Prueba Ford Puma ST Gold Edition, por y para entusiastas
El Ford Puma ST Gold Edition es el resultado de una consulta de la marca del óvalo a sus seguidores en redes sociales sobre cómo querían que fuese el Puma más radical ¿Qué hace especial a esta edición limitada del crossover deportivo?
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Publicado: 07/08/2022 18:00
El Puma es el coche más vendido en Europa con la insignia del óvalo azul y tiene sentido que sea elegido para crear una explosiva versión con la esencia de los clásicos utilitarios GTI pero con carrocería SUV. Con esa intención nació el Ford Puma ST, auténtico referente de una categoría donde su principal rival es el Hyundai Kona N.
La base de fans de los modelos deportivos de Ford es muy amplia así que resultaba buena idea consultar a sus seguidores en redes sociales cómo querían que fuese el Puma ST ideal. Ofreciendo dos opciones por cada elemento, más de 275.000 personas pudieron elegir las características clave de su diseño y hasta el nombre de la edición.
El resultado es el Ford Puma ST Gold Edition, un coche negro con detalles dorados, líneas de competición en el capó y pinzas de freno rojas. Algo que a priori parece un poco macarra, no nos engañemos. En la práctica el conjunto está bien resuelto y resulta atractivo, o al menos eso me ha parecido en los días que he podido disfrutar de una unidad.
Bajo el capó del extrovertido Puma ST Gold late el mismo corazón que anima el Puma ST estándar que probé el año pasado. Aquí no hay cambios y tampoco se echan en falta porque se trata de un motor de gasolina 1.5 Ecoboost de tres cilindros heredado del Fiesta ST y que tiene un rendimiento extraordinario.
Desarrolla 200 CV que se envían al eje delantero y está vinculado a un cambio manual de seis marchas. A pesar de ser un motor tricilíndrico el escape tiene un sonido agradable y deportivo, con un tono grave que incluso a veces se permite alguna detonación. Es una buena banda sonora para un vehículo de altas prestaciones.
El crossover urbano de Ford hace oda una declaración de intención señalando que puede superar la barrera de los 100 km/h desde parado en apenas 6,7 segundos y seguir empujando hasta los 220 km/h. A pesar de su alto rendimiento, el consumo de combustible es moderado. Por supuesto depende de cuántas alegrías se quiera dar uno con el acelerador pero lo habitual será rondar unos razonables 7,5 l/100 km.
A nivel dinámico no hay cambios salvo por el pequeño apunte de que el Gold Edition trae de serie el Paquete Performance, que es opcional en el ST normal. Este pack incluye control de arranque y luces indicadoras de cambio además de un diferencial de deslizamiento limitado que mejora el comportamiento cuando se practica una conducción espirituosa. Este sistema distribuye el par motor entre ambas ruedas delanteras para mejorar la tracción y reducir el subviraje en curvas.
Con ese diferencial LSD y elementos como el Launch Control, el Puma ST pone la vista más allá de la carretera e invita a ser exprimido en circuito durante los track days. Para aprovechar al máximo sus características el crossover tiene cuatro modos de conducción seleccionables: Eco, Normal, Sport y Circuito. Este último programa desactiva el control de tracción y hace que el control de estabilidad sea más permisivo consintiendo cierto deslizamiento de la zaga para garantizar una sonrisa en la cara del conductor.
El Puma ST es divertido y va muy bien aunque, siendo sincero, no tan bien como un Fiesta ST. El utilitario se percibe más equilibrado en su comportamiento. A cambio, el crossover es un deportivo con una gran polivalencia de uso gracias a su habitabilidad superior y a su gran maletero de 456 litros. Esta generosa capacidad se consigue con el ingenioso Megabox, un compartimento situado bajo el piso.
Donde se observan las principales novedades de esta tirada limitada del Puma más cañero del mercado es a nivel estético. Un coche de corte deportivo debe tener un gran rendimiento pero también tiene que resultar atractivo a la vista. Tiene que molar. Y, reconozcámoslo, el Puma ST Gold Edition mola.
Lo primero que destaca es que la carrocería del pequeño cohete de Ford está vestida con el color exterior negro Agate con grandes franjas en gris oscuro con ribetes dorados que recorren el capó y el techo. A mí personalmente me hubiera gustado que también continuasen en el portón porque la zaga es idéntica al Puma ST convencional.
Un buen traje debe combinarse con unos buenos zapatos y para este Puma tan especial la comunidad de seguidores de Ford ha optado por unas llantas doradas de 19 pulgadas que, por lo demás, mantienen el diseño de sus cinco radios dobles como el ST normal. El toque adicional lo aportan las pinzas de freno en rojo, tono también decidido por los entusiastas de la marca.
Cuando uno habla de llantas doradas enseguida vienen a la mente las míticas llantas que montaban en el pasado modelos como el Subaru Impreza o el Renault Clio Williams. En esta ocasión Ford ha optado por un acabado satinado y un color algo apagado por lo que el resultado es relativamente discreto. Cuando les da la luz directa su tonalidad amarilla se deja notar más.
De puertas para adentro también hay algunos elementos exclusivos. Destacan los soberbios asientos deportivos de Ford Performance tapizados en cuero sintético «Sensico» de color negro con dos franjas doradas. Son bonitos, muy envolventes y sorprendentemente cómodos, no en vano tienen certificación AGR. Las costuras de los cinturones de seguridad van terminadas en gris en lugar de negro.
Otros detalles específicos en este Puma radical son las molduras de los umbrales de las puertas con la inscripción «Puma» en lugar de «Ford Performance», las inserciones en símil de fibra de carbono que lucen algunas partes del salpicadero y las costuras de contraste en dorado para los asientos, volante y salpicadero.
De serie va cargado de equipamiento con cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas, equipo de sonido Bang & Olufsen, sistema de acceso y arranque sin llave, climatizador automático, sistema de infoentretenimiento SYNC 3 con pantalla táctil de 8 pulgadas o cargador inalámbrico para smartphones.
La guinda de este Ford de diseño colaborativo es que se comercializará en una serie limitada. Solo se construirán 999 unidades, cada una de ellas numerada individualmente, aumentando su atractivo tanto en el presente como de cara a su valor residual en el futuro porque será más codiciado que la versión normal. Una exclusividad que hace que valga la pena pagar un extra para hacerse con el Ford Puma ST Gold Edition, disponible desde 37.602 euros.