Prueba Dacia Spring 2024, el eléctrico más sensato y asequible

Casi cada semana escuchamos que va a llegar coches eléctricos de diferentes marcas que, esta vez sí, serán baratos y accesibles a todo el mundo. Mientras llegan o no, la propuesta de cero emisiones se va llenando de SUV con potencias desmedidas y presupuestos fuera del alcance de la gran mayoría de la gente. Dacia parece haber vivido ajena a todo esto y en 2021 lanzó su primer modelo 100% eléctrico, el Dacia Spring.

Ahora que llega a la mitad de su ciclo comercial, el Spring ha recibido un restyling que le sirve para refrescar su imagen y de paso echar la vista atrás para comprobar el camino andado. El pequeño eléctrico ha vendido más de 150.000 unidades y en 2022 y 2023 estuvo en el Top 3 de los coches eléctricos más vendidos a particulares en Europa.

Uno de los principales motivos del éxito de este modelo es que Dacia se mantuvo firme en su propósito. Dar a los clientes lo que necesitan en su justa medida es el principio básico que ha utilizado Dacia desde que está bajo el paraguas de Renault Group y nadie puede decir que les haya ido mal con esa filosofía.

En su primer modelo eléctrico lo tuvieron claro. Tenía que ser un vehículo urbano, práctico y de precio bajo así que no es necesario grandes autonomías, desorbitadas potencias de carga o desmedidas cifras de caballería. Había que proponer una movilidad eléctrica sin complicaciones, asequible y eficiente.

Nuevo estilo y más equipamiento

A pesar de las mejoras introducidas, en esta renovación el Dacia Spring sigue siendo el turismo 100% eléctrico más accesible del mercado. La gama también apuesta por la simplificación y en el mercado español está con motorizaciones de 45 y 65 CV y con los niveles de equipamiento Expression y Extreme.

Entre las novedades, la más evidente es la adopción del nuevo lenguaje de diseño que la marca estrenó con la última generación del Duster. Se ha optado por una imagen más robusta con líneas muy marcadas, como se ve claramente en los pasos de rueda o en el capó. Es innegable que el resultado es muy favorecedor.

En el centro de la parte delantera, bajo el logotipo de la marca, está el cargador de a bordo. A ambos lados, la calandra se extiende sobre una banda negra hacia las luces de conducción diurna led en forma de «Y». Los grupos ópticos están divididos en dos partes, con los faros principales integrados en el paragolpes frontal.

Los paragolpes, tanto delantero como trasero, exponen el elemento de diseño más llamativo del nuevo Spring 2024 en su acabado Extreme. Se trata de unos vinilos que representan la imagen de las calles de una ciudad en vista aérea. Hay que echarle imaginación y no sé si le queda bien, pero desde luego llama la atención.

Todo el contorno inferior del vehículo está realizado con protecciones plásticas tintadas en masa. Al no estar pintadas sino tintadas no pierden en color en caso de golpes o arañazos. El Spring calza unas llantas de acero de 15 pulgadas con tapacubos en su versión más potente. No son llantas de aleación pero estéticamente está bien resuelto.

Con respecto al modelo precedente, el nuevo Spring ha eliminado las barras de techo (se pueden equipar como un accesorio) y las piezas decorativas cromadas. En la zaga, además del vinilo de inspiración urbana, el elemento que resulta más interesante es una gruesa banda negra con estrías mate que une los pilotos led.

Quizá en conjunto no parezca un cambio radical con respecto a su predecesor. Sin embargo, según el fabricante se han cambiado todos los paneles salvo el techo, siendo ésta la única pieza de carrocería que se conserva del modelo anterior. La gama de colores exteriores brinda seis tonos a escoger, de los cuales dos son nuevos: el Beige Safari y el Rojo Arcilla.

El interior del renovado Spring se ha transformado de manera evidente. El nuevo salpicadero presenta un diseño muy horizontal y recurre a materiales sencillos. No hay nada mullido pero en general los ajustes son adecuados y deja buena impresión para ser un vehículo de corte económico. También es práctico porque hay varios huecos y compartimentos que suman 33 litros de volumen donde guardar cosas.

Buscando un estilo desenfadado, Dacia ha introducido varios elementos de color. Hay detalles en blanco o cobre y el módulo de aireación central puede ir en rojo o verde caqui. Se agradece que no sea un espacio sobrio aunque la mezcolanza de tonalidades quizá no convenza a todo el mundo.

Por el habitáculo hay repartidos tres fijaciones YouClip. Son enganches compatibles con los ingeniosos accesorios YouClip que también están disponibles en Nuevo Duster. En ellos es posible poner, quitar o cambiar de lugar un gancho para el bolso, una lámpara portátil, un estuche de almacenamiento, un soporte para smartphone con o sin cargador de inducción o un posavasos.

El puesto de conducción ha mejorado notablemente. El conductor disfruta de un volante de nuevo diseño que añade la regulación en altura, aunque el aro es de plástico y se hubiera agradecido algún material más suave. La información procede de un cuadro de instrumentos digital con pantalla de 7 pulgadas que viene de serie en todas las versiones y permite configurar la visualización de los datos.

En el tope de gama se incluye un sistema multimedia Media Nav Live con pantalla táctil de 10 pulgadas situada en la parte alta del salpicadero. Los grafismos son sencillos resultando muy fácil de utilizar, tiene navegador con mapas de Here y ofrece conectividad con Apple CarPlay y Android Auto. También añade la posibilidad de programar la carga o la preclimatización. El climatizador está fuera de la pantalla en su propio módulo con botones físicos, todo un acierto.

Echemos un ojo a las plazas traseras. El vehículo es estrecho y por ello la segunda fila de asientos se compone de dos plazas así que ten en cuenta que el Spring es un coche con cuatro plazas homologadas, no cinco. Dos ocupantes de estatura media irán bien, sin lujos. No hay salidas de aire, tomas USB ni nada por el estilo pero al menos los reposacabezas son regulables en altura y hay unos bolsillos tras los respaldos delanteros. Los elevalunas traseros son eléctricos en la versión de 65 CV.

El maletero ha crecido en este restyling. El espacio de carga se ha optimizado para alcanzar los 308 litros de capacidad, un volumen grande para un coche de su tamaño. Puede alcanzar los 1.004 litros con los asientos traseros abatidos y en este caso la superficie no es plana, queda un escalón.

Es la mejor capacidad de carga de su segmento pero es o no es todo: bajo el capó delantero también hay un compartimento con 35 litros de volumen útil, aunque no viene de serie. No se ha podido aprovechar mejor cada rincón de este coche de solo 3.701 mm de longitud, 1.583 mm de anchura y 1.485 mm de altura.

Versiones de 45 y 65 CV

En el apartado mecánico se mantienen las opciones conocidas. El Spring se comercializa con versiones de 33 kW (45 CV) y 48 kW (65 CV). En ambos casos con una batería de iones de litio con cátodo NCM (níquel, cobalto, manganeso) y 26,8 kWh de capacidad que puede no parecer mucho pero Dacia ha sabido sacarle el máximo partido.

La marca rumana ha logrado mantener un peso muy bajo de este vehículo, que se queda en apenas 984 kg (de los cuales 186 kg corresponden al peso de la batería). Un auténtico peso pluma que logra que el gasto eléctrico sea muy frugal y así alcanzar los 225 km de autonomía eléctrica homologada según el ciclo WLTP. De sobra para un vehículo urbano.

El consumo se fija en 13,5 kWh/100 km en la versión 65 CV y durante la toma de contacto de este modelo pude comprobar que era sencillo conseguir e incluso mejorar esa cifra con poco esfuerzo. Su eficiencia es impresionante. En el restyling, el modelo de Dacia ha añadido un nuevo modo B con una frenada regenerativa más intensa para beneficiar la recuperación de energía.

El Spring viene con un cargador AC de 7 kW. En un enchufe doméstico convencional se puede cargar del 20 al 100% en unas 11 horas. Con una toma una toma Green Up el tiempo se reduce a unas 7 horas. Se añade la posibilidad de equipar un cargador DC de 30 kW por 600 euros para la versión de 65 CV. Sigue siendo poco para viajar pero tampoco es un coche ideado para trayectos largos.

Como novedad, también incluye por primera vez un sistema de carga bidireccional (V2L), función con la que con la batería del coche se pueden alimentar dispositivos eléctricos como un patinete eléctrico o un ordenador. Viene de serie en el acabado Extreme.

El Dacia 45 ofrece un rendimiento justo para un uso estrictamente urbano. Si el presupuesto lo permite es mejor escoger el Dacia 65 ya que con su mayor potencia se vuelve un coche más polivalente con el que desplazarse por carretera sin tapujos. La velocidad máxima es de solo 125 km/h y la aceleración algo parsimoniosa así que mejor tomárselo con calma.

La marca afirma que la dirección asistida tiene una nueva puesta a punto. A mí me ha parecido una dirección algo imprecisa e insensible porque está muy asistida, aunque eso trae como parte positiva que se puede realizar cualquier maniobra sin esfuerzo. En este sentido, además, hay que destacar el minúsculo radio de giro del Spring.

Dacia también señala que con las nuevas llantas de 15 pulgadas se gana en estabilidad aunque no me ha parecido que sea un coche con un gran aplomo. Los neumáticos de la marca china Linglong tampoco ayudan a tener una buena impresión en cuanto a agarre. Claramente es un vehículo con el que es mejor tomarse los recorridos sin prisas.

En esta actualización del urbanita 100% eléctrico se han introducido nuevas ayudas a la conducción. El Spring tiene frenada de emergencia asistida con detección de vehículos, peatones y ciclistas, asistente de velocidad con detección de señales de tráfico y asistente al mantenimiento de carril.

Con las primeras entregas previstas para septiembre, ya se pueden hacer pedidos del nuevo Dacia Spring que está a la venta desde 17.890 euros en su versión de 45 CV pero por solo 1.000 euros más es posible hacerse con la versión de 65 CV. El desembolso merece la pena y sigue siendo un verdadero coche eléctrico asequible. Dacia señala que para el 93% de los compradores del Spring era su primer coche eléctrico demostrando que es un modelo que realmente ha puesto al alcance de la mayoría el salto a la movilidad de cero emisiones.