Prueba Ford Ranger Wildtrak, al César lo que es del César

Ford quiere electrizar Europa con sus modelos, pero los americanos saben que ese camino se presenta tan difícil como largo. El Ford Ranger Wildtrak dista mucho de ser un eléctrico, pero sigue demostrando que los americanos son los mejores fabricantes de pick-ups.

Prueba Ford Ranger Wildtrak, al César lo que es del César

16 min. lectura

Publicado: 24/03/2023 19:00

De Estados Unidos llaman muchas cosas la atención: su comida, su diversidad de entornos, sus políticas y también sus coches. Los Norteamericanos hacen gala de ser los mejores fabricantes de pick-ups del mundo y la verdad es que nadie puede discutir ni sus argumentos ni sus productos. La Ford F-150 es la reina de la casa. El modelo más vendido en América durante más de 30 años. Sin embargo, Europa no puede sacar provecho de semejante producto y por eso a nosotros 'sólo' nos llega la Ford Ranger. Su versión Wildtrak acaba de llegar al mercado y ya era hora de poder probarla.

El nuevo diseño de la Ranger ha mejorado considerablemente

Ojo que ese sólo de antes no es una queja, más bien todo lo contrario. Los americanos son muy dados a las exageraciones, aunque el Ranger no se vende en su país, no saben lo que se pierden. Con ya cinco generaciones en el mercado, el Ranger ha conseguido labrarse una más que merecida fama de capacidad, resistencia y durabilidad. Lo mejor de Estados Unidos en un formato 'manejable' y apto para las carreteras europeas. La última versión se presentó a finales de 2021, pero a diferencia de otras ocasiones, Ford decidió empezar la casa por el tejado.

La primera versión del Ranger que aterrizó en nuestro país fue la Ranger Raptor. A principios de este año mi compañero Alberto Pérez tuvo ocasión de probarla y comprobar que Ford ha mejorado un producto que ya de por sí era excelente. La Raptor puede que no sea la versión más económica o práctica de todas las de la gama, pero sin duda alguna, con 292 caballos es la visión más extrema. Una pick-up que pierde sus atributos profesionales, pero que gana innumerables mejoras a nivel recreativo.

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Sus capacidades todoterreno han mejorado con respecto al pasado

Si echamos un vistazo a la extensa gama del Ranger en España vemos que la versión Wildtrak se sitúa un par de escalones por debajo en cuanto a rendimiento, pero no en cuanto a capacidades. El Ranger Wildtrak es una excelente alternativa intermedia para aquellos conductores que buscan una pick-up de sobrada reputación, pero que no quieren llegar a los extremos del Raptor. Un término medio muy bien planteado tanto a nivel mecánico como estético. Nadie podrá negar el tremendo atractivo de la última generación presentada por Ford.

Con múltiples elementos que recuerdan a su hermana mayor, la F-150, el nuevo Ranger Wildtrak resulta muy atractivo visualmente hablando. El frontal gana presencia con una parrilla de mayor tamaño y con unos faros llevados a los extremos. La firma lumínica en forma de C da una mayor presencia a las formas y a los detalles. Hablamos de un frente poderoso para un coche poderoso. En el resto de la carrocería se dejan notar grandes nervaduras repartidas por toda la carrocería creadas para generar un mayor poder visual. El conjunto se remata con una paleta de colores muy alejada del tradicional blanco industrial, destacando las tonalidades Rojo Lucid y Naranja Cyber con un precio de 411,37 euros.

La longitud alcanza los 5,37 metros de largo con una distancia entre ejes de 3,27 metros

De puertas para dentro la verdad es que no hay tantos cambios con respecto a la Raptor. Una vez más Ford demuestra su dilatada experiencia con una cabina muy bien acabada tanto en materiales como en terminaciones. Ajustes precisos e impropios de un vehículo con una supuesta vida profesional. Encontramos materiales muy buenos como los acabados en piel o superficies blandas que generan una sensación de calidad muy buena. De durabilidad no hace falta que comente nada, pero por si acaso no caes en la referencia te diré que el interior parece estar ensamblado como para durar varias décadas de insufrible trato.

Hace ya tiempo que tenemos que abandonar el concepto espartano de las pick-ups. Las referencias habituales nos hacen pensar que estos vehículos vienen con lo justo, pero ese caso no es el del Ranger Wildtrak. La buena presentación se complementa con un equipamiento de primer nivel que no tiene absolutamente nada que desmerecer a otros turismos convencionales. Tan sólo hace falta echar un rápido vistazo para descubrir que estamos ante la camioneta mejor equipada del mercado. No le falta uno de los cada vez más corrientes detalles de la industria.

De puertas para dentro el Ranger es el mejor pick-up del mercado

Dentro de su equipamiento de serie encontramos elementos como: luces Full-LED con control automático, espejos retrovisores eléctricos, estribos laterales, diferentes asistentes a la conducción con una valoración de 84 sobre 100 en los test Euro NCAP, cámara de aparcamiento trasera, acceso y arranque sin llave, climatizador bizona, navegador, instrumentación digital con pantalla de 8 pulgadas y sistema multimedia con pantalla central vertical de 12 pulgadas con el sistema operativo SYNC4. Es prácticamente lo mismo que podemos encontrar en un Ford Kuga.

Hay que reconocer que en términos de habitabilidad no hablamos del vehículo más cómodo del mundo. Si bien las butacas delanteras resultan de lo más confortables, los pasajeros traseros no disfrutan de muchísimo espacio (si tenemos en cuenta el tamaño del coche). El acceso de por sí ya es complicado dada la tremenda altura, aunque los estribos ayudan a que la operación sea más fácil. La banqueta trasera no se puede ajustar y eso limita las opciones de confort, sobre todo en paseos más largos. Del maletero ni hablamos porque a no ser que se cierre la caja el espacio queda completamente al descubierto.

El espacio en las plazas traseras es bueno, pero no excelente

Dentro del catálogo de opcionales, Ford ofrece diferentes alternativas para el cerramiento de la caja. La primera opción es una cubierta rígida de plástico resistente en negro. Cuesta 1.766 euros. Si la queremos pintada en el mismo color de la carrocería sale algo más económica, 1.413 euros. A partir de ahí podemos montar persianas enrollables con apertura manual, 1.377 euros, o con apertura eléctrica, 1.519 euros. Los americanos proponen muchas soluciones para la caja, incluyendo un recubrimiento protector por apenas 200 euros más o diferentes separadores para que los objetos no se desplacen por toda la superficie.

A nivel mecánico podemos encontrar el Ford Ranger Wildtrak asociado a dos propulsores diferentes, ambos diésel. La unidad de acceso equipa un motor de cuatro cilindros turbo alimentado de dos litros que genera 205 caballos de potencia con un par motor de 500 Nm. La versión más sobresaliente equipa un poderoso bloque V6 de tres litros con turbo que genera 240 caballos de potencia y 600 Nm de par motor. Ambas unidades llegan asociadas a una transmisión automática de 10 marchas y, como no podía ser de otra manera, un sistema de tracción a las cuatro ruedas con reductora y bloqueo de diferencial trasero y una relación de ejes de 3,55.

Al volante del Ford Ranger Wildtrak

Que nadie te diga que las pick-up tienen que ser duras, rústicas e incómodas porque no es así. El que lo dice es porque o bien no sabe de lo que habla o porque no se ha puesto en carretera con el Ford Ranger. Por muchas veces que me ponga tras su volante sigue sorprendiéndome el buen tacto que tiene. Sí que es cierto que el refinamiento del motor a veces deja mucho que desear, sobre todo en aceleraciones a baja velocidad, pero para nada hablamos de un tacto rugoso o industrial. Aquella época quedó atrás.

En la caja cabe un europalet gracias a sus 1,22 metros de anchura

Los ingenieros han optado por un eje rígido en el eje trasero acompañado de muelles y por un paralelogramo deformable en el eje delantero con barra estabilizadora. Una configuración clásica y necesaria teniendo en cuenta el tipo de vehículo que es. Además de ofrecer un buen tarado en todo tipo de vías, la suspensión permite una carga útil de hasta 959,5 kilogramos con una superficie de carga con hasta 1,56 metros de longitud. Es decir, puede cargar con mucho peso sin que por ello el comportamiento se resienta.

El habitáculo queda bien aislado del exterior, salvo esas breves aceleraciones a baja velocidad. Los kilómetros caen de forma rutinaria y salvo por la altura nada te hace pensar que estas en una pick-up. El equilibrio general es sensacional y tampoco vayas a pensar que Ford se ha olvidado del comportamiento fuera del asfalto porque no es así. Las cotas todoterreno resultan excelentes: 32 grados de ángulo de entrada, 27 grados de ángulo de salida y 24 grados de ángulo ventral. La altura libre con respecto al suelo. es de 26,6 centímetros y es capaz de surcar masas de agua hasta una profundidad de vadeo de 85 centímetros.

El Ranger Wildtrak se siente tan cómodo en el asfalto como fuera de él

La electrónica permite gestionar de forma óptima los modos de conducción. Además de los habituales formatos para autopista, el Ranger Wildtrak dispone de opciones centradas exclusivamente en el campo. Programas específicos en función del terreno: arena, barro o nieve, además de formatos adicionales para el reparto del par. Con el bloqueo eléctrico del diferencial trasero podemos jugar con la entrega de potencia (2WD/4WD), además de poder reducir la relación de cambio con una reductora electrónica, largas y cortas, que maximiza el agarre en condiciones extremas.

Tan agradable resulta su conducción por el asfalto como polivalente su comportamiento fuera de él. El Ranger Wildtrak es capaz de enfrentarse los obstáculos más complicados, como a los que nos hemos enfrentado durante esta toma de contacto. Gracias a que de serie cuenta con neumáticos M+S, pocas veces tendremos sustos. Obviamente el límite del agarre lo determina la goma porque en este caso Ford no monta de serie los neumáticos offroad específicos que sí se incorporan a la versión Raptor.

Seis modos de conducción: Normal, Eco, Remolque, Superficies resbaladizas, Barro y Arena

En líneas generales el comportamiento es bueno. La conducción resulta agradable, pero rápidamente se siente incómoda cuando elevamos el ritmo. Algo totalmente lógico. El V6 es más prestacional y acelera con más consistencia. También ofrece una mejor velocidad punta, pero sinceramente son registros que apenas tienen importancia en un vehículo de este enfoque. En términos de consumo debes saber que ambos registran cifras parecidas, siempre por encima de los 10 litros de media a los 100 kilómetros, por lo que tampoco se puede decir que sean especialmente ahorradores. Las 2.5 toneladas y la configuración específica no ayudan tampoco. Es normal.

El coste de mantenimiento es alto, pero Ford compensa con unos precios de venta ajustados. Hay que tener en cuenta que la versión Wildtrak llega muy completa en cuanto a equipamiento y con los motores más potentes, a excepción del Raptor, de la gama. El precio de salida del Ranger Wildtrak es de 55.930 euros, sin descuentos. Coste asociado al motor 2.0 EcoBlue de 205 caballos. La unidad más cara equipa el motor V6 de tres litros y 240 caballos. En ese caso la tarifa básica crece hasta los 57.930 euros, sin ofertas. Apenas 1.400 euros más que pueden compensar por potencia, prestaciones y un menor consumo.

Conclusiones

Europa no demanda grandes cantidades de pick-up, pero sí sabe que las prefiere buenas. Aunque hay versiones más económicas y, porqué no decirlo, racionales, el Ford Ranger Wildtrak es una excelente opción que nunca se puede desestimar. Aunque su planteamiento no es tan profesional como las otras versiones de la gama, los americanos han conseguido presentar un equilibrio muy fino entre trabajo y recreo. Con un equipamiento digno de cualquier turismo y una oferta mecánica potente, los consumos y el precio de venta son sus mayores defectos. A pesar de ello es subirse a uno y no contener la emoción.

El Ranger es el César de las pick-up por derecho propio

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