Prueba Hyundai KONA, de oriente a occidente

Hyundai se lanza a por el segundo segmento que más crece ahora mismo en el mercado europeo, el B-SUV. Su apuesta llega a España, y adelantándonos al mercado, ya he podido probar el Hyundai KONA. Una apuesta llamativa y muy interesante.

Prueba Hyundai KONA, de oriente a occidente

21 min. lectura

Publicado: 22/10/2017 10:00

Donde va Vicente, va la gente. El rico refranero español siempre tiene un dicho para cada situación, incluso son válidas para el segmento de la automoción. Tanto es así que hace unos años una marca asiática, Vicente en este caso, dio el primer paso en una industria hasta entonces poco investigada. Desde entonces la gente ha seguido sus pasos, y gracias a ello hoy os presento esta primera prueba del Hyundai KONA.

El KONA es la apuesta de Hyundai para el segmento B-SUV

Actualmente el segmento C-SUV es el más popular de todos los que hay en el mercado, y tras él, tomando cada día más y más fuerza, encontramos a los hermanos pequeños, los B-SUV. No resulta extraño teniendo en cuenta que cada día hay mayor aglomeración en las ciudades, y menos aún teniendo en cuenta lo mucho que se consigue al perder tamaño y precio.

Lo digo porque ya no hace falta irse a los grandes modelos de cada casa para encontrar todo lo que uno pueda necesitar a la hora de conducción, e incluso más. Los coreanos siempre han sido partidarios de dar mucho a cambio de poco, solo que hasta hace no mucho no tenían las armas suficientes para plantar cara. Ya no solo disponen de esas armas, sino que se han hecho con un arsenal completo, y el Hyundai KONA echa mano de todo ello para llegar a un segmento difícil.

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Y es que el auge de los C-SUV no nos es extraño. La principal arma de estos modelos es su reducido tamaño, a lo que hay que sumar un puesto de conducción más elevado, y ciertas licencias a la hora de salir fuera del asfalto. Tampoco hay que olvidar la estética, el principal factor de compra, al menos en nuestro país. Hyundai ha apostado por llamar la atención, como hace unos años ya hiciera uno de los líderes indiscutibles del segmento, el Nissan Juke.

El KONA te podrá gustar o lo podrás odiar, pero lo que está claro es que no deja indiferente a nadie, impresión que ya tuvimos en su presentación estática. Es lo que han pretendido tanto los diseñadores coreanos como europeos. La apuesta es arriesgada, ellos, tú, y yo lo sabemos, pero en realidad es un riesgo calculado, pues de ir mal las ventas, el salvavidas se llama el Kia Stonic. Podría decirse que ambos son hermanos, aunque no del mismo padre. De hecho son dos modelos diferentes, pero atacan el mismo segmento, el Kia desde un punto de vista más sereno.

La estética será su principal baza, 10 colores de carrocería diferentes

El KONA cuenta con ideas de otros modelos rivales, como por ejemplo del propio Juke, o del Citroën C4 Cactus, sobre todo por los faros. Por supuesto también tenemos reminiscencias del Kia Stonic, y del resto de sus hermanos de marca pues al fin y al cabo no deja de ser un Hyundai. Eso sí nada tiene que ver con ellos, aunque mantiene los detalles básicos de la filosofía de diseño de la marca, tales como la parrilla hexagonal.

A pesar de tener un estilo rompedor, el KONA no olvida las reglas básicas del segmento SUV. Sin importar el tamaño, un crossover debe contar con elementos que aporten robustez, plásticos en los pasos de rueda, parachoques con falsas protecciones, llantas de generoso tamaño, y lo más reciente, el techo en negro, o en su defecto pintura bicolor. Como podrás comprobar el coreano cuenta con todos y cada uno de estos detalles.

De puertas para adentro ya la cosa cambia un poco. En este caso es más segmento B a secas que B-SUV. Los pequeños de la casa siempre han estado asociados a un estilo de vida juvenil. Colorines por doquier y una amplia capacidad de personalización son las principales claves del habitáculo, pero por supuesto hay más, y como he mencionado unos párrafos más arriba, ya no hace falta echar mano de segmentos superiores para contar con un amplio despliegue tecnológico.

La cantidad de plásticos es abundante, pero dan una muy buena sensación de calidad

El Kona hace gala de los últimos avances logrados por Hyundai. Tal y como te contamos hace un tiempo, la marca coreana ha dispuesto de cuatro niveles de equipamiento: Essence, Klass, Tecno y Style. Desde el acabo más básico encontramos elementos como: sensor de luces, sensor de presión de neumáticos, LED diurnos, pantalla de 5" con conexiones USB, climatizador y control de crucero. Por supuesto el despliegue puede incrementarse hasta contar con detalles como Android Auto, Apple CarPlay, cámara trasera, asientos de piel, acceso y arranque sin llave, navegador, pantalla de hasta 8", alerta de cambio de carril, techo solar y Head-Up Display, entre otros elementos.

Disponiendo de todos estos gadgets no hay que pasar por alto el espacio interior. El KONA presenta un tamaño de 4,16 metros de largo por 1,55 de ancho. Uno de los más grandes de su segmento. Esto quiere decir que su habitabilidad está muy por encima de la media. Las plazas delanteras son las más holgadas, las traseras no lo son tanto, pero sorprenden por su espacio. Cinco pasajeros podrán viajar con cierta comodidad, tanto por el hueco para las piernas como para la cabeza y los hombros. Comparado con sus rivales directos, el KONA gana en este apartado.

El KONA ofrece numerosos dispositivos de seguridad activa, entre los cuales se encuentra el sistema autónomo de frenado de emergencia con detector de peatones

En cuanto a volumen de maletero, hay que entender que no estamos ante un segmento especialmente pensado para mostrar grandes cotas. A pesar de ello el KONA se defiende con un mínimo de 361 litros, ampliables a 1.143 si abatimos la segunda fila de asientos. Comparándolo con el resto de rivales, podemos decir que el coreano se establece en la parte alta de la tabla. Un buen aprovechamiento gracias a una boca de carga amplia y unas formas rectangulares.

El avance en el campo mecánico ha permitido que la potencia no sea esquiva a los coches más pequeños. Eso no quita para que la oferta inicial del KONA sea un tanto corta. Por el momento los coreanos solo han anunciado variantes mecánicas de gasolina. En concreto la gama inicial estará compuesta por dos motores de gasolina. Uno con tres cilindros y 120 caballos de potencia, y otro con cuatro cilindros y 177 caballos, que siempre llegará asociado a un cambio automático de siete velocidades y a una tracción total 4x4.

Hyundai arranca la gama del KONA en los 120 caballos, sus rivales lo hacen mucho más abajo

Más adelante la oferta se expandirá con más mecánicas. La principal novedad será la incorporación de una dos variantes 100% eléctricas a las que ya hemos visto circular durante su etapa de pruebas. Hay que recordar que el KONA, a diferencia del Kia, sí que cuenta con un chasis pensado para incluir mecánicas híbridas así como tracción total. De hecho aquí es donde reside la principal diferencia entre estos hermanos coreanos.

Si antes he dicho que el diseño es el principal motivo de compra, no muy lejos se sitúa el precio. A la hora de pasar por caja, el Hyundai KONA parte desde los 18.990 euros. Hay que decir que la marca tendrá unos atractivos descuentos que podrán ser de hasta 5.000 euros en función de la versión seleccionada. Esto hace que actualmente la versión tope de gama tenga un precio cerrado de 27.690 euros. Todas las unidades llegarán de serie con cinco años de garantía sin límite de kilometraje.

Prueba Hyundai KONA

Con todo lo anteriormente dicho uno ya debería darse cuenta de las posibilidades de triunfo que tiene el KONA. Su llegada seguro que llama la atención, y debe hacerlo porque en un futuro cercano aterrizarán más rivales, algunos de ellos actualizados y con mucho más historial. Así que las bases son buenas, pero ¿se completarán con una dinámica acorde? Veámoslo.

El equipamiento del KONA puede llegar a ser muy grande, equiparable a modelos de segmentos superiores

He de decir que he tenido la posibilidad de probar las dos variantes que primero llegarán al mercado. Hace tiempo que Europa ha vuelto a demandar coches de gasolina, y más en un segmento como el B-SUV, empezando por su versión de acceso, el tricilindrico de 998 cc que desarrolla 120 caballos de potencia. Un pequeño muy resolutivo.

Antes de entrar en detenimiento en el comportamiento de este motor, hay que tener en cuenta que mientras que muchos rivales arrancan la gama en 75 o 90 caballos, el KONA lo hace desde los 120, y eso es un valor añadido. Tanto es así que tras haberlo probado puedo decir que este polivalente bloque puede servir para todo. Me ha llamado la atención el refinamiento y la rumorosidad conseguidos. A pesar de contar con tan solo tres cilindros, no se transmiten ni vibraciones ni molestos ruidos. Una buena nota en este punto.

Hyundai afirma que el 1.0 TGDI entrega su máximo poder entre las 1.500 y las 4.000 revoluciones. Bien es cierto que el motor es alegre en gran parte del rango de revoluciones, pero sin lugar a dudas es a partir de las casi 3.000 cuando se presenta lo mejor. No es que por debajo el motor ande ahogado, pero sí que la entrega es muy progresiva. A pesar de ello el coche “anda” y aunque tengamos que jugar con el cambio en alguna que otra situación, es resolutivo y encaja como un guante en la filosofía del coche.

El KONA resulta bastante cómodo y refinado para tratarse de un segmento tan pequeño

En esta configuración no solo cambia el motor y la caja de cambios, que en este caso siempre será manual de seis velocidades, sino que también varía la configuración de la suspensión trasera. Esto hace que la versión de acceso sea más seca de respuesta en el eje trasero. Quiere decir que a la hora de pasar por un bache o por un badén, notaremos un salto más brusco en esta configuración que en la del 1.6 de 177 caballos. No llega a ser molesto, pero sí que obliga a tomar este tipo de obstáculos de una forma más tranquila.

En ese caso el modelo más potente se posiciona también como el más confortable. Será la variante más potente de toda la gama, y como te puedes imaginar si el 1.0 es resolutivo, el 1.6 lo es mucho más. Con este sí que tienes motor para todo lo que quieras y un poco más. En ningún momento se echa en falta algún caballito más. Estamos ante el mismo nivel de refinamiento que en el caso anterior, puede que un poco más silencioso, pero igualmente no se transfiere ningún tipo de vibración al habitáculo.

En la primavera del año que viene llegarán al mercado dos versiones diésel, una con 110 caballos y otra con 136

Mientras que en el anterior caso era una caja manual la que se encargaba de gestionar la potencia y el rendimiento del motor, en este caso hay que hablar de una transmisión automática de doble embrague, DCT, con siete velocidades. La habitual de Hyundai vamos. Es un cambio que prioriza por encima de todo el confort de marcha, y después el consumo. Con ello quiero decir que no debemos buscar mucho rendimiento. Es una pena, porque en ciertos momentos la caja se pierde para encontrar la marcha correcta.

Sobre todo pasa en las fases de fuerte aceleración. El coche se toma un tiempo en encontrar la velocidad que necesita, pero eso sí, cuando lo hace sale disparado y corre que se las pela. Es algo que hay que tener en cuenta a la hora de adelantar, por ejemplo. Sinceramente no lo tomaría como un defecto, si el concepto del coche fuera otro, vale, pero no es el caso. Es un rodador, y se pueden realizar largos viajes con él sin preocupaciones. Es un coche cómodo, y como ya digo el 1.6 más que el 1.0.

La información recibida por parte del cuadro de instrumentos es clara y completa

La pena es que Hyundai haya decidido que la variante más potente siempre sea de tracción total. No es una tracción total al uso, pues aunque se pueda bloquear el diferencial, de forma habitual circulará en modo 4x2. Solo cuando la electrónica detecte un cambio importante del agarre echará mano de las ruedas traseras, pero no será habitual que esto ocurra. Digo que es una pena porque estoy seguro que muchos compradores no necesitarán tener un AWD, pero oye, siempre está el “y si”.

Otra de las diferencias que presenta el “motor gordo” es la incorporación de los modos de conducción. Hay tres programas: Eco, Confort y Sport. Las diferencias entre uno y otro no es que sean excesivas, pero sí que se nota, sobre todo a la hora de seleccionar el modo Sport, en cuyo caso la transmisión automática varía la relación de cambio, y que pedal del acelerador se vuelve un poco más sensible.

Si hay algo que me ha gustado en ambas versiones, ha sido el tacto de la dirección. En un mercado donde se abusa de la sobredirección, Hyundai ha decidido apostar por un tacto más “durito”. Gracias a ello la información recibida por parte del conductor es mayor y más precisa, pudiendo hacer cambios de dirección de forma más precisa. Un buen punto que siempre es de agradecer. Por supuesto la plataforma desarrollada en exclusiva para este coche también ayuda y no se le pueden poner pegas.

En un futuro, el KONA será uno de los primeros SUV en ser completamente eléctrico

Obviamente uno siempre se preocupa de no gastar demasiada gasolina. Los coreanos nunca han sido los más eficientes del mercado, pero van afinando sus motores poco a poco para así no resultar tan tragones. Durante la presentación no hubo ocasión de comprobar los datos oficiales. La marca avisa que el 1.0 de 120 CV presenta un gasto medio de 5,4 litros a los 100 Kilómetros, por otro lado el 1.6 de 177 oficializa 6,7 litros de consumo medio a los 100 kilometros. Las variantes más eficientes serán, por supuesto, los 100% eléctricos, que tendrán dos baterías diferentes con 350 y 500 kilómetros de autonomía respectivamente. Llegarán en septiembre del año que viene.

Conclusiones

No hay quien no apueste por el segmento B-SUV. Hyundai llega a un segmento realmente competitivo con una interesante apuesta bajo el brazo. El KONA aterriza con la promesa de convertirse en una de las grandes referencias del mercado. Su principal baza es el diseño, pero hay que sumar muchos más detalles como el precio de venta, el comportamiento, y un equipamiento superior. La rivalidad es brutal, y solo el tiempo dirá si la apuesta coreana de KONA/Stonic ha salido ganadora.

Por el momento la oferta mecánica es escasa. Los motores de gasolina resultan atractivos por su polivalencia y refinamiento. Si tenemos un alma más viajera recomiendo la versión de 177 CV, aunque eso no quiere decir que el 1.0 de 120 CV no sea resolutivo, sólo que el primero es más cómodo en desplazamientos largos. Se me ha olvidado mencionar que la habitabilidad también es uno de los puntos fuertes del KONA. Para algo es uno de los más grandes de la categoría.

Buena nota para el más pequeño de los SUV de Hyundai

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