Probamos toda la gama SUV de Peugeot, una familia de éxito

Esta es la historia de tres cerditos que levantaron sus casas para no poder ser derribadas por nada ni por nadie. Los SUV de Peugeot recuerdan mucho al clásico cuento infantil. Cada uno de los modelos de su exitosa familia ha emprendido el camino por separado, pero a la vez ha ido cogido de la mano de sus hermanos. El lobo feroz, la competencia, quiere derribar lo construido, pero nada se lo va a poner fácil. Los Peugeot 2008, 3008 y 5008 han plantado unos sólidos cimientos para un mercado que se ha vuelto completamente loco.

Aunque en esta historia ninguna casa se viene abajo, hay que reconocer que no todos los inicios fueron tan satisfactorios como el final. Peugeot ha trabajado muy duro para conseguir llegar a donde está. Echando la vista atrás podemos ver como dos modelos de la familia no nacieron para dominar el mercado. Los Peugeot 3008 y Peugeot 2008 nacieron con formato más familiar que SUV. Por entonces, en 2008 y en 2013, los franceses optaron por los MPV dejando de lado a un sector que iba en claro aumento.

Rápidamente se dieron cuenta que por ese camino el lobo feroz les iba a derribar sus estructuras sin apenas esfuerzo. Los SUV empezaron a dominar todas las categorías, y la gama necesitaba un cambio drástico y rápido. Fue entonces cuando empezamos a conocer la gama tal y como se estructura actualmente. La conversión no ha podido ser más exitosa, y los tres pilares de Peugeot soportan una tempestad de enemigos que quieren asaltar su casa. Del 2008 al Peugeot 5008 cada uno aporta un enfoque completamente diferente. Descubrámoslo.

Prueba Peugeot 2008

El más pequeño de la familia ha sabido encontrar su hueco fácilmente. Sus orígenes como SUV datan del 2019. Con su primera generación Peugeot ha logrado que el 2008 se vea como un modelo que se sitúa a medio camino entre el mercado generalista y el premium. Su estética es lo que primero entra por los ojos, pero sus cualidades van mucho más allá. Sus medidas: 4,3 metros de largo, 1,77 metros de ancho y 1,53 metros de alto, se han diseñado para una movilidad urbana, aunque es capaz de atreverse con todo lo que te propongas.

Su interior nos recibe un ambiente con una calidad muy superior al estándar de la categoría. Materiales propios de segmentos superiores hacen del 2008 el modelo mejor rematado del segmento B-SUV generalista. La ausencia de modelos rivales en la categoría premium hacen de él la elección más acertada si buscas un SUV pequeño con calidad. Pero no solo de acabados se nutre el pequeño de la familia, porque no menos importante es la oferta tecnológica y de equipamiento.

Repartidos en los acabados: Active Pack, Allure, Allure Pack y GT podemos encontrar un 2008 para todo el mundo. En él destacan elementos tan interesantes como los faros Full LED, el acceso y arranque sin llave, el i-Cockpit con instrumentación digital con efecto 3D, la cámara de aparcamiento posterior, el climatizador automático o la pantalla táctil de hasta 10 pulgadas con conectividad para dispositivos móviles y navegación. Por supuesto no fallan los elementos de seguridad activa y los asistentes a la conducción.

Bajo el capó encontramos diversas opciones mecánicas, desde motores diésel de gran ahorro con apenas un consumo medio de 4,8 litros a versiones de gasolina con 130 caballos de potencia y bajo consumo. Dentro de la familia SUV, el 2008 es el único en ofrecer una variante 100% eléctrica, el denominado Peugeot e-2008 con 136 caballos, etiqueta CERO de la DGT y hasta 341 kilómetros de autonomía homologada. La solución ideal para moverse por donde uno quiera sin preocuparse de zonas de bajas emisiones o protocolos anticontaminación.

Al volante el 2008 se muestra como un B-SUV muy cómodo. Con entre 102 y 136 caballos de potencia el rendimiento en cualquier caso es más que suficiente. No echaremos en falta absolutamente nada, aunque mi recomendación personal es optar por las cajas de cambio automáticas que se ofrecen. Es una opción cara, pero mejora el confort de marcha hasta su máximo exponente, que es mucho. La calidad de rodadura destaca por encima de cualquier otra particularidad, sobre todo en el eléctrico. A pesar de todo debo reconocer que la dinámica no es la mejor de la categoría, aunque tampoco puede considerarse como algo especialmente negativo.

Prueba Peugeot 3008

Al igual que el pequeño de la familia, este cerdito nació como un monovolumen familiar con ciertos aromas camperos. La primera vez que supimos de la denominación 3008 fue en 2008, pero 8 años más tarde pasó a ser un SUV que inmediatamente conquistó el mercado. Los franceses dieron con la tecla desde el principio. La estética marcó la diferencia y junto a ella el SUV galo redefinió el segmento generalista. Era el líder a seguir.

Hoy, 6 años más tarde y con una actualización por el camino, el Peugeot 3008 sigue siendo una de las opciones mejor valoradas y más vendidas del segmento C-SUV, y eso que muchos rivales importantes han surgido desde entonces. Los cimientos del 3008 aguantan, y lo hacen no solo al diseño, también a la habitabilidad y al interior. En sus 4,47 metros de largo cinco pasajeros pueden viajar con relativa comodidad. También hay espacio para la carga gracias a un inmenso maletero de 520 litros para la gama general y de 390 litros para los híbridos enchufables.

Al igual que el 2008 destaca la calidad de acabados del interior, donde Peugeot introdujo soluciones muy ingeniosas y acertadas para los detalles. Tanto el exterior como el interior han sabido soportar excelentemente el paso del tiempo, aunque no a todo el mundo nos convence el volante doblemente achatado. La tecnología tampoco falta y de hecho se puede decir que es uno de los SUV más completos de la categoría. Destacan elementos como los asientos con masaje, la cámara de visión nocturna o los faros matriciales de LED, sin olvidar los muchos asistentes a la conducción.

La gama mecánica también es extensa, ahí radica parte de su descomunal éxito. Diésel, gasolina e híbridos enchufables. No hay margen de error en la decisión, pues todos cumplen excepcionalmente bien con su propósito. Tan eficientes como prestacionales, pudiendo alcanzar hasta 300 caballos de potencia en el Peugeot 3008 Hybrid con etiqueta CERO. Un modelo que ocupa habitualmente los puestos más altos en las listas de ventas, y no es de extrañar. Comodidad, equilibrio y firmeza son los adjetivos que mejor definen su conducción, aunque se echa en falta algo de peso en la dirección para que así el conductor reciba un poco más de información.

Prueba Peugeot 5008

En 2016 Peugeot completó la cuadratura de su particular círculo. El 5008, el monovolumen más grande de la casa se transformó en un SUV del segmento D generalista. Desde entonces se ha establecido como el buque insignia de la marca francesa, y sus constantes actualizaciones no han hecho más que mejorarlo. Aunque su categoría no sea la más popular por volumen de ventas, el Peugeot 5008 aporta algo que sus hermanos pequeños no pueden ofrecer; 7 plazas. En sus 4,64 metros de largo están presentes tres filas de asientos y una enorme versatilidad que hacen de él un coche familiar ideal.

Alejándose del formato MPV, una vez más Peugeot acertó con la jugada y con el diseño. La renovación de 2020 hizo de él un modelo más elegante. La nueva cara transmite madurez y las opciones de carrocería le permiten adaptarse al gusto de cada comprador. A pesar de ser el modelo más grande de la casa es lo suficientemente ajustado como para no resultar incómodo en ciudad, aunque hay que reconocer que es en las carreteras donde saca lo mejor de sí.

Los kilómetros caen sin inmutarse y todos los ocupantes disfrutan de un habitáculo bien acabado y muy completo en tecnologías de confort. No falta ni un solo detalle: faros Matrix Full LED, techo panorámico, instrumentación digital, sistema multimedia con pantalla táctil de hasta 10 pulgadas, climatizador de dos zonas, cámara de aparcamiento de 360 grados, conectividad para móviles, navegador y mucho más, incluyendo un completo despliegue de asistentes a la conducción que le otorgan las cinco estrellas de seguridad Euro NCAP.

A diferencia de sus hermanos de gama, el Peugeot 5008 sólo ofrece motores diésel y gasolina con 130 caballos de potencia con posibilidad de acoplarse a una caja de cambios automática de 8 velocidades. El diésel es la apuesta ganadora por prestaciones y ahorro, anunciando consumos desde tan solo 5,6 litros a los 100. Lo que sí ofrecen todos es un excelente confort de marcha y una agradable conducción. Su tamaño no incita a correr, pues no hay que olvidar que hablamos de un modelo muy familiar con siete plazas y 780 litros de volumen mínimo de maletero.

Un SUV para cada cliente. Tan acertado es el enfoque que hablamos de tres claras referencias y líderes de ventas. Los precios también son otro gran atractivo. El más económico de la casa es el 2008 con un precio mínimo de 23.160 euros, 33.934 euros para la versión eléctrica, el e-2008. El Peugeot 3008 se sitúa en un valor intermedio, desde 32.246 euros para un modelo de combustión y desde 42.415 euros para un híbrido enchufable. El 5008 es el buque insignia. Su tamaño, su versatilidad y su confort tienen un precio mínimo de 33.902 euros.