Prueba Infiniti Q30 1.5d Premium Tech, una combinación que realmente funciona
Estamos ante el primer intento de Infiniti en el segmento de los compactos. Un modelo de suma importancia para la marca japonesa. Y para saber cuáles son las posibilidades reales de este, hemos tenido la ocasión de probar el Infiniti Q30 1.5d. La variante mecánica de acceso.
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Publicado: 29/04/2016 10:00
Sirva de adelanto que no hay precedente alguno. Estamos ante un primer producto y eso siempre genera tanta duda como expectación. Infiniti es consciente de ello y por eso ha seguido una receta con la que espera dar en el clavo en el primer intento. Algo por otro lado difícil de conseguir. Para comprobar cómo de cerca se ha quedado de ello he tenido ocasión de probar el Infiniti Q30 1.5d Premium Tech. Una combinación que reúne todas las capacidades tecnológicas que es capaz de disponer con la variante mecánica de acceso. ¿Será el equilibrio correcto? Vamos a verlo.
Antes de nada es mejor saber cómo ha llegado Infiniti a producir el Q30, pues así se comprende mejor el resultado final. Para ello tengo que hablar de una triple alianza. La que mantienen Renault, Nissan y Daimler. Los tres fabricantes se unieron hace no mucho tiempo para así poder compartir tecnología y mecánicas con la intención de hacer más asequibles sus productos. Una forma de compartir gastos a la vez que se mejoran los productos.
No es nada extraño ver a Mercedes con motores de Renault, a Renault con productos de Nissan o a Nissan con tecnología de Mercedes. Es algo lógico y comprensible. Una técnica que se extiende en la industria. Infiniti, como parte de Nissan, tiene acceso a dichos contenidos de la misma manera, aunque dado su carácter premium es de Mercedes de donde saca la mayor parte de sus piezas. Aunque sin olvidar a Renault y Nissan claro.
Un batiburrillo de elementos, piezas y componentes que se reúnen en el primer producto de Infiniti pensado por y para el mercado europeo. Los japoneses quieren que el Infiniti Q30 sea el punto de inflexión para la marca en Europa, y para ello han tomado una serie de riesgos, calculados, pero riesgos. El Q30 es el primer modelo de la firma en ser producido en nuestro continente, y ese trabajo corresponde a Nissan, más concretamente a la planta que hay en Sunderland, Inglaterra, que ha sido modificada para albergar dicho trabajo.
Tomando estos datos como base hay que reconocer el trabajo de Infiniti para crear el Q30. Ha ido picando de almacén en almacén para sacar a la luz un producto que sobre todo entra por los ojos. Como más adelante os contaré, estamos en realidad ante un Mercedes Clase A, aunque a simple vista no lo parezca. Estilo japonés en su estado más puro. Un diseño arriesgado que a mi personalmente me gusta mucho. Muy atractivo a la vista y bien rematado.
El trabajo de diseño es de pura creación japonesa, con nervaduras muy marcadas por toda la carrocería y una zaga bastante elevada
Las nervaduras recorren toda la carrocería, del frente a la zaga. Un morro que se presenta con una gran parrilla delantera y con unas ópticas afiladas y reducidas. Personalmente soy más del gusto del acabado Sport, que creo que es el que realmente logra sacar lo mejor del diseño del Q30. Sin embargo reconozco que este nivel Premium Tech es también muy bonito, aunque un poco más clásico. Se nota que Infiniti quiere atraer a diversos tipos de clientes, pero la verdad es que da igual que paquete estético elijas, el Q30 es diferente y eso gusta, muy lejos del conservador diseño de su homólogo alemán.
Si por fuera no parece un Clase A, por dentro sí. Nada más abrir la puerta se percibe un aroma muy Mercedes, y eso tiene extremos. Uno es la calidad. El Q30 me ha sorprendido por la buena sensación de calidad que desprende, incluso superior al alemán en ciertas zonas. Materiales de buen tacto y una producción muy bien cuidada, sin holguras, bien acoplado. Un trabajo que mejora incluso a sus hermanos mayores. Por otro lado tiene un toque más conservador del que hace gala su carrocería.
Infiniti ha aprovechado la mayor parte del interior de un Clase A y la verdad es que no termina de encajar el diseño exterior con el interior. Echo en falta un poco más de atrevimiento, un poco menos de reminiscencia alemana. Esto es cuestión de gustos, lo comprendo, pero me imagino un interior tan espectacular como el exterior y oye, como que me da pena que eso no sea así.
La verdad es que pocos reproches más se le puede poner a un habitáculo muy elaborado. Por cierto, las molduras con acabado en madera tampoco favorecen. Es un coche pensado para un público joven, poner maderita en el interior no termina de pegar, pero vuelvo al hecho de los diferentes tipos de clientes a los que el Q30 puede atraer.
Dejando a un lado el aspecto estético y entrando en el habitacional, hay que reconocer que el interior del Q30 es un buen espacio donde estar. Sus asientos son cómodos, bien posicionados. Los controles están donde deben estar, todo al alcance de la mano. Solo la pantalla de la consola central se antoja un poco más inaccesible, pero para eso está la rueda selectora del túnel central, con la que podremos manejar todos los controles, desde la navegación hasta el equipo de música que en esta ocasión está firmado por BOSE.
En cuanto a habitabilidad hay que reconocer que el Q30 está en la media del segmento. Sin embargo en este caso pierde frente a otros modelos como el Nissan Pulsar, pero la verdad es que todos los ocupantes podrán viajar con relativa comodidad siempre y cuando las tallas estén dentro de lo razonable. El hueco para las piernas en la fila trasera es el correcto, aunque si el conductor es demasiado grande el ocupante trasero sufrirá más, lo mismo que el espacio para la cabeza. Hay de sobra, siempre y cuando no superes el 1,85 de estatura.
En cuanto al maletero, más de lo mismo. Cotas estándar en el segmento. 368 litros de capacidad mínima que pueden ampliarse con solo abatir la segunda fila de asientos, ya sea por completo o en una proporción 60:40. Hay que reconocer que es un espacio muy aprovechable gracias a unas formas rectas. Además la boca de carga es muy ancha, lo que le aporta un punto a su favor. Resulta curioso que el maletero del Q30 sea más grande que el del Clase A. 17 litros para ser exactos.
Una vez analizado todo lo relativo a diseño y habitabilidad, es hora de que te hable sobre el rendimiento de este Q30 en su versión de acceso diésel. Un bloque de cuatro cilindros que proviene de Renault y que supone la unidad menos potente de todas pero la que a priori será la más vendida. Por encima de ella quedan otras versiones, donde el tope de gama llega de la mano del 2.2d de 170 CV. Por otro lado, el cambio de marchas de la unidad de pruebas es el manual de seis velocidades, aunque Infiniti permite que todas las versiones puedan equipar un automático de siete, salvo en el 1.6t de 122 CV.
Prueba Infiniti Q30 1.5d Premium Tech
Como llevo diciendo durante toda la prueba, el Q30 nace de la asociación de diferentes fabricantes. Eso implica el uso de muchos materiales diferentes con procedencias diferentes. Así que la pregunta evidente salta a la vista: ¿El resultado de tanto conglomerado es bueno? La respuesta sencilla es que sí. La verdad es que ya tuve esa sensación tras una primera toma de contacto con él en la presentación, y tras una semana de muchos kilómetros recorridos y pruebas, esa sensación no ha hecho más que crecer.
Y es que hay que reconocer lo evidente. Los desarrolladores de Infiniti han hecho un gran trabajo. Han sabido hacer una masa muy buena, y sobre todo competente. Seguramente la combinación del motor 1.5d de 109 caballos con el cambio manual sea la que más adeptos tenga en nuestro país. Hay que reconocer que su comportamiento es muy bueno. Es un motor muy suave, impresiona que no se perciba ninguna vibración dentro del habitáculo.
La verdad es que mientras lo conduces vas teniendo la sensación de ir en un coche muy bien armado, más propio de un segmento superior. No se filtra nada del ruido procedente del motor, aunque un poco sí el aerodinámico, pero la verdad es que no es nada molesto por muchos kilómetros que se recorran. Es un coche tranquilo en su concepto general y en eso ayuda mucho el motor.
Cuatro cilindros turboalimentados que entregan una potencia muy lineal y progresiva, puede que incluso demasiado. Infiniti se ha centrado en entregar un comportamiento correcto a la par que ofrece unos consumos muy ajustados. Para ello integra un cambio manual, de buen tacto, que presenta dos primeros cambios cortos, una tercera perfectamente ajustada, y unas marchas altas que pecan de largas, sobre todo la quinta y la sexta que están pensadas para llanear y poco más.
Ya te digo que el comportamiento en general es bastante bueno, aunque las recuperaciones a partir de la cuarta son un poco pobres. Por eso te recomiendo que si vas a circular mucho rato cargado o por zonas de montaña, elijas un motor más potente, pues de no hacerlo tendrás que estar todo el rato jugando con el cambio de marchas o haciendo demasiado uso del acelerador, lo que a su vez castigará seriamente los datos de consumo.
La suspensión está configurada para garantizar el máximo confort posible, penalizando con ello una conducción dinámica
Eso sí, el lado positivo, más allá del refinamiento, llega a la hora de medir los consumos. El Q30 siempre se muestra muy ahorrador, y tiene tecnología como el Start&Stop, que nos ayudará para conseguir unas cifras muy bajas. No cuesta nada bajarlo de los cinco litros cada 100 kilómetros. De forma habitual he rondado los 4,5-4,7 litros. Esto combinando terrenos urbanos con carreteras rápidas. Y si hablo únicamente de recorridos urbanos, el gasto ha sido de poco más de seis litros, si somos un poco más impulsivos siete. Cifras estupendas.
En cuanto a comodidad y suavidad de marcha tengo que reconocer que el Q30 sorprende para bien. Una suspensión muy bien ajustada permite filtrar la mayoría de las irregularidades del asfalto. También ayudan los neumáticos tan gruesos. Como ya he dicho es un coche tranquilo, al menos en esta configuración, por lo que sacarlo a afrontar un tramo de curvas rápidas es ponerlo en serios aprietos con esa suspensión tan blanda. Responde bien ojo, pero se le nota que no le gusta y que lo suyo es otro ambiente.
Conclusión
El Infiniti Q30 es un primer trabajo muy bien hecho por parte de los japoneses. Su primer intento por entrar en el segmento de los compactos podríamos considerarlo como muy satisfactorio. Su notable alto bien lo merece, al igual que triunfar en la lista de los más vendidos. Poco a poco Infiniti seguirá por esta línea de productos por y para Europa, el próximo en llegar será el Infiniti QX30. Y de ahí en adelante dios dirá, pero si salen todos así de buenos pondrá en serios aprietos a más de uno.
Como ya digo el Q30 es una buena elección. A su favor juega un diseño muy diferente y muy vistoso, un interior de calidad, tecnología de última generación, un comportamiento más que correcto y un listado de precios sumamente competitivo. De hecho es unos 3.000 euros más barato que su homólogo alemán, el Clase A. Eso sí, si buscas prestaciones puras o un comportamiento más deportivo tendrás que buscar otra combinación mecánica más agresiva, porque este 1.5d de 109 CV con cambio manual de seis velocidades está pensado para ser tranquilo.