Prueba DFSK 600, el SUV familiar que cuesta lo mismo que un utilitario
Es un SUV de tamaño grande y siete plazas pero no cuesta una fortuna. El DFSK 600 se dirige a las familias que necesitan espacio, funcionalidad y comodidad a precio razonable. En esta prueba podrás conocerlo a fondo.
Sin hacer mucho ruido, el DFSK 600 quiere hacerse un hueco el mercado enfocándose a aquellos que busquen un todocamino grande con un presupuesto ajustado. DFSK es una de las marcas del grupo automovilístico chino Seres Group y con este modelo presume de brindar espacio y funcionalidad a precio reducido: es el D-SUV de siete plazas más barato del mercado.
Alguno de los modelos dominadores de este segmento son el Seat Tarraco, el Peugeot 5008 o el Nissan X-Trail, todos con un precio que supera holgadamente los 30.000 € en sus versiones más básicas. El modelo chino trata de convencer ofreciendo más por menos y está a la venta con todo de serie con un precio muy por debajo de esa barrera.
El SUV de DFSK tiene una imagen moderna y robusta con algunos detalles que intencionadamente o no, recuerdan a algunos modelos de marcas premium. En el frontal, la enorme parrilla se lleva todo el protagonismo. Tiene un diseño que se parece notablemente a los modelos de Lexus.
Los toques de color corren a cargo de las molduras que se encuentran en las toma de aire en los extremos del paragolpes delantero y en las aletas laterales. Calza unas llantas de aleación de 18 pulgadas. Las puertas traseras son de gran tamaño y tienen un ángulo de apertura generoso facilitando el acceso tanto a la segunda como la tercera fila. Este aspecto también resulta práctico a la hora de tener que extraer o fijar sillitas infantiles.
Detrás se completa el aspecto que trata de conquistar a los clientes europeos. La silueta de la zaga y el diseño de los pilotos traseros es muy similar a algún modelo de Audi. Incluye unas molduras cromadas que simulan una suerte de salidas de escape a ambos lados del difusor inferior. Sus dimensiones se fijan en 4.720 mm de longitud, 1.865 mm de anchura y 1.710 mm de altura.
Buena calidad y mucho espacio con algunas lagunas de equipamiento
¿Cómo es su interior? Te aseguro que me ha llamado la atención. Suele ser frecuente que los coches de precio asequible recorten en materiales pero no es el caso de este modelo chino. Inesperadamente, la calidad de acabados interiores es muy buena. Me ha llamado la atención que todo tiene un tacto muy agradable y muestra una gran solidez de construcción que ya quisieran para sus productos algunas marcas generalistas.
Las reminiscencias a otras marcas también llegan aquí porque los botones de la consola central y los del módulo del aire acondicionado son muy similares a los de Mercedes. Los asientos son cómodos, están calefactados y ventilados y cuentan con regulaciones eléctricas aunque no tienen ajuste lumbar.
La posición de conducción está condicionada por el hecho de que la dirección no cuenta con ajuste en profundidad lo que puede obligar a tener las rodillas demasiado cerca del salpicadero a los conductores de mayor estatura. Todo lo que encuentres en este DFSK de carácter familiar viene de serie en el único acabado disponible en el mercado español, denominado Luxury.
El modelo asiático incluye la tapicería de cuero, el techo solar, la cámara trasera, el arranque por botón o el freno de estacionamiento eléctrico. Aunque la dotación es bastante completa hay algunas ausencias de equipamiento que habrían redondeado el producto. Me explico.
El 600 carece del plegado eléctrico de los retrovisores exteriores, no tiene una base de carga inalámbrica para smartphones o prescinde de un climatizador automático en favor de un sistema de aire acondicionado manual, por poner algunos ejemplos. No son ausencias trascendentales pero son cosas que suelen estar presentes en este segmento. Curiosamente estas características sí se ofrecen en este modelo en otros mercados pero no en España, supongo que para poder brindar la tarifa más ajustada posible.
En cuanto a sistemas de seguridad y asistentes de conducción, la dotación es mejorable porque se reduce a cuatro airbags (dos frontales y dos laterales) y dotación básica como ABS, controles de estabilidad y tracción o monitorización de presión de los neumáticos. Prescinde de airbags de cortina y de ADAS como sistemas de frenada de emergencia con detección de peatones, monitorización de ángulo muerto, asistentes de salida y mantenimiento del carril o detector de fatiga del conductor.
El puesto de conducción está formado por dos pantallas que, aunque estéticamente parecen iguales, no lo son. El sistema multimedia recurre a una pantalla táctil de 12,3 pulgadas. La calidad de imagen es simplemente correcta pero tiene una buena respuesta táctil y el interfaz es fácil de manejar. Además, cuenta con conectividad con Android Auto y Apple CarPlay de manera inalámbrica. Carece de protocolo RDS para ver el nombre de las emisoras de radio, solo aparece su frecuencia.
Aunque el sistema de infoentretenimiento se puede poner en multitud de idiomas, incluido el español, no ocurre lo mismo con la instrumentación. Extrañamente, el cuadro de instrumentos digital no puede ponerse en español, solo da la opción en inglés, chino o árabe. Aunque parece una pantalla grande, en realidad la instrumentación emplea una pantalla LCD de 7 pulgadas. Es bastante sencilla pero proporciona los datos con claridad y tiene tres modos de visualización a elegir.
Paso a examinar la fila trasera. Las plazas posteriores cuentan con un gran espacio con el que se puede jugar gracias a una banqueta que se puede desplazar longitudinalmente. Los ocupantes de estos asientos disfrutan de salidas de aire propias, una toma USB, bolsillos tras los respaldos delanteros y un reposabrazos abatible. Los dos asientos de los extremos ofrecen anclajes Isofix para sistemas de retención infantiles.
El DFSK 600 tiene capacidad para siete pasajeros y la tercera fila de asientos está formada por dos plazas que pueden plegarse bajo el piso cuando no están en uso. La mayoría de SUV de siete plazas suelen dejar pocos sitio para estos asientos que suelen estar destinados principalmente para niños pero el modelo chino demuestra una vez más que su fuerte es la gestión del espacio. Los asientos de la tercera fila del DFSK son amplios y perfectamente usables por adultos de estatura media.
Al espacio de carga se accede por un portón de gran tamaño que carece de apertura eléctrica y que deja una boca de carga amplia y un umbral bastante alto. El maletero tiene 465 litros de capacidad. En esta zona no hay ninguna toma de 12 V ni tampoco sistema de sujeción como ganchos o gomas elásticas pero al menos bajo el piso hay un práctico espacio compartimentado. Los asientos de la segunda y tercera filas se pueden abatir para trasladar cargas voluminosas.
Un notable confort para un gran SUV de gasolina sin electrificación
Vayamos a ver qué tal se mueve. La marca china solo ofrece una mecánica en la cama del DFSK 600. Se trata de un motor de gasolina TGDI de 1,5 litros y cuatro cilindros, cuenta con inyección directa y trabaja en ciclo Miller. Desarrollada por DFSK, esta mecánica entrega 183 CV de potencia con un par máximo de 300 Nm. No está vinculado a ningún tipo de electrificación así que en el parabrisas lleva la etiqueta medioambiental C.
La caballería de este SUV grande es notable pero el peso también puesto que arroja 1.895 kg en la báscula. Por ello los registros de aceleración no son especialmente destacados, necesitando 10,9 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado. Sin ser un dato brillante sobre el papel lo cierto es que al volante del 600 no se le nota falta de potencia. Tiene un buen empuje en los primeros metros y es posible regular la respuesta con tres modos de conducción denominados Eco, Normal y Sport.
Sin ningún tipo de electrificación ni tan siquiera un sistema Start/Stop de parada y arranque automáticos, el gasto de combustible se ve afectado por la potencia del motor 1.5 TGDI y el generoso peso del vehículo. Durante la prueba, el consumo medio se ha situado en 8,8 l/100 km, es bastante alto.
El propulsor está asociado a una transmisión automática de convertidor de par con seis marchas. La caja está fabricada por Hyundai y tiene un manejo agradable, con el típico resbalamiento de este tipo de cambios. También puede usarse en modo secuencial haciendo los cambios desde la palanca puesto que no hay levas tras al volante.
La insonorización de la cabina del 600 es insuficiente, siendo más ruidoso que la mayoría de generalistas de este segmento cuando se circula por vías rápidas. De todas maneras, el ruido que se filtra al habitáculo en ningún caso llega a ser molesto. La dirección es algo imprecisa y a través del sistema de infoentretenimiento tenemos la posibilidad de ajustar la dureza de la dirección en tres niveles.
A la hora de maniobrar, la posición de conducción es elevada con una visibilidad que es buena en todas las direcciones gracias a la gran superficie acristalada. Sin embargo, el radio de giro es muy grande lo que provoca que tengamos que hacer maniobras de más cuando nos movemos en entornos reducidos. El diámetro de giro es de 11,8 m.
La suspensión es blanda lo que provoca un evidente balanceo de la carrocería en curvas. No es, por tanto, un coche ágil ni lo pretende, DFSK ha puesto toda su intención en que sea confortable como buen coche familiar. Desde luego, filtra bien las irregularidades del asfalto para tratar con agrado a los ocupantes.
Como comentaba al principio, uno de los grandes alicientes del DFSK 600 es dar mucho coche por poco dinero comparado con otros modelos del segmento, está a la venta por 28.499 €. Una tarifa tentadora que se reduce aún más acogiéndose a la financiación de la marca, quedando un precio final de 25.499 €. Hay utilitarios que cuestan más que este D-SUV de siete plazas. ¿Quién da más?