Fiat 500C 1.3 Multijet, prueba (III): Dinamismo, conclusiones y valoración
Concluimos nuestra prueba del encantador Fiat 500C poniendo a prueba el motor diésel 1.3 Multijet II de 95 CV. El descapotable italiano se muestra ágil y divertido en todo momento a costa de sacrificar algo de confort. El precio del 500C es alto ¿merece la pena pagar lo que cuesta?
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Publicado: 03/05/2015 09:00
El Fiat 500C no sólo atrae por su diseño y sus opciones de personalización sino también por sus grandes dosis de diversión al volante. Sus reacciones con como las de un kart por sus reducidas dimensiones y la enorme agilidad con la que afronta los cambios de dirección aunque no resulta especialmente cómodo.
Comportamiento dinámico
El dinamismo del 500C viene determinado en parte por el tarado de la suspensión, que resulta muy firme con las ventajas e inconvenientes que conlleva esta configuración. Por su dureza y la corta distancia entre ejes, el modelo italiano deja sentir con claridad todos y cada uno de los baches.
Circular sobre firme irregular puede llegar a cansar pero la recompensa llega cuando la superficie está en buen estado: aquí el 500C muestra un buen aplomo y se convierte en un juguete muy divertido y tremendamente veloz y preciso a la hora de ejecutar las órdenes del volante. También se beneficia de ser muy ligero, quedándose por debajo de la tonelada en la báscula.
Hay tres acabados: Pop, S Cabrio y Lounge
Con 95 CV, el 500C 1.3 Multijet no se limita sólo a moverse por la ciudad sino que permite aventurarse en largos desplazamientos. El motor empuja bien desde bajar revoluciones, moviendo al pequeño italiano con alegría. En frío deja clara su naturaleza diésel, quien quiera una mayor dosis de refinamiento deberá decantarse por una de las versiones de gasolina.
A ritmos suaves por carretera hemos obtenido un consumo de 4,6 l/100 km realizando nuestros recorridos habituales. En ciudad es difícil sobrepasar los 6 l/100 km, un buen dato que se beneficia del sistema Start&Stop de parada y arranque automáticos, de serie para esta mecánica.
La caja de cambios de cinco marchas tiene un manejo agradable y las relaciones están bien escalonadas. La palanca está situada en una acertada posición elevada en la consola central así que el pomo esférico queda muy a mano para manejarlo con soltura. El embrague tiene un tacto blando, ofreciendo muy poca resistencia, y requiere un pequeño tiempo de adaptación para no iniciar la marcha con brusquedad.
Con el techo de lona totalmente abierto la visibilidad trasera es muy reducida por el retrovisor interior ya que la capota queda recogida sobre el portón entorpeciendo la visión. Sin embargo, el italiano es tan fácil de aparcar que los sensores de aparcamiento traseros son innecesarios. Además pulsando el botón Dualdrive la asistencia de la dirección se vuelve tan suave que se puede mover con un dedo. Maniobrar es fácil, no supone esfuerzo alguno.
Conclusiones
El Fiat 500 tiene una personalidad arrolladora y su estilo imperecedero alcanza su cenit con esta versión descapotable. Lo mires por donde lo mires el 500C es encantador y consigue que muchos ojos se fijen en él cuando pasa por la calle con la capota abierta. Ese magnetismo es la clave de su éxito.
El diseño no es su única virtud ya que el utilitario italiano también cuenta con unas aptitudes dinámicas destacables, es juguetón y divertido. El peaje que hay que pagar es el de la comodidad debido a una suspensión rígida que resta confort cuando el asfalto no está totalmente liso.
Con el motor diésel permite desplazamientos largos con bajos consumos y unas prestaciones notables y es una buena opción para aquellos que hagan trayectos frecuentes fuera de los límites de la ciudad. Más difícil será encontrar sitio suficiente para guardar maletas en viajes largos.
El precio del 500C es alto pero sigue siendo la forma más económica de disfrutar de un descapotable. Las cuentas hay que echarlas a la hora de añadir accesorios ya que las posibilidades de personalización son amplísimas y el importe crece con rapidez si nos dejamos llevar por las innumerables opciones. A cambio tendremos un 500C muy personal y diferente.