Prueba Ford Ranger Raptor, el gran cazador
Hemos podido probar la interacción más extrema de Ford en el mercado de los pick-up en Europa, el Ranger Raptor. Saca pecho por su brutal imagen 100% americana, pero lo que no se ve a simple vista es que fuera del asfalto podrás ir por donde te plazca, siempre y cuando encuentres un hueco por el que meter sus más de dos metros de ancho.
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Publicado: 30/04/2021 19:00
Cuentan los expertos que uno de los depredadores más veloces que han existido sobre la tierra fue el Velociraptor, un dinosaurio afamado gracias al largometraje de Steven Spielberg en los años 90. Se caracterizaba por ser particularmente rápido campo a través, así como potencialmente inteligente. Raptor. El propio nombre impone respeto cuando sirve para nombrar a un animal tan salvaje como aquel, pero que si lo ponemos tras el nombre de la marca automovilística americana por antonomasia y nos referimos a un pick-up, es capaz de inflingirnos un gran respeto sobre qué serán capaces de hacer los americanos.
Y el resultado no es otro que el Ford Ranger Raptor. Un modelo que representa todo el salvaje potencial que es capaz de erogar un coche de estas características en nuestro mercado europeo, ya que para el "otro lado del charco", los americanos se reservan al Ford F-150 Raptor, un mastodonte con el que no podríamos circular por muchas calles de nuestro país. Y precisamente por este motivo Ford nos deja con una versión Raptor del único pick-up comercializado en España por la marca del óvalo.
¿Qué diferencia un Ranger de un Raptor?. Esencialmente el último coge los ingredientes principales del primero en su versión Wildtrack y los lleva varios pasos más allá. En primer lugar, su estética, la cual si decimos que está a otro nivel no pecaríamos de sobrevalorarlo ni lo más mínimo. Por supuesto no estamos ante el 4x4 más capaz por zonas off-road, ni el más potente, ni si quiera es un coche recomendable para usar a diario por nuestras congestionadas ciudades, pero posiblemente sí que estemos ante el que más miradas desencajadas puede provocar.
Una imagen espectacular
La estética del Raptor es capaz de quitar el hipo hasta al más pintado, eso es un hecho. Ford Performance ha sido el departamento encargado de llevar a cabo la transformación de un coche ya de por sí con una estética grande (para lo que concebimos en Europa) y muy atractiva, a un mastodonte de 5.374mm de longitud, 2.030mm de ancho y 1.873mm de alto, lo que es sinónimo de 1 centímetro más alto, 17 centímetros más ancho (ahí es nada) y casi 6 centímetros más alto. El brutal nivel de ensanche se ha llevado a cabo para poder acoger unas vías 15 centímetros más anchas. Resultado: un espectáculo para la vista.
En el frontal, a pesar de ubicar todos los elementos de idéntica manera que en el Wildtrack, el Raptor lo lleva todo a un nivel más allá, instalando un nuevo parachoques más prominente y sobre todo, más ancho, así como los pasos de rueda sobredimensionados que llegan hasta los grupos ópticos. Finalmente, una parrilla que prescinde de incorporar el logo del óvalo y se queda con la escritura del propio nombre de la marca tal y como nos tiene acostumbrados este coche: a lo bestia. La zona baja del parachoques también cambia e inserta dos enganches para remolcar o ser remolcado (voto por lo primero).
En el perfil del coche, poco podemos añadir, salvo el nuevo estribo lateral metálico que vendrá muy bien a la hora de subirnos al coche, unos vinilos decorativos en la aleta trasera o la enorme distancia existente entre los propios neumáticos y el paso de rueda, ya que las suspensiones también son particulares de este modelo, pero de eso hablaremos un poco más adelante.
En la parte trasera, tendremos acceso a la caja de carga, la cual cuenta con una superficie de plástico, y donde se incluyen de serie accesorios como una persiana con cerradura, unos ganchos más robustos con los que sujetar la carga y unas barras transversales que podremos mover longitudinalmente. Las dimensiones de carga vienen dadas por un largo de 1,5 metros y de 1,2 metros de ancho. Sobradamente grande para cualquier visita a Ikea. Por otra parte, en esta zona también vemos el logo propio del modelo en la zona izquierda. Tanto el parachoques de plástico negro como los grupos ópticos están heredados directamente de la versión Wildtrack, solo que en el Raptor palidecen su generoso tamaño por culpa de un paso de rueda que resulta cómico viendo su anchura desde detrás del coche. Es simplemente bestial.
¿Estamos ante el pick-up más brutal comercializado actualmente en España?. Rotundamente sí
Pero si cambiamos de entorno y pasamos al interior, lo cierto es que si estamos habituados a ver el Ranger Wildtrack, aquí no encontraremos grandes sorpresas. Como novedades unos asientos específicos más deportivos con regulación electrónica y con un tapizado de cuero y alcántara, en los cuales lleva bordado el nombre del modelo (por si se nos olvida el coche que es). También encontramos un volante específico, con un forrado en piel y la inscripción Raptor en la zona inferior del aro. Este tiene regulación en altura pero no en profundidad y su diseño es el mismo que encontramos en su hermano pequeño, el Wildtrack. Lo mismo sucede en el resto del habitáculo, salvo por unas costuras en asientos, salpicadero, palanca de cambios y reposabrazos en tono azul.
La segunda fila de asientos es bastante cómoda para viajes, ya que tiene un reposabrazos central y el respaldo de sus asientos no es tan vertical como en otros modelos, sino que este tiene algo de inclinación. En ningún momento echaremos en falta espacio para la cabeza, aunque personas especialmente altas sí que podrían precisar de algo más de espacio para las piernas.
Volviendo al puesto de mando, la instrumentación es bastante clásica, con doble esfera y una pequeña pantalla en el centro que nos informará de todos los detalles a tiempo real de nuestra conducción. La pantalla central de info-entretenimiento es táctil y tiene una diagonal de 8 pulgadas. Esta es compatible con Android Auto y Apple CarPlay a través de una conexión por cable. Su funcionamiento es correcto en todos los aspectos.
Por último, tenemos un módulo específico para la climatización a través de botones físicos (gracias Ford) y donde podremos activar la calefacción en los asientos. Más abajo, junto a la palanca de cambios encontramos el selector de modos de tracción: 4x2 (que será la de uso habitual), 4x4 y 4x4 con reductora, a la que accederemos cuando queramos marcha off-road. Junto a este selector también tenemos una pequeña botonera donde desconectar el control de tracción, bloqueo de diferencial trasero o activar el control de descenso.
Miremos bajo el capó
Una vez presentado en sociedad al modelo más grande que tiene Ford dentro del catálogo de turismos, llega el momento de que abramos el capó o quitemos la brutal carrocería y veamos que esconde bajo su piel.
Empecemos por delante y abramos el enorme portón del capó delantero. Bajo esta puerta encontramos el mismo bloque de 4 cilindros turbodiésel y 2.0 litros de cubicaje, capaz de erogar hasta 213 CV y 500 Nm de par máximo gracias a su doble turbocompresor que ayudará de sobremanera a que tengamos una fuerza descomunal desde muy bajas revoluciones.
El Raptor no sorprende especialmente por el nivel de potencia ya que otros modelos de la competencia, como el Volkswagen Amarok pueden llegar a tener hasta 258 CV. Pero no, este americano no decide volcar todos sus esfuerzos en potencia bruta sino más bien opta por un equipamiento dinámico completo. Por ejemplo, sobresale del resto por sus brutales cuatro amortiguaciones firmadas por la marca Fox, las cuales podemos ver con suma facilidad al asomarnos por el interior del paso de rueda. También es fácil adivinar sus brazos de suspensión de aluminio o los muelles de su eje trasero que sustituyen a las clásicas ballestas.
Además de todo esto, el Raptor también ha sufrido un buen retoque de otros aditamentos como el chasis, el cual se ha reforzado con piezas de acero y el sistema de frenos se ha sobredimensionado para soportar un trabajo más duro. Sus cuatro discos de freno son ventilados y ahora tienen un diámetro de 332 mm. Por último también monta unos neumáticos BF Goodrich All-Terrain de medida 285/70 R17 con tacos para aumentar la mejora de prestaciones fuera del asfalto.
Prueba dinámica del Raptor
Para los que somos de una estatura más comedida (como un servidor) subirnos al Raptor puede ser lo más parecido a hacer escalada. Por suerte tenemos un buen estribo metálico en los lados que son de grata utilidad, así como los robustos asideros situados en el pilar A de ambas entradas delanteras. No os miento cuando digo que es posiblemente el único todoterreno en el que realmente me ha venido bien. El Raptor es enorme en todas sus medidas y esto es algo que me ha vuelto loco, en el buen sentido.
A este lado del charco no estamos hechos a ver y/o conducir coches de este tamaño, y menos aún si tienen la concepción puramente americana como es un pick-up. Por el propio tipo del coche, vas sentado muy alto y en una conducción por carretera te da una sensación de visibilidad y seguridad como muy pocos vehículos pueden aportarte, con permiso de las furgonetas de gran tamaño.
Circulando con él por asfalto es un coche muy cómodo en todos los aspectos. Las suspensiones filtran muy bien todas las imperfecciones del asfalto, y aunque parezca raro para el segmento al que pertenece y los neumáticos que monta, el ruido de rodadura apenas se hace notar, ni a velocidades altas como en una autopista. También dicha comodidad se transmite a una dirección bastante firme con la que no tienes que estar peleando continuamente como sí ocurre en otros modelos todoterreno como el Jeep Wrangler que pudimos probar hace unas semanas.
Lógicamente no estamos ante un coche con el que disfrutar de las carreteras con muchas curvas. Su comportamiento por estas no es malo o incómodo, y por duro que parezca, sus suspensiones no lo hacen balancear tanto como esperaríamos, teniendo en cuenta el tamaño y el peso que tiene. Es capaz de dejarnos con un paso por curva remotamente plano. Pero queda claro que este no es su terreno predilecto, amén de tamaño, el cual nos hará meter más de una rueda en el otro carril en incontables ocasiones. El pedal del freno, por otra parte, tienen un tacto bastante esponjoso y al que te tienes que acostumbrar hasta coger el punto adecuado de frenada.
Las brutales amortiguaciones firmadas por Fox son todo un deleite para los que les guste hacer off-road
Y volviendo al tema del tamaño del coche, circulando por la autopista no queda tan patente sus brutales cotas, salvo porque verás como el carril se hace pequeño para ti. Donde sí encontraremos algo más de incomodidad por este aspecto es cuando circulamos por un entorno urbano. Su enorme morro o su gigantesca caja nos impedirán ver algunos de los elementos que nos rodean, especialmente a la hora de realizar un aparcamiento en línea; aquí sus casi 5,4 metros de longitud se hacen de notar, y aunque incluye una cámara y sensores traseros, en el morro no monta ninguno de ellos, lo cual hace notablemente más difícil su ejecución. Por último, la desmultiplicación que tiene aplicada su dirección (3,5 vueltas entre tope y tope) nos hará que tengamos que manotear mucho cuando queramos aparcar.
Pero salgamos de la ciudad y disfrutemos de un bonito día en el campo, donde realmente podremos sacar partido del Raptor y disfrutar de todas sus dotes. Las medidas de este coche para realizar el off-road son excepcionales: una altura libre al suelo de 283mm, un ángulo de ataque, de salida y ventral de 32,5º, 24º y 24º, respectivamente. Pero si hubiese un único elemento que destacar ese sería las bestiales suspensiones firmadas por Fox. Puedes ir todo lo rápido por un camino con innumerables irregularidades que estas lo filtrarán con una solvencia pasmosa.
Todo el bajo perfil del coche está protegido de golpes gracias a una plancha metálica de 2,3 mm la cual es un 60% más resistente que en el resto de la gama Ranger, por lo que nuestros miedos a provocar algún daño en los bajos, al menos han disminuido, y es que el Raptor pide e incita a que hagamos lo que nos plazca con él. Es divertido y de lo más capaz por terrenos, digamos, poco explorados.
Este coche además de ir por caminos o sendas que realmente no existen, incita mucho a ir rápido por donde jamás se te ocurriría con cualquier otro coche. Si a esto añadimos el llevar a cabo una conducción en tracción trasera, tomar las curvas con una trasera juguetona será pan comido, y con esta mole de más de 2.500 kilos, las sensaciones son tan particulares como adictivas. Sus suspensiones Fox se tragan todo lo que le pongan por delante y allá por donde quieras pasar, pasará, siempre y cuando el hueco para meter sus más de dos metros de anchura sea el adecuado, por supuesto.
Mirando ahora el comportamiento de la caja de cambios, esta es bastante buena en todos los aspectos. Tendremos la posibilidad de realizar los cambios de forma manual gracias a las levas metálicas situadas tras el volante, aunque he de admitir que campo a través, rara será la ocasión que no circulemos en modo automático, aunque eso sí, con la tracción situada en el 4x4, o el 4x4 con reductora si la situación lo requiere. ¿Recordáis lo que decía un poco más atrás sobre el tacto del freno?, bien, pues aquí, en estos terrenos agrarios es donde cobra especial sentido ese tacto tan particular, ya que gracias a él, regulas con mayor facilidad la intensidad de la frenada que deseas efectuar.
En la ecuación de escoger tracción, transmisión, diferencial bloqueado o no, y demás variables, tendremos que sumar una más, o más bien 6, que son sus diferentes modos de conducción: Normal, Deportivo, Hierba/graba/nieve, Barro/arena, Roca y Baja. Cada uno de ellos deja bastante claro cuáles son sus finalidades, a excepción de “Baja”, el cual lo podremos seleccionar para llevar a cabo una circulación rápida fuera del asfalto gracias a que restringirá los sistemas de seguridad electrónicos para que intervengan justo cuando sea especialmente necesario.
En cuanto a los consumos obtenidos, no son especialmente de vehículo de bajas emisiones. Por vías urbanas será especialmente complicado verlo bajar de 12 litros de media, aunque esta cifra disminuirá en caso de circular por autopista hasta unos 8 litros, pero que volveremos a ver ascender una vez demos rienda suelta al poderío off-road de este americano, superando holgadamente los 14 litros de consumo medio.
Conclusión y precios
Sí, me ha encantado. No puedo ni quiero negar que el Raptor se ha llevado consigo un trocito de mi alma petrolhead americana. Ya sea por su brutal estética, por su comportamiento fuera del asfalto o por su practicidad real en el día a día, pero es un coche que no me importaría que descansase para siempre bajo el techo de mi garaje. Tampoco podré discutir de que quizás un Jeep Wrangler Rubicon sea una opción mejor para jugar por terrenos poco adecuados, pero en conducción, digamos, lógica y en practicidad, pocos igualan al Raptor.
En cuanto a precios, según el propio configurador oficial de la marca, el Ford Ranger Raptor parte de los 57.735 euros, un precio que podremos incrementar si escogemos el color azul (382 euros) o negro (355 euros) para la carrocería y los vinilos decorativos (639 euros), con lo que la factura más abultada posible que encontraremos será de 59.135 euros. Un precio que no se antoja para nada excesivo si tenemos en cuenta sus capacidades, su imagen y su competencia. Dios bendiga América.