “a vela”, es decir, tiene una función que automáticamente desacopla la transmisión del motor permitiendo que el motor funcione al ralentí y avance por inercia. Dependiendo de cuánto podamos usar esta funcionalidad el gasto de combustible del monovolumen compacto alemán siempre se mantuvo entre los 4,5 y los 5,5 l/100 km en carretera.

Para comprobar hasta dónde puede llegar la frugalidad de este Volkswagen realicé un trayecto de 35 kilómetros, siempre fuera de ciudad, en situaciones extremas. Primero con la intención de hacer el mínimo consumo posible -aplicando todas las técnicas de conducción eficiente y aprovechando el modo “a vela”- y después con la intención opuesta -realizando una conducción mucho más enérgica y veloz-. El resultado fue de 3,6 l/100 km en el primer caso y 6,1 l/100 km en el segundo, confirmando que siempre se consiguen unos datos de consumo realmente buenos.

El resultado final de consumo es brillante para un coche de estas características

Practicando esta conducción más dinámica es cuando uno se sorprende de lo bien que se mueve el Sportsvan. Es muy estable a altas velocidades y ágil para su tamaño a la hora de afrontar curvas a pesar del eje torsional trasero que emplean las versiones con potencia inferior a 125 CV -en lugar de la preferible suspensión trasera multibrazo que sí montan las variantes más potentes -. Todas las versiones cuentan de serie con el bloqueo electrónico del diferencial XDS -frena de manera selectiva las ruedas interiores en curvas cerradas- y, en opción, está disponible un sistema de suspensión adaptativa DCC.

La conclusión de esta exhaustiva prueba es que, si bien supera los valores de homologación, el Volkswagen Golf Sportsvan 1.6 TDI DSG puede presumir con justicia de un consumo de combustible bajo prácticamente en todas las circunstancias comparado con sus rivales más directos. Tras 1.250 kilómetros muy variados el consumo final de nuestra unidad fue de 5,1 l/100 km.

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