Prueba Dacia Duster, la teoría de la relatividad

Un hombre sabio dijo alguna vez que todo en esta vida es relativo. El Dacia Duster es a partes iguales odiado y amado, pero ¿realmente es tan bueno o tan malo uno de los SUV más vendidos del mercado? Llega la hora de comprobarlo

Prueba Dacia Duster, la teoría de la relatividad

23 min. lectura

Publicado: 08/11/2019 19:00

A principios del siglo XX Albert Einstein enunció las diferentes teorías de la relatividad, determinando que solo la velocidad de la luz es constante y que el resto de factores son relativos para según qué casos. Algo parecido pasa con el Dacia Duster, mientras que unos lo tachan de malo otros tantos lo tachan de bueno. Entonces, ¿quién lleva la razón? Pues para eso estoy aquí, para poner un poco de luz a esta difícil cuestión.

¿Es el Dacia Duster la compra más inteligente o merece la pena ir a por un modelo más costoso?

A principios del nuevo siglo, y viendo la grave crisis mundial que se avecinaba, Renault compró una marca rumana de segunda fila y la usó como plataforma para lanzar modelos de precio asequible, su nombre era Dacia. A finales de 2009 el Duster, el primero de sus SUV hacía acto de presencia, y a partir de entonces la historia es más que conocida. A día de hoy el Dacia Duster sigue por su primera generación aunque ha sufrido renovaciones para de esta forma mantenerlo atractivo ante los compradores.

Pero si hay algo que no ha cambiado ni en Dacia ni en el Duster es su concepto económico. Estamos hablando de uno de los SUV más baratos que hay en el mercado, y no hablo exclusivamente de su tamaño, me refiero a todo el mercado en general. Eso por sí solo ya le ha valido muchas ventas, pero además de barato ¿qué beneficios tiene el Duster?

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Pues lo primero es un estilo atractivo. El mercado demanda SUV, coches elevados con los que sentirse poderoso y controlar el tráfico desde una posición elevada. Pero claro, además de eso se quiere conseguir un diseño atractivo, y aunque el Duster no es el coche más bonito del mercado no es ni de lejos el más feo, y de hecho yo diría de él que es bastante llamativo. Tiene la imagen de un buen todoterreno, con mucho músculo, y como todos ya sabemos eso gusta mucho a la gente. Así que además de barato es atractivo.

El Duster tiene una estética muy SUV, con líneas poderosas y aspecto atractivo

Pero no solo lo es por delante, porque en líneas generales hablamos de un coche muy bien presentado. Con pasos de rueda ensanchados, con las barras del techo, una pegatina en el pilar B que crea la sensación de unir las ventanillas delanteras y traseras, llantas de 17 pulgadas, y una trasera que es la parte que más ha cambiado desde que conocimos al Duster. Sobre todo por los faros cuadrados y el parachoques con una moldura en gris que crea contraste y realza ese carácter todoterreno que os he comentado.

Dacia pasa de todo lo que sea personalización, resultaría caro y no interesa, pero sí que se atreve a incluir paquetes y acabados diferentes en todo su portfolio de productos. Se podría decir que el famoso y popular acabado Stepway llega de serie con el Duster, y por eso la gama es algo distinta con cuatro niveles de acabados: Access, Esential, Confort y Prestige. Además de eso disponemos de una paleta de colores con hasta nueve tonos diferentes, y tan solo tres juegos de llantas. Todo muy limitado de opciones para no complicar la cadena de montaje y sacar coches como churros.

Austeridad bien presentada para el interior

Donde más se nota el concepto de lowcost de Dacia es en el interior. Pero antes de entrar a valorar qué es lo que trae y cómo lo presenta, seguro que más de uno quiere saber qué calidad presenta. Pues bien, como dijo Albert Einstein, es relativo. Todo depende de con qué lo compares. Tiene la misma calidad que un Mercedes Clase S, nooo, ni de broma, tiene más calidad que un coche generalista de los años 80 y 90, pues sí. No esperemos materiales más allá de plásticos duros, bien presentados eso sí, pero plásticos duros al fin y al cabo.

El interior aunque bien presentado, no muestra grandes calidades. Funcionalidad por encima de calidad

A pesar de esos materiales debo reconocer que no hay piezas mal ensambladas, no se notan rebabas o bordes sucios y rugosos, algo que sí pasaba en los primeros modelos de Duster como bien pudimos comprobar hace años. Se nota que la fabricación ha ido mejorando y que estamos hablando del producto estrella de la casa. Así que a modo de resumen, materiales de poca calidad pero bien presentados.

He estado con el Duster una semana y debo reconocer que no he echado nada de menos. La fórmula económica de Dacia implica poca tecnología, la justa y suficiente, y la misma que tenían los coches años atrás. ¿Eso quiere decir algo malo? No especialmente, solo que si estamos interesados en este coche no vamos a tener el último grito tecnológico del mercado, pero tampoco echaremos nada de menos. Podemos llegar a tener acceso y arranque sin llave, control de crucero, display multiformación, espejos retrovisores eléctricos, climatizador, elevalunas eléctricos, volante multifunción y también una pantalla de seis pulgadas en medio de la consola central.

Esta pantalla de aspecto simple pero funcional nos da acceso a todo el equipo de infoentretenimiento y al sistema de conectividad que incluye soporte para Android Auto y Apple CarPlay. Sin presentar una calidad exagerada, dejémoslo en correcta, la pantalla también sirve de apoyo a más tecnología como el navegador o el conjunto de cámaras de 360º, algo que no muchos coches de la categoría traen. No son las cámaras de mayor resolución del mundo pero sirven a la causa perfectamente. Obviamente todo este equipamiento se consigue alejándose de las opciones más baratas del Duster, concretamente en el acabado Prestige.

Otro detalle a tener en cuenta y que siempre es muy mencionado en la gama Dacia es la aparente falta de seguridad. Según los estudios EuroNCAP el Duster solo tiene tres de las cinco estrellas posibles. Esto se debe a que hoy en día los asistentes a la conducción son muy importantes para conseguir la máxima puntuación, y el único asistente que hay es el indicador del ángulo muerto. También se debe a que la plataforma que usa Dacia en todos sus modelos no es especialmente nueva, de hecho es la misma estructura que usaba el Renault Clio de tercera generación hace casi 15 años.

A pesar de sus medidas el Duster se las apaña para sacar una buena capacidad de carga

Como venía diciendo Dacia usa esa plataforma en todos sus modelos, solo la retoca en función de la situación para hacer más grande o más pequeña la distancia entre ejes y por lo tanto mejorar la habitabilidad interior. El Duster cuenta con 2,67 metros de batalla, y eso se traduce en una buena habitabilidad en la fila trasera. Los rumanos han sabido aprovechar bien el espacio y por ese motivo tenemos una fila trasera bastante habitable aunque sin muchos lujos. Tenemos espacio de sobra para las piernas y la cabeza pero no tenemos salidas de ventilación, tomas de conexión o reposabrazos. Eso sí, cuenta con dos fijaciones ISOFIX, una en cada plaza lateral.

En cuanto a capacidad de carga hay que reconocer que el Duster va bien servido. Son 411 litros de capacidad mínima que se ven algo lastrados por la rueda de repuesto, que será esencial si vamos a hacer vida por el campo. El máximo de capacidad es de 1.444 litros que se consiguen al abatir la segunda fila de asientos en su proporción 60:40. En cuanto al resto del maletero pues la verdad es que no cuenta con muchas chucherías, tenemos un par de perchas, y una toma auxiliar de 12 voltios, pero lo peor de todo es la altura de la boca de carga, que no facilita en ningún caso la carga o descarga de bártulos. Ah por cierto, tampoco tenemos portón automático.

Hablemos de mecánicas. Toda la gama se apoya en motores diseñados y fabricados por Renault con bloques de tres y cuatro cilindros. Están disponibles opciones diésel, gasolina y de gas GLP. Las potencias oscilan entre los 95 y los 150 caballos, y en todos los casos los motores están gestionados por cajas de cambio manuales de cinco o seis velocidades sin posibilidad de integrar un cambio automático. Donde sí hay opción es en el sistema de tracción, pudiendo ser de tracción delantera o a las cuatro ruedas en todas las versiones.

A pesar de sus medidas el Duster se las apaña para sacar una buena capacidad de carga

Al volante del Dacia Duster 1.3 TCe 150 4x4

En nuestro caso hemos optado por probar la variante mecánica más prestacional de la gama, el TCe de 150 caballos. Este motor de gasolina de cuatro cilindros turboalimentado y de 1.300 centímetros cúbicos de cilindrada desarrolla 150 caballos de potencia. Como ya he dicho antes, asociada va una caja de cambios manual de seis velocidades, y en este caso en particular un sistema de tracción a las cuatro ruedas que se puede desconectar mediante un mando rotatorio.

150 caballos es una cifra de potencia muy resolutiva en la mayoría de casos, y me alegra decir que en el caso del Duster esos 150 caballos lucen mucho mejor que algunos de la competencia. Dado que el coche está contenido en un peso de 1.300 kilogramos, cada caballo rinde más de lo habitual. Y por eso yo diría que esta es la mejor opción que podemos asociar con el Duster. Eso sí, si bien el motor está muy bien integrado, con una respuesta estupenda y contundente, el resto de componentes mecánicos no le sigue muy bien el juego.

El Duster presenta dos modos de conducción: ECO y normal. La diferencia entre ellos no es muy grande, y lo más aconsejable es usar siempre el modo ECO

No estamos ante el coche más dinámico del mundo, más bien lo contrario. Los desarrolladores han optado por una configuración general blanda. Lo peor es una dirección tan desmultiplicada y asistida que no transmite nada de información de lo que hacen las ruedas. Es más precisa que la del Dacia Sandero, pero al ser tan blanda no es nada buena para una conducción dinámica, donde habrá que estar constantemente corrigiendo la trazada. La suspensión también apuesta por este enfoque, aunque no de una manera tan clara.

La suspensión blanda hace que el coche sea muy cómodo. No importa el obstáculo o la irregularidad a la que nos enfrentemos porque el coche la pasa perfectamente y tranquilamente. En el interior se viaja muy cómodo como ya digo, pero la oscilación de la carrocería se antoja excesiva. En un tramo de curvas notamos como todo el coche se balancea y que el eje delantero tiende a rebotar en exceso por lo que el comportamiento dinámico se resiente significativamente. ¿Es un problema? En absoluto, porque ese no es el concepto general del coche, no ha sido pensado ni desarrollado para ese tipo de tratamiento y por lo tanto es algo completamente aceptable.

Conducción sencilla y sin alardes. No es su punto fuerte, aunque sí fuera del asfalto

A pesar de ese enfoque cómodo el interior no está muy bien aislado. Dacia ha ahorrado en ciertos aspectos como gomas y aislación. Los pasos de rueda traseros no llevan material insonorizante, por lo que el ruido de la rodadura se transmite casi al completo al interior. Toda la cristalería es delgada, y en las puertas no encontramos las típicas gomas que nos ahorran filtraciones ruidosas al habitáculo. Por todo ello el Duster resulta poco refinado, con mucha rumorosidad procedente de un motor en aceleración, de la rodadura y de la aerodinámica.

Pero volviendo a aspectos positivos, he de decir que he quedado muy sorprendido con la caja de cambios. Dado que estamos ante un 4x4 sin reductora, los ingenieros han planteado una primera y segunda marcha cortas, muy cortas para que trabajen como una reductora en el campo. Eso nos deja con recorridos muy breves hasta la tercera, una marcha que sirve para todo, para incluso salir desde parado abusando de embrague hasta los 100 kilómetros por hora. La cuarta ya es algo más larga pero igualmente aprovechable y por último una quinta y una sexta que están presentes para desahogar el motor y bajar consumos.

Si hay un terreno donde es especialmente bueno el Duster es en el campo. Posiblemente estamos hablando de uno de los mejores 4x4 que hay en el mercado. Todo suma para esta cuestión: bajo peso, marchas cortas y suspensión blanda. Todo ello convierte a este coche en un verdadero aventurero. La unidad de pruebas traía consigo un sistema de tracción total no permanente. Al circular por carreteras normales bastaba con poner el modo 4x2 o dejar que el coche tomara la cuestión por su propio pie, y una vez fuera del asfalto poner el modo 4x4 pudiendo llegar incluso a bloquear el diferencial central.

El Duster puede cambiar su sistema de tracción, de 4x2 a 4x4 con bloqueo de diferencial

Pero como ya sabemos no se trata de la tracción a las cuatro ruedas o del bloqueo de diferencial, porque en el campo también interesan otras cuestiones como los ángulos y la altura libre. El Duster presenta en todos los casos excelentes cotas de 4x4. Ángulo de entrada de 30º, ángulo de salida de 34º y ángulo ventral de 21º, todo ello con una altura libre con respecto al suelo de 21 centímetros. Si como digo, a todo eso le sumamos las cualidades del bajo peso, la suspensión y la caja de cambios, pocos todoterrenos mejores hay en el mercado, y mucho menos a ese precio.

Donde no se muestra especialmente económico el Duster es en el apartado de consumos. Lo que se ahorra en la compra hay que gastarlo en algún momento, y eso será en el día a día y a la hora de repostar. Dado que los motores son antiguos bloque de Renault, de otra época donde la gasolina estaba más barato y la eficiencia importaba menos, los datos de consumo son elevados. Durante nuestra semana de pruebas el ordenador de a bordo acabó marcando un consumo medio de 7,2 litros. Una cifra alta si tenemos en cuenta que opciones similares en la competencia son capaces de reducir ese dato en aproximadamente un litro y medio.

Es hora de hablar de uno de los aspectos más destacados del Duster y de cualquier Dacia, el precio. Y en este caso no te voy a dar el precio desde como solemos hacer en Motor.es, en este caso te voy a dar el precio máximo, 20.400 euros. Ya te digo que te será imposible encontrar un SUV de este tamaño por ese precio. No existe. El Duster es el más barato de su categoría, y eso le vale para ser un éxito de ventas. Ahora bien la pregunta clara es: ¿Lo recomendaría?

El infotainment no es de última generación, pero no se echan en falta grandes detalles

Entiendo perfectamente a quién se lo compre, a fin de cuentas si queremos estrenar coche y carecemos de dinero y tampoco tenemos muchas pretensiones en lo que a conducción, refinamiento, calidad o equipamiento se refiere estamos ante una de las opciones más lógicas, pero sinceramente creo que hay un océano de ofertas en coches de ocasión y segunda mano que nos permitirán tener lo mismo o más de lo que ofrece el Duster por el mismo o por menos precio.

Conclusiones

El Duster no es ni de lejos el mejor coche del mercado, pero tampoco es el peor. Un estudio reciente demuestra que los dos principales factores para comprarse un coche nuevo son el diseño y el precio. Sin lugar a dudas estos son los aspectos más importantes del Duster, los pilares sobre los que se apoyan su enorme cantidad de ventas. Pero no todo se queda ahí, a fin de cuentas estamos ante un coche sincero, que no pretende ser nada que no es y que apuesta claramente por lo barato pero que además aporta un buen motor de gasolina y unas excepcionales capacidades como 4x4.

Pero todo lo bueno que es el Duster en el campo deja de serlo en el asfalto. Su conducción, lastrada por una suspensión y una dirección excesivamente blandas, deja en evidencia los años acumulados por su plataforma. Además de eso, el concepto económico nos obliga a despedirnos de ciertos aspectos como el refinamiento, la calidad, o el amplio equipamiento. Como venía diciendo en todo el vídeo, todo es relativo, cada uno de nosotros valora unos aspectos por encima de otros. Ahora está en cada uno saber qué camino optar. A fin de cuentas este problema presenta varias soluciones.

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