PresentaciónHyundai Tucson CRDI, primer contacto: comportamiento y conclusiones

EL Hyundai Tucson se presenta como uno de los SUV compactos más interesantes y equilibrados de su categoría. Las versiones diésel CRDI serán las más demandadas en el mercado español y en los acabados superiores están repletas de tecnologías de seguridad y confort.

Hyundai Tucson CRDI, primer contacto: comportamiento y conclusiones

8 min. lectura

Publicado: 24/07/2015 08:00

Durante la presentación del Hyundai Tucson hemos tenido la oportunidad de conducir diferentes versiones que dejan clara que el comportamiento también ha evolucionado. El SUV compacto coreano, que está a la venta desde 23.590 euros, hace gala de un gran refinamiento y una habitabilidad destacada.

El sucesor del ix35cuenta con una gama mecánica compuesta por cinco propulsores. El 1.6 GDI de 132 CV y el 1.6 T-GDI de 176 CV componen la oferta en gasolina y el 1.7 CRDI de 115 CV y el 2.0 CRDI con 136 y 184 CV son las versiones diésel, que sin duda tendrán más tirón en nuestro mercado. Además, Hyundai ofrece variantes con tracción delantera o total y hasta tres tipos de transmisión.

Comportamiento

En nuestro primer contacto con el SUV coreano hemos podido probar dos unidades del Tucson con el motor 2.0 CRDI de 136 CV, una con tracción delantera y cambio manual y otra 4x4 con transmisión automática. También pudimos disfrutar del tope de gama, con ese mismo bloque pero 184 CV de potencia, vinculado exclusivamente al cambio automático y la tracción total.

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En cualquiera de ellos se percibe rápidamente que Hyundaiha trabajado intensamente en el aislamiento y la insonorización del habitáculo. En el Tucson destaca la escasa rumorosidad, especialmente a baja velocidad. Además, la ausencia de vibraciones y la suavidad de marcha de cómo resultado un elevado confort de marcha.

La versión de 184 CV del motor turbodiésel brinda una respuesta muy contundente ofreciendo un amplio rango de trabajo desde bajas vueltas, una buena compra si el presupuesto no es problema. Por su parte, el de 136 CV también nos ha parecido satisfactorio y más que suficiente para el día a día, siendo quizá la compra más razonable por su relación entre precio y prestaciones.

El cambio DCT de doble embrague sólo se ofrece en el gasolina T-GDI

El cambio manual resulta muy agradable de utilizar, con marchas bien escalonadas y un guiado preciso de la palanca. La transmisión automática por convertidor de par supone un plus de confort, realizando las transiciones entre marchas de forma apenas perceptible. El principal inconveniente de la caja automática es su importante sobrecoste respecto a la versión manual, nada menos que 2.200 euros.

En las variantes 4x2 el eje delantero es el encargado de dar tracción mientras que las versiones AWD disponen de un sistema de tracción total inteligente. En condiciones normales el 100% del par se transmite al eje delantero y en caso de pérdida de adherencia envía automáticamente hasta un 50% del par al tren posterior. Además, pulsando un botón se puede bloquear el reparto al 50% siempre que no superemos los 40 km/h.

Es un coche que demuestra una cierta agilidad en curvas, aunque su altura y peso se dejan notar. El comportamiento en una conducción alegre se beneficia de un sistema que Hyundai denomina control avanzado de tracción en curva (ATCC). Este sistema minimiza los subvirajes al enviar más par al eje trasero a la vez que aplica una cierta presión de frenado en la rueda del interior del giro.

El modelo coreano también disfruta de un sistema de asistencia al aparcamiento (SPAS) que ayuda a aparcar en línea o en batería. El sistema calcula el espacio disponible y toma el control de la dirección, mientras que el conductor sólo tiene que pisar el freno y el acelerador. La asistencia también se puede emplear para salir del estacionamiento.

Uno de los apartados más destacados del Tucson es el relativo a las tecnologías de seguridad. El SUV coreano es el segundo modelo de Hyundai en ofrecer un sistema autónomo de frenado de emergencia (AEB), tras el Genesis. Además, también cuenta con un sistema de mantenimiento de carril (LKAS), un detector de puntos muertos (BSD) con el asistente de cambio de carril, la alerta de tráfico trasero (RCTA) o un sistema de capó activo (AHS).

El Tucson goza de una nueva dirección eléctrica con una configuración específica para Europa. Tiene una asistencia ligera que permite hacer maniobras con muy poco esfuerzo. Puede endurecerse el nivel de asistencia, por ejemplo al circular por autovía, simplemente apretando un botón situado junto a la palanca de cambios.

Cuatro acabados: Essence, Klass, Tecno y Style

Los ajustes de comportamiento adaptados a los gustos europeos son de agradecer y dan como resultado una buena experiencia de conducción. Su polivalencia está fuera de toda duda: estable en carretera, aplomado en zonas reviradas y confortable a la hora de circular por pistas no asfaltadas. En conjunto es un coche refinado y equilibrado, sin ninguna laguna notable.

Conclusión

Reemplazar a un modelo tan exitoso como el Hyundai ix35 no es nada fácil. Por eso la marca coreana no ha dejado nada al azar en su lanzamiento estrella y ha mejorado todo: la tercera generación de su SUV compacto cuenta con un diseño más atractivo, una calidad de realización impecable, una habitabilidad destacable y un equipamiento tecnológico amplio.

Eso sí, todas estas ventajas conllevan un ligero aumento de precio respecto a su predecesor. Un peaje que el Hyundai Tucson, fabricado en la República Checa, tiene que pagar para gozar de algunas características propias de modelos premium. La versión más equilibrada en nuestra opinión es el Tucson 2.0 CRDI 136 CV con tracción 4x2, cambio manual y el acabado Tecno que cuesta 31.240 euros.

Por todas sus virtudes no cabe duda de que el Hyundai Tucson es uno de los modelos más apetecibles de su categoría. Además su versatilidad, imagen y buena relación precio/producto nos augura que será un superventas dentro del competido segmento C-SUV.

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