Prueba Ford Ranger Raptor 2023, la bestia ahora es más americana que nunca

El Ford Ranger Raptor se actualiza para ser la imagen más deportiva de las pick-ups europeas. El enorme modelo cuenta ahora bajo su capó con un bloque de gasolina V6 y 292 CV, además de una estética que quita el hipo. ¿Será capaz de convencernos? Vamos a comprobarlo.

Prueba Ford Ranger Raptor 2023, la bestia ahora es más americana que nunca
El Ford Ranger Raptor 2023 es todo un ejemplo americano en Europa

20 min. lectura

Publicado: 10/01/2023 20:00

Si hay una marca americana por antonomasia afincada en Europa, esa es Ford. Desde hace décadas gobierna con puño de hierro en nuestra región con vehículos muy característicos. Sin embargo, es una compañía que ha sabido ganarse el corazón de mucha gente y que de verdad sabe cómo hacerlo. Coches “asequibles”, bien acabados, con una elevada resistencia al tiempo, con diseños atractivos y, sobre todo, con una dinámica única dentro del sector generalista.

No obstante, por contrario que pueda parecer, Ford está dando paso a una gama de vehículos cada vez más “americanizada”. Modelos como el Mustang ya se han abierto paso en el Viejo Continente y otros más que vendrán. Uno de estos podría ser la gama Raptor. En Estados Unidos, el acabado o variante Raptor denomina a los todoterrenos más capaces, deportivos y excesivos que allí se venden, como el Ford F-150 Raptor o el Ford Bronco Raptor. En Europa tenemos nuestra propia versión, la cual ahora es más yankee que nunca.

La estética se ha actualizado convenientemente a los estándares más yankees

El Ford Ranger Raptor se ha actualizado en todas sus vertientes: estética, dinámica y mecánica. Hasta hace apenas unos meses, en el mercado europeo encontrábamos un Ford Ranger Raptor mucho más “lógico” de lo que cabría esperar. Portaba una imagen realmente espectacular pero, al fin y al cabo, con una mecánica diésel que no dejaba de ser la misma que también empleaba el Ford Ranger. Esta historia se ha acabado.

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Una imagen excelsa

La renovación del pick-up más americano de Europa ha venido con enormes -literalmente- novedades. En primer lugar: su imagen. Si ya el Raptor de la generación anterior era excelso, aquí la compañía ha puesto toda la carne en el asador y, ahora sí, se emparienta mucho más con la F-Series americana. De hecho, podría pasar por un hermano menor del F-150 sin mayores dificultades.

El frontal ha sido totalmente rediseñado. Ahora presenta una parrilla con el nombre de “Ford” en enormes dimensiones (aún mayor que la anterior generación). Esta también cobra un aspecto más rectangular, con los faros casi integrados en los extremos y que tienen forma de C. Este conjunto de elementos ocupa la práctica totalidad del morro del enorme todoterreno, haciendo así que su vista principal sea, cuanto menos, impresionante.

Sus nuevos faros LED están acoplados junto a la enorme calandra

Pasando al perfil del pick-up, nuevamente, la compañía americana da la opción de decorar esta parte con elementos decorativos, como vinilos. En la zona trasera se encuentra el emblema de Raptor, tal y como sucedía en la generación anterior. En esta parte, todos los apéndices que conocíamos anteriormente se han llevado hasta un nuevo extremo. Sus pasos de ruedas se han ensanchado aún más y se han acoplado unos estribos que nos ayudan a embarcar, los cuales están fabricados en aluminio fundido muy resistente.

Por otra parte, el coche ha ganado en altura con esta renovación. Ahora tiene un total de 1.926 mm de altura. Sin embargo, su altura libre al suelo es menor con respecto a la generación previa, concretamente en 18 mm, haciendo así un total de 265 mm. En este caso, el ángulo ventral se mantiene en 24 grados. En el caso del ángulo de salida también es idéntico (24 grados), pero el de entrada pierde medio punto y se sitúa en 32 grados. La altura de vadeo es de 850 mm. Finalmente, sus neumáticos de equipados de serie serán unos All-Terrain con tacos y unas medidas de 285/70 R17 en ambos ejes.

Pasando a mirar la zona posterior, quizás es aquí donde menos cambios notables nos encontramos con respecto a la generación precedente. Sus faros tienen ahora un nuevo diseño pero siguen manteniendo su posición vertical. En el portón de la caja continúa reinando el emblema de Ford (esta vez sí, en la forma ovalada de siempre), el logotipo de Raptor y la palabra Ranger sellada sobre la propia carrocería. En la zona inferior ahora se encuentra una nueva doble salida de escape redonda y cromada.

La inscripción de "Raptor" puede verse en numerosos lugares de su carrocería y habitáculo

Un habitáculo rudo y tecnológico

Después de una maniobra de escalada podremos llegar a acomodarnos en su habitáculo. El acceso, como podremos imaginar, no es el más cómodo o ergonómico del mercado, pero una vez hecho lo difícil, nos daremos de bruces con un espacio cómodo, habitable y, por raro que pueda parecer, muy tecnológico.

Porque sí, el Ranger Raptor ha evolucionado en muchas cosas, pero también ha avanzado notablemente en el apartado tecnológico. Muestra de ello son sus dos pantallas principales que presiden el salpicadero. En primer lugar: su instrumentación digital. Esta posee una diagonal de 12,4 pulgadas. En ella se presentan unos gráficos muy conseguidos, unos colores muy vivos y una iluminación que no palidece ni en un fuerte día soleado de verano.

Seguidamente, en el centro del habitáculo se instala una enorme pantalla vertical de 12 pulgadas, prácticamente idéntica a la que ya estrenó el Ford Mustang Mach-E. Sus gráficos, fluidez y nitidez están a la altura de las mejores del mercado. Además de esto, cuenta con conexión vía Apple CarPlay y Android Auto, así como con un equipo de sonido de 10 altavoces firmado por Bang & Olufsen y el sistema operativo SYNC 4A, el más moderno de la compañía.

El interior ha recibido una importante dosis tecnológica

El volante, por su parte, es muy similar a lo que ya conocimos en la anterior generación del Raptor, aunque ahora se integran nuevos botones para regular el sonido de escape, rigidez de las suspensiones y de la dirección. Bajo la ya mencionada pantalla central de info-entretenimiento se ubica el módulo de climatización, con botones físicos. Más atrás encontramos la palanca de cambios, así como una ruleta en la que se pueden seleccionar los modos de conducción o el modo de tracción que queremos para nuestro todoterreno.

Como novedad, el Raptor incluye un nuevo diferencial central, lo que le permitirá circular con tracción total por carretera a través del modo 4A, aunque esto generará un mayor nivel de consumo de combustible. Además de esto, existen otras variables, como presentar al modelo únicamente con tracción trasera (2WD) o bloquear el diferencial central y seleccionar la reductora (4H y 4L, respectivamente).

En el ámbito de la comodidad y la habitabilidad interior, el Raptor no cambia con respecto a la generación pasada, y esto es un signo muy positivo. El pick-up cuenta con espacio más que sobrado en todos los aspectos. Los pasajeros traseros también tienen sitio suficiente para acomodar sus piernas. Sus asientos posteriores son notablemente cómodos para viajar, además cuenta con un reposabrazos central que genera una mayor comodidad. El tapizado de serie es de cuero con detalles en color rojo. Adicionalmente, estos se decoran con el nombre del modelo en el respaldo.

Sus asientos tienen una concepción deportiva y acogen bien todo tipo de fisionomías

Ahora llegaría el turno de hablar sobre el maletero, aunque en este caso es un espacio de carga, como tal. Este tiene una anchura máxima de 1,22 metros, una longitud de 1,56 metros y una altura de 53 centímetros. La caja está protegida por una persiana de apertura electrónica (opcional). En el interior hay una doble iluminación LED y dos tomas de corriente, una de 12 voltios y otra de 240 voltios.

Mecánica y precios

Como venimos mencionando, el Ford Ranger Raptor se ha vuelto más americano que nunca. Ahora guarda bajo su capó delantero todo un bloque motor V6 de 3.0 litros con 292 CV de potencia, 491 Nm de par máximo y sobrealimentación por dos turbocompresores. Esta será la alternativa más potente de toda la gama Raptor.

Más adelante llegará una variante diésel con cuatro cilindros y 205 CV, mucho más lógico para el mercado español, aunque pierde potencia con respecto a la generación anterior (213 CV). Ambas alternativas irán vinculadas a una caja de cambios automática por convertidor de par y 10 relaciones.

El nuevo bloque motor del Raptor será el causante de muchos halagos y reprimendas

En cuanto a precio de partida, el Ford Ranger Raptor comienza en 76.400 euros. Es una subida importante con respecto a la generación previa, pues esta partía de los casi 61.000 euros. Hablamos de casi 15.000 euros adicionales, pero ¿vale la pena? Vamos a comprobarlo.

Prueba de conducción

El Ford Ranger Raptor es la máxima expresión de la deportividad dentro de la gama de pick-ups europeas. Su condición de modelo totalmente americanizado ha quedado claro con la nueva mecánica de gasolina que han acoplado bajo su capó. Pero, ¿tiene sentido? En primer lugar, debemos tener en mente cual es el potencial del modelo, y es su faceta de “juguete para niños grandes”. Más allá de eso, es posible que si es un vehículo que vas a usar en el día a día el consumo suponga una barrera insalvable. No obstante, esto no es todo lo que nos presenta el Raptor.

Sí, es cierto. La renovación con un enorme bloque de gasolina le restará mucha clientela que hasta ahora miraba al Raptor como una alternativa más estética del Ranger, pero igualmente funcional. La generación previa, a pesar de tener un motor diésel de 213 CV, presentaba unos consumos de alrededor de 9 litros; algo elevado, sí, pero que no le hace sombra para nada a esta renovación.

Gracias a que Ford ha instalado este peldaño, el ascenso al habitáculo es un poco menos difícil

El bloque V6 es "gastón", de eso no hay duda, pero gracias a su incorporación las sensaciones al volante son muy distintas. Inicialmente, pierde ese feeling de “camión” que sí tenía el modelo anterior. El sonido es un gran protagonista, pues parece más el de un deportivo que el de un pick-up de más de 2 toneladas y media. Punto positivo. Además, su conducción es muy suave y bien acabada; cero vibraciones o traqueteos innecesarios. Repito: este es un coche a la americana.

Sin embargo, como todo coche de gasolina de potencia similar, pierde nivel de par máximo (fuerza) a pesar de que su potencia se incrementa. Esto puede ser otro punto a destacar cuando lo que quieres es un coche de carga y que remolque grandes pesos, pero en ningún momento sentiremos que le falta potencia. Eso por descontado.

Los amortiguadores Fox tienen gran parte de culpa de su buen comportamiento fuera del asfalto

Como ya mencionamos anteriormente, su dirección, suspensiones y sonido del escape son regulables. Si se va a usar en entornos urbanos o por carreteras, lo mejor será situar la dirección y las amortiguaciones en su modo “confort” o incluso en “Sport” para así darle un punto adicional de rigidez (nunca serán duras o incómodas). Por otro lado, situar el sonido en modo Sport es casi una obligación, ya que entre un modo u otro se nota, y mucho.

Las enormes dimensiones de su caja da para hacer muchas visitas a Ikea o montar tu propia fiesta de la barbacoa

Por otro lado, la dirección está muy desmultiplicada, lo que supondrá manotear mucho para cuando queramos hacer un giro más cerrado, e incluso en ciertas rotondas. El diámetro de giro es de 13 metros, nada mal viendo las dimensiones colosales con las que cuenta el Raptor.

Con estos datos en la mano, si tu deseo es hacerte con un Raptor para un uso cotidiano, tendrás que hacerte a su tamaño. En el centro de una ciudad como Madrid, es un coche que llega a desentonar. Todo lo ves desde arriba, excepto a furgonetas grandes o camiones, en cuyo caso los miras a la misma altura. Y este es uno de los atractivos de conducir el coche por carreteras, ya que todo te parecerá pequeño a su lado. Sin embargo, antes de entrar a un parking, mira la altura máxima de este y compárala con la del coche, para evitar sustos innecesarios.

Esta generación posee una virtud que lleva generaciones en el Ranger, y es su conducción totalmente común y normal a la de un turismo. Nada de pelearte con una dirección imprecisa, vibraciones a causa de unos neumáticos incorrectos o ruidos incómodos. Para nada. Conducir un Raptor (o un Ranger) es exactamente igual a hacerlo sobre un SUV. Es muy cómodo, silencioso, está bien aislado del exterior y tienes una visión del entorno como en casi ningún otro modelo.

El Raptor puede ser tracción total o trasera, con marchas cortas o largas

Como contrapartida, tenemos un consumo de combustible también fuera de lo idóneo. Este bloque motor genera una media 14 litros a los 100 kms circulando tranquilamente por autopista. En vías urbanas esta cifra se multiplica y sube con facilidad por encima de los 18 litros. Es demasiado, lo sé. Por otra parte, si es un coche que tendremos como alternativa lúdica, para fin de semanas por el campo o alguna ocasión concreta, muchos pueden estar dispuestos a asumir tal gasto. Yo lo haría.

No obstante, donde mejor podrás disfrutar de las capacidades del Raptor será en vías donde escasee el asfalto. En terrenos baldíos es donde mejor saca a relucir este coche sus cualidades. La velocidad que puede alcanzar por estas zonas es realmente pasmosa. De ello guardan buena parte de culpa sus amortiguadores FOX, los cuales serán capaces de amortiguar la práctica totalidad de inclemencias y darle al Raptor un punto extra de aventurero.

Para ello, como ya hemos mencionado, el modelo cuenta con modos de conducción específicos para tierra o entornos resbaladizos. También podremos jugar con el bloqueo de diferenciales o los diferentes tipos de tracción. Como digo, la diversión está garantizada con este y un poco de campo lleno de barro.

El Ranger Raptor es capaz de convencernos a todos

Conclusión

¿Y qué podemos decir del Raptor como conclusión? Resumiendo: Ford lo ha vuelto a hacer. El Ranger Raptor es todo lo que esperas de un pick-up plenamente americanizado. Es un gusto oír su motor V6 en cualquier entorno. Esto se conjuga con una suavidad y una comodidad al volante dignos de cualquier SUV popular, pero aderezado con una practicidad que jamás podrá darte ningún otro coche del mercado.

Como contrapartida podemos decir que su mayor regalo (su motor) es lo que más le resta sentido al Raptor a este lado del charco. Sus niveles de consumo podrán ser cotidianos bajo la bandera estrellada, pero aquí se hace difícil de digerir en ciertas ocasiones. Por otro lado, el precio de partida también es elevado, por lo que la ecuación se vuelve aún más compleja. Sin embargo, Ford ya prepara una variante “más lógica” movida por un motor diésel que todo apunta a que será el centro de las miradas de potenciales clientes que buscan un sabor más yankee para su garaje.

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